Trentitré.
Trentitré:
[Lina]
Me siento en el cómodo sofá y observo por el gran ventanal. Sonrío sin poder evitarlo, estos últimos meses he mejorado. Y se lo debo todo a Lance quien ha sabido como ayudarme a superar algunas cosas, aunque las pesadillas aún me atormentan.
Eso es algo que supongo yo que el tiempo curara, mientras tanto intento adaptarme a mi nueva vida.
—Has vuelto a tener pesadillas —pregunta o al menos ha intentado que sonase de esa manera. Pero ha fallado, lo ha afirmado sin darse cuenta.
—Sabes tan bien como yo que aún las tengo Lance —respondo con tranquilidad, pero por dentro muero de miedo de recordarles—. Además ambos sabemos que Clive te cuenta cada cosa que me sucede —me encojo de hombros, restando un poco de importancia al asunto.
Lo escucho suspirar resignado —Tienes razón, lo acepto —dice en un tono divertido—, Pero lo que hace Clive es por tu bien y yo como tu psicólogo debo saber cada cosa que sucede en tu entorno —explica y asiento con mi cabeza—. Si quieres que te ayudé a superar toda la mierda que pasaste, tengo que saber de las pesadillas —me observa de una manera muy intensa.
Respiro con profundidad y vuelco mi atención en él —He vuelto al momento en el que Kirk abusó de mí, por primera vez —un nudo se instala en la parte posterior de mi garganta—, Esto no te lo he contado con profundidad, la primera vez que me violó fue unos días después de haber intentado escapar —cierro mis ojos con fuerza al recordar—, Vino a disculparse por golpearme luego de mi intento de escape y como no acepté las malditas disculpas abusó de mí. Básicamente dijo que aprendería a amarle —susurro, es estúpido pensar que todo esta en el pasado, porque cada vez que relató algo de lo que viví es como volver a ese infierno—, Cada noche regreso, vuelvo a revivir cada maldito día en ese lugar y por más que intento superarle él regresa para atormentarme —tape mi rostro con mis manos y ahogó los sollozos que salen de mis labios—. Su promesa me atormenta, cuando creo que todo estará bien. Que él no puede dañarme, sus palabras regresan a mi mente. Me torturan Lance y no sé que demonios hacer. Sé que tanto tú como Clive creéis que no podrá volver a dañarme, pero os equivocais no se rendirá hasta que regresé a él —admito con dolor en mis palabras y observo los edificios que se encuentran en frente. Atraigo mis piernas a mi pecho y cierro los ojos para poder calmarme.
Su mano aprieta con suavidad mi hombro —Prometo que no volverá a dañarte; ¿Vale? Tanto Clive como yo estamos dispuestos a protegerte de lo que sea y te juro que ese cabron no podrá ponerte un dedo encima nunca más —promete con tanta seguridad que me aferró a su palabras y os juro que quisiera creer que será así. Que no volverá a poder dañarme, que ya no lo volveré a ver.
Suelto un suspiro y asiento.
Por su parte Lance vuelve a su asiento y anota algo en su libreta —Cambiemos de tema. ¿Cómo te va en la Universidad? —pregunta y entonces comienzo a relatarle sobre como es. Sólo que me guardó el día al que fui al gimnasio y conocí al sobrino de Madi. Isaac.
Presente...
Me remuevo en la cama y buscó su calor. Pero me decepcionó al saber que estoy sola, abro mis ojos y observo el techo de la habitación. Debe de haber ido a correr como todas las mañanas, además dentro de una semana y media se ira.
Es la final del Campeonato y deberá ir a Los Ángeles. Pero recuerdo que me ha pedido que fuese con él, aunque no sé si esto que pasó con Kirk cambiará los planes.
Sé que intenta asustarme y así corra a sus brazos. Sabe a la perfeccion que no le permitiré dañar a nadie más y menos aun que corran la suerte que tuvo Mary.
Ella si tuvo un final de mierda.
Y tienes toda la razón y fue por mi culpa. Fue por querer ayudar a alguien como yo y mira lo que le ha sucedido. Ahora se encuentra cuatro metros bajo tierra y su familia no sabe ni mierda de lo que le sucedió realmente. Joder.
