Estaba como loca, no, estaba histérica.

Para ser honestos nunca me considere una persona que supiera actuar bajo situaciones de riesgos.

Ver a Cam desplomarse en los brazos de su hermano solo me hacían sentir que lo iba perder.

Alen por su parte estaba bastante tranquilo.

Él colocó a su hermano en el sillón y tras asegurarse de que seguía vivo llamó a sus padres.

—Si fue un desmayo —dijo al teléfono— no yo llamaré al doctor... será mejor que no vengan eso solo lo hará sentir peor.

Después de una corta platica con el doctor se enfocó en mí.

—¿El doctor ya viene? —pregunté nerviosa.

—No vendrá —contestó mirando a su hermano con tristeza.

—¡Qué! —exclamé enojada— entonces deberíamos llevarlo al hospital, necesita ayuda... tenemos que hacer algo...

—Tess —gritó— necesito que te calmes de acuerdo, respira y siéntate.

Le hice caso pues estaba a nada de terminar como Cam.

—Él está bien de acuerdo, son cosas que le pasan muy seguido —me dijo tomándome la mano para calmarme.

—¿Entonces no necesita ver a un médico? —pregunté nerviosa.

—Verá a su doctor mañana por la mañana pero ahora necesita descansar —me sonrió— lo llevaré a mi habitación para que esté más cómodo y de verdad ayudaría si dejas de llorar.

—Lo siento no lo controlo —dije secándome las lágrimas.

Él suspiró y me sonrió dulce, llevó a Cam a su habitación para que descansara.

Debí haberme ido pero simplemente no podía dejarlo solo después de lo sucedido.

Me quedé acostada a su lado por un buen rato hasta que él hambre me ganó.

Esa tarde descubrí tantas cosas de los Blue que jamás me hubiera contado Cam.

Empezando por que en realidad Brayden no era hijo del padre de Cam y Alen si no de nada más y nada menos que el director Tate.

Al principio pensé que era una especie de incesto pues Cam me había dicho que su madre era Tate, en realidad su padre es Tate pero la madre al ser la última Blue de su familia decidieron quedarse con el apellido.

Cam podría haber dicho eso claro está pero era un poco más complejo.

Y la historia no solo paraba ahí pues no supieron que era hijo de Shawn hasta que Cam se puso enfermo.

Mi mente no podía con tanto drama.

Camren despertó por unos minutos pero se volvió a dormir sin decir nada.

No sé en qué momento se hizo de noche pero cerca de las ocho por fin despertó.

Estaba recostada a su lado cuando sus brillantes ojos azules me miraron.

—Sigues aquí —exclamó algo cansado y molesto.

—¿Quieres que me vaya? —pregunté cansada

—No —contestó mirándome.

Su hermano entró con algo de comida para él.

—No tengo hambre —intervino antes de que pudiera decir algo.

—Lo se pero debes comer algo —dijo sentándose a su lado.

Cam dió un par de mordidas al peculiar emparedado sin orillas que había hecho su hermano para él.

—¿Cómo te sientes? —le preguntó él.

—Con sueño —respondió.

Nos quedamos en silencio por un momento.

—Podemos hablar de lo ocurrido —pidió.

—No —exclamó— llévame a casa por favor —me dijo.

—Cami por favor —rogó su hermano.

—Solo déjame tranquilo —ordenó él mientras se levantaba para salir.

—Tu no la mataste —le gritó— fui yo.

Mi mente solo hizo boom.

Cam lo miró confundido y se volvió a sentar.

—¿Qué? —preguntó confundido.

Su hermano se sentó a su lado y suspiró.

—Fue unos días después de tu cirugía, no despertabas así que como unos idiotas decidimos ir a desahogarnos con algo de alcohol... era mi hermanito y debí cuidarlo pero tomé... al volver a casa yo no estaba en condiciones...

—Lo dejaste manejar —intervino Cam, su hermano solo asintió.

—Él solo tomó dos cervezas pensé que estaría bien... pero terminó por chocar con un autobús...

Alen empezó a llorar y yo lo acompañé por que así soy.

—Fue un accidente —le dijo Cam para calmarlo.

—Un accidente que pude haber prevenido, debimos tomar un taxi y dejarnos de estupideces... debí comportarme como el mayor... debí...

—Y yo debí morir en el quirófano —lo interrumpió su hermano— hay cosas que se debieron hacer y no se hicieron, esas mismas cosas nos atormentan de por vida... Alen tu no lo mataste —confirmó.

—Lo hice, en el momento en el que lo dejé conducir firme su sentencia de muerte...

—Brayden no era un niño, fue su decisión y ambos sabemos que tenía complejo de héroe.

Una pequeña risa salió de Alen.

—No puedes culparte por su muerte... si por dejarme —exclamó para pelear como siempre.

Él suspiró una vez más.

—Me fui por que no podía soportar decirte que había matado a tu hermano... a la persona que más querías en este mundo... tu hermano favorito... simplemente no podía.

Las lágrimas brotaban de ambos.

—No quiero perderte... no puedo perder a otro hermano —dijo Alen entre lágrimas.

Cam lo abrazó con fuerza, era la primera vez que veía a Cam expresar sus sentimientos, empezaba a creer que era una especie de robot.

—Lo siento —susurro mientras abrazaba a su hermano— y no puedes culparme por que fuera mi hermano favorito... sé que también era el tuyo.

—Era increíble —sonrió.

Yo solo me quedé ahí mirándoles.

—Oh chicos —dije limpiando mis lágrimas.

—¿Sigues aquí? —preguntó Cam molesto— largo camarera.

Simplemente le saqué la lengua.

Nos quedamos un rato más hasta que Alen por fin nos llevó a casa.

Nos dejó en la puerta de la casa de Cam pues tenía que irse.

—¿Te quedas a cenar? —preguntó nervioso.

—No lo se... Crees que tus padres quieran —conteste insegura.

—Si, me dejan hacer lo que sé así que si —sonrió— pero están súper obsesionados con mi salud así que solo ignóralos como hago yo.

Yo solo rodeé los ojos.

—Bien me quedo a cenar solo si me dejas usar tu elevador —sonreí.

El solo suspiró.

—Bien —aceptó.

En ese momento no me daba cuenta pero había aceptado a cenar con sus padres.

Y yo que no iba vestida para la ocasión.