Quattordici.

[Lina]

Maratón 2/2

Un mes, un puto mes había pasado. Un mes desde que estaba en este maldito infierno, un mes desde que había sido vendida a él.

Un mes desde que era abusada y nada podía cambiarlo. Una sonrisa amarga se adueña de mi rostro y unas lágrimas traicioneras lo mojan.

Me sentía peor que la mierda, sentía que ya nada podía cambiar. Que de ahora en adelante esta era mi vida y que nadie podría ayudarme a cambiar el hecho de que sería prisionera en este maldito infierno.

Limpié mis lágrimas y acerqué más mis piernas a mi pecho. No salía de la habitación, mis ganas de huir se habían esfumado. Tampoco me permitía hablar con las personas que trabajan para él y menos aún se los permitía a ellos.

Las encargadas de la limpieza de las habitaciones me miraban con demasiada pena, pero tampoco hacían algo por sacarme de aquí y supongo que también temían a Kirk.

Mary era quien se encargaba de traerme la comida y es la única que en algunas ocasiones intentaba entablar una conversación conmigo.

Era una mujer de cabello castaño, alta, delgada y de aproximadamente unos cincuenta años. Era muy amable conmigo, pero la amabilidad no ew lo que necesitaba en estos momentos.

La puerta es abierta y tras ella aparece Mary. Consigo trae el almuerzo, aunque no tenía ganas de probar bocado.

—Hola, pequeña —me saluda, cierra la puerta y luego camina hacia la cama con la bandeja en las manos—. Espero comas todo, he notado que apenas si pruebas bocado —confiesa.

—No me apetece comer —masculle.

La vi negar con la cabeza y luego sentarse frente a mí.

—Debes estar fuerte si quieres que te ayude a salir de aquí —me mira con seriedad—. Te ayudaré, pero deberás comer todo lo que te traiga, no permitiré que siga lastimandote. No puedo ser testigo de ello, no lo soporto —sus ojos se humedecen al soltar esas palabras.

Y por primera vez en un mes sonreí, me lancé a sus brazos y lloré de felicidad al saber que sería libre. Sabía que ella no era como los demás, cumpliría su promesa de llevarme lejos.

—Gracias —agradecí.

Y ojalá todo hubiera salido como se suponía, ojalá Mary no hubiera sufrido las consecuencias de querer ayudar a alguien como yo.

(...)

Seguí observando la puerta por la cual salió, no entendía su actitud. Estábamos bien hace un momento y de la nada todo había cambiado. Él se fue molesto y no sabía si había hecho algo para que se fuera de ese modo.

Mi móvil vibró sobre la mesa, lo tomé entre mis manos y vi que se trataba de una llamada de Lance. ¿Ahora que sucedía de nuevo?

—¿Qué sucede? —pregunté y volví mi vista hacia la puerta, sintiendo una pequeña punzada en el pecho.

—¿Podrías venir más tarde a tu sesión? —responde con una pregunta.

—Sí. ¿Hay algún problema? —mi tono era de preocupación.

—Nada grave Lin, sólo que a mi hermana se le ocurre pedirme a último momento que la acompañé a la ecografía del bebé —bufa—. ¿Entonces no tienes problemas de venir más tarde? —repite la pregunta.

—No tengo problema, Lance —aseguró.

—Estupendo, nos vemos luego —se despide y corta la llamada.

Guardo mi móvil en el bolsillo de mis jeans y me levanto de mi asiento. Es hora de ir a mis siguientes clases y olvidar por un momento la extraña actitud de Isaac.

Camino hacia afuera de la cafetería y me dirijo a mi siguiente clase.

(...)

Estoy esperando por Madi, me apoyo en la puerta del copiloto y observo a los estudiantes salir de la universidad.

No logré verle y disculparme por lo que sea que haya hecho. Porque de verdad no entiendo que hice, cierro mis ojos un momento. Pero a mi mente vienen recuerdos que quiero enterrar en los más profundo de mi mente, recuerdos que quisiera eliminar. Joder. ¿Cúanto demorará Madi? Realmente no quisiera estar sola mucho más tiempo, no es bueno en absoluto.

Pasado...

Sentía un gran alivio al saber que Mary me ayudaria a escapar de este infierno, al fin sería libre. Podría buscar a mi tío y pedirle ayuda. Es la única persona a la que podía recurrir y sabía que podía estar a su lado.

Hoy sería el día de la huida, con Mary lo hemos planeado por una semana este plan. Todo debe salir a la perfección y Kirk no puede sospechar. Estoy esperando que ella venga y así salir pitando de este infierno.

Hemos decidido que sería en la noche, es el momento ideal. Y ya casi era la hora de ejecutar lo que teníamos planeado. La puerta se abrió y tras ella apareció Mary. Me sonrió y me indicó que la siguiera. Caminamos en silencio y con sumo cuidado. No queríamos alertar a nadie de lo que teníamos pensado hacer.

