3IP: Hay un extraño en mi cama

"Carajo"

Pensé, a mi lado estaba él cubierto por una delicada sabana blanca, estaba dormido, su piel era totalmente pálida.

Me quede observándolo tenia un pequeño camino de lunares que iba desde la parte trasera de su cabeza, un poco atrás de la oreja, hasta su cuello.

—Puedes dejar de verme es algo aterrador —gruño él.

—Estás despierto —exclamé asustada.

—No solo hablo dormido —se quejó Camren para enseguida abrir los ojos y mirarme con esa mirada que me hacía sentir inferior.

—Idiota —dije molesta.

—Puedes callarte me duele la cabeza —ordenó él dándose la vuelta.

Yo había tomado demasiado, pero si algo tenía de bueno mis genes es que nunca tenía resacas además de tener una alta tolerancia al alcohol.

Los segundos pasaron y la duda me mataba.

—Camren —lo llame no tan segura.

—Mm —contestó cansado.

—¿Hicimos algo en la cama? —pregunté nerviosa.

—Preguntas si tuvimos sexo —aclaró girándose para verme.

—Si —conteste arrepintiéndome— ¿Tuvimos relaciones?.

—No camarera —respondió riendo.

—Gracias a dios —exclamé relajada.

Él me miró y levantó la ceja como si hubiera dicho algo malo.

—No es que no quisiera... bueno no quiero pero... ah tu entiendes no —dije avergonzada.

—Seguro, yo no hubiera querido tenerlas contigo de todas formas —aclaró Camren algo molesto.

—Puedo preguntar por qué estoy aquí  —dije confundida.

—Estabas tan ebria que no podía dejar que te fueras a casa sola y como no sabía donde vivías era traerte aquí o dejarte en el hotel —explicó él sin mirarme.

—Tu casa es enorme por que dormir en la misma cama —dije, sé que lo estaba desesperando.

—Por que eres un polizón, además no hagas tanto drama la cama es King Size ni siquiera nos acercamos —exclamó él molesto— solo di gracias y vuelve a dormir.

—Gracias —conteste, él volvió a cerrar los ojos pero no duró— solo una cosa más, ¿Por que ese oso nos mira? —pregunté mirando al aterrador oso de peluche que estaba sobre una de las repisas.

—Es todo te llevare a tu casa —se dió por vencido levantándose de la cama, murmurando una que otra grosería.

Me levante de la cama, aún tenía la ropa puesta pero él estaba en shorts y sin camisa.

—Nos vamos en silencio —ordenó mirándome mientras se colocaba una sudadera.

Mire su pecho tenía un poco de músculo pero no era el cuerpo perfecto, en el centro de su pecho tenía una cicatriz que ocupaba la mayor parte de él, además de tener otras pequeñas en el abdomen.

—Camarera —repitió, me había quedado mirando como tonta.

—Si, en silencio —conteste sonriendo.

Él puso los ojos en blanco pero abrió la puerta, lo seguí.

Estábamos en la planta baja pero al mirar la casa era de por lo menos tres pisos y en el centro había un pequeño elevador.

¡¡QUIEN DEMONIOS TIENE UN ELEVADOR EN SU CASA!!

Al salir pude notar mejor, tenía un patio enorme lleno de flores y arbustos hermosos, era como la casa de mis sueños.

Entramos a mi auto donde estaba mi bolso, revisé mi teléfono, estaba muerto.

—Es en Hayden street —dije viéndolo tenía ese ceño fruncido que ya era parte de él.

—Seguro —contestó él.

Empezó a conducir y la verdad lo hacía del asco, iba o muy rápido o muy lento, siempre en el centro de dos carriles.

—Era a la derecha —exclamé mientras me aferraba al coche con mi vida.

—Ya sé pero tengo hambre —contestó.

Unos minutos después descubrí que me estaba llevando a Blue's, por un momento pensé en dejarlo e irme a casa pero tenía mucha hambre.

Entramos y ahí estaba Rick, sonriendo como siempre.

—Niña qué haces aquí, es día de descanso —dijo él sonriendo mientras estaba frente al mostrador.

—Bueno alguien tenía hambre —comenté mirando a Camren.

—No es novedad —exclamó Cam tratando de apresurar el proceso.

—Siéntense la casa invita —ofreció entrando la esposa de Rick, una bella mujer latina.

—Cariño si le sigues dando desayunos gratis a Cam quedaremos en bancarrota —se quejó Rick.

—Es tu sobrino —dijo ella regañándole.

—Gracias Tía —sonrió Cam.

Nos fuimos a sentar y pedimos lo usual el especial de Rick, que era lo más delicioso que uno pudiera probar.

—¿Por qué eres así? —pregunté mirándole mientras él estaba perdido en su desayuno.

—¿Y tú por qué nunca te callas? —atacó él sin mirarme.

—Lo ves —exclamé molesta— te comportas como un idiota, luego haces cosas lindas como las de anoche y de nuevo eres un idiota.

—¿Siempre dramatizas todo? —preguntó él mirándome serio.

—No hablamos de mi hablamos de ti —aclaré cruzándome de brazos.

—No tengo tiempo para esto —dijo levantándose para irse al baño.

Me levante abrumada y me dirigí al mostrador donde estaba Rick riendo como siempre.

—¿Cómo es que es tu sobrino? —pregunté intrigada.

—Es solo una etapa —me calmó él— solo tenle paciencia.

—¡Más! —dramaticé.

