No recomendable para gente sensible, contiene temas depresivos y suicidio.

Estás avisado.

Todo es precioso en la vida de Kibo... Pero fue así todo este tiempo?

La respuesta siempre fue no.
Nada es perfecto.
Nada es color de rosas.
Nadie la ayudaba, ni nadie estaba ahí cuando sus días estaban nublados.

Fue en uno de ésos tantos días oscuros en el que Kibo decidió acabar con la tortura en la que unos científicos la habían metido. Había decidido acabar con su vida.
Y ahí se encontraba, al borde de un edificio, a punto de hacer lo que tenía planeado hace tiempo. Lo único que la detenía era ésa esperanza de que alguien apareciera y la detuviera, diciéndole que todo estará bien, que no hay necesidad de hacer éso. Pero nadie apareció.
Ella, viendo todo gramo de esperanza desaparecer, no lo dudó más y saltó.
Saltó al vacío, esperando que éste sea más acogedor que su realidad. Pero cuando estaba a centímetros de tocar el suelo algo le falló. Todo quedó en su lugar, no sintió ni vio ésa luz de la que todos hablan, todo seguía igual que siempre.
Miro hacia su muñeca y vio que el número 10 que tenía marcado se borraba y cambiaba por un 9. Ahí se calló en cuenta de que tenía 10 vidas, y acababa de gastar 1. Al darse cuenta que estaba aún mas condenada de lo que pensaba decidió salir a caminar a un parque como hacía cada día luego de acostumbrarse a su nueva vida, hasta que vió a una chica de pelo negro ceniza y ojos morados.

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Amé éste capítulo de la vida de Kibo~
Decidí tocar un tema algo sensible, pero que sepan que no todos los días deben ser grises, galletitas~

Kibo la galleta se despide~