Trece: The Truth Untold

La vista de los edificio suavemente iluminados por las luces de la cuidad, el frio pegaba. Su ser posaba en aquella silla admirando el melancólico paisaje.

Todo era triste y vacío sin él.

Dolía, dolía demasiado, los recuerdos estaban como finas espadas apunto de ser clavadas. El simple recuerdo dolía.

Pero también ardía, ardía en las viles llamas del oído y rencor. Quemaba, quemaban aquellas llamas del recuerdo.

Su mirada se ensombresio, su mano apretó fuertemente aquel vaso lleno del licor mas fuerte, su fuerza ers tanta que rompió en mil pedazo aquel vaso.

Su respiración de agitó, comenzó a desatar aquella furia que con el paso de los minutos se intensificaba, buscando una manera de ser liberada.

Jamás olvidara aquel recuerdo que dio origen a todo, el que haya podido ser tan ciego y no darse cuanta antes. ¿¡Por qué él?! ¿¡Por qué tenia que ser la persona en la que más confiaba?!

¡No! ¡No!, su respiración agitada resonaba en aquellas paredes, perdiéndose en el aire de la cuidad.

Se levantó de la silla, y con pasos tambalenates se acerco nuevamente a la barra que incluía ese cuarto, tomó un vaso y lo lleno de licor. Como si de agua se tratara se tomó el licor.

El alcohol quemaba a su paso, pero no era para nada comparado con el ardor del odio que sentía.

Uno tras otro, el licor bajaba poe su esófago quemando y dejando la sensación de ardor, mas no se detendría.

Unos minutos después se volvió a calmar, y con la paz que ahora reinaba en él. Se sentó en la silla y admiro el paisaje.

Su madre y Jennie, entraron siendo lo más sigilosas posibles. JiMin no estaba se buenas desde hace cuatro días.

--Saluden cuando mínimo.. --Su voz fue monotona y fría.

--Hola, mi amor.... --Jennie se acerco y plantó un beso en las comisuras de los labios de el alfa.

--Hola, cariño --Su madre se acerco y solo coloco su mano en su hombro: --Lo hiciste bien, cariño

Se alejó dirijiendonse a la habitación del hotel.

JiMin, dirijo su mirada hacia los edificios manchados por las luces de la ciudad. Comenzó a perderse entre sus pensamientos.

"JiMin llegó en donde su padre estaba, aquel restaurante bonito.

Se sentía un tanto mal dejar a su omega sólito, pero tenían razón podría enfermar. La lluvia caía a cantaros.

Afortunadamente tenía el Porche para toda la familia.

--¡Padre! --JiMin abrazó a su padre dando golpes en la espalda.

--¡Hijo mío! ¿Como has estado? ¿Qué tal? Por fin me vas a presentar a una omega --¿Una omega? Que le pasaba a su padre.

ÉL siempre supo de la existencia de YoonGi, tal vez no sabia lo de sus niñas en camino, pues su padre "abandono" el hogar de la madre de YoonGi para irse de Busan. Perdiendo el rastro completamente del señor Park.

--Padre... Yo ya tengo un omega... --El padre carcajeo fuertemente como si de un buen chiste se hubiera sonado.

--¿¡Ese maldito?! ¿El hijo de Min? Ja! Pensé que tendrías buenos gustos, hijo mío. Deshonras el apellido.

Casi sin quererlo, a JiMin le dolió. Claro que lo hacía, a pesar de que su padre había sufrido infidelidades no dejeba de ser su padre, tal vez un ejemplo a seguir. Tener su orgullo en él era muy importante, demasiado.

Tanto era que no defendió a su omega, no lo hizo y trato a toda costa qué YoonGi no sintiera a través de su lazo, el inconsciente daño emocional que causaba que su padre no estuviera orgulloso.

--Ay JiMin, ¿Porque no dejas a ese omega? Ya ni gracia ha de tener, es decir, ya lo conoces de pies a cabeza. --El alfa menor posó su vista en su padre... Si, tal vez conocía todos los rincones de su omega. No había lugar en donde su boca no haya pasado, donde sus labios no hayan estado... Pero seguía siendo como la primera vez. Siempre era así.

Pero... ¿Y su tenia razón? Es decir, por que no probar nuevos horizontes.

Trató de visualizarse y no funciono, no podía imaginarse estar con alguien mas que no fuera su omega... Pero ¿Porque? Le parecía tentativa la idea.

Negó con la cabeza, tratando de sacarse aquellas ideas locas y para nada saludables, ¡Por dios! Él estaba casado y apunto de ser padre dos niñas, que merecian todo el amor y cariño del mundo.

--No padre, así estoy bien... Amo a mi omega y no lo cambiaría por nada. --Su padre formó una sonrisa ladina, burlándose del alfa.

--Tal vez tú no lo cambiarías, pero él seguro ya se aburrió de ti... Ya eres pan de ayer... --Negó con la cabeza, ¡porqué quería que desconfiara de YoonGi! Era suyo y solamente suyo.

