3O; DECISIÓN
❝DECISIÓN❞
Goeun se encontraba en la cocina con la mirada perdida, sin poder dejar de recordar lo sucedido en la madrugada. Las palabras de Jungkook que rompieron su corazón, matando cada ilusión de que pudiera sentir lo mismo que ella.
No entendía. No podía comprender cómo era que en el tiempo que llevaban juntos, este seguía amando tan intensamente a Heekyung, y cómo ella pudo llegar a creer que estaba logrando corresponderle.
Siempre se había sentido insuficiente y ahora eso había regresado con más intensidad. No quería volver a llorar como en la madrugada de manera silenciosa para no despertar a Jungkook, mucho menos cuando estaban todos levantándose y temía que pudieran darse cuenta.
El sonido de un plato siendo apoyado la hizo sobresaltar y al ver el sándwich sobre este, levantó la mirada encontrándose con la café de Jin, que le regaló una media sonrisa.
—Come —dice volviendo a acercarse a la mesada para buscar el suyo.
—¿Kim Seokjin haciéndome el desayuno? Inesperado —trata de reír.
—No le digas a los demás.
—Prometido.
—¿Cómo está Yeji? —carraspea la garganta y desvía la mirada a causa de los nervios.
—Mejor. ¿No has hablado con ella? —pregunta confundida antes de darle un mordisco.
—La verdad es que no. Ya ha dejado de responderme los mensajes. Quiero creer que es porque está ocupada y no porque piensa que soy otro idiota —hace una mueca—. ¿En serio está mejor?
—Sí, también he hablado muy poco con ella porque está ocupada con algunas presentaciones —explica logrando que Jin sonría a medias por el alivio—. ¿Quieres que hable con ella?
—No, no es necesario, pero gracias —toma una bocanada de aire y apoya la barbilla en la mano—. Sé que lograré que ella me dé la oportunidad de demostrarle que realmente me gusta. Además, ¿quién puede resistirse a mí? —bromea logrando que Goeun ría.
—Y volvió Seokjin.
—Era necesario porque ya es suficiente con tenerte a ti con esa cara...
—Buenos días.
Al escuchar esa voz masculina ambos voltearon a ver a Jimin, que se acercaba a la nevera para sacar una botella de agua y al ver a ambos con el desayuno, frunció el ceño.
—¿Y el mío?
—Bien, continuaré con el videojuego —dice Jin, tomando su plato con el sándwich para salir de la cocina.
—¿Te preparó el desayuno y a mí no? —pregunta indignado.
—Puedes comerlo —le acerca el plato llevándose una mirada de sorpresa—. La verdad es que no tengo mucho apetito.
—¿Y Jungkook?
—Debe seguir durmiendo.
Jimin notó como escuchar ese nombre provocó que hiciera una mueca y al ver las grandes ojeras que había bajo sus ojos cafés hinchados, sintió una presión en su pecho como también mucha curiosidad de saber qué sucedió entre ambos.
Sin poder evitarlo se acercó dejando la botella de agua a un lado del plato, para luego llevar la mano a su barbilla y conectar sus miradas.
—¿Me dirás qué sucede? No me gusta verte de esta manera y lo sabes.
—¿Por qué siempre todo se tiene que ir al carajo con él? —pregunta frustrada con su mirada nublada por las lágrimas.
—Oh, ven aquí.
Sin dudar la envolvió en sus brazos sintiendo como ella esta vez se aferraba a él, por lo que la apegó más a su pecho, aspirando su dulce aroma.
La fémina necesitaba que en aquel abrazo le transmitiera calma, ganas de volver a estar bien, esa tranquilidad de que todo va a pasar, que ese dolor va a desaparecer. Necesitaba esos abrazos que le daba antes que la renovaban, que la llenaban y la dejaban con ganas de vivir en sus brazos.
Mientras que Jimin no quería soltarla porque últimamente desde que veía sus ojos cafés apagados, sentía ganas de abrazarla y no soltarla más, pero la voz de su cabeza le repetía que ella no pensaba como él, ni sentía lo mismo cuando estaba en sus brazos. Aún así, quería arrancarse un pedacito de sí mismo y dárselo con la ilusión de que así se sintiera mejor cuando ya no estuviera a su lado.
—Todo va a estar bien.
—Eso espero —sorbe su nariz separándose un poco.
Este al ver las lágrimas aún brotar, hizo una mueca pasando sus pulgares para limpiarlas, sintiendo como se perdía en ella, pero aún así intentaba luchar con el impulso que empezaba a nacer. Pues, sabía perfectamente que no era correcto en ese momento y, mucho menos lo era por el caos que podría provocar.
Al escuchar unos pasos ambos se sobresaltaron, principalmente Goeun, que dio un paso hacia atrás al ver que se trataba de Jungkook, el cual tenía las facciones endurecidas y las manos empuñadas.
Como siempre vestía de negro y llevaba puesta la capucha de su campera que, aún así, permitía ver algunos mechones de cabello húmedo que caían en su frente, ya que se había dado una ducha para así recomponerse aunque sea un poco de la resaca.
—Oh, hasta que despiertas —habla Jimin, tratando de esconder sus nervios—. ¿Cómo te sientes?
—¿Qué haces aquí?
