Una, tras otra cada foto era más reveladora que la anterior.

No me sorprendía que me hubiera besado con Cam, era claro que por más idiota que fuera teníamos algo.

Tampoco me sorprendió que me haya besado con Sam, para ser honestos me encantaba ese chico, pero besarme con Aiden era algo que sin duda nunca haría.

Llame varias veces a Sam sin embargo nunca respondió así que le envié un mensaje.

Para: Sammy ✨

¿Donde estás?
Será mejor que respondas a mis llamadas idiota.

No recibí respuesta, después de interminables horas sin respuesta decidí esperar un poco más.

Por la mañana no supe nada de él así que conduje hasta la casa de Sammy, estaba el auto de Ellen lo que suponía era algo malo.

—Ellen —la llame  cuando la mire hablar con un policía.

—Tess —exclamó abrazándome.

—¿Qué ocurre? —pregunté preocupada.

—Sam no volvió a casa —contó nerviosa mirando al policía.

El policía entró a la casa mientras nos quedamos hablando afuera.

—La mamá de Sam llamó a la mamá de Liam al parecer ella no sabía nada sobre Sam, pensó que estaba con nosotros así que no se preocupó pero han pasado 24 horas y no saben nada de él —explicó.

—Debe estar por ahí no —me calmé, Sam no era de las personas que se desaparecían.

—Solo sé que ayer se fue muy enojado de la fiesta, lo llame pero nada —contestó ella poniéndome más nerviosa.

—Será mejor que lo encontremos —dije ahora si nerviosa.

Después de hablar con la madre de Sam y los policías me dirigí al hospital para asegurarme de que no estuviera ahí.

Al llegar me dirigí a pedir informes.

—Es un chico delgado, cabello castaño y ojos azules —expliqué la enfermera— se llama Sam Standford.

—Veré si está aquí de acuerdo —dijo ella con una sonrisa amable.

Mientras esperaba a lo lejos vi un chico de cabello negro por unos segundos lo observé, era Camren.

—Cam —exclamé confundida.

—Camarera, ¿Qué haces aquí? —preguntó más confundido que yo, estaba sentado en una silla de ruedas.

—Se suponía que deberías ya estar en casa —dije sin entender que ocurría.

—Se suponía, pero no me han dejado ir —gruño mirando enojado a la enfermera que estaba a su lado.

—Sigue quejándote y te dejare otra noche más —amenazo la enfermera anotando algo en un expediente.

—¿Qué haces tu aquí? —preguntó sorprendido.

—No encuentran a Sam así que vine a ver si estaba aquí —contesté nerviosa.

—No lo culparía si no quisiera volver —susurro.

—¿Qué? —pregunté confundida— Tu me debes una explicación —aclaré recordando el beso.

—Esos no son el trío de idiotas —comentó él mirando la sala de espera tratando de evitar la platica.

Me dirigí hacia ellos con Cam detrás.

—¿Dónde está? —pregunté molesta.

—Que pasó princesa vienes por otro beso —dijo Aiden sonriendo.

—Tú te callas —ordene a Aiden quien solo rodó los ojos —Liam —lo llamé mirándole, él chico ni siquiera me miró solo salió corriendo.

—Es igual de débil que Sam —comentó Ethan.

Salí tras de él, se metió a los baños de hombres y entré sin dudarlo.

—No puedes estar aquí —exclamó él recargado en el lava manos.

—Por favor solo es un dibujo en la puerta —dije mirándole, se veía triste —no recuerdo qué pasó ayer solo sé que Sam no está y ustedes tienen que ver en esto.

—La ultima vez que lo vi fue cuando lo besaste —contestó mirándome.

—¿Qué haces aquí? —pregunté sin creer lo que me había dicho.

—Eso no te importa —respondió él molesto.

—Yo estoy aquí por Sam —dije mirándole seria —por que no se donde está, o si está bien o mal.

En ese momento me percaté de sus manos, tenía los nudillos abiertos, él me miró cubriéndose los nudillos con la manga de su suéter.

—Nunca le haría daño —aclaró mirándome serio.

—Ya lo has hecho —le aseguré estaba por salir pero me detuvo.

—Después de besarte le dijiste que no podías amarlo por que amabas a Cam —explicó él serio— Salió trate de hablar con él pero no quiso, dijo que no volvería a pasar por esto.

—Es mi culpa —dije confundida.

—Le has gustado a Liam desde segundo de primaria —confesó él mirándome— pero no es la única razón por la que se fue.

—Hay más razones —exclamé aún más confundida, nunca creí gustarle a Sam.

—Claro, no todo se trata de ti —contestó para pasar a mi lado para salir.

—¿Por que estás aquí? —pregunté una vez más.

Suspiró un poco dolido.

— Mi hermano —respondió para irse.

Volví a donde estaban los demás, Camren estaba hablando con los otros dos idiotas pero cuando volví ellos se fueron.

—¿De que hablaban? —pregunté mirando a los chicos.

—No es tu problema —contestó con su usual tono de molestia.

—Tenemos que hablar —exclamé enojada.

—Tu siempre quieres hablar no puede callarte solo por una vez —atacó irritado.

Me crucé de brazo y me senté a su lado, la enfermera me dijo que Sam no se encontraba ahí, no sabía si era algo bueno o malo.

—Él está bien —confesó Camren cuando la enfermera se fue.

—¿Cómo lo sabes? —pregunté sin mirarle.

—Por que me envió un mensaje diciendo que estaba bien y que no volvería en un tiempo —explicó él mirándome.

Lo golpeé en el hombro de inmediato.

—En serio no pudiste habérmelo dicho antes —dije molesta.

—Si nunca te callas cómo iba hacerlo —exclamó frustrado.

—Tal vez si empiezas diciendo lo importante no te abrumaría con lo demás —aconseje molesta—como diciendo "oye ayer te bese".

Él inmediatamente comenzó a reírse, me miró con esa cara que me hacía querer volver a golpearlo.

—Yo te bese —dijo riendo— tu me besaste querida.

—Estaba ebria que esperabas de mi —me defendí cruzándome de brazos.

—Oh por favor —exclamó mirándome— todos sabemos que morías por hacerlo.

—Fue solo un beso Camren podría hacerlo ahora y no sentir nada —aclaré molesta.

—No veo que lo hagas —dijo el retador.

Me acerqué a él y lo bese en los labios, un beso único de un par de segundos.

—Lo vez —exclamé mirándole a los ojos.

Él me miró, estaba sonriendo como nunca lo había hecho.

—Tus labios dicen una cosa pero tus ojos dicen otra —dijo Camren sonriendo.

—A si y qué dicen —pregunté confundida.

—Que quieres hacerme algo más que besarme —explicó él sonriendo pícaro.

Sonreí era tan idiota que incluso daba risa.

Su enfermera se acercó apresurada.

—Camren Blue no vuelvas a irte así, que van a pensar tus padres si les dijera que te perdí —comentó la enfermera asustada.

—Lo que ya piensan que eres una mala enfermera —contestó tan serio.

Ella le miró enojada y se lo llevó, mientras se lo llevaba volteó a mirarme.

—Adiós Camarera —dijo sonriendo.

Sonreí por que tenía razón quería algo más que besarlo.

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