Trentiquattro.
Trentiquattro:
[Lina]
Corro al baño y me arrodilló frente al retrete. Dejó todo lo que he comido allí, demonios. Me siento fatal. Debo decirle, tiene derecho a saberlo. Las palabras de Madi me torturan y se repiten una y otra y otra vez en mi mente. Me torturan.
«—Tiene derecho a saberlo Lin, él es el padre. Y es mejor que se entere por ti, que por alguien más—»
¿Y si cuando se lo digo me manda al demonio? ¿Y si no se lo toma bien? ¿Y si siente que lo he planeado todo? Son tantas preguntas y ninguna tiene una puta respuesta. Joder.
Tiro de la cisterna y apoyó mi espalda en la pared. Repaso en mi mente que hacer, tengo tanto miedo. Tapo mi rostro con mis manos e intento no llorar. Unos suaves golpes en la puerta del baño logran que pegué un pequeño salto, mierda.
—¿Pecas estás bien? ¿Necesitas algo? —pregunta con preocupación en su tono de voz.
Tomo todo el aire que mis pulmones me permiten, me levanto del suelo y me acerco al lavado a enjuagar mi boca. Es momento de enfrentarle y que lo sepa. Así después me odié.
Secó mi rostro y luego abro la puerta. Lo encuentro recostado en la pared con la mirada pérdida y en cuanto nota mi presencia se acerca a mí.
Toma mi rostro entre sus manos y me obliga verle —¿Te pasa algo? ¿Te cayó mal la comida? ¿Quieres ir al médico? No creas que no lo he notado, llevas días así o tal vez más —habla tan rápido que me cuesta entender que ha dicho.
Suelto un suspiro —No es necesario ir al médico Isaac, ya sé que es lo que tengo —comento para tranquilizarle y también para tranqulizarme a mí.
—¿Entonces? —inquiere y frunce su ceño—. Has estado muy rara estos días y no me dices ni mierda de lo que sucede —se queja algo frustrado.
Muerdo mi labio inferior con fuerza y niego con la cabeza —Tengo miedo —confieso en un susurro—. Me asusta tu reacción al saberlo —le observo con cautela.
Por su parte él me mira sin comprender mis palabras, pero de repente su expresión cambia a una que no logro descifrar —¿Acaso tú? —susurra y su pregunta queda en el aire.
—Estoy embarazada de dos semanas Isaac —me alejó y le doy la espalda—. Te juro que no quería que esto sucediera, no aún. La mierda que viví me sigue atormentando y no quiero que nuestro hijo tenga que pasar por ella —mis ojos se inundan de lágrimas.
Pero me quedó de piedra en cuanto a su reacción, había esperado cualquier cosas menos eso.
Dos meses antes...
[Isaac]
Golpeó con algo de fuerza el saco frente a mí, la melodía de Pink de Aerosmith me hace compañía. La tarareo mientras sigo golpeando sin parar el saco.
Le doy vueltas a las palabras de Leroy e intento entender todo lo que me confesó hace una semana atrás. No se lo he mencionado a Pecas, no creo que este preparada para saber que ese hombre que cree su tío, en realidad es su padre. Y quien ha creído toda su vida que era su padre, en realidad es su tío. Demonios. Todo esto es una mierda.
Será un golpe duro para ella y prometo estar a su lado cuando eso pase. La protegere. Pero aún no es el momento, ni siquiera ha logrado superar la mierda que vivió junto al hijo de puta de Marshall.
Vuelvo a dar golpes al saco y sigo disfrutando de la melodía de Pink. Mañana será mi cumpleaños y mis padres quieren hacer una reunión. Aunque me he negado —dado las circunstancias en las que estamos— no han dejado de insistir. Que no todos los malditos días se cumplen veinte jodidos años y bueno no me queda de otra que aceptar.
De todas maneras terminaré de festejar mi cumpleaños en Los Ángeles, ya que debo viajar para la final pasado mañana. Mi plan de llevarme a Pecas conmigo sigue en pie y no pienso dar marcha atrás. No daré mi brazo a torcer en cuanto a esa decisión y menos con lo que viene sucediendo.
El cabron de Marshall esta al acecho, esperando la oportunidad de llevársela y no dejaré que lo haga. Por supuesto que no. Se acabaron sus planes de imponerle miedo y que ella haga lo que él desea. Ya no, ahora me tiene a mí y pienso cuidarla.
Golpeó con un poco más de fuerza el saco y tarareo la letra de In the end de Linkin Park que comienza a reproducirse. Sigo sin poder creer que Chester se ha ido, que mi ídolo ha muerto. Demonios.
Alguien me quita un auricular y volteo a verle de una manera amenazante. Josh levanta las manos a modo de rendición, mi cara debe de ser todo un poema. Sólo con verla sabe lo que pienso y fue algo como: "Vuelves a quitarme los putos auriculares y te asesinó Brant." Y no niego haber pensado eso.
Levanto una de mis cejas en un gesto interrogante —¿Qué sucede? —curioseo y caminó hacia la banca donde se encuentra mi botella de agua. La bebo toda casi de un sólo trago.
Me quitó los guantes y las vendas. Me siento para descansar un poco y así poder saber que quiere Josh.
—Lindo tatuaje. ¿Es nuevo? —señala el tatuaje en mi antebrazo, el cual me hice junto a Pecas.
Asiento —Me lo hice hace una semana Brant. ¿Y recién le notas? —sonreí y negué con mi cabeza divertido.