Nosotros empezamos a reír, pero las risas pararon cuando escuché el cargador de un arma sonar tras de mi.

La cara de Rick palideció como nunca, me giré ligeramente para encontrarme con aquel hombre.

—Deme todo el dinero —ordenó aquel hombre rubio con ojos inyectados en sangre.

—Muy bien te daré todo solo baja el arma —pidió calmado.

—¡No me digas que hacer! —exclamó el hombre sudando —muévete o le disparo— amenazo jalándome.

—Te daré todo de acuerdo —dijo él abriendo la caja registradora— solo déjala.

Sentí como si los minutos fueran eternos, tenía el arma en mi frente, solo estaba ahí amenazando con acabar mi vida.

Rick le dió todo el dinero en la bolsa que el hombre le tendió.

—Es todo —confirmó Rick calmado, ya había pasado por esto antes.

—Bien... —dijo, era novato pues no sabía que hacer— ahora los dos al suelo y con las manos en la cabeza.

Lo hice, a este punto estaba llorando a mares, estaba histérica.

—Tengo que matarte —concluyó para si.

—No solo vete no diremos nada —dije llorando.

—¡CÁLLATE¡ —gritó asustado, él también estaba llorando— cierra los ojos —ordenó.

Lo hice, repetía una y otra vez que no lo hiciera pero él solo repetía que lo sentía.

—Idiota —dijo la reconocible voz de Cam.

Se escuchó un silencio fugas, después el sonido de la bala dejando el arma y por último el grito ahogado de Rick.

Me quede unos segundos con los ojos cerrados pero al darme cuenta que estaba viva los abrí.

El hombre estaba tirado en el suelo, Cam estaba ahí con un bat en la mano, tenía la mirada perdida.

—Cam —exclamó u tío saliendo del estado en el que estaba.

—Llama a la policía —ordenó Cam, Rick entró a la cocina para buscar a su mujer y llamar a la policía.

Me levante torpe y me dirigí a él.

—Me salvaste —dije confundida.

—No podía dejar que murieras —contestó mirándome serio— sabes cuánta mala publicidad sería para este lugar —se burló sonriendo.

Empecé a reírme no se por que, lo abracé pero al separarme noté que tenía sangre en mi ropa.

—Estas herido —comenté nerviosa.

Él se miró, no comprendía lo que estaba pasando.

—Estoy bien... —contestó tranquilo mirando la sangre.

—Rick, Cam está herido —grite asustada.

Él no tardo en salir y acercarse a su sobrino.

—Cam —llamó Rick, la sangre empezaba a brotar más.

—Estoy bien de verdad —aclaró mirándole

—Tenemos que revisarte —explicó su tío sentándolo en una de las mesas— Cali trae el maletín —pidió Rick preocupado.

La policía no tardó en llegar, al parecer Cam le había dado un buen golpe que lo había dejado inconsciente, ahora entendía por que Rick dejaba Bats de béisbol por todas partes.

Di mi declaración a la policía lo más rápido pues quería ver cómo estaba Cam.

Después de unos minutos fui a la ambulancia donde estaba él acompañado de su tía.

—¿Cómo estás? —pregunté, lo tenían sin la sudadera, la bala solo había rozado uno de sus costados.

—Ya les dije que bien pero no me quieren dejar ir —gruño mirando a su tía molesto.

—Tuviste mareos Cam —le recordó su tía con una mirada triste.

—Por que estaba cubierto en sangre —exclamó él alterado.

Su tío llegó, se podía notar que estaba demasiado triste.

—Ya llame a tus padres te verán en el hospital  —informó él cansado.

—Estoy bien no necesito ir al hospital —dijo él abrumado.

—Cam por favor —pidió su tío tan serio como nunca lo había visto.

—Bien —aceptó cruzándose de brazos.

—Tess ve a casa a descansar cariño —dijo Rick con una sonrisa cálida.

—En realidad quiero ir con Cam —me apresure, él me miró molesto.

—Ni hablar ya fue demasiado de ti por hoy —contestó él —vámonos doc— le dijo al hombre de la ambulancia.

Mire a su tía nerviosa.

— Te avisaré todo de acuerdo —me calmó ella sonriendo.

Asentí, el paramedico cerró las puertas de la ambulancia para irse, mire a Rick.

—Ve a casa yo me quedaré aquí un rato más —dijo intranquilo.

—Esta bien —me calmé — Rick no fue tu culpa —dije mirándole.

—Ustedes dos casi mueren hoy —contestó bajando la cabeza— y eso fue mi culpa.

Él se dio vuelta para irse, entendía por lo que estaba pasando solo esperaba que pasara pronto.

Llegue a casa, para mi suerte estaba vacía no quería explicarles por qué estaba manchada de sangre.

Conecte mi teléfono, tenía veinte llamadas perdidas y más de cien mensajes, llame a Ellen de inmediato por video llamada.

Apenas se conectó y ya estaba gritándome

—Por que no contestas —dijo furiosa.

—Perdón es que casi muero —conté irritada.

—¿Está Sam contigo? —preguntó preocupada.

—Porque estaría conmigo —contesté confundida.

—¿Qué ya no te acuerdas? —preguntó riendo.

—¿Acordarme de que? —pregunté más confundida.

—Será mejor que te sientes —exclamó atacada de risa.

Ella envió un archivo y al abrirlo descubrí que esa noche me perseguiría por toda mi vida.

¿Qué carajos había hecho anoche?.

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