Dodici.

N/A Quiero dedicar este capítulo a una persona maravillosa y escritora espectacular de aquí de Wattpad. Que con su permiso mencioné una frase de uno de sus libros 💕  Y espero que vosotros se paséis por ellos :3 corazondhielo31  Gracias por todo tu amor y por compartir tus historias con tus lectores. Y gracias otra vez por dejarme mencionar una de tus frases 💕

Ahora sí prosigan a leer el capítulo :3

Dodici:

[Lina]

Siento mi cuerpo demasiado adolorido, por intentar escapar, él me golpeó hasta que sintió que era suficiente. Y eso sucedió hace dos días y aún me sigue doliendo hasta el alma.

Sigo sin poder creer que mi padre me haya hecho esto, que me haya llevado a ese lugar para terminar en manos de este cabrón.

Me levanto con mucho cuidado al baño, camino lentamente hacia el mismo. Me sorprende ver lo que el espejo me devuelve, no me reconozco en absoluto. ¿Quién diría que terminaría en un lugar como este? ¿Qué acabaría en manos de un hijo de puta? ¿Es que acaso jamás seré feliz?

Lavó mi rostro, al menos esta vez no me arden los pequeños cortes que hay en el. Apoyo mis manos a cada lado del lavado e intento no derrumbarme. Necesito ser fuerte si quiero escapar y no me rendire hasta lograrlo.

Escucho la puerta de la habitación ser abierta y luego sus pasos hacia donde me encuentro. Todo mi cuerpo tiembla al saber que se encuentra detrás de mí, mis ojos se humedecen y todo mi autocontrol se va por el caño. Comienzo a sollozar y siento como el maldito miedo se apodera de todo mi ser.

No quiero girar y verle. No puedo dejar que me vea en este estado y que sepa el miedo que me causa. De repente sus brazos me rodean y siento como su cabeza se apoya en mi espalda.

Lamento lo de la otra noche pequeña, de verdad lo lamento —susurra en un hilo de voz, pero dudó que lo sienta—. Pero cuando vi que intentabas escapar de mí, me asuste y perdí el control, no era mi intención lo que sucedió después —su voz cambia a una de enojo, carajo.

Mis lágrimas empapan mis mejillas y todo mi cuerpo tiembla. Estoy asustada hasta la mierda y temo que si digo algo vuelva a lastimarme.

Me gira sobre mi eje y me obliga a verle.

¡Esperé tanto por tenerte conmigo! ¡Demonios! —estalla—, ¿Y tú intentas escapar? —toma sin ningún cuidado mi rostro entre sus manos—. La primera vez que te vi, me cautivaste y desde entonces deseé que fueras mía —una sonrisa se adueña de su rostro.

Odio que sonría de esa forma, me da muy mala espina. Apartó sus manos de mi rostro e intento alejarme. Pero él es más rápido y me toma de la cintura con fuerza.

Forcejeo intentando escapar de su agarre nuevamente, pero su fuerza es mucho más que la mía y sin pensarlo escupo su rostro. No proceso lo que hago, porque una valentía repentina me invade.

¿Qué hice? Joder.

Sus ojos miel me observan con demasiada rabia y sin pensarlo mucho golpea con fuerza mi rostro.

¡Ahora aprenderás a respetarme!  ¡Te haré mía! —advierte con convicción.

No.

No.

No.

Me sujeta con fuerza del cabello y me tira sobre la cama...

Me despierto sudada después de gritar con desesperación, miro todos los rincones de la habitación en busca de algo o alguien. Mis sollozos no se hacen esperar y las lágrimas recorren mis mejillas.

Apoyo mi espalda en el respaldo de la cama y llevo mis piernas a mi pecho. Me muevo de atrás hacia delante varias veces. Intento respirar, pero siento que no puedo. El aire comienza a faltarme, escondo mi rostro entre mis brazos y me dejo derrumbar como cada noche que recuerdo el infierno que viví durante dos años.

Porque aunque quiera, jamás podré olvidar el daño que me hizo, por más que Lance -mi psicólogo- se empeña en que lo haga; es imposible que lo logré.

La puerta de mi habitación es abierta y tras el umbral la figura de Clive me observa preocupado. Camina con cuidado hacia la cama, se sienta y sus brazos no tardan en acercarme a su pecho.

Escondo mi rostro una vez que estoy a su lado y lloro con fuerza. Él apoya su barbilla en mi cabeza y acaricia con delicadeza mi cabello.

—Tengo tanto miedo —admito entre sollozos—. Él prometió que volverá Clive y sé que lo cumplirá, regresará —me aferró más a su cuerpo.

—No lo hará Lina, no podrá acercarse a ti mientras yo esté contigo —asegura con firmeza—. Estas a salvo aquí, no volverá a hacerte daño, cariño —susurra.

Y de verdad me gustaría creer en sus palabras, pero sé que no será así. Kirk Marshall siempre obtiene lo que quiere y es intocable. Y vendrá por mí y no quiero que los lastime a ninguno, no deseó perder a nadie más.

Cierro mis ojos e intento dejar que los brazos de Morfeo me lleven al mundo de los sueños, esperando que esta vez no regresé al infierno de donde salí.

(...)

Luego de que Clive me consolorá, logré dormir un poco. Tuve suerte de no volver a tener pesadillas y agradezco que fuese así.