Suelta un bufido —No prestó atención a esas mierdas que te haces —réplica—, Pero no he venido por lo del tatuaje Blaire, sino por la pelea final —advierte severo, esto se le había hecho costumbre—. Te quiero cien por ciento concentrado en la pelea, recuerda que no será más fácil. Es la final de uno de los campeonatos más famosos de todos los tiempos, no cualquiera llega tan lejos como lo has hecho tú —me sermonea como de costumbre y por mi parte finjo prestar atención a sus palabras.
—¿Terminaste? —bromeo y por su parte me mira con ganas de asesinarme—. Entiendo todo lo que has dicho Brant, estoy listo. He soñado con esto los últimos malditos dos años y al fin lograré demostrar que esto es lo mío. Que llegué hasta aquí para no irme jamás —sonreí arrogante.
Rueda sus ojos —Pero jamás dejarás de ser un arrogante de mierda —se queja mientras se pone de pie—, Vete a casa y descansa —me ordena—, Mañana te daré el día libre, sólo porque es tu cumpleaños y mereces un día de descanso —me regala una sonrisa—. Pero en cuanto estemos en Los Ángeles seré muy exigente, entrenaras hasta el día de la pelea —advierte con una sonrisa siniestra. Cabron.
Me levanto de mi lugar —Vete a la mierda Brant —le espeto divertido y le muestro mi dedo corazón.
Suelta una carcajada y camina hacia su oficina. Guardo mis cosas en mi bolso y luego caminó a las duchas. Mi cuerpo pide a gritos una relajante ducha.
(...)
Pecas se recuesta en mi pecho con su respiración agitada, yo estoy igual. Le he hecho el amor en cuanto estuvimos sólos en la intimidad de mi habitación, no he podido resistirme.
Acaricio su espalda con suavidad y siento las cicatrices que están allí. Lo bueno es que no ha tenido pesadillas las últimas semanas, parece que de a poco esta superando toda esa mierda. Ya era momento de que lo hiciera, de que fuera feliz.
Sonrío sin poder evitarlo y beso su frente —¿Ya te he dicho lo mucho que te quiero y lo loco que me vuelves? —ronroneo sin dejar de acariciar con suavidad su espalda.
Su pecho vibra ante su risa y la siento negar con la cabeza —Hace millones de años que no me lo dices —levanta su cabeza de mi pecho y hace un puchero de lo más gracioso.
Rio con fuerza y beso la punta de si nariz —Bueno te quiero muchísimo y logras que pierda la puta cabeza por ti. Me vuelves loco con tus bellas pecas —devoró sus labios como a mí me gustan.
Se vuelve a acurrucar en mi pecho y ambos nos entregamos a los brazos de Morfeo.
(...)
Me observo en el espejo por enésima vez, mi madre me ha convencido de usar un traje para mi fiesta —con lo que a mí me gusta usarles—. Ya que será en un bello salón en el centro de Londres.
Acomodó la corbata y peino mi cabello. La puerta se abre dejándome ver a mi hermosa chica con un vestido azul marino ajustado al cuerpo —el cual deseo arrancarle con lo dientes, pero me contengo de hacerlo—.
—Estas preciosa —admito y beso sus labios.
—¿Estás listo? —pregunta y asiento—. Bien, porque nos están esperando abajo. Bueno te están esperando a ti, que eres el que más ha demorado —ríe ante sus palabras.
Entrelazo mis dedos con los suyos y ambos bajamos para ir de una buena vez a ese lugar.
(...)
Se nota que mi abuela Eloise se encargó de la decoración, tiene su toque. Ella sabe lo que hace.
Saludo a mis familiares y algún que otro amigo de la familia al que han invitado. Pido una cerveza bien fría, odio el champagne y el vino.
Algunas personas bailan en la pista, mi hermana juega con Oliver y sonrío al verles. Se ven demasiado monos juntos.
Busco con la mirada a Pecas, pero no la encuentro en el salón. ¿Dónde se habrá metido? Me apetece bailar con ella.
—Ha ido a los lavados —dice una voz conocida a mi lado.
Volteó a verle y asiento —Me alegra que hayas venido Leroy —confieso con una pequeña sonrisa.
Sonríe —Gracias por invitarme —dice—. Y también gracias por cuidar de mi hija, ella tiene suerte de tenerte a su lado —admite en un susurro.
—Yo soy el que tiene suerte, es maravillosa —bebo de mi cerveza.
Asiente a modo de respuesta, me disculpo con él y me dirijo a los lavados a buscar a Pecas. No puedo estar demasiado lejos de su lado.
Pero me quedó de piedra ante la escena frente a mis ojos, Marshall la tiene sujetada de los brazos y acorralada contra la pared. ¿Cómo ha logrado entrar aquí este hijo de puta? Maldito.
—¡Quita tus putas manos de ella cabron! —amenace con toda la cólera.
Por su parte sonríe de forma siniestra y puedo ver el terror en los ojos de Lina. Y eso logra que pierda el puto control.
(...)
¡Hola! ¡Hola! ¿Cómo estáis? Espero que bien cielines :3 Peronen la demora con el capítulo UnU No podía escribir nada, tenía un bloqueo que ni se imaginan. Pero aquí estoy. ¡No he muerto aún! XD Espero os guste el capítulo. Queda muy poquito para qur esta historia llegue a su fin UnU Pero ya podéis encontrar en mi perfil "Salvame" la historia que tratará sobre Amber la hermanita de Isaac. Espero le den muchísimo amor 💕💕💕
Espero sus ☆Sus comentarios ♡ Sus opiniones hacia el capítulo ♡
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En multimedia os dejó como se ve Isaac en traje aljsjagsjshs 💕 Os amo
Os mandó un abrazo enorme :3
¡Nos estamos leyendo!
—Vicky—
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