—Sólo...vine a buscar agua —toma la botella de agua para enseñársela.
—Bien, ya la tienes así que puedes dejarme a solas con mi novia —sonríe cínico sin mostrar los dientes.
Goeun abrió los ojos a la par por la sorpresa que le generaba el que le hablara así, mientras que Jimin asintió y miró por una última vez a la castaña antes de salir de allí, sintiendo en todo momento la penetrante mirada de Jungkook, la cual lo ponía nervioso.
El pelinegro en cuanto vio la puerta cerrarse suspiró acercándose a Goeun, preguntándose qué fue lo que sucedió en la noche. Pues, sólo recordaba pequeños fragmentos como si hubieran discutido, pero no podía recordar cómo fue que llegó y cómo fue que terminaron durmiendo juntos.
En la mañana cuando la vio dormir a su lado se sobresaltó, pero aún así después se aferró a ella volviendo a dormir, hasta que al despertar no la vio a su lado y decidió darse una ducha tratando de recordar.
—¿T-Te sientes bien? —titubea nerviosa jugando con las mangas de su chaqueta.
—Me duele la cabeza y no logro recordar cómo fue que llegaste, si te llamé o...
—Yo decidí venir porque apagaste tu celular.
—Oh, está bien —se acerca a paso lento sin quitarle la mirada de encima, logrando que se tense y dé un paso hacia atrás, hasta que choca contra la pared—. Discutimos, ¿no es así?
—Ya no importa. Deberías tomar algo para el dolor de cabeza.
—¿Hice algo? —Goeun negó con la cabeza por lo que este la tomó de la barbilla para que lo mire. En ese momento confirmó que sí lo hizo, porque si no fuese así, no tendría los ojos hinchados y enrojecidos—. ¿Qué fue lo que hice?
—D-Dije que ya no importa.
—Necesito saberlo, Goeun.
—¡No quiero hablar de eso! —alza la voz sintiendo como sus ojos vuelven a cristalizarse. Al darse cuenta que si sigue un segundo más allí con él, con aquel dolor en su pecho va a romper en llanto, decide caminar hacia la puerta para irse, pero este la toma del brazo—. Déjame, Jungkook.
—No. No lo haré.
Goeun intentaba soltarse, pero sabía que sería imposible porque este tenía mucha más fuerza que ella, por lo que ya sin poder evitarlo rompió en llanto dándose por vencida y Jungkook la envolvió en sus brazos.
Aunque no lo quisiera le dolía demasiado verla de esa forma y pensar que era por su culpa, porque el mes que llevaban juntos había sido realmente bueno para él. Había sentido que ella de alguna manera lo salvó de su caos.
—No sé porqué hago lo que hago —cierra los ojos con fuerza al escucharla sollozar—. No es que quiera ser así contigo, pero también soy una mierda conmigo mismo. No puedo evitarlo, no lo sé.
Goeun no podía evitar preguntarse porqué seguía amándola de esa manera, porqué había tenido su mejor versión cuando no hizo más que lastimarlo, mientras que a ella sólo parecía lastimarla con su peor versión.
Jungkook al verla así comenzaba a temer que quisiera terminar con lo que tenían, por lo que la estrechó más entre sus brazos.
—No sé qué fue lo que hice, pero no lo haré más, ¿está bien? —no recibía respuesta más que sollozos, lo cual lo desesperaba porque le hacía creer que lo que fuese que hizo que no se acuerda, no va a perdonárselo—. ¿Sería muy egoísta de mi parte si te pido que no termines con lo nuestro?
Goeun se separó aún sollozando y Jungkook la tomó del rostro limpiando sus lágrimas, sintiendo como su corazón daba un vuelco al ver su rostro enrojecido y empapado por las lágrimas.
Estaba sorprendido por el miedo que sentía al pensar que iba a darle un fin, porque no creyó que pudiera llegar a sentir algo así por ella, pero a la vez le aliviaba pensar que quizás estaba dejando atrás a Heekyung.
El pensar así le hizo comenzar a buscar la manera de que no le terminara, aunque no supiera qué fue lo que hizo.
—Dime algo, cariño —murmura débil—. ¿Puedo pedirte que te quedes a mi lado?
Goeun sorbió su nariz observando sus orbes oscuros, pensando en que quisiera conocer lo que escondían en la inmensidad de sus galaxias, porque de su boca podrían salir fácilmente las mentiras y ella podría creérselas, pero en sus ojos sólo encontraría la verdad.
Jungkook la observaba rogante, sintiendo que se le dificultaba respirar, quizás por el miedo que sentía.
—Te quiero como no tienes idea, Goeun.
—¿Q-Qué? —pregunta sorprendida abriendo los ojos a la par.
—Cada día que pasa me enamoro más de ti, aunque tenga miedo de salir lastimado de nuevo. Quiero seguir enamorándome, llegar al momento en donde ya no sea un te quiero lo que te diga, sino un te amo —limpia con su pulgar la lágrima que brota por una de sus mejillas, para luego sonreír a medias sintiendo esperanzas—. Ya no volveré a lastimarte. Lo prometo.
Goeun esta vez se aferró a él, pero ya no sollozando por el dolor que le provocaba, sino por la esperanza de que así sea, mientras que Jungkook le correspondía, desapareciendo por completo