--YoonGi no haría eso...

--Porque no lo averiguas, no le avises que vas a llegar... No le digas, solo llega de sorpresa... Es omega después de todo --JiMin arqueo una ceja. No, no lo haría... Pero ¿Y si tiene razón?

--Cuando llego de trabajar nunca aviso, ya me hubiera dando cuenta..

--Tal vez no le avisas, pero conoce tus tiempos, conoce tus rutinas... Estoy seguro que lo haría.

JiMin trató de no caer, pero era cierto. Todo era tan malditamente cierto y si... ¡No, no! Su mente estaba en una lucha.

--Pero...

--Pero nada, JiMin... Te puede estar engañando, llega sin avisar no digas nada, sólo haz...

--¡No! YoonGi esta embarazado y no, jamás me engañaria... --JiMin había alzado la voz. Tal vez su omega lo había sentido pero no importaba tenia que defenderlo.

--¿¡y son tuyos?!

--¡Claro que son míos!

--Solo hazlo, JiMin... Si no es cierto, me callas la boca --JiMin conecto sus ojos con los de su padre, aceptando el reto en secreto. -- Pero si es verdad, recuperaras tu dignidad y te casaras con algún otro omega... ¿Aceptas?

--Hecho.. --Sin siquiera haber ordenado la mesa, salieron dispuestos a tomar el porche y salir s toda velocidad a la casa de JiMin.

El alfa menor solo tenia un objetivo, demostrar que su omega no lo engañaba.

En cuestión de minutos ya estaba entrando al fraccionamiento de residencias, listo para llegar a sus casa.

Aparco el auto no muy lejos de la casa, donde podría observar absolutamente todo. Una vez lo estaciono, paar cuando JiMin planeaba salí del carro, su padre lo detuvo.

--Aun no, espera solo un poco. --Tal y como si lo hubieran planeado, una chica de cabello negro tocó la puerta. A los pocos segundos YoonGi abrió la puerta, abrazando fuertemente a la chica.

JiMin arqueo una ceja, ¿Quién era esa? ¿Qué hacia en su casa?, la furia comenzaba a ser latente en su ser.

A simple vista se veían que hablan de algo que no se podía entender... Pero como obras del destino JiMin fue capaz de escuchar salir un claro "Alfa" de la boca de YoonGi y una "Omega" de la boca de la chica desconocida

--Ouh, Jiminnie... Dijo alfa... ¿Te quedaras aquí? -- JiMin asintió, quería saber que estaba haciendo esa mujer ahí. Justamente con YoonGi.

A los poco minutos, alcanzó a ver como YoonGi tomaba la mano de la alfa para adentrarse a la casa.

JiMin trataba, vaya que intentaba controlar su rabia. Se sentía tan enojado, la furia quemaba como lava ardiente... Dolía como espinas...

--No creo que vayan a jugar UNO, ¿Verdad? --Jennie rezaba, no quería que esto pasara. No lo merecian.

--Tal vez jueguen, UNO encima del otro...

--Cállate, madre... Solo cállate --La Señora Park quería carcajear fuertemente. ¡Lo había logrado!

Tras una larga hora, donde JiMin ni siquiera podía concentrarse en lo que pasaba a su alrededor, todo giraba entorno a YoonGi abrazando a esa alfa, miles de escenarios.

YoonGi besando a esa alfa, YoonGi siendo coqueto con esa, YoonGi siendo cariñoso con esa, YoonGi sacando su lado mas sensual con esa... YoonGi, YoonGi, YoonGi y esa Alfa.

Solo eso estaba en su mente, su retorcida mente solo podía imaginar miles de escenarios donde el omega y la alfa eran protagonistas.

--¡Mira, Mira están saliendo! --JiMin prestó atención.

Comenzó a rechace su marca en cuanto YoonGi pronunció aquellas tristes y dolorosas palabras.

"--Yo te quiero más, alfa - -"

Como si no fuera lo suficientemente doloroso, YoonGi recalcó la palabra alfa. ¡Le había visto la maldita cara todo este tiempo!

Su palabras fueron claras, nada de cariño de hermanos o amigos. ¡Era un te quiero sincero, un maldito te quiero con mucho, demasiado sentimiento!

JiMin arrancó el auto, comenzando a manejar hacia un hotel cercano.

Su padre repetía una y otra vez...

"--Te lo dije --"

¡No era necesario recordarselo a cada maldito minuto que pasaba!


JiMin con todo el enojo que volvía a sentir con recordar todo.

Tiro absolutamente todo el licor que se encontraba en aquella barra, llevándose consigo los vasos, botellas, cosas, y demás que había ahí.

Se creo un ruido estruendoso, los vasos rompiéndose, las botellas igualmente regando todo su interior. Para acompañar aquel ruido, JiMin gritó con todas sus fuerzas.

