Quince: ¡Mamá!

YoonGi aparco el auto en la gasolinera a las afueras de Seoul, llovía fuertemente.

La lluvia mojaba todo aquello que se cruzara por su camino, llovía torrencialmente, juraría que el cielo se caería. ¿Tal vez el destino estaba triste? ¿El destino quería que qué se sentiría triste?

No lo sabía, sin embargo el clima ameritaba una depresión profunda... O tal vez un sueño largo y reparador.

YoonGi recargo su cabeza del cristal, viendo las gotas que resbalan en él, cerro sus ojos un momento escuchando la gotas impactar contra su carro y otros más, relajandose. De vez en cuando caían rayos más no arruinaba la atmósfera melancolía y triste.

Cuando el chico de la gasolinera le dijo que su tanque estaba lleno, arranco el auto dando las gracias, serían tres largas horas de camino, sin embargo aquella lluvia no ayudaba en nada.

El parabrisas se empañaba mucho impidiendole ver, la carretera no era muy apropiada, pues a veces sus llantas de resbalaba... Corría mucho peligro, es por ellos que decidió hospedarse en un hotel una noche.

Temprano del siguiente día, continuaría su viaje.

Llego a un motel que estaba a unos cuantos minutos de la gasolinera, le entregaron las llaves de una habitación. Una vez estacionado su auto, entró en la recamara.

Sinceramente no quería explorar la habitación, pues sabia que no era alquilada solamente para dormir.

Seguidamente, entro en la cama grande y espaciosa de la habitación, acomodo almohadas que como la última semana no se acomodaban, y se durmió rápidamente.

La alarma de su celular comenzó a sonar.

Aun entre sueños como un reflejo natural estiró su mano buscando a una persona. Grata fue su sorpresa que no había nadie ahí.

Abrió sus ojos negros de golpe, buscando a ese alguien que quería.

-—Ash, ¿Qué estoy haciendo? Es claro que no estas aquí, no es un sueño. —-Llevo una mano a su vientre, acariciandolo con mucho amor, y cuidado.

¡Amaba los mimos en su pancita! Aunque ahora no tenia a alguien que se los hiciera.

-—Vamos a estar bien, ese tonto no será un impedimento para mi. —-Unas patadas lo sacaron de sus pensamientos:-—Oh alguien quiere saludar.... —-Las pataditas siguieron presentes.

Bien, era hora de ir a Daegu.

Bajó por una muda de ropa, y se metió a bañar... No quería tardar mucho pues ya no tenía tiempo. Una vez perfectamente arreglado, subió a su porche y salió del motel.

—-Bien Daegu, ahí voy... —-La lluvia había pasado, solo quedaban la carretera húmeda, siguió su camino con cuidado pues no sabia que loco andaba suelto por ahí.

Luego de tres largas horas llegó a su destino. Estaciono el auto frente a una casa rústica, grande y muy bonita. Era un lugar acogedor y cálido lleno del amor de su mamá.

-—No vamos a llorar, no tenemos que preocuparla... —-Respirando profundo y toco el timbre de la casa.

Unos gritos y murmullos comenzaron a sonar dentro de la casa, probablemente amigas de su madre estaban ahí.

Por la puerta apareció su amada madre, luciendo bonita a pesar de su avanzada edad.

-—¡MI niño! ¿Qué haces aquí, bebé? —-Su madre abrazó a su hijo fuertemente.

-—viene a visitarte... Mamita... —-Su voz se quebró un poquito, pero aguanto lo mejor que pudo.

-—¿Qué tienes, bebé? ¿Y tu alfa? —-Las madres tenían un sexto sentido que hacían que supieran exactamente todo lo que les pasaba a sus hijos. Era un don que pronto YoonGi conocería.

-—Él... Él.. Él, me dejó —-La Señora Min llevo sus arrugadas pero calidad manos al rostro de su hijo, limpiando las lágrimas con sus pulgares.

