Vibrating ring

– este es nuevo, nos acaba de llegar – habló la chica mostrándole el aparato – vibra – sonrió

– me lo llevo – Miguel sonrió.

El pelinegro salió de la tienda con la bolsa en mano. La guardó en el auto y fue por su chico a la universidad. Hoy tendrían una noche de antro con algunos amigos, lamentablemente no podría usar el juguete.

• • •

Miguel se removió un poco despertando y observando el delgado cuerpo de su novio sobre él, respirando profundamente y en paz. Sonrió sabiendo lo afortunado que era de poder tener a una persona tan hermosa por dentro como por fuera.

Quiso acomodarse mejor, pero provocó que la rodilla de Robby rozara con su pene semi erecto. Miguel gimió bajito y Robby despertó por el movimiento.

– buenos días – habló el más bajo con una sonrisa y los ojos entreabiertos

– buenos días – el rizado sonrió forzosamente pues le dolía la pequeña erección mañanera, Robby lo notó

– ¿qué pasa? – preguntó con duda en su mirada

– tengo un pequeño problema ahí abajo – susurró

– oh... – soltó un poco sorprendido – bueno, yo tengo hambre – sonrió ladino y se metió debajo de las sábanas para llegar al bóxer de su novio

– Robby... – suspiró Miguel al sentir la nariz de su chico rozar su pene sobre la tela – mierda... – soltó cuando sintió la húmeda lengua del pequeño deslizarse sobre el pene cubierto.

Robby comenzó a lamer un poco provocando gratas sensaciones a su novio. Puso sus dedos alrededor del elástico de la prenda para bajarla rápidamente y el pene del pelinegro salió completamente duro.

No perdió más tiempo y comenzó a lamerlo de la base hasta la punta, disfrutando del sabor. Se metió todo a la boca mientras soltaba soniditos provocando que su garganta vibrara dándole placer en el glande de Miguel.

– Dios mío bebé, lo haces increíble – habló Miguel entre jadeos y con los ojos cerrados mientras llevaba una mano a la cabeza del menor.

Miguel sentía que llegaría pronto por lo que hizo que Robby sacara el pene de su boca para jalarlo en un beso duro. El castaño se acomodó en el regazo del mayor y comenzó a mover sus caderas en círculos sobre el miembro del pelinegro.

Miguel buscó en el cajón de la mesita de noche el anillo vibrador que había comprado ayer, lo sacó y lo puso alrededor del pene de Robby.

– ¿otro? – habló Robby jadeando

– es mucho mejor que el anterior – seguido de eso, prendió el aparato y éste comenzó a vibrar

– aaah... – Robby gimió fuerte e intentó tomar su pene para masturbarse, pero su novio fue más rápido y le tomó las manos amarrándolas por detrás de la espalda del menor con una tela que tenía en el cajón. Dejó a Robby arrodillado en la cama y lo empujó suavemente dejando su cabeza sobre la almohada y su trasero elevado a disposición del pelinegro.

Miguel se lamió los labios al ver el redondo trasero de su pequeño y se terminó de quitar el bóxer para luego comenzar a bajar el de Robby.

Observó detenidamente el blanco culo de su chico y su pequeña y rosada entrada.

Elevó una mano y pasó su dedo índice por el agujero rosado logrando sacarle un gemido al menor.

– Migue... – Robby estaba sintiéndose en el cielo con las caricias del dedo de Miguel en su entrada.

El pelinegro bajó su cara hacia las suaves nalgas de su pequeño y las besó, lamió un poco y mordió sin delicadeza dejando marcas notables en ellas, se acercó y lamió la entrada del castaño.

– aaah...sí... – Robby soltó y Miguel subió un poco más la intensidad de la vibración del anillo – mmmmhh... – gruñó el menor.

Miguel pasó la lengua nuevamente por la entrada y comenzó a meterla en ella. Robby movía sus caderas para sentir más la húmeda lengua en su interior.

– mierda...sí, Miguel más – suplicó – más rápido... – soltó otro quejido de placer.

Miguel introdujo más rápido su lengua comiéndose a su chico mientras apretaba el redondo trasero. Sacó la lengua haciendo soltar un gemido de queja al menor y se chupó dos dedos para meterlos de una en el interior del castaño.

– Miguel...te necesito adentro – se quejó

– un momento, mi amor – Miguel continuó metiendo ambos dedos con rapidez mientras Robby soltaba gemidos altos.

Notó que la botella de lubricante estaba vacía por lo que escupió en su mano y la pasó por todo su pene para lubricarlo. Inmediatamente quitó los dedos del interior de su novio y se encajó en el fuertemente.

– ¡sí, más fuerte! – Robby gritó sintiéndose en las nubes y Miguel aceleró sus embestidas dando en el punto de su novio y sacándole gemidos fuertes – ¡quítame esto, por favor! – lloriqueó el menor por no poder correrse por el anillo que vibraba en su glande

– aún no pequeño – Miguel comenzó a morder la espalda del castaño y continuó con las embestidas certeras en el punto del pequeño.

Cuando sintió el cosquilleo en su vientre bajo entonces quitó el anillo del pene de Robby y ambos se corrieron casi al mismo tiempo soltando graves gemidos por parte de Miguel y agudos por parte del pequeño.

Miguel desató las muñecas de Robby y cayó rendido a un lado del menor. Robby se acomodó en su pecho dejando pequeños besitos en él.

– que buena forma de despertar – sonrió

– contigo siempre despierto de una buena forma – el pelinegro besó su frente y comenzó a acariciar el cabello del menor.

Ambos volvieron a dormir un rato más en ese sábado sin nada que hacer.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top