--¡Te odio maldita sea! ¡Te odio, te odio, te odio tanto! -- Las gruesas lágrimas resbalaban por su rostro, pero de la misma manera rápida en que cayeron, fueron limpiada rápidamente. Muy bruscamente que quedó ardiendo parte de la piel por la fuerza bruta empleada.

Jennie caminaba tranquilamente por la sala de la habitación, pensaba porque tenía que estar medida en aquel embrollo.

Cinco agotadores días habían pasado, quería saber como la llevaba YoonGi, pues a pesar de estar en el papel de mala en vida, sentía que debía de hacer algo.

Mas lamentablemente la señora Park la tenía en la palma de su mano, no podría salir tan fácilmente.

Con pasos lentos se acerco a JiMin quien se había quedado dormido en el sillón, se puso en cuclillas y susurró.

--Lo siento tanto JiMin...

JiMin despertó minutos más tarde, le dolía la cabeza horrores.. Más no le importaba, no importaba el dolor.

Se levantó del incomodo sofá, para meterse a bañar. Tras unos largos minutos bajo la ducha, se coloco ropa casual para volver a recostarse en su cama.

Nuevamente se perdió en sus pensamientos.

Tras pasar un largo día entre sus pensamientos, culpandose una y otra vez por creer en su omega, y que esté lo haya engañado tan horriblemente.

Decidió regresar a casa. Sabia que YoonGi estaba pasándola mal pues lo sentía todo a través de su lazo. Más no lo sentía.

¡Él había tenido la culpa de todo! Lo merecía, lo merecía.

Llegó a casa, entro despacio, se encontró con YoonGi recostado en el sillón mordiendose fuertemente el labio. Sabia que trataba de calmar si dolor.

--¿Quién eres tú? --Sin quererlo lo dijo, pronunció las palabras.

Sabia que ya no era la persona quien más confiaba, ya no era aquel dulce omega en quien podría confiar. ¿Quién era él? ¿Lo conocía?

YoonGi lo miro pidiendo una explicación por el dolor que le estaba causando, pero en vez de mitigar el dolor, solo causó una furia.

¿¡Por qué tenía que mirarlo como si no supiera que había pasado?! ¿Por qué parecía que sufría mucho? ¿¡Porqué?!

Ya lo sabía, lo había encontrado, lo había descubierto.

--¿Qué...? Auh... Basta --JiMin lo miro, y provocó otro jalón a su marca, tratando de romperla de una vez.

Sin más subió a bañarse, sacaría ropa y se largaria de ahí. Después de bañarse y arreglar su ropa para largarse de ahí.

--Te vas a ir de viaje, Minnie? --JiMin bajo la mirada tratando de no perdonarle, se escuchaba el dolor fácilmente en su voz... Su voz era aquella que ocupaba cuando estaba como omega mimoso.

--Te extrañamos, las niñas y yo... Vamos a cenar, yo te sirvo... --JiMin seguía con la mirada baja, no... No quería comer. ¡No quería nada de él!

--Me tenias preocupado, Minnie... Ouh alfa, no te vuelvas a desaparer así... --JiMin decidió subir su mirada conectandola con la del omega.

--No... -- ¡No! ¡No! No maldita sea, no podía perdonarlo, era un maldito traidor.

Aun apestaba a esa alfa, su maldito aroma estaba impregnado en todo el omega, ¡Cuando mínimo debía de tener la maldita decencia!

Olía a las malditas Hormonas de esa alfa, aun apestaba a sexo, ¡Apestaba! ¿¡Cómo permitió esto?!

Salio de la casa dando un fuerte portazo espero ahí hasta escuchar el grito de dolor.

¡Debía sentir el dolor! ¡Debía pagar lo que él estaba sufriendo! ¡Lo debía de hacer!

JiMin jaloneba del lazo tratando de romperlo de una vez, fallando en cada intento pues esto tenía que pasar, sin embargo YoonGi lo sufriría horrores.

Se subió al Audi, conduciendo al hotel más alejado y caro de la zona, donde su madre y Jennie ya lo estaban esperando.

¡Su padre tenia razón!

--¡Todos los omegas son malditamente iguales! --Gritó, golpeando el volante con sus manos:--¡Nunca debí confiar en él! ¡No lo debí haber hecho!

Cuando llegó al hotel, su padre, madre y Jennie estaban sentados en el sillón de la suite.

--¿Qué pasó, hijo mío? --JiMin estaba demasiado enojado y frustrado para notar la burla en la voz de su padre.

--Haré lo que quiere... Me casaré con Jennie...

--Lo haré...

JiMin se había casado con mucho amor y con un omega que consideraba el mejor de todos.

Pero hasta las mejores historias tienen el peor final.

Estaba vez se casaría no por amor ni por despecho, sino para recuperar algo de su orgullo se Alfa.

Me duele más a mi que a ustedes.

RosaMenta ❤️🤧

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