Dieciséis: Mi Lazo

YoonGi despertó al sentir los rayos del sol impactar con su rostro. Un nuevo día había comenzado.

Había pasado un bonito día junto a las amigas y su madre. Había sido un día lleno de felicidad, pero ese día había acabado.

Cerro sus ojos fuertemente, una punzada atravesó su lazo. Genial, JiMin comenzaba a lastimarlo, probablemente hacia sentido su felicidad del día anterior.

"Me gustaría que detuviera tus niñerias y rompas el lazo de una vez"

Al parecer eso solo enfureció a JiMin, porque hizo que la marca sangrara y punzara, haciendo qué YoonGi respirara profundo y soltara un gemidos de dolor.

-—¡Mamá!... —-El lazo comenzó a sangrar más que imitar veces, el solo respirar dolía demasiado, mucho.

-—¿Cariño...? —-YoonGi gritó fuertemente y llevo sus manos a su vientre arqueandose de dolor.

-—Mamá, mi lazo... Duele, duele mucho —-La Señora se preocupó al ver la cantidad de sangre y pus que desprendia la marca.

El omega grito fuertemente al sentir su vientre dolor, tenía miedo, mucho miedo.

-—¡Lyla! Ven ven, rápido —-La omega francesa era médica, tal vez podría ayudar a su hijo.

En cuanto la omega entro al cuarto, ordenó que trajeran una toalla mojada, YoonGi presentaba fiebre.

Con trapos hizo presión en la marca tratando se parar el sangrado, más este no parecía ceder.

-—YoonGi, ¿Como era tu lazo con tu alfa?

-—¿Como era? Auh... Pues, JiMin decía que podia sentir todo lo que siento... —-Lyla abrió mucho sus ojos, eso solo podía significar una cosa.

Tenia un lazo especial.

Este tipo de lazo era muy complicado de llevar, o más bien de hacer. No solo bastaba con morder y ya.

Para llevar a cabo esto era necesario llevar varias mordidas, contar con un amor puro y ser una pareja Soul Mate.

Tres mordidas tenían que ser realizadas en los tres lugares más sagrados para un omega. Una marca la más común y fácil de hacer, se encontraba en el cuello y hombro, una marca visible que demuestra que se omega ya tiene un dueño.

La segunda debía de ser hecha en la nuca, una mordida simple que no dejaba rastro tras días después, sin embargo creaba un lazo importante con el alfa. Es ese lugar el omega se sentiría tranquilo y en paz aun cuando su alfa no estuviera.

Y la última siendo la más importante de hacer, era una marca en el vientre del omega, esta contaba de dos partes, marcar con saliva todo el vientre para asegurar que sus cachorros siempre tendrían a alguien que los cuidara y una mordida que debía de dejar marca que desaparecería con el tiempo para asegurar un lazo entre ambos lobos, dejando de lado a su lado humano.

Tres marcas que aseguraban un eterno amor, sin embargo el romper este sangrado acto podría traer consecuencias catastróficas. Quedar en un coma o en estado vegetal era poco en comparación de otros casos.

Normalmente los que tenían este lazo especial y lo rompían no sobrevivan para contarlo. Ahora, YoonGi y JiMin compartían ese lazo donde el alfa estaba rechazando la marca, donde YoonGi no sobreviviría.

-—Oh no... No, no, no... Tenemos que llevarte a un hospital rápido... —-Al ver los síntomas esto tenia una semana de antigüedad a lo mucho.

-—¿Qué para que? —-La Señora Min estaba entrando en pánico, los gritos y sollozos lastimeros de su hijo le daban miedo.

-—Escucha omega tonta, tú hijo tiene un lazo especial... Va a morir si no lo atendemos rápido. —-YoonGi dejo salir un grito más fuerte, apretó su vientre con fuerza. Tras esto cerro sus ojos y dejaron de oírlo suspirar.

-—¿Yoonnie? ¿¡YoonGi?! —-Las omega corrieron a verlo, su dolor había sido máximo que se había desmayado.

Rápidamente entre todas las omegas llevaron con cuidado a YoonGi al carro.

En el condusieron con rapidez hacia uno de los mejores hospitales, en cuanto entraron y Lyla explico lo que sucedía con YoonGi. Lo adentraron en el hospital para comenzar a trabajar.

-—¿Qué piensas? —-La Señora Min quería decirle una y mil palabras a ese estúpido alfa.

-—Chicas... Pueden quedarse aquí... Necesito hablar con ese alfa.

-—Claro que si, omega... Vez nosotras nos quedaremos aquí.

-—Gracias chicas —-Tras abrazar cortamente a las demás, salio corriendo del hospital tomando el auto, con dirección a Seoul.

Tras un viaje de tres largas horas donde cada media hora marcaba a sus amigas para saber de su hijo. Habían dicho que ya lo habían estabilizado, sin embargo aun no despertaba.

En cuanto llego al primer lugar que se dirijo fue a la empresa de su yerno.

En cuanto entro, los guardias la llenaron de preguntas respondiendo qué era la suegra de JiMin.

-—Oh... ¡Hola señora! —-Hyun-Ah corrió y abrazo a la mamá de YoonGi. Era una señora ya grande que olía a hogar y a galletitas.

Sabia que era una testaruda, pero la quería con todo su corazón, esa señora había sido un apoyo muy grande para ella.

-—Lamento informarle, pero YoonGi no esta aquí —-Hyun-Ah no había visto a el omega desde que ayudaron a localizar a JiMin fallando en el intento.

Hace dos días había llegado a la empresa con una muy coqueta mujer, al parecer de nombre Kim Jennie futura señora de Park. Hyun-Ah estaba que quemaba, estaba tan enojada ¿¡Cómo esa tipa había remplazado a YoonGi?!

-—Lo sé, quiero que por favor avises a los amigos de YoonGi qué... Vayan a verlo a Daegu. —-Hyun-Ah arqueo una ceja, ¿Visitarlo? Sabia que se había ido a Daegu a ver a su madre y despejar su mente, más no sabia que se quedaría :-—Mi niño esta sufriendo por la pérdida de la marca, creo que sería un gran apoyo para él y las niñas que ustedes estuvieran ahí.

Hyun-Ah comenzó a perderse entre sus pensamientos, ¿Sufriendo?... ¡YoonGi no merecía esto! No lo hacía, sabia que YoonGi tenía un lazo demasiado fuerte, oh no...

-—Él... Él... Puede... —-No quiso terminar la oración, pero a juzgar por los ojos llorosos de la señora Min era exactamente lo que imaginaba.

-—Quiero ver a JiMin... Por favor.

-—¿Eh? Claro... Esta en su oficina —-Hyun-Ah limpio las lágrimas que caían por su rostro y se dispuso a realizar llamadas.

La Señora Min entro de imprevisto a la habitación, sin tocar, sin llamar.

En cuanto entro, dos imágenes para nada agradables.

Uno, Jennie estaba sentada en sus piernas riendo, mientras repartía su labial rojo por todo el rostro de JiMin, y...

Dos, JiMin reía con mucha felicidad ante los besos de Jennie.

Su mirada se encontró con los ojos verdes de JiMin, si las miradas matarán estaría a más que muerto.

-—¡Señora Min!


Agárrense porque ahora sí, entramos en la recta final 😞🤟

Los quiero mucho, mucho, mucho ❤️

RosaMenta 🌸🥀

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top