Capítulo 5

– Espero que te des cuenta de que eres tonto de mierda.

Siseé en el teléfono y caí boca abajo en mi cama.

– ¡Yoongi, lo sé! –me quejé, suspirando– Simplemente no pensé que él reaccionaría así –murmuré y escuché a mi mejor amigo tomar aire.

– Eso es. Park Jimin, nunca piensas –dijo y yo rodé los ojos.

– Entonces, ¿por qué soy el cerebro de nuestra amistad? –cuestioné.

– No estás ni cerca de eso.

Agité una mano a nada en particular.

– Por favor, ayúdame, Yoon. ¡Mi mundo se está derrumbando mientras hablamos! –chillé en el teléfono y él hizo un ruido de disgusto.

– Está bien, te voy a poner en altavoz para que Tae pueda escucharte y quiero que nos cuentes qué pasó desde que entraste a la casa y hasta ahora –ordenó y yo cumplí con él.

– Dinos.

La voz de Tae Hyung salió por el auricular y yo lo hice.

Les conté cómo entré a la casa para ver a JungKook ensuciarse con la masa de pastel y él me dijo que NamJoon lo estaba ayudando y cómo mi ira se apoderó de mí.

También procedí a contarles lo que dije cuando entré en la cocina, con las armas encendidas.

Les conté la reacción de Kim y las cosas que me dijo.

– Maldita sea –ambos dijeron al unísono y me di cuenta de que se estaban mirando.

– ¿Qué? –pregunté, sin entender el silencio.

– Ésta tiene que ser la primera vez que veo o escucho a NamJoon enojarse –Tae Hyung murmuró– Él siempre estaba tan tranquilo. El hecho de que lograras enojarlo me desconcierta –chasqueó su lengua y palidecí.

¿Acabo de hacer algo realmente malo?

Probablemente.

– En primer lugar, él no se siente atraído por Koo, como te dije. Ve a JungKook como su propio hijo y le gusta pasar tiempo con él –comenzó Yoongi y me crucé de brazos infantilmente.

– Es un pervertido, pero no tan grande. No es lo suficientemente tonto como para perseguir a Koo. Incluso si ese fuera el caso, JungKook te diría si algo andaba mal con él. Probablemente esté realmente dolido porque le dijiste eso.

Fruncí el ceño.

– ¿Entonces el Sr. Me Alimento De Las Almas De Las Personas tiene sentimientos? Maldición, nunca lo hubiera pensado –resoplé y escuché golpes al otro lado del teléfono, lo que significaba que Gi le había dado una palmada en la cara porque no podía manejar mis niveles de sarcasmo.

Así es perras.

Park Jimin el Grande tiene altos niveles de swag.

– Hablo en serio, Jimin. Aunque es malo contigo y no habla mucho contigo, le gustas más que el resto de nosotros, lo creas o no. Se siente más cómodo con nosotros que contigo –Tae Hyung soltó un eructo y yo hice una mueca.

– Niño desagradable. Si ese es el caso, ¿entonces por qué diablos decidió ser mi guardaespaldas si se llama a sí mismo no poder sentirse cómodo conmigo? ¡Eso no tiene ningún maldito sentido! –lancé mis manos al aire.

– Con tu inteligencia, dudo que alguna vez tenga sentido –Yoongi interrumpió.

– No puedo decirte qué hacer porque nunca he estado en la situación. Conozco a NamJoon desde hace mucho tiempo y nada realmente lo afecta. Bueno, excepto tú –Tae Hyung chasqueó la lengua y me di cuenta de que estaba negando con la cabeza.

– Intenta disculparte y dile de dónde sacaste esa estúpida suposición.

Me froté la barbilla y pensé en una disculpa sincera.

Una que conquistaría a Kim.

– Buena suerte, porque Nam es un hijo de puta obstinado. Probablemente no te perdone todavía.

Me quejé ante la nueva información que acababa de aprender.

