Luego de despedirse de Sagara Ericka y regresar a Hakata se habían reunido con todos en un restaurante, ellos los habían invitado (ya que después de terminar el trabajo el cliente incluso les había dado un bono por lograr que su novio regresara con él y para que mantuvieran el secreto aunque no fuera necesario). Lin y Banba aun tenían que poner al tanto a todos sus conocidos de lo que había sucedido en el viaje... Y tenían una apuesta que reclamar.

- Entonces... ¿Tienes algo para contarnos, Banba-chan? - pregunto Jiro.

- Oh, cierto - Banba abrazo a Lin por los hombros - Lin-chan y yo estamos saliendo oficialmente.

Todos miraron a Enokida sin ninguna reacción, el hongo sonrió victorioso, Genzo también parecía feliz por la noticia.

- Felicidades, pero pudieron declararse la semana pasada - se quejó Yamayo sacando su billetera.

- Ya era hora - hablo Jiro pagando a Enokida - estoy feliz por ustedes...

- ¿No pudieron esperar una semana? - se quejó ahora Saeki sonriendo - Bueno... Bien por ustedes.

Saito era el único que estaba perdido en todo eso ¿Por qué todos le pagaban a Enokida? De hecho... Ni siquiera había salido del shock inicial de que Banba y Lin ahora fueran pareja.

Lin y Banba solo observaban como sus amigos pagaban al ganador de la apuesta. Ni siquiera Banba estaba sorprendido por lo que sus amigos habían hecho y Lin estaba complacido de tener 10000 yenes extra en su cuenta para el día siguiente, si convencía a Banba de ir al centro comercial sería una tarde perfecta con su pareja.

- y bien... ¿Quien se declaró primero? - fue Enokida quien pregunto ahora.

- Yo - respondieron ambos.

Se formó un incómodo silencio en todo el local.

Banba y Lin se miraron sorprendidos por un momento. La pelea entre la pareja no podía faltar en una reunión de los Ramens... Se hubieran declarado o no, esos dos parecían una vieja pareja de casados desde que comenzaron a vivir juntos y sus peleas siempre eran divertidas.

- ¡Fui yo quien se declaro primero, Banbaka! - Exclamó Lin poniéndose de pie encarando al mayor, cosa que por su baja estatura no se vería muy amenazante sino se tratase de un sicario profesional.

- Pero yo me declare en el jardín un día antes.

- ¡Eso no cuenta! ¡Evitaste el tema cuando te pregunte!

- Pero yo te bese en el restaurante esa misma noche...

- ¡Ya te dije que me deje llevar! ¡Yo me confesé primero!

- Creo... Creó que no importa quien se confesó primero - dijo Saito tratando de que la Paz regresara.

- ¡Si importa! - respondieron todos al mismo tiempo.

Fue ahí que Banba y Lin se dieron cuenta que algo no iba bien. Al parecer sus amigos habían hecho una segunda apuesta. Ahora todos parecían interesados en quien se había confesado primero, especialmente Enokida y Genzo... oh... eso explicaba porque Enokida había insistido tanto.

- Dejemos en que Lin se confeso oficialmente primero - hablo Enokida.

- ¿De qué hablas? Si Banba dice que se confesó primero el día anterior debe ser verdad - hablo Genzo - además... La apuesta era quien se confesara primero, no quien se confesara oficialmente primero - y ahí estaba la respuesta...

- Oh... ¿Quieren escuchar las grabaciones y confirmarlo?

- ¿Nos estabas espiando, cabeza de champiñón? - pregunto Lin sonrojado, ahora agradecía no haber pasado de los besos con Banba.

- Tenía que asegurarme que los micrófonos funcionaran - sonrió Enokida - es una lastima que no grabará nada bueno...

- ¡Maldito Champiñón pervertido! - Grito Lin sonrojado - ¡Me las pagaras muy caro!

La "conversación" continuó de esa forma por mucho tiempo, Saito a veces se sorprendía que no los sacaran del local a patadas por el escándalo de aquel grupo. Pero ya se había acostumbrado a esos días, de alguna forma esa era su vida cotidiana desde hacía más de un año.
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Lin y Banba se despidieron del grupo un par de horas más tarde. Lin fue el primero en salir del local, espero a Banba fuera del restaurante recostado en el Mini Cooper rojo propiedad de Banba, inmediatamente sintió las miradas de todos los hombres que pasaban sobre él... En serio esos idiotas se dejaban engañar tan fácilmente, babeaban como idiotas por una (supuesta) hermosa mujer sola en la salida de un restaurante.

- Listo, Lin-chan, volvamos a casa - llamo Banba acercandose a Lin y besándolo en los labios rápidamente.

- ¿Por qué haces eso?

- ¿Qué quieres decir? ¿Besarte? Eso es lo que hacen los amantes ¿cierto?

- No me refiero a eso Banbaka - Lin se giró a ver a un hombre en la otra acera que aun les miraba detenidamente, cuando noto la mirada de ambos hombres (aunque seguramente pensaba que Lin era mujer) se alejó - es la segunda vez que pareciera que quieres asesinar a todos los que me miran...

- Lo siento - se disculpó con una sonrisa abriendo la puerta del auto para Lin - pero... No me gusta que esos pervertidos te miren demasiado.

- Sabes que la mitad de esos pervertidos piensan que soy mujer ¿no?

- Si... Y eso es lo que me molesta, te miran como si quisieran devorarte...

- Es porque soy hermoso - se alabo a si mismo Lin con una sonrisa mientras entraba al auto.

- Si... Lo eres.

Banba entro al auto, observo a Lin por un momento bajo la tenue iluminación de las calles por aquellas horas.

- Eres mucho más hermoso que cualquier otra persona que haya visto nunca - susurro Banba llevando su mano al rostro del sicario más joven - te amo, Xiaming.

- N-no ne llames por mi nombre Ba-banbaka - Lin había tratado de no tartamudear y ocultar su sonrojo, hizo un mal trabajo - y-ya es tarde... Qui-quiero regresar a ca-casa...

- Claro, como quieras Lin-Lin

- ¡Deja los apodos vergonsozos!

- Pero me gusta verte sonrojado, Lin-chan... Eres muy tierno.

- ¡Cállate o te mato!

- Que cruel... Acabamos de regresar de nuestra luna de miel y ya quieres quedarte viudo...

- ¡Cállate, Banbaka!

Pero no lo hizo. Banba disfrutaba cada segundo molestando a Lin y viendo ese lindo sonrojo que solo él podía causar. No importaba que pasara de ahora en adelante, si estaban juntos eran capaces de lo que fuera.
Fin

Editado: olvide informarlo.

Los capítulos extra serán publicados uno junto al otro en esta semana. Gracias por leer!