Diez: Pero Hace Tanto Frio

--¿Quién eres tú? --YoonGi seguía tratando de contener sus lamentos mordiendose los labios. JiMin le dedico una mirada aun más interrogante qué provocó otro tirón en su marca.

--¿Qué...? Auh.. Basta... --Su lazo sufría constantes tirones como si de un fino hilo se tratara qué estaba apunto de ser roto.

JiMin sin decir más, subió las escaleras perdiéndose entre ellas.

YoonGi quería gritarle, decirle y pedirle una explicación. ¿Qué demonios le pasaba? Si era una maldita broma no era gracioso.

Sentía que se moría, y sabia perfectamente que JiMin lo estaba sintiendo, su lazo Soul Mate era muy fuerte y el alfa era capaz de sentir cada una de las emociones del contrario como si él mismo las viviera. Sabia cuando el omega estaba dormido, o muy feliz o simplemente estaba en paz.

Todos su dolor JiMin lo estaba resintiendo, sin embargo, ¿Por qué no paraba? ¿Por qué no se detenía?

A pesar de quererle gritar y exigir una explicación, no podía. Sentía que si se llegaba a parar sus hijas saldrían, sabia que si se paraba tal vez su ser no aguantaría y caería al suelo como un simple trapo viejo. Sin fuerzas.

Su mejor opción fue recostar su cabeza en el respaldo del sillón y comenzar a contar mientras regulaba su respiración. Tratar de no moverse.

Sobaba su vientre delicadamente mientras rogaba qué se detuviera, soltaba suspiros de vez en cuando. Lentamente pudo calmarse, el dolor seguía ahí. El dolor de sentir que ardía vivo, las malditas espinas qué se incrustraban fuertemente en su piel, su corazón latiendo, los tirones de su lazo a punto de ser roto. Seguían ahí.

Sin embargo pudo contener sus lágrimas qué amenazaban con salir como cataratas, pudo evitar que el dolor lo tirará.

Minutos más tarde JiMin bajo, luciendo tan hermoso como solo él sabia hacerlo. Su cabello rubio caía libremente por su rostro con gotas de agua cayendo, su traje ya no estaba ahora tenía un pantalón chandal negro y una sudadera al menos tres talla más grandes que él, blanca.

YoonGi pensó que Hablaría con él, tal vez le pediría perdón y diría que fue un broma. Una maldita broma pesada. Pero no fue así, en su mano traía una mochila llena de al parecer ropa.

--¿Te vas a ir de viaje, Minnie? --YoonGi uso esa peculiar voz dulce qué solo usaba con JiMin.

A pesar de su dolor sonrió un poco:--Te extrañamos, las niñas y yo... Vamos a cenar, yo te sirvo... --YoonGi sonrió aun más tratando de ocultar el dolor que comenzaba a intensificarse. Se levantó y apoyo una mano debajo de su vientre pidiendo que no se fueran a salir. Se encaminó a la cocina.

--Me tenias preocupado, Minnie... Ouh alfa, no te vuelvas a desaparer así... --YoonGi seguía hablando con JiMin más este no respondía a nada.

YoonGi trataba de hablar normal con JiMin, estaría bien si su alfa le decía que todo estaba bien. Qué todo estaría bien.

--No... --JiMin conecto sus ojos mieles con el omega y salió por la puerta. Sin decir nada.

--¡Auh... Duele, duele! --Las rodilla de YoonGi chocaron de lleno con el piso. Una de sus manos paro en la marca sintiendola húmeda.

Sería qué miles de cuchillos se enterraban en su piel, sus bebés se movían inquietas pateando fuertemente, su lazo se sentía estirado y en cualquier momento apunto de romperse. Sentía que moriría.

Una vez observó su mano no evito llorar fuertemente. Había sangre. Su marca comenzó a sangrar y expulsar agua.

--No, no... No...--Solo significaba una cosa. Su alfa comenzaba a rechazar su marca. No podía ser cierto.

¿Qué había cambiado?

"Basta JiMin, basta ¡NO es gracioso!"

Sus súplicas fueron en vano, nadie respondió.

Agarrándose de todos los muebles subió a su cuarto, recostadose en la cama. Respiro y respiro.

Uno...

Dos...

Tres...

Diez...

Su respiración se calmo y poco a poco el dolor comenzaba a disminuir. Al paso de veinte minutos el dolor había cesado ya no sentía nada. Sin embargo su marca aun sangraba y estaba hinchada. Su lazo ahora era débil.

La Señora Park y Jennie no estaban en casa. El reloj de la encimera marcaba las doce de la noche.

Con cuidado se levantó para ir a desechar lo poco que tenía en el estómago. Sus arcadas eran fuertes sentía que vomitaria algún órgano. Su espalda se arqueaba por las fuertes arcadas, se sentia mal.

Se acerco al lavabo para lavar su boca y quitarse el amargo sabor qué quedo en ella. Gracias a su camiseta de cuello V pudo apreciar su marca.

Antes estaba rosada y llena de vida, ahora era un feo trozo de carne, hinchado, entre morado y verde, con partes rojas dolorosas. De los dientes qué se marcan estaban llenos de sangre y con agua. Una marca descuidada, hecha sin amor o cuidado.

¿Porque se veía así? ¿Qué había hecho mal?