– Maldita sea. ¿Qué pasa si esto hace que ya no quiera ser mi guardaespaldas?

De repente, estaba bien con él estando enojado conmigo.

– Lo dudo. Parecía inflexible en ser tu guardaespaldas sin importar lo que pasara. No creo que algún miserable malentendido lo disuada. No es ese tipo de persona para huir cuando las cosas se ponen difíciles –Tae Hyung terminó y yo entrecerré los ojos.

– Gracias Kim Tae Hyung, por matar el brote de felicidad que tenía –susurré y él se rió entre dientes.

– No hay problema.

Se prepararon para colgar, pero yo tenía otra pregunta urgente.

– Holaaa, chicos. ¿A quién creen que quiere Kim?

– ¿Qué quieres decir? –Yoongi preguntó confundido.

– ¿Quién es la persona que él quiere? –dije una vez más– Él no dijo quién era, pero si no es a mi pequeño mocoso, entonces, ¿quién es? –froté mi barba imaginaria y luego escuché una tos.

– Dejaremos que lo descubras –Yoongi murmuró y Tae Hyung soltó una carcajada.

– No es como si no fuera obvio.

Luego colgaron.

¡Maldición!

Solté un quejido mientras colocaba mi rostro entre mis manos.

No tenía idea de lo que quería decirle a NamJoon, ¿perdón por asumir que tenías complejo de Lolita y pensaste que querías follarte a mi hijo?

Sí, estoy seguro de que irá muy bien.

Parecía que estaba realmente enojado conmigo y no tenía idea de cómo manejar esta situación.

Tan irritante como soy, nunca había tenido a nadie enojado conmigo.

Ni siquiera Yoongi, cuyo mejor amigo y él ve cada parte de mí todos los días.

– ¿Puedo simplemente subirme a un avión e irme a vivir a la Antártida y pretender ser la madre del pingüino? Podría atraparles comida y construirles un refugio –murmuré para mí mismo y luego suspiré.

Probablemente moriría viviendo un día en ese infierno frío y los pingüinos probablemente me atacarían antes de que pudiera acercarme a ellos.

Pero yo soy un dios.

Kim debería tener la bendición de ser amigo de una criatura así.

Quiero decir, me conoce desde hace un tiempo, y debería saber que tiendo a adelantarme a las cosas.

Así funcionaba mi mente.

Hice cosas estúpidas primero y luego hice preguntas.

– ¡Ugh, maldita sea! ¿Por qué no podía simplemente admitir que era un pedófilo? Esto haría mi vida mucho más fácil –miré al techo y parecía como si me estuviera criticando por mis acciones– No es mi maldita culpa. Tenía todo el derecho de asumir eso.

Me crucé de brazos y miré hacia otro lado, pero descubrí que mis ojos se desviaban hacia atrás.

– Bien, bien. Iré a disculparme con el Sr. Yo Bebo Sangre de los Niños –rodé los ojos, me levanté y me dirigí a mi puerta.

Salí al pasillo y bajé un par de pies hasta donde estaba la puerta que conducía a la habitación de NamJoon.

Levanté una mano vacilante hacia la puerta y llamé lentamente.

– ¿NamJoon? –llamé pero no obtuve respuesta.

Sabía que el imbécil estaba aquí porque, ¿adónde más se escaparía?

Seguro que no sería mi habitación.

Volví a llamar pero no obtuve respuesta.

– A la mierda esto.

Entré en la habitación con mis manos convertidas en un arma falsa y comencé a mirar alrededor.

– ¡Es la maldita policía! –grité, pero mis movimientos se detuvieron una vez que vi que no había nadie en la habitación.

– ¿A dónde se fue esa perra hijo de puta? –incliné la cabeza.

– A menos que haya volado en el aire, su fea apariencia debería estar justo en mi cara –murmuré para mí mismo, pero luego escuché la ducha correr en el baño– Ahí está –sonreí y me acerqué a la puerta, abriéndola.

