3IP: por que a mi
Al despertar estaba decidida a terminar con esto, no podía soportar estar más tiempo con él, mis padres no sabían nada de esto y así era mejor había aprendido a mantenerlos lejos por mi seguridad.
Lleve a mi hermano a la escuela, no dijo nada y yo tampoco, aunque debí hacerlo al llegar me dirigí a la oficina del director y entre sin más lo cual fue una mala idea.
Lo encontré ahí llorando, nunca lo había visto así ni cuando su hija había entrado en un colapsó nervioso hace ya un par de meses.
—Lo siento —me disculpe cuando me miró, él se limpió las lágrimas y cobro la compostura.
—¿Qué necesita señorita Miller? —preguntó él acomodándose el saco.
—Quería decirle que ya no apoyare más a su sobrino —comenté entrando, cerrando la puerta tras de mí.
—¿Él te lo contó? —preguntó con una sonrisa triste.
—Si —contesté nerviosa.
—Bueno Tess si decides dejar de apoyarlo no te graduarás —amenazo firme.
—Acaso es una amenaza —dije molesta, era igual que su sobrino.
—No Tess pero te recuerdo que no aprobaste tu examen, sin el no te puedes graduar —contestó él presionando.
—Puedo volver hacerlo —dije cruzándome de brazos.
—No si yo creo que no eres adecuada —contestó él— no lo aprobaste por una razón Tess y creo que mi sobrino puede ayudarte —expresó seguro.
—No señor, su sobrino lo único que quiere es hacer mi vida un infierno y sabe que no estoy dispuesta hacerlo, puede dejarme más años aquí si quiere pero no seguiré con esto —afirmé.
Él suspiro y lo proceso por unos minutos, la verdad yo ya estaba harta de esto pero en el fondo estaba aterrada de que me expulsara.
—Dos semanas —dijo él mirándome.
—¿Qué? —pregunté confundida.
—Ayúdalo solo dos semanas a que se acople y podrás graduarte —ofreció él, me sorprendió tanto.
—Hecho —acepté antes de que se arrepintiera.
—Bien ahora vuelve a tu salón —ordenó, me levante pero antes de salir me detuvo —recuerda que tienen detención esta semana por lo del ensayo.
—Pensé que nos habíamos librado de eso —dije confundida.
—Fue castigo de Antoni no mío —explicó él.
Salí, un castigo de Antoni no se podía quitar era prácticamente imposible, entre al salón y me acerqué a Sam quien estaba recargado en el hombro de Ellen.
Cuando uno los ve probablemente se pensaría que son novios, sin embargo Ellen tenía una relación complicada con una chica.
—Chicos no van a creer lo que pasó —dije sentándome.
Sam giró su banca y me miró, tenía el ojo morado y el labio roto no tenía que preguntar sabía que habían sido el trío de idiotas que llamó amigos y sabía que había sido por mi hermano.
—Te dije que no te metieras —exclamé abrazándolo.
La clase comenzó y Camren no se apareció hasta historia pero fue lo mismo al llegar se quedó dormido.
—Camarera —me llamó él mientras los demás salían.
—Idiota —conteste volteando.
—Podemos hablar —pidió él.
Los chicos me dejaron sola con él, solo me miró pero no comprendía su mirada parecía estar molesto.
—Lo siento —se disculpó rápido y casi en un susurro.
—¿Qué? —pregunté confundida.
—No lo repetiré —bufó caminando chocando contra mi hombro.
Salió de ahí y me dejo como una estupida ahí parada, reaccione a los pocos minutos y seguí, llegue a clase de Antoni temprano pues no sabía a dónde más ir, los chicos fueron llegando poco a poco siempre me gustaba observarlos y pensar cómo sería su vida.
Lita era una chica muy tímida casi no tenía amigos pero ella no los buscaba, solo veía la preparatoria como un paso a su gran oportunidad, Chase era un desastre, se hacía el rudo pero podrías ver el amor que tiene hacia sus amigos.
Casi siempre podía saber si eran buenos o no sin embargo al mirar a Camren sabía que no había más, era solo él por dentro y por fuera los demás fueron llegando nos sentamos juntos, Antoni llego tarde pero no por qué el quisiera lo vi fuera del salón hablando con Camren, no se que se estaba tramando pero ese cambio de personalidad no me agradaba.
Ambos entraron, Antoni se veía feliz y eso casi no pasaba, Camren se sentaba siempre en el medio del salón hasta atras, una buena técnica, las esquinas son donde los profesores normalmente ven al igual que adelante, él se ocultaba entre los demás.
—Muy bien como ustedes saben este año no habrá exámenes lo que es bueno por que si no ya estarían reprobados —explicó Antoni, él lograba reprobar a varios en el año— así que este años ustedes harán un ensayo y gracias a una sugerencia e decidido el tema de este año, tambores por favor —pidió, era su minuto de fama.
Todos golpearon rítmicamente las bancas era una gran emoción descubrir los temas, siempre eran fáciles.
—Impactos —anunció — escribirán los tres impactos que han cambiado su vida —dijo sonriendo.
No pude más que voltear a verlo, para mi sorpresa seguía despierto él solo me miró y me sonrió con esa estupida sonrisa.
A todos les pareció interesante pero en realidad no comprendían de lo que significaba era algo mío y había caído muy bajo al compartirlo.
Salimos de clase, teníamos detención así que llegamos al salón de siempre con caras ya conocidas.
—Ustedes dos conmigo —ordenó el profesor de guardia.
Nos llevó al almacén de la biblioteca habían montones de libros tirados por ahí.
—Esto harán toda la semana re etiqueten los libros y acomódenlos por orden alfabético —explicó para irse, entramos a la gran sala.
—No me hables —le dije antes de que dijera algo.
—No planeaba hacerlo —contestó— además te hice un favor ya tienes el proyecto listo.
—Eso fue caer bajo, pero claro como a ti todo te da igual —me queje sentándome, tenía que colocar muchas estampas.
—Creo que exageras —dijo sentándose, empezó a colocar estampas.
—Te dije que no me hablaras —gruñí molesta.
Él se quedó callado, después de un rato me sentí mal tal vez él solo quería ayudar, levante la viste y ya estaba dormido.
—Camren —grite él despertó medio asustado.
—No grites —exclamó él frotándose los ojos para despertar.
—Se supone que tenemos que hacerlo los dos —le recordé molesta.
—Ya hice mi parte —señaló él mirando la pequeña montaña a su lado— si te pago lo haces por mí.
—No —dije molesta, pero lo reconsidere necesitaba dinero— bueno como cuánto
Él saco su cartera, tenía montones de billetes que aventó a la mesa.
—Cómo eso —dijo cruzándose de brazos.
Lo tome, sabía que estaba mal pero lo tome con eso bastaría para arreglar mi coche, al tomar el dinero mire una foto en su cartera, eran tres niños de brillantes ojos azules y me quede pensando.
—Si te apellidas Blue por qué eres sobrino de Tate —dije confundida.
—Pague por qué hicieras el trabajo, creó que con el dinero basta para que cierres la boca —exclamó acomodándose en la silla.
Así era él, en un momento pensabas que podía ser una buena persona pero solo hacía falta que abriera la boca para que todo se terminara.
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