Au Medieval
Afectó-RayxAnna comentado por: celesteowu
El Reino de Nerveland era uno de los mas imponentes, con gobernantes justos y bondadosos que veían por el bien de su pueblo, aquella familia conocida como los Ratri vivían felices, teniendo todo el apoyo de su gente y servidumbre, y una de las familias mas destacadas y de mas confianza de ellos era la familia Graces después de todo tenían a la mejor líder de la servidumbre Isabella quien a su vez era la dama de compañía de la Reina y Leslie el esposo de la azabache quien era el líder de la guardia real, un gran cabellos y guerrero, confiaban en ellos pues los conocían desde niños, aquella pareja contaba con su único y amado hijo Ray de tan solo 8 años un pequeño de mirada seria y tranquilo, siempre que sus padres iban a trabajar se la pasaba solo en casa y eso no le gustaba a su madre, no le pasaba nada malo pues estaba centrado en sus libros y encerrado en su habitación, aun así la mujer no quería que su niño se la pasará solo, aprovechando que tenía una edad adecuada para sacarlo de casa, aprovechó pidiendo permiso a sus majestades de traerlo y ayudar con algo en el castillo lo cual aceptaron, Ray recuerda bien ese día, como olvidar lo púes aquella vez al escuchar lo que su progenitora hizo le dio igual, de todos modos en esos años ya se estaba artando de no salir y no hacer nada mas que leer o limpiar su propio cuarto.
Darle un trabajo a un niño no sería tanto problema aprendía a hacer las cosas con tan solo observar atentamente pero nunca imagino que aquel trabajo que le dejarían seria cuidar de la hija de los reyes, la princesa Anna al principio pensó "acaso me vieron cara de niñero? Y por que yo y no su hermano? Aquél albino era de la misma edad que yo, le vale si tiene cosas por hacer como estudiar etiqueta y esas cosas pero por que él? Que hice para merecer ese castigó?" Ya no hubo vuelta, pero actualmente al tener a su cuidado a la pequeña le era agradable pero claro en sus inicios le parecía un insulto a su persona.
Su primer día inicio con el pie izquierdo, ahí lo tenia su madre parado frente de la puerta de la habitación de la niña de 7 años, ahí estaba posando en su rostro una cara de amargado que seria difícil de quitar.
- Ray deja de poner esa cara por favor te vez mal - le exige la azabache mayor.
- Por yo? - le vuelve a preguntar irritado del por que tiene que hacer de niñero.
- Por que a la princesa Anna le vendría bien tener una amigo, últimamente el príncipe Norman esta ocupado con sus estudios y sus padres con mucho trabajo, la pequeña se siente algo solo y triste, se considerado con ella -
- Aun así no quiero estar con una princesita pretenciosa que de seguro me tomara de su sirviente cumpliendo sus caprichos -
- No hables así de ella, ni siquiera la conoces, es una linda niña, tranquila, amable y cariñosa, seguro se llevaran bien -
- Como sea, pero si me fastidia me largó - amenaza el niño.
La mayor suspira preguntándose de donde sacó ese carácter tan agrio, lo mas probable seria de la abuela del menor que no fue una dama tan agradable, gira la perilla abriendo la puerta y darle paso a su hijo - adelanté Ray y si le pasa algo malo la princesa a la otra te pondremos de niñero de Norman -
- Por mi encantado - para ser sinceró preferiría ser el niñero del albino que de la hermana púes el albino era fácil de manipular.
- Nos vemos en la noche hijo - al momento en que el azabache entro la mujer cierra delicadamente la puerta dejándolo solo con la rubia.
Observa aquella habitación tan bien ordenada lo cual le sorprende siendo los aposentos de una niña, pero donde estaba ella, acaso no estaba en la habitación, recorría el lugar buscando señales de ella hasta que sintió la mirada celeste de ella quien lo observaba debajo de su cama, se quedaron unos segundos viéndose él uno al otro, Ray se le hizo raro ver a una noble tirada en el suelo sucio escondida supuestamente y Anna veía con algo de miedo al chico pues era a veces tímida y mas con los chicos, podía agarrar confianza si el contrario mostraba simpatía pero la presencia del azabache daba lo contrario, era aterrador.
