Capítulo 9

– Oh, mi maldito dios –apreté mi culo de dolor mientras luchaba por quitarme los brazos de boa constructor– No puedo respirar. El dios me está matando –jadeé.

– Deja de ser tan dramático Jimin –NamJoon habló detrás de mí– No te estoy abrazando tan fuerte.

Me di cuenta de que estaba poniendo los ojos en blanco y luché contra el impulso de contarle sobre sí mismo.

– Entonces, ¿anoche no fue un sueño? –pregunté mientras giraba mi cuerpo para enfrentarlo.

Acepté el hecho de que me gustaba.

Podría ser solo una cosa de tiempo por lo que sé.

No parecía que él me daría otra opción si decidía huir de él.

Sus ojos se clavaron en los míos y me sonrojé.

– No. –fue todo lo que dijo y lo miré.

– Escucha Kim, será mejor que empieces a hablar con más de una palabra o no voy a hablar contigo nunca más –me crucé de brazos para que supiera que quería decir lo que estaba diciendo.

– No.

Bien entonces.

Dos pueden jugar ese juego.

Volví mi cuerpo a su posición original.

No me dejaría escapar de su alcance, pero aún estaba a distancia de mi teléfono.

Lo saqué del cargador y lo desbloqueé para ver que tenía numerosos mensajes de texto.

«¿NamJoon te comió vivo? No lo había considerado un caníbal.» –Kim Yoongi

Puse los ojos en blanco ante el texto de Yoongi y comencé a escribirle.

«Vete a la mierda Gi. Estarías llorando en un maldito funeral si yo muriera.»

Envié ese mensaje con una sonrisa y supe que una vez que lo leyera, pondría los ojos en blanco y sacudiría la cabeza.

«¿Maratón sobrenatural hoy? Estoy aburrido.» –Tae Yang

Le sonreí al móvil e hice clic en su número para llamarlo.

Hola, mi querido dios –habló con humor evidente en su voz.

– ¡Hola, YangYang! –sonreí cuando los brazos de NamJoon se apretaron a mi alrededor– ¿A qué hora quieres que vaya? –pregunté y él vaciló.

1:30 pm, ¿está bien? –cuestionó y yo asentí, aunque él no podía verlo.

– Sí. Estaré allí. Ten algo de comida lista para mí –me reí y él suspiró.

Me aseguraré de tener suficiente porque te lo comiste todo la última vez –su voz estaba mezclada con un dolor falso y puse una mano en mi pecho con dolor fingido.

– Sabes que me amas, Tae Yang –dije en broma, pero no esperaba que Nam me empujara contra su pecho.

Sí, te amo, Mimi –Tae Yang dijo irónicamente y colgó el teléfono.

Me giré lentamente para ver a Kim echando humo de rabia.

Su rostro estaba tenso por la ira y estaba jadeando lentamente.

– ¿Cuál es tu maldito problema? –pregunté y asintió hacia mi teléfono, indicando que estaba loco por mi amigo.

– ¿Estás celoso? –pregunté incrédulo y sus mejillas se tiñeron de rojo– No tienes derecho a estarlo ya que no me pediste que fuera tu novio –dicté mientras saltaba fuera de su alcance una vez que sus brazos se aflojaron.

Mi mente estaba atormentada por el hecho de que estaba bien con salir con Kim NamJoon.

Me asustó más que nada.

– Dije que eras mío y solo mío anoche. ¿Lo olvidaste o necesito recordártelo? –gruñó y negué con la cabeza rápidamente.

Me dolía el cuerpo y no podía soportar otro golpe.

– No, fuiste muy claro –como pude corrí al baño y salté dentro de la ducha.

– Ah... –me relajé una vez que el agua caliente fluyó por mi piel.

El agua calmó mis dolores.

Miré hacia abajo para ver cosas blancas cayendo por mis piernas.

Lo miré y me di cuenta de que Kim, el imbécil, se vino dentro de mí.

– Ese pedazo de mierda... –gruñí cuando los brazos encontraron su camino alrededor de mi cintura una vez más.

– ¿De qué estás hablando?

Una voz profunda resonó en mis oídos cuando una cabeza se posó en mi hombro.

– ¿Qué mierda? –grité, siendo empujado hacia atrás contra un pecho duro.

– Kim, ¿qué diablos quieres? –gruñí, todavía un poco molesto con él.

– Nada.

Fue todo lo que dijo y puse los ojos en blanco.

– Entonces deja de colgarte sobre mí como un mono infestado de enfermedades –le di un codazo en el pecho pero no se movió ni un centímetro.

– Será mejor que te apures y te vistas. Ki Hyun dijo que quería darle información importante –dijo NamJoon, su cálido aliento flotando sobre mi piel.

– Eso es genial y todo, pero, ¿realmente sientes que deberías estar tan cerca para decirme eso? –pregunté, cruzándome de brazos y haciendo una mueca cuando su agarre en mi cuerpo se hizo más fuerte.

– Sí –me mordí el labio inferior y procedí a enjabonar mi cuerpo con jabón– Maldita sea, esto huele tan bien.

Suspiré mientras inhalaba el aroma de mi gel de baño.

Olía demasiado bien como para no tener damas acudiendo a mí.

Ahora podría decir que los hombres pueden cruzarse en mi camino.

– ¡Ngh! –dejé escapar un chillido cuando sentí la repentina intrusión de una lengua en mi boca– Nam-...

Su lengua invadió mi boca, cayendo en cascada por la cálida caverna como si nada mientras sus brazos se envolvían alrededor de mi cintura, tirando de mí contra su pecho.

– Joon... -susurré una vez que sus labios dejaron los míos y se hundieron a un lado de mi cuello- ¡Ah!

La suya barrió y lamió la piel, saboreando mi dulce carne.

Dejé escapar un gemido de placer, envolviendo mis brazos alrededor de su cuello.

Sus manos recorrieron mi cuerpo, sus dedos encontraron mi agujero y el aroma de mi gel de baño flotaba a través de mis fosas nasales.

Estaba usando mi jabón como lubricante y nada parecía más caliente.

Aunque, no volvería a mirar esa botella igual.

- Tengo que tenerte -susurró bruscamente contra mi cuello, las vibraciones se dispararon por mi columna.

Me levantó y mis piernas automáticamente se envolvieron alrededor de su cintura.

Alineó la punta de su larga polla en mi entrada y la perforó lentamente.

- Joder, te dije que no lo hicieras de nuevo...

Eché la cabeza hacia atrás, jadeando esas palabras.

- Ambos sabemos que no escucho, Jimin -susurró sombríamente mientras sus labios chocaban contra los míos una vez más.

No había nada gentil en esto.

El choque de los dientes y nuestras lenguas peleando pesadamente por el dominio no fue nada suave, pero lo hizo aún más erótico.

Empujó dentro de mí e inmediatamente me apreté contra él.

- ¡Mhg J-joder, NamJoon! -grité una vez que su punta golpeó un punto que me hizo ver estrellas.

Apretó mis muslos cerca de él y comenzó a martillar dentro de mí, golpeando un punto que me hizo gritar y mis ojos se pusieron en blanco.

- Maldita sea -murmuró cuando sus labios encontraron los míos, conectándose para apreciar esta esencia embriagadora.

Tocó fondo, sus bolas chocaron contra las mías y grité cuando el dolor comenzó a convertirse en placer.

Golpeó mi próstata una y otra vez y gemí.

- ¡MIERDA! -grité, echando la cabeza hacia atrás mientras el deseo y la lujuria envolvían todo mi cuerpo.

Agarré sus hombros mientras empujaba más profundamente dentro de mí y apreté su polla.

- Mierda -jadeé, manchas cubrieron mi visión.

Una sensación de hormigueo viajó arriba y abajo de mi columna y mis bolas dolían por alivio.

Se inclinó y me susurró al oído.

- ¿Recuerdas cuando me preguntaste a quién quería si no era a Koo? -preguntó en un tono ronco y dejé escapar una serie de jadeos y súplicas.

- S-sí -gemí mientras él continuaba embistiendo implacablemente dentro de mí.

- ¿Qué pasa con eso? -cuestioné, agarrando sus hombros con mis brazos mientras la necesidad de correrme llenaba mi cuerpo.

Agarró mi polla con una mano y estallé dentro de su palma, chillando de placer mientras la euforia me llevaba a otro mundo.

- Fuiste tú. Todo este tiempo, siempre has sido tú.

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⚘ Atte. ⚜☦ Ðҽʋιℓ Ɱιɳ ☽⋆

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