Me siento como la mierda al recordarle y eso no puedo evitarlo. Si no hubiese intentado sacarme de ese maldito infierno, ahora estaría con vida y tal vez yo seguiría en aquel lugar. Pero no importaría si ella estuviese viva, nada importaría.
Cierro mis ojos e intento alejar esos malos pensamientos de mi mente. Kirk no puede dañarnos, no puede.
Unos suaves golpes en la puerta me regresan a la realidad, respondo un "adelante" y la persona detrás de la puerta ingresa. La bella sonrisa de Amber es lo primero que veo y corre en dirección a la cama.
Se acuesta a mi lado y ambas observamos el techo de la habitación.
—¿Te apetece desayunar? Yo no puedo dormir así que bajemos y preparemos un delicioso desayuno para cuando llegué Isaac —propongo y la pequeña asiente con mucha emoción.
Me levanto de la cama, me colocó un pantalón deportivo de Isaac y unas de sus camisetas. Suerte que antes de dormir me coloqué mi ropa interior, sino hubiese pasado vergüenza frente a Amber.
Ambas bajamos entre risas a la cocina y nos llevamos una sorpresa al ver a Elizabeth allí.
—Buenos días, lindas—nos saluda con una gran sonrisa en su rostro.
—Buenos días Señora Blaire —saludé con formalidad.
Su ceño se frunce ante mi saludo —¿Pero que demonios es eso de Señora? —pregunta incrédula e indignada—. Lina, cariño dime Elizabeth o Liz si te apetece. Pero nada de Señora, somos familia —pide amable.
Por mi parte pido disculpas y asiento avergonzada. Ha dicho que somos familia y no sé como sentirme al respecto. Demonios.
Las tres nos disponemos a preparar un gigante desayuno, tal parece que Liz tampoco ha podido dormir y se terminó levantando.
Por su parte Ethan se encuentra en su despacho, con compañía. ¿Quién es? No tengo ni puta idea, pero tampoco pregunto. ¿Aunque quién demonios hace una visita a estas hora? Más allá de que es una hora decente, pero es demasiado temprano para esto.
Cuando terminamos el desayuno nos encaminamos al comedor y disfrutamos de lo que preparamos. Buscó a Aquiles con la mirada y así poder alimentarle pero ni rastros suyo.
—Mi hermano lo lleva con él a correr —explica con tranquilidad Amber al notar lo que buscaba.
Asenti a modo de respuesta y continúe disfrutando de mi desayuno.
(...)
Hacía más de una hora que Isaac había entrado al despacho de su padre y aún no había salido. Se habían oído unos gritos, pero luego no se escucho nada más. ¿Habrá vuelto a discutir con su padre?
Me siento en las escaleras y observo la puerta de la habitación donde él se encuentra. Voy a esperarle y así luego irme a la Universidad. Todavía tenía tiempo así que podía esperar un poco más y bueno, si no salía me tendría que ir.
De repente la puerta es abierta y tras ella sale Clive y... ¿Mi tío? No puede ser. Me quedó estupefacta al verle, hacía muchísimo tiempo que no le veía. Pero ahora le tenía frente a mí y no podía creerlo.
Me levanté de golpe del escalón y le seguí viendo sorprendida. Él notó mi presencia ya que plantó sus ojos en los míos y una sonrisa pequeña se adueñó de sus labios.
—Lina —susurro con emoción y se acercó a mí con decisión.
Cuando le tuve en frente no dudé en abrazarle, por años había soñado con encontrarle y que me ayudase. Y ahora le tenía en frente, sus brazos no tardaron en abrazarme también.
—Me alegra tanto saber que estas bien —el alivió llenó su tono de voz—, Cuando te vi aquella vez en la casa de Donald, no podía creer que fueras tú. Eres igual a tu madre, has sacado todo de ella —admite sin dejar de abrazarme—. Lamentó tanto lo que pasaste pequeña, nunca habría querido que pasases por todo eso. De verdad, te busqué luego que te vi. Pero él te escondió de mí y luego me enteré a donde te había llevado —se aleja de mí y veo como sus ojos se llenan de lágrimas. Pero también se ven arrepentidos y piden perdón. ¿Pero porque lo pediría? Él no es culpable de las decisiones que mi padre tomó y el que me haya usado como paga a una deuda.