Le doy un sorbo a mi taza de té, mañana en la noche es la pelea de Isaac y accedí a ir.

Cuando se lo mencioné a Madison, puso el grito en el cielo. Se emocionó demasiado y dijo que me buscaría el vestuario perfecto para ir. Carajo, debí no decir nada.

—¡Nunca invoques al diablo, cuando ni siquiera sabes rezar! —chilla Madi desde su lugar.

Pego un pequeño salto en mi lugar, la miro con severidad. Demonios. ¡Me ha dado un susto de muerte!

—¿Se puede saber que te sucede? —inquiero mientras le doy una mordida a mi tostada.

—Es que estoy leyendo la mejor trilogía del mundo. ¡Amo Corazón de fuego! Es el tercer libro de la misma. ¡La escritora es la puta ama! —exclama eufórica.

—¡Ese vocabulario Madison Beckett! —le reprende Eloise.

—Lo siento mamá —se disculpa—. Pero es la verdad, no he leído una mejor historia que esas má. ¡Lin debes leerla! Cuando pueda instalare en tu móvil la aplicación de Wattpad y podrás echarle un vistazo —sonríe de oreja a oreja.

Suelto un pequeño suspiro.

—Sabes que no tengo cabeza para esas cosas aún, Madi —admito.

—Es por eso que la necesitas, debes comenzar hacer tu vida como cualquier chica de tu edad y recuperar el tiempo —me reprende.

Ojalá fuera así de fácil, ojalá lo fuera. 

—Clive me contó de tu episodio de anoche —interviene Eloise, tratando de dar por zanjado el tema de los libros—. ¿Quieres que te llevé a ver a Lance esta tarde después de la Universidad? —pregunta con amabilidad.

—Yo puedo llevarla, mamá —se ofrece Madison.

—Creo que me haría bien ir con él hoy —sonreí, aceptando que lleven.

Ambas asienten y seguimos con nuestro desayuno. Clive no se encuentra, ha salido muy temprano en la mañana. No pude agradecerle por lo de anoche, aunque sé a la perfección que no lo necesita.

(...)

Camino hacia la salida del edificio, mis clases ya habían acabado y ahora podía ir a lo de Lance. Necesitaba hablar, aunque eso lo hago siempre que voy.

Él siempre me dice -bueno intenta que lo entienda- que Kirk ya no puede dañarme. Que ahora estoy segura en casa de los Beckett. ¿Pero es así? ¿Estoy a salvo? ¿Él no puede volver a dañarme? Tengo mis dudas sobre ello y desearía que no fuese de ese modo. Daría lo que fuera, para ser alguien mejor y no ser una mercancía dañada.

Diviso la figura de mi amiga junto a su auto y con ella se encuentra Andrew. Ambos se ven felices, el uno junto al otro, son la pareja perfecta; de eso no hay duda.

Al llegar junto a ellos, Andrew se despide de ambas y así nosotras emprendemos viaje hasta el consultorio de Lance.

(...)

—Clive me llamó esta mañana y me comentó del episodio de anoche —comenta con tranquilidad, mi psicólogo—. ¿Quieres contarme que pasó en la pesadilla? —pregunta cauteloso, supongo que teme que vuelva a negarme y ya no hablé.

Trago con dificultad e intento que las lágrimas no salgan de mis ojos.

—Recordé la primera vez que abusó de mí... —paro de hablar en cuanto las palabras salen de mis labios—. Fue después de que intente escapar la primera noche —expliqué.

—¿Sabes que él no puede volver a dañarte, cierto? —me mira con seriedad.

Quisiera creer en tus palabras, Lance.

—Lo sé, pero no puedo evitar recordar el infierno que viví junto a él, no es tan fácil Lance, de verdad no lo es —masculle.

Nadie podía entender que de un día para el otro olvidaré dos años en donde mi vida fue un tormento. Aunque no quiera esos recuerdos, me acompañarán el resto de mi patética existencia y nadie puede cambiarlo. Ni siquiera yo, puedo hacerlo por completo.

Lo veo levantarse de su lugar y sentarse junto a mí en el gran sofá. Toma mis manos entre las suyas y las aprieta con delicadeza.

—Yo estoy aquí para que puedas olvidar todo eso Lin y lo sabes —asegura convencido.

Me rodea con sus brazos y me siento segura un momento. Lance no sólo era mi psicólogo, también era mi amigo y se había convertido en uno durante estos meses.

(...)


¡Hola! ¡Hola! ¿Cómo estáis? Espero que bien :3 Aquí tenéis un nuevo capítulo ^^ Espero os guste. De a poquito vamos conociendo más de lo que Lina sufrió... De a poquito.

En multimedia os dejó a Lina 💕

Bien, en mi perfil podrán encontrar un libro -apartado- de recomendaciones. Ayer lo publiqué, recomendare libros que me han gustado y también aquellos que para mí  merecen ser reconocidos ^^

El libro que mencionó Madison, lo podéis encontrar aquí en Wattpad ^^ Debéis empezar con Corazón de hielo primero :)

Espero sus ☆ Sus comentarios ♡
Sus opiniones hacia el capítulo ♡

Espero os esté gustando la historia de verdad :)

Los quiere

Vicky


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