- Oye - llama a la niña quien se esconde mas a fondo bajo la cama, ante eso Ray se arrodilla para verla mas de cerca fijado una mirada mas fría el que invierno - que haces ahí? -
No recibe respuesta por parte de ella, sigue en posición de cría asustada por su depredador - si me entiendes o no? -
- ..... - la niña solo asiente con su cabezita pero aun manteniendo distancia, ya le estaba fastidiando a Ray su comportamiento.
- Por que no sales de ahí? - y ella siguen sin responder, el niño se da por vencido fácilmente, no iba perder el tiempo insistiendo le, así que la deja ahí levantándose del suelo, sacudiendo su ropa y ponerse a leer uno de los libros que había en el pequeño estante de la niña.
Pasando al rededor de 2 horas la niña seguía ahí bajo la cama observando al azabache quien se había terminado 4 libros de cuentos infantiles que era lo que leia normalmente la pequeña, Ray no acostumbraba a leer ese tipo de libros pero le era algo entretenido meterse al mundo de la fantasía, pero eso no quitaba el hecho de que tenía la mirada cielo de la rubia sobre su persona lo cual lo pone algo nervioso, pero el momento término al escuchar la puerta de la habitación siendo golpeada suavemente a lo cual el pelinegro se fue a abrir para ver quien era, encontrándose luego con el albino dando si típica sonrisa gentil.
- Buenas tardes - saluda con cortesía el príncipe digno de su estatus - vengó a ver a mi hermanita -
- Ah ella? Esta ahí bajo su cama - se hace a un lado señalando la posición de la menor que parecía como una cría asustada a lo cual Norman le miró feo a Ray, como se atrevía a tener así a su pequeña y dulce Anna, si no fuera ser de la realeza ya le había plantado un golpe en la cara y con mas ganas si le llegó a hacer algo siendo la razón por lo cual ella estaba así - por que mi hermana ahí abajo? -
- No me mires así, ni le hice nada, solo entre y ahí estaba, trate de hablar con ella pero no me ha dicho nada - se explica Ray cruzado de brazos - me di por vencido y opte por dejar la ahí -
- Ya veo, eres el hijo de mamá Isabella verdad? -
- Si, me llamó Ray y por que le dices mamá Isabella? -
- Bueno es como una segunda madre para mi y Anna, ellas nos cuidaba de bebés, creó que ya se por que Anna esta ahí -
- En cerio? -
- Si al parecer le das miedo -
- No se si debería ofenderme por eso -
- Mira trata de ser mas.....eh....agradable para ella -
- Y como hago eso? -
- Fácil demuestra le que no le quieres hacer nada malo, dile cosas linda y sonríe le - sugiere el albino.
- Eso no es lo mío - se reusa el azabache no iba a caer bajo por solo una niña asustadiza y tímida.
- Oh lo haces o me voy a asegurar de que no salgas vivo de aquí - amenaza dedicándole una mirada sanguinaria que jamas pensó en ver por parte de aquel noble, pobre de la dama que llegase a comprometerse con él, ya ni sabe quien da mas miedo él príncipe o su madre.
- Supongo que no tengo de otra... - cae rendido a lo cual Norman sonríe triunfante.
- Gracias Ray, vendré mas tarde a verlos si no veo cambios y mi hermana sigue ahí en el suelo date por muerto en la guillotina - toma la perilla de la puerta para proceder a cerrar la puerta dejando solo al azabache con aquella rubia.
Jamas pensó en empeñarse en algo como esto, trato de seguir los consejos de Norman hablarle bonito lo cual le provocó un revoltijo en el estómago de lo patético que sonaba y tratar de sonreír le pero no logro nada, no es que se tomara en cerio el comentario de ese niño sobre mandarlo a matar a la guillotina pero a lo mejor le dejaría un castigo mucho peor que cuidar de esa mocosa que sigue escondida como si su vida dependiera de eso. Se quería dar por vencido, ahí estaba tirado en suelo cerca de donde estaba la niña fijando su amatista vista al hecho.
- Oye en cerio me seria útil que salieras -
- .... -
- Mira se que no soy una persona agradable a simple vista y que doy miedo pero no soy alguien cruel como pata hacerte daño, si fueras mi hermanita, amiga o algo mas que sea de importancia para mi te juro que te protegería de cualquier daño -
- ..... - sólo se límita a escucharlo.