Acaricie su mejilla —No es tu culpa tío, mi padre la tiene —expliqué—. Él tomó esas decisiones, no tú. No eres culpable de nada; ¿Vale? —susurre para tranquilizarle.
Varias lágrimas mojaron su rostro y negó con frenesí con su cabezav—Si lo es pequeña mía, debí protegeros a tu madre y a ti —suelta con voz lastimera y eso me desconcierta—. Perdóname, por favor —suplica.
Lo abrazo otra vez y le susurro que no hay nada que perdonar. Que no es su culpa, que todo esto paso por alguna razón que desconocemos. Que quizás era una prueba del destino hacia nosotros, pero que ahora debíamos aprovechar el tiempo que nos estaba dando. Porque teníamos una segunda oportunidad, la vida nos la estaba dando y debíamos aprovecharla al máximo.
Clive se acercó a nosotros y apretó su hombro a modo de consuelo —Debemos irnos ahora Leroy, ya tendremos tiempo para contarle todo —le pide y mi tío asiente.
Se separa de mí y besa mi frente —Espero que algún día puedas perdonarme —repite y se aleja junto a Clive hacia la puerta principal de la mansión.
Sus palabras se repiten en mi mente una y otra y otra vez. ¿Por qué debería perdonarle? Él no tiene la culpa de nada, mi padre tomó las decisiones no él. ¿Pero porque se cree culpable? Y ha dicho que me parezco a mi madre, ¿la conoció?
Cierro mis ojos e intentó mantener las lágrimas dentro de ellos. No es momento de flaquear Lina, ahora debes ser fuerte. Me aliento.
Los brazos de Isaac no demoran en rodearme, apoyó mi cabeza en su pecho y acarició sus brazos de arriba hacia abajo.
—Me ducho y te llevó a clases —dice y sube las escaleras. Ni tiempo a aceptar me ha dado, idiota. Pero así le quiero.
(...)
Joder, duele como el Infierno. Intento aguantar lo más que puedo y no derramar lagrimas como una cobarde. Isaac tiene una gran sonrisa y estoy segura que disfruta de mi dolor. Cabron.
—¿Te diviertes? —mascullo.
Suelta una risa —Sólo admiro lo valiente que es mi chica por aceptar hacerse un tatuaje conmigo —ronronea, imbécil—. Y por favor Ray, sé más suave. No me la asustes —se mofa el muy cabron.
Le muestro mi dedo corazón —Vete a la mierda Blaire —le espeto en un tono divertido.
—Pero así me amas Pecas —suelta con esa arrogancia que le caracteriza.
—Repitelo hasta que te lo creas —solté una pequeña risa.
—Listo —interviene Ray y me muestra el tatuaje.
Sonrío como tonta, ha quedado precioso. Me he tatuado "latido del corazón" en mi antebrazo derecho. Su significado me había encantado en cuanto Isaac lo sugirió y bueno heme aquí plasmandolo en mi piel. Ambos lo hemos hecho.
—Gracias Ray, me ha encantado —agradezco y vuelvo a observar el tatuaje.
Es un corazón que muestra el latido —como en las máquinas de hospitales— y por último la palabra "fe" en inglés.
Isaac le vuelve a agradecer y salimos del local. Hemos venido a su tatuador de confianza, él es quien ha dibujado cada uno de los tatuajes que hay en su cuerpo. Y debo admitir que tiene talento para ello.
Me acomodo en el asiento del copiloto y me colocó el cinturón de seguridad.
—¿Te apetece cenar fuera? —pregunta una vez que enciende el motor.
Asiento —Me encantaría —acepté.
Me regala una sonrisa y nos encamina a quien sabe donde.
(...)
¡Hola! ¡Hola! ¿Cómo estáis? Aquí tenéis el segundo capítulo de esta mini maratón cielines 💕 Espero os guste 😙 Perdón por al hora ;-; Pero arreglé millones de veces los capitulos porque no me gustaba como iban quedando ;-; Por eso la demora :3 Espero os gusten ^^
Espero sus ☆ Sus comentarios ♡
Sus opiniones hacia el capítulo ♡
Recuerden lo del grupo de Facebook y Whatsapp.
Gracias por su apoyo 😙 Os amo demasiado 😍
¡Nos leemos pronto!
Os mandó un abrazo enorme
—Vicky—
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top