Bajamos las escaleras y nos dirigimos a la puerta trasera de la mansión. Mary abrió la misma y en silencio ambas salimos. Al fin sería libre y una alegría indescriptible me recorría.

Corrimos hacia su auto, me escondí en la parte trasera del mismo y me tape con una gran manta. Ella encendió el motor y comenzó a andar hacia la salida del lugar.

Pero de la nada el auto paro en seco, mierda.

—No hagas ruido, saldremos de aquí —susurró.

No respondí, pero ella sabía a la perfección que la había escuchado. Sentí los pasos de alguien acercándose al vehículo y luego unos suaves golpes en el vidrio.

—¿Ya te vas, Mary? —esa era su voz. Joder, no podía habernos descubierto. Habíamos sido precavidas, lo sé.

—Se me estaba haciendo algo tarde Señor Marshall. ¿Necesitaba algo más? Porque si es así puedo quedarme el tiempo que sea necesario —su tono era seguro y agradecía que fuera así. Él no podía sospechar nada de lo que teníamos planeado, no deseaba regresar allí.

Escuché su repugnante risa y eso no me gustó para nada.

—Odio a las personas como tú, mentirosas. ¿Pensaban que no me daría cuenta? —preguntó en un tono hostil—. ¿De verdad lo pensaban? ¡RESPONDE! —gritó con furia y escuché que la puerta del piloto era abierta.

No.

No.

No.

Oí el sonido de un disparo y mi corazón se detuvo.

El ruido de la puerta trasera siendo abierta me devolvió a la realidad, luego las manos de alguien quitaron la mata que me cubría y me arrastró fuera del vehículo.

Mary yacía en el suelo sin vida, ahogue un grito y llevé mis manos a mi boca.

—Esto pasa cuando me traicionan —espeta duramente.

—¡La mataste! —vocifere con cólera, de repente sentía una extraña valentía. No sé si era por ver a Mary sin vida o el hecho de que él fuera tan hijo de puta.

Me agarró con fuerza del cabello y me obligó a verle.

—¿Cuántas veces debo decirte que me perteneces? ¡Eres mía, demonios! ¡Nadie puede arrebatarte de mi lado! ¡Y quien lo intente correrá la suerte de Mary! ¡¿Lo entiendes?! —me gritó con molestia—. ¡Y voy a lograr que me ames! ¡Vas a amarme! —advierte y me arrastra hacia dentro de la mansión.

Puedo ver como los encargados de la seguridad se llevan su cuerpo, pero lo que notó no es dolor en sus miradas por lo sucedido, sino satisfacción. Ellos son igual o peor que su jefe.

(...)

—Ella fue la única que se interesó por mí —comenté—. Y por intentar ayudarme, él la asesinó —musite aguantando el llanto que amenazaba con salir.

Acabo de volver a relatar su muerte y me sigue atormentado como el primer día. Lance se sabe la historia de memoria, pero aún así me ha pedido que le cuente todo nuevamente. Sé que Clive le ha contado de todos mis episodios de la semana, de como me despierto luego de revivir cada puto recuerdo. De como me siento al volver a ese infierno y los estragos que hacen en mí.

Estoy rota y no hay nada ni nadie que pueda cambiarlo. Jamás podré olvidar, nunca podré tener una vida normal.

Tapó mi rostro con mis manos y me dejo hundir en mi miseria. Sus brazos no demoran en rodear mi cuerpo, escondo mi rostro en su pecho.

—Sabes que serás feliz —asegura, él siempre adivina lo que pasa por mi mente—. Te lo he dicho muchas veces Lin, él ya no puede hacerte daño —me obliga a levantar mi rostro.

—Me gustaría creerte —susurre.

Y de verdad quisiera hacerlo, pero lo sé; Kirk regresará tarde o temprano.

(...)

Me miro en el espejo otra vez, ya me había cambiado para ir a la pelea de Isaac. Aunque él se haya enojado -por alguna razón que desconozco- yo le di mi palabra de que iría a verle y lo cumpliré.

Madi me ha convencido de usar un vestido plateado, es justo en la parte de arriba y suelto en la falda. La cual llega por debajo de mis rodillas, es bastante elegante.

Mi amiga dice que así van todos a ese tipo de eventos, muy -demasiado- elegantes. Me ha maquillado un poco y mi cabello esta recogido en un moño. Esta algo corto, pero eso no impidió que Madison hiciera su magia.

La puerta es abierta y Clive aparece tras ella.

—Estas preciosa —me halaga mientras sonríe—. ¿Estás lista? Porque Madison nos esta esperando en el auto —pregunta.

—Sí, ya estoy lista —sonreí.

Tomo mi bolso de encima de la cama y camino hacia la puerta de la habitación. Estoy algo nerviosa, jamás he ido a estos tipos de eventos y la verdad odio la violencia.

Subo en los asientos traseros y Clive le da vida al motor.

Madison esta preciosa, su cabello castaño se encuentra recogido en un moño muy elegante. Lleva puesto un elegante vestido negro, largo hasta los tobillos. Sus ojos almendrados me observan y una sonrisa curva sus labios, esta admirando el trabajo que ha hecho en mí.