- Así que por favor dame por lo menos la oportunidad de que me conozcas bien, te prometo que no te voy a hacer ningún daño -
Ante eso la pequeña se acerca de poco a poco al azabache mirándolo detenidamente a su gemas amatista que tenía por ojos, el azabache solo se limitó en devolver le la mirada y admitía que era una buena vista, era mucho mejor que ver el techo vacío y aburrido de la habitación, en los ojos de la menor hasta se podría ver el cielo nocturno con brillantes y blancas estrellas.
- Te llamas Ray verdad? - en eso escucha la tierna voz de la niña tan aguda y baja pero que podía escuchara la bien por la corta distancia que tenían ambos, así que procede a responderle.
- Si, me llamó Ray Graces -
- Graces? Eres el hijo de mamá Isabella? - sus ojitos brillan con mas intensidad al conocer por fin al hijo de aquella mujer que tanto quería y admiraba como si fuera su segunda mamá.
- Si, Isabella es mi mamá -
- Wow, te pareces un poco a ella -
- Como que me parezco un poco? -
- Púes ella siempre sonríe pero tu no -
- Y por que debería? -
- Acaso no eres feliz? -
- Si pero no siempre hay que demostrarlo con una sonrisa niña -
- Me llamo Anna -
- Ah si como sea - el niño se levanta dándole la espalda a la pequeña quien seguía observando lo - quieres hacer algo? -
- Eh?.....Hai - responde con algo de ánimos.
- Dime te gusta leer? -
- Si, un poco -
- Por lo que e notado te gustan mucho los libros de cuentos infantiles -
- Si, pero hay uno en especial que me gusta mas y no es de cuentos - se levanta tomando su vestido azul con blanco para no tropesarse al momento de correr al estante y tomar su libro favorito, al tenerlo en sus manitas esta vuelve con el azabache para sentarse frente a él y mostrarle la lectura - mira este me gusta más -
El niño toma el libro y sus ojos se sorprenden al ver que este trababa de plantas medicinales que era algo extraño el gusto y curiosidad viniendo de una niña como lo era Anna además de ser esta de la nobleza - este es un libro de plantas medicinales? Por que te gusta tanto este -
- De grande me gustaría ser Doctora para ayudar a las personas enfermas del reinó -
- Ya veo, pero eres una princesa, dudo que te dejen hacer lo que quieras -
- Eso lo se.... - con eso la niña mira abajo entristecida, no le gustaba la idea de ser en un futuro una reina dependiendo si se casaba con otro rey o si se casa con un noble si es que esta no lograba casarse con él que quisiera, pues su padre quien tanto amaba a sus hijos aborrecía las tradiciones y decretó otorgar les a sus hijos y el resto de su descendencia darles a elegir con quien casarse, pero no pudo hacer nada con respecto a darles a elegir entre tomar la corona o dedicarse a otra cosa como Anna que quería ser doctora, Ray comprendía el por que de su tristeza.
- Sabes.. - coloca su mano en la cabeza de la menor para acariciarle su cabeza - yo creó que podrías llegar a ser una gran Doctora -
- De verdad? -
- Si, de verdad -
- Pero como podre ser Doctora si no me van a dejar? -
- Tal vez pueda pensar en algo -
Durante el resto del día logro salvarse de los tal vez horribles castigos y miradas asesinas de su madre y el albino, admite que su tiempo con la niña no fue tan mala, aquella dulzura se mantuvo tranquila acatando lo que le ordenaba el chico a lo cual le provocó una sonrisa de arrogancia al tener bajo sus ordenes a una noble tan inocente como lo es Anna, cada que le pedía el chico traerle algo esta se lo daba sin negarse y darle una sonrisa, alimentando su ego, algo mas que le agradaba de la rubia era atenta y lista, Ray no solo se encargó de cuidarla si no que de enseñarle unas cosas que no entendía de lo que la ponían a estudiar. Con el pasar de 2 años así estuvieron las cosas, el azabache se fue tomando su trabajo en cerio, no solamente se llegó a encargar de Anna también se fue posicionado como un ayudante para el albino a petición gentil de la niña a la cual nunca supo decirle que no por aquella mirada linda.
- Anna - llama el chico de ya 10 años sentando al lado de Anna en una de las mesas de la biblioteca ayudando la a estudiar francés.