-—Ven siéntate, bebé... -—Caminaron un o o entrando en el jardín principal, donde había tres bancas pintadas de blanco, se sentaron en una que estaba bajo un árbol de manzanas.

El jardín estaba decorado con mucha flores de todo tipo, y árboles de las frutas tradicionales. La luz de la mañana bañaba las flores y ambos omegas ahí.

-—Cuentame todo, bebé... Mamá están aquí para escucharte. —-YoonGi no quería agobiar a su madre, sin embargo dejo ir todo.

A pesar de estar llorando, su madre jamás interrumpió su relato, simplemente están ahí escuchando todo, limpiando sus lágrimas y acariciando su cabello.

-—Ay mi bebé... Ese estúpido alfa... Sabes perfectamente que mi empresa es solo tuya, puede pelear todo lo que quiera no la obtendrá. —-YoonGi sonrió ante el abrazo y estrujo a su mamá entre ellos.

-—No llores más, YoonGi... Tienes que ser fuerte y ahora tus niñas dependen de ti. Vamos, vamos adentro. —-Su mamá no quería que su niño estuviera triste y mal, entonces tomo la mano de su hijo y comenzó adentrarse a la casa.

Dentro las risas se hicieron presentes.

-—¿Donde estabas omega? —-Una amiga de su madre de nacionalidad Francesa apareció en su vista:-—¡No! ¡No me digas! ¿YoonGi? ¿Eres Tú?

-—¿Hola? —-Titubeo un poco, se sentido intimidado bajos aquellos orbes azules hielo. Era una bonita omega francesa.

-—¡Ay, ay, ay! Estúpidos agarrenme que me desmayo, ¡Es tan lindo~! —-La chica corrió y abrazó al omega.

Posteriormente una omega de nacionalidad italiana, también se unió al abrazo.

-—¡Yo te cambie los pañales y ahora tú los vas a cambiar! —-Una chica de nacional africana también lo abrazo.

-—Me encanta, ¿Cuantos meses? —-Todas la omegas preguntaron al mismo tiempo.

-—Tengo ocho meses, bueno lo cumplí esta semana —- Las omegas soltaron un chillido emocionado.

-—¡Ya estúpidas! Dejen a mi hijo respirar—-La Señora Min, se abrió camino entre las demás omega que acariciaba el abultado vientre de YoonGi.

-—¡Yo quiero ser su madrina! -—Gritó sorpresivamente la omega francesa.

-—Sueñas, Lyla... ¡Yo ere la madrina! —-Dijo la chica italiana

-—¡No, yo lo seré!

-—¡Ya par de estúpidas! Sobre mi cadáver, no quiero a mis nietas involucradas con ustedes.

-—¡Mamá! Esta bien, me alegra mucho que quieran a mis niñas... —-Su sueve voz sobresalio de las demás, atrayendo la atención de las omegas que peleaban:-—¿Qué les parece si todas son sus madrinas? Al fin, son dos niñas en camino —-Las chicas abrieron mucho sus ojos.

-—¿Dos...?

-—Sip, son gemelas. —-YoonGi sonrió ampliamente.

-—¡SI, todas seremos sus madrinas! - —Mas contentas jalaron a YoonGi para que se sentarán a comer.

Y como buenas anfitrionas, llenaron de comida y dulces el estómago de YoonGi. Preguntando cosas totalmente sin sentido, diciendo chistes.

YoonGi se la paso muy bien, esa tarde con las omegas. Tan bien que se olvido de sus problemas, se olvido momentáneamente de JiMin, su rechazo, su marca.

Estaba tan feliz riendo a carcajadas de las locuras que salían de la boca de esas omegas, tan feliz, que su lobo están atento y sus hijas pateaban feliz de sentir a su padre feliz.

Era un gran día.

Un poquito de amor y felicidad, no le cae mal a nadie 💕

¡Feliz día de las madres! A esas personitas que tiene la dicha de ser madres y las que no pasen un lindo día con sus madres.

Los quiero mucho

RosaMenta 🌿🌹

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