(...)

Hemos entrado al lugar y me he quedado asombrada de lo enorme que es. Y también hay demasiadas personas muy elegantes, se ve de lejos que tienen mucho dinero.

Buscamos nuestros asientos, los cuales están en la primera fila, cortesía de parte de Isaac.

Nos sentamos en nuestros respectivos lugares y observé con atención el cuadrilátero frente a mí. Me pone de los putos nervios y no sé bien porque.

Se escuchan los murmullos en todo el lugar y los gritos eufóricos del público femenino.

De repente las luces se apagan y sólo una enfoca al cuadrilátero. En el aparece un hombre bastante alto, desde mi lugar da esa sensación. Enfundado en un smoking muy elegante, su cabello negro perfectamente peinado.

—Buenas noches damas y caballeros. Todos han venido a disfrutar de una de las peleas más esperadas del año —empieza a hablar por el micrófono—, Porque de verdad lo han esperado. ¡Estas dos máquinas de pelea están aquí para lograr llegar a las finales del Campeonato de Peso pesado Júnior! —los gritos del público no se hacen esperar y menos el femenino—. ¡Pero hay que presentarlos! En esta esquina con una altura de 1,75 metros y un peso de 91 kilos. ¡Damon"La bestia" Ainswoth! —grita eufórico el hombre en el micrófono y señala a su derecha.

Los gritos del público femenino no se hacen esperar y llenan el lugar.

La melodía de una canción que desconozco comienza a sonar y por donde señaló antes el hombre, aparecw la figura imponente de la Bestia.

Y realmente le favorecía que le llamasen de esa manera, aunque su altura no era demasiada; imponía miedo. Y sí, parecía una enorme bestia.

—Isaac no tendrá oportunidad con él, lo matará, realmente es descomunal —le susurre con miedo a Madi.

La vi negar y luego sus labios se curvaron hacia arriba.

—Verás que mi sobrino lo hará trizas y entenderás luego porque tiene el nombre que oiras a continuación —sus ojos se iluminaron al decir aquello.

Volví a observar al chico que estaba sobre el cuadrilátero, se había quitado su bata, dejando al descubierto su cuerpo lleno de tinta. Su cabello negro estaba perfectamente peinado, largo arriba y rapado al cero en los lados. Sus ojos verdes observaban al público y una sonrisa cargada de arrogancia se adueñó de su rostro.

Arrogante de mierda.

Coincido contigo.

—Ahora vamos con nuestro otro contrincante —habla el hombre del micrófono captando la atención del público—. En esta otra esquina, con una altura de 1,80 metros y un peso 87 kilos. ¡Isaac "la demoledora" Blaire! —volvió a gritar eufórico como la primera vez, pero esta vez señaló a su izquierda.

La melodía de Into the fire de Asking Alexandria -y la conozco a la perfección porque Madison no ha dejado de escucharla desde que se hizo viral la nueva canción- retumbo en todo el lugar y como era de esperarse otra vez los gritos del público femenino no se hicieron esperar.

—¡Cásate conmigo, Blaire! —gritó una mujer a mis espaldas.

Desgraciada.

Touche.

Y ahí mis ojos fueron a parar a él, subió al cuadrilátero y se quitó su bata. Admirar sus tatuajes se había convertido en mi pasa tiempo favorito, cuando lo observaba entrenar no podía evitar admirarles y quedar embobada con cada uno de ellos.

Sus ojos azules como el cielo se posaron en mí y una hermosa sonrisa se adueñó de su rostro.

—Ahora entenderás porque le llaman la demoledora Blaire —me susurra Madi en mi oído.

Y deseaba con todas mis fuerzas que él ganase y que en lo posible, saliera lo más ileso.

(...)

¡Hola! ¡Hola! ¿Cómo estáis cielines? Perdonen la tardanza con el capítulo ;-; No tengo perdón de Dios... Pero para compensarlo mañana subiré capítulo :3

Os quiero contar que Toxic tal vez consista de treinta a cuarenta capítulos como máximo. Lo que quiere decir que estamos a mitad o menos de la mitad de la historia. Aún faltan muchísimas cosas por contar... también cosas por saber de Lina, como fue que Clive la salvó y ciertas cosillas más.. También como es que Isaac comenzó en el boxeo, en el porque parece que Ethan no lo acepta... Tengo tantas sorpresas para vosotros en ser historia y el también el porque del título...

Espero os haya gustado el cap

Espero sus ☆ Sus comentarios ♡
Sus opiniones hacia el capítulo ♡

Os gusta la portada actual? Porque si no os convence o no os gusta podemos cambiarla ^^

En multimedia os dejó el video de Into the fire de Asking Alexandria

Recuerden que hay grupo de Facebook...

Grupo de Facebook: Lectores Vicky (Wattpad)

Os mandó un abrazo enorme :3

Nos leemos mañana...

—Vicky—