- Si Ray? -
- Aun quieres ser Doctora? - aquella pregunta se le hizo extraña, por que su compañero saco esa pregunta de la nada?
- S-si, por que me preguntas eso a hora? -
- Bueno, la primera vez que cuide de ti, te prometí que te ayudaría a buscar una forma de que fueras Doctora o no? -
- Si, aun me acuerdo -
- Creo que ya tengo una idea -
- De verdad?! - exclama emocionada pero Ray le pide que baje el volumen de su voz púes estaban en la biblioteca - perdón... -
- Como te decía, encontré una forma, pero no se si estés de acuerdo -
- Bueno, dime cual es tu idea -
- Ok, hasta donde entiendo los reyes les permiten a ti y tu hermano casarse con quien quieran, si te casas con otro rey o un noble auténticamente seguirás en la misma posición social, pero si te casas con alguien que no sea de ese estatutos puede que te dejen estudiar para Doctora -
- Y eso es posible? - cuestiona dudosa la menor.
- Tal vez -
- Púes, suena una buena idea pero.... -
- Pero? -
- Aun no tengo con quien casarme, a Norman ya lo comprometieron con una niña de Goldy Pond a sus 10 años, cuando cumpla los 10 lo mas probable es que me busquen un prometido -
- Descuida, hablaré con tus padres y les diré que ya estas comprometida -
- Eh? Yo? Pero.....comprometida con quien? -
- Conmigo - suelta su respuesta sin darle tanta importancia.
- Co-contigo? -
- Si, o acaso no quieres? -
- N-no es eso es solo que.....no quiero que te estés obligando a hacer eso -
- A mi no me molesta, si eres mi esposa te daré toda la libertad de hacer lo que quieras, lo único que tengo que hacer es cuidar de ti y ya, o eso es lo que e visto del matrimonio que tienen los reyes y mis padres, no es la gran cosa, tendríamos la misma relación afectiva que tenemos actualmente -
- Ya veo - en eso le podía ver la lógica que le dio Ray, y al pensarlo mejor ese chico era tan atentó con ella y parecía que le agradaba estar con ella, si se casaban las cosas entre ellos no cambiarían para nada, como dijo el azabache tendría la misma relación afectiva.
- Entonces estas de acuerdo en casarte conmigo? -
- Si, si quiero -
- Entonces esta resuelto, ya no tienes de que preocuparte Anna -
Ante eso la princesa sonríe, ya no podría esperar mas para casarse con él, en eso la puerta de la biblioteca es abierta y en ella se visualiza la figura de una albino.
- Ray, Anna - llama a los dos nombrados.
- Hermano, que se te ofrece - responde cortésmente la menor.
- Aquí estaban, mamá Isabella me mando a buscar a Ray y supuse que estaría contigo -
- Y que se le ofrece a mi madre? - pregunta Ray.
- Ya llego el jefe de Goldy Pond a la reunión que tiene con mi padre y al parecer vino con su esposa e hija, quiere que vallas con ella a recibirlos -
- Ya veo - se levanta de su lugar para salir de la biblioteca - voy en seguida, nos vemos luego Anna -
- Hasta luego Ray - se levanta también para ir con su hermano.
- Quieres ir al jardín hermanita? - sugiere el albino.
- Claro Norman, vamos -
Ambos hijos de la realeza se van a aquel jardín a disfrutar del día tranquilo, pero no fue tan tranquilo al recibir la la hija del jefe de Goldy Pond, Emma siendo una chica energética e inquieta se la paso llevando de un lado a otro no solo a sus majestades si no también a Ray quien lo pusieron de niñero de la chica, aun así se divirtió con ella y los otros dos que quedaron encantados con la futura miembro de la familia, Anna había ganado a una amiga, su primera amiga con la cual se la pasaba de maravilla, Ray al observarla tan feliz hacia que una leve sonrisa sacara, una bella relación de esos cuatro individuos que no duro tanto como debía de ser lo, años felices y llenos de luz que se convirtieron en grises pues a los pocos meses Anna y Ray desaparecieron, sin saber que fue de ellos dos, aun así las esperanzas de verlos se mantenían por parte de sus seres queridos.
Esto vendría formando parte de mi fanfic Lifetime así que para los que se lo leyeron ya sabrán que paso con Ray y Anna.
Perdón por abrir la herida qwq.
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