Tal vez JiMin no estaba de humor y preferiría pasar la noche lejos de él para despejarse. Mañana por la mañana seria otra vez su lindo alfa.

Sin embargo sería una larga noche. Una vez se puso un pijama suelto, se dispuso a recostarse. Pero tenia muchos problemas.

Si dormía con su pancita hacia arriba sentía que el aire le faltaba. De lado derecho si ponía dos almohadas quedaba demasiado alto, más si solo ponía una su vientre no daba a tocar la almohada quedando "libre" lastimandole, por ser un tanto pesada.

¡Maldita sea! Estaba tan acostumbrado a dormir abrazado a su alfa qué ahora no podia dormir. ¡¿Por qué a él?! ¿¡Por qué tenía que pasarle esto a él?!

Pensó que jamás recurriria a él de nuevo, más tendría que hacerlo si quería dormir.

El reloj marcaba la una de la mañana, y YoonGi no había comido nada en el día y tampoco podía dormir.

Con la linterna de su celular decidió bajar a el sótano a buscar la maldita almohada especial. Cuando el cumplió cinco meses de embarazo, JiMin tuvo que hacer un viaje con los inversionistas a New York, su viaje contaba de tres largas semanas.

Por ello decidió comprar una almohada especial para su embarazo. Afortunadamente su alfa regreso antes de tiempo y se desiso de ella, pues JiMin siempre iba a estar para él.

Ahora esta ahí, rebuscado en las cajas solo con la linterna de su celular alumbrando.

¡La encontró! Están un poco polvorosa debido al estar tanto tiempo guardada, pero solo la ocuparía por el día de hoy.

Un poco más tranquilo subió nuevamente a su habitación, sacudió la polvorosa almohada y se dispuso a dormir.

.

No llegó...

Nadie llegó a casa.

El desayuno estaba listo ya, YoonGi se esmero más no había nadie. Ni su suegra, ni Jennie, y mucho menos su alfa.

Fue la peor noche de su vida, lágrimas comenzaron a bañar su rostro, se sentía tan roto. Por primera vez en mucho tiempo desayuno el solo.

Sin embargo el gusto le duro muy poco, tras el segundo bocado fue a expulsar todo al inodoro. Ahora ya no tenía hambre.

Trato de llamar a JiMin, más como las demás veces la llamada cayo a buzón. A través de su lazo ya ni intentar.

Decidió meterse a bañar y tratarse de arreglarse un poco, esta vez iría a la empresa. Y arreglaría todo esto.

Cuando se baño, decido tomar otro de los tres carros restantes. En el poder Park había cuatro autos. Un audi negro deportivo qué era el que manejaba JiMin. Un Lamborghini amarillo. un Porche gris qué fue comprando para cuando la familia creciera y por último un BMW blanco.

YoonGi no pensaba caminar hasta la empresa, su salud no estaba en condiciones para ir caminando. Los carros estaban en el garaje subterráneo.

Esta lugar fue descubierto tres meses después de llegar a la casa, era un lugar seguro y tan secreto qué ni la antigua dueña se dio cuenta de su existencia. En ese lugar guardaron los autos, tomo las llaves del BMW y arranco.

Él sabia perfectamente manejar, simplemente lo había dejado de hacer por que ahora estaba embarazado y a YoonGi le encantaba manejar los autos a velocidades altas. JiMin le prohibió manejar hasta que se aliviará.

Pero hoy podía romper esa regla, necesitaba aclarar las cosas.

Minutos más tarde aparco el BMW en el estacionamiento de la empresa. Sin decir nada a los guardias de seguridad subió para llegar con Hyun-Ah su amiga favorita y secretaria de su alfa.

--¡Hyun-Ah! --La chica volteo a ver al omega de su jefe.

--¡Yoonnie! ¿Qué haces aquí? --Hyun-Ah abrazo al omega fuertemente.

--Estoy buscando a JiMin... ¿Puedo pasar a verlo? --Hyun-Ah levanto una ceja mostrando interés. ¿JiMin? No había venido a trabajar, horas antes le aviso que pospusiera las juntas ya qué no irá a trabajar, porque se quedaría con su omega.

Argumento qué su omega no se encontraba bien y era su deber cuidarlo.

--JiMin dijo que no te encontrabas bien y no vino a trabajar. Pensé que estaría contigo. --¿Con él? ¡NO lo había visto en todo el puto día!

¡Demonios! ¿¡Porque lo evitaba?!

Tragandose sus lágrimas, no dijo nada y solo asintió.

--Si.. No me estado sintiendo bien, las niñas están un poco inquietas. Lo que pasa es que Minnie me dijo que iba a venir un momento a la empresa para recoger algunos papeles y quería quedarme aquí con él... Es todo.-- Mentira, mentira.

Tenia que mentir, sentía que debía justificar a su alfa. Aún si nada era cierto. Aun si no lo había visto desde la noche anterior.

--Okey, Hyunnie... Tengo que irme, te veo luego.. --YoonGi abrazo fuerte a la chica y se despidió de ella.

Una vez de nuevo en el auto, comenzó a llorar.

¿Dónde estaba? ¿Porque se enojo con él? ¿Qué lo hizo alejarse de él de esta manera? ¿Se había cansado? ¿Ya no era suficiente? ¿Por qué esperar tantos años para dejarlo? ¿Qué pasó? ¿Qué hizo mal?

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RosaMenta 🤧

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