CAPÍTULO 1

27 AÑOS ANTES.

Law se levantó de la cama con cuidado procurando no despertar a su novio, el cual aun se encontraba plácidamente dormido bajo las sábanas. Sin embargo sus intentos fueron en vano.

Luffy estiró los brazos desperezadamente y bostezó mientras se enterraba de nuevo en las sábanas.

-- Oh, ¿Te he despertado? -- Law se giró a verlo algo disgustado.

-- No, que va. No importa.

El menor sonrió aun adormilado a la par que sacaba la cabeza por la parte trasera de la cama, donde se suponía que iban los pies. Aun se encontraba bajo las mantas que tapaban su cuerpo desnudo.

-- ¿Te lo has repensado ya?

El ojeroso suspiró frustrado. ¿Cuántas veces habrían hablado ya de eso? Anoche aun habían discutido por el tema antes de acabar retozando en la cama.

-- Luffy ya hemos hablado sobre eso. Además sabes que no me gustan los niños.

Buscó en el armario su ropa para vestirse mientras escuchaba el exhausto y frustrado suspiro que soltó su compañero.

-- Pero me prometiste que te lo pensarías más detenidamente. -- Protestó dándose la vuelta en la cama quedando boca arriba con la cabeza y los brazos colgando.

-- Y ya me lo he pensado. Pero mi respuesta sigue siendo no.

-- ¡Mentiroso! ¡No has tenido tiempo para meditar! ¡Además me lo debes!

-- ¿Te lo debo? -- Se giró a verlo de nuevo alzando una ceja incrédulo.

Luffy volvió a darse la vuelta y lo acribilló con la mirada.

-- Sí, me lo debes. Ayer hicimos el amor a pesar de que yo no tenía ganas. ¡Y lo hice porque me prometiste que te lo pensarías!

-- ¡Oh vamos, pero si te encantó!

-- ¿Y eso qué? ¡Un trato es un trato! ¡Además también fue una promesa y las promesas no se incumplen! ¡Nunca!

-- ¡Bueno basta ya! ¡Luffy tienes 25 años, ya no eres un crío para andar a hacer berrinches estúpidos! ¡Si no quiero tener hijos no los tendré y punto! ¡No puedes hacerme cambiar de idea solo porque a ti te gusten los niños!

-- ¡No es solo porque me gusten los niños! ¡Si fuera así ni siquiera se me ocurriría tenerlos ya que se la responsabilidad que acarrean! ¡Pero es que quiero ser padre! ¡Formar una familia! ¡Lo llevo queriendo desde que tengo uso de razón! ¿Es tan difícil de entender? ¿Y es tanto pedir?

-- ¡Pero yo no quiero ser padre Luffy!

-- ¡Lo que pasa es que tienes miedo!

El muchacho se despojó de las sábanas y se sentó en el colchón al estilo indio.

-- ¿Miedo? ¿Por qué iba a tener yo miedo?

-- Porque no crees posible que una pareja homosexual pueda tener hijos, ya que necesitaría la figura materna y todas esas mierdas.

-- ¡Pues mira sí! ¿Para que mentir? ¡Es por eso! -- Lo miró cabreado. -- ¡Los niños necesitan tener tanto un padre como una madre Luffy! Imagínate que tenemos una niña. ¿Le explicarás tú el tema de la menstruación? ¡Luffy hay cosas que los hombres no podemos hacer!

En eso tenía razón y el menor de los dos lo sabía. Agachó la cabeza y suspiró frustrado.

-- Eso es verdad. -- Murmuró.

-- Lo siento Luffy, pero hay cosas que no pueden ser.

El mayor cogió el uniforme de su novio y se lo lanzó.

-- Vístete rápido o llegarás tarde al Zoo.

-- Sí, Tarper y sus amigos me estarán esperando. Al menos esos pingüinos me quieren y me entienden, no como otros. -- Refunfuñó poniéndose las prendas.

Una vez vestido se dispuso a salir de la habitación para ir a desayunar.

-- Sí, ya claro, ahora los animales te hablan. Anda vete ya. -- Comentó Law gracioso mientras le daba una palmada en el trasero.

-- Idiota. -- Sonrió el aludido saliendo por fin de la estancia.

****

-- Tendremos que hacer mucho papeleo y a lo mejor ni siquiera conseguimos nada.

-- Lo sé.

-- Podríamos tardar hasta un año entero en acabar de preparar todo el tema de la adopción.

-- También lo sé.

-- Serán muchos gastos así que tendremos que privarnos de caprichos, por no mencionar que habrá que cambiar de hogar ya que no podemos criar a un niño en un piso. Tampoco nos lo permitirían igualmente.

-- Por mi no hay problema de mudarnos.

-- Habría que buscar un horfanato donde no les importe que seamos una pareja homosexual.

-- ¡Eso es evidente!

-- Tendrías que madurar incluso más, ya que cuidar de un niño es una gran responsabilidad.

-- Lo sé de sobra.

-- Nuestros trabajos podrían ser un gran inconveniente, ya que yo trabajando toda la tarde y tú toda la mañana y parte de la tarde... Es un horario difícil, ya que hay un intermedio en el que ambos estamos fuera de casa.

-- Puedo pedir que me cambien el  horiario. O sino también puedo adelantar mi plazo de vacaciones, a fin de cuentas todos las pedirán para verano. Y en esta época del año los animales no dan muchos problemas ya que aun no estamos en la etapa de celo ni de maternidad. Así que no creo que me lo nieguen.

Law lo miró meditando si realmente estarían preparados para eso. Su novio estaba serio y decidido, como si ya lo hubiera tenido todo pensado desde un principio. Cuando quería podía resultar realmente inteligente y ordenado.

-- Está bien. -- Suspiró resignado. -- Buscaré un día para ver como empezar con lo de la adopción.

-- ¡Bien! ¡Gracias Torao!

El muchacho se incorporó entusiasmado y se tiró a sus brazos sin parar de saltar.

-- ¡Te amo!

-- Si te hubiera dicho que ''No'' me dirías lo contrario. ¿Verdad?

-- Obviamente.

-- Que cabrón. -- Sonrió el mayor correspondiendo su abrazo.

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