Era mi jodida casa y podía hacer lo que se me antojara en ella.

Eso incluso significaba caminar sobre alguien mientras estaba en el baño.

Pagué las malditas cuentas en este lugar, así que podía hacer lo que quisiera.

Espera, si a Kim le gusta la privacidad, entonces tal vez se mude porque no le gusta que lo detengan.

1- Jimin el Grande.

0- Kim NamJoon la perra.

– Prepárate hijo de puta –susurré mientras entraba en la habitación llena de vapor.

Efectivamente, estaba en la ducha y supe que era él porque reconocí los pantalones que llevaba puestos en el suelo.

– ¿NamJoon? –llamé y distinguí su silueta a través de la puerta de vidrio.

Había dejado de moverse ante el sonido de mi voz.

Tal vez todavía estaba enojado.

– Sólo quiero decir que lo siento por gritarte así y hacerte parecer como si fueras una especie de pervertido. Quiero decir, no sé por qué me estoy disculpando –empecé a caminar arriba y abajo por el suelo, con las manos en las caderas– Tú eres el que sale con mi hijo todo el tiempo. Acercarse a JungKook significa acercarse a mí y, por lo que he oído, ¡ni siquiera puedes sentirte cómodo conmigo! –farfullé, escuchándolo chapotear agua alrededor– Puedes ver cómo llegué a esa suposición. Si no quieres estar cerca de mí pero quieres estar cerca de Koo, eso levanta mis sospechas sobre ti. Si no quieres estar cerca de mí, entonces ¿por qué lo haces? Quiero estar tanto con él, ¿eh? Ese es todo mi razonamiento detrás de esto –me crucé de brazos y lo escuché moverse.

– ¿Quién demonios dijo que no quería estar cerca de tí? –habló y mis ojos se abrieron ante los muchos usos de las palabras.

– Actúas como si no me soportaras, ni siquiera tienes una conversación conmigo, pero con todos los demás, eres tan hablador. No harás contacto visual conmigo, pero lo harás con todos, si realmente te irrité tanto, ¿por qué no dejaste que alguien más fuera mi protector? Estoy seguro de que hay otras personas que quieren ser otorgadas al gran dios que soy yo –sonreí tan sólo para el efecto.

– Había –dijo, refiriéndose a las otras personas que querían verme– Acabé por pedir el puesto antes que ellos –aclaró.

– ¡¿Entonces por qué diablos no dejaste que lo consiguieran?! –grité, girándome hacia la puerta.

Oí que se cerraba el agua y se abría la puerta de cristal.

Estaba demasiado ocupado ahogándome en mi autocompasión cuando sentí un dedo golpeteándome.

– ¿Eh, qué? –me giré para ver a NamJoon parado sobre mí, con el culo desnudo– ¡Ah! ¡Ponte algo de ropa, Kim NamJoon!

Sus ojos se oscurecieron por un momento ante la mención de su nombre pero no lo ví.

– No –se cruzó de brazos como si todavía estuviera enojado conmigo.

Sus ojos verdes miraron fijamente a los míos, endureciéndose sin emociones.

Tenía la mandíbula apretada y las cejas fruncidas.

– ¿Por qué estás aquí?

Rodé los ojos y se agrandaron cuando aterrizaron en cierto apéndice.

– N-namjoon, ¿qué diablos es eso? –lo señalé– Eso no es un miembro, idiota. ¡No eres un jodido humano, hijo de puta de otro mundo!

Mis ojos brillaron con horror cuando comencé a hablar sobre su suave polla, viendo cómo se balanceaba de un lado a otro.

Era demasiado largo y grueso para ser de un humano así.

– Adiós, demonio –le hice un gesto con la mano y salí corriendo del baño, bajé los escalones donde procedería a ver una película.

– Quédate quieto, corazón mío –dije mientras me agarraba el pecho y caía sobre el sofá.

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⚘ Atte. ⚜☦ Ðҽʋιℓ Ɱιɳ ☽⋆

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