Lena miró la fecha en el calendario y suspiró, el 30 de septiembre era un mal día para ella y como ya era costumbre, no fue a trabajar. Se quedó en cama todo el día recordando a aquellos que extraña y que ya no están a su lado. Lleva cuatro años trabajando duramente para salir adelante, ha juntado suficiente dinero para asentarse en algún lugar, pero no se siente segura en ninguno.   Su miedo está haciendo que su sueño de tener una pequeña casa en las afueras de la ciudad, se tambalee cada día más.

 Los 30 de septiembre, ese sueño vuelve con más intensidad que nunca, pues era el sueño de sus padres, a veces se dice que está acostumbrada a su vida nómade, otras veces no quiere nada más que establecerse en algún lugar y tratar de ser feliz.

 
Su vida fue normal hasta aquel terrible incendio que le quitó la vida a su madre y a sus hermanos mayores, todos vivían en un pequeño departamento en la periferia de la ciudad, su barrio no era el mejor, pero el haber vivido allí desde el día en que nació, le brindo la seguridad de los grupos que controlaban el lugar. Sus hermanos se unieron a uno de estos grupos al cumplir la mayoría de edad. Al igual que su padre en su momento.  No fue fácil la vida sin su padre y ella jamás perdió la esperanza de que él volviera. Con el paso del tiempo se convenció de que no vería nunca más a su padre.  Un año después de su desaparición, la desgracia llegó nuevamente a su vida.

El día del incendio, Su madre y sus hermanos estaban en el departamento, ella estaba en casa de una amiga. Ella también debía estar ahí, pero una invitación de última hora la salvó de morir junto a su familia.
Pasada la media noche, el jefe del grupo al que pertenecían sus hermanos fue quien la llamó para darle la noticia del siniestro y de la muerte de su familia, fue también él, quien la fue a buscar a casa de su amiga y se hizo cargo de ella después del funeral. Lena era solo una muchachita y al morir su madre y sus hermanos no tenía a nadie más.

Derek fue quien se hizo cargo de ella después del funeral. Lena jamás supo cómo ninguna autoridad fue por ella, o como es que Derek se convirtió en su tutor legal y quien tenía el control del dinero que ella había heredado al morir su familia. Fue una sorpresa para ella enterarse de la gran cantidad de dinero que había en una cuenta de ahorro a su nombre. Al ser menor de edad no podía disponer de esos bienes, su tutor legal solo podía meter mano a su dinero si era para sus estudios, solo al cumplir la mayoría de edad ella podía acceder libremente a la cuenta y hacer con ese dinero lo que quisiera.

En un primer momento, Lena no fue consciente de muchas de las cosas que sucedían a su alrededor, estaba muy abatida por la muerte de su familia, no era capaz de pensar en nada más que en ellos.

Durante las primeras semanas su cuidador la trataba con mucho cariño, su mujer y sus hijos también, seis meses después, Lena no quería nada más que huir de aquella casa y alejarse lo que más pudiera de la gente que la rodeaba. Supo la verdadera razón por la que había sido acogida por la familia Bruner y supo también cual eran los planes que tenían para ella en el futuro. Convertirse en parte de una pandilla jamás había estado en los planes de Lena, tampoco entrar a la familia Bruner como novia de alguno de sus tres hijos,quienes eran varios años mayores que ella y ninguno pasaba de ser algo más que un delincuente, un matón. Todos llevaban armas consigo, más de una vez la instaron a aprender a usarlas, pero ella siempre se negó, aquello no le gusto a ningún miembro de la familia, querían desesperadamente que ella fuera parte de su grupo. Lena siempre pensó que fue por la enorme cantidad de dinero de la que era dueña.  Si Derek ponía las manos en esa plata, sería sin duda uno de los más acaudalados del lugar. Aquello le significaría fama y subir su estatus frente a las mafias más importantes de la zona.

 Seis meses después de descubrir la gran farsa que era Derek Bruner y su familia, presencio un hecho que jamás podrá quitar de su cabeza. Después de aquello la vigilaron como nunca, apenas vio la oportunidad de huir lo hizo. Tomó todo el dinero que había ahorrado durante los meses pasados y se marchó sin mirar atrás.  No dejó de viajar de una ciudad a otra durante más de diez días. Solo dejó de huir cuando estuvo segura de que ninguno de los que conocía la iba a encontrar. Así fue como terminó viviendo en la calle durante los primeros meses.

 Durante los días calurosos dormía en el banco de alguna plaza, o en las casas de juegos para niños que hay en estos lugares.  Durante los inviernos, pasa la noche en alguno de los tantos refugios que hay en las ciudades para los sin hogar como ella.  
Jamás se queda por mucho tiempo en un mismo sitio. Tampoco hace amigos. Su vida es bastante solitaria, pero se dice que es lo mejor, sabe el alcance que tiene el poder de Derek y lo que ella vio, oyó y presenció estando en su casa, hará que el peligroso hombre jamás deje de buscarla, si la encuentra no tiene duda de lo que le hará.
No cree que haya algo peor que volver a ver a Derek o a su gente, sin embargo, está apunto de adentrarse en un mundo que creyó que existía únicamente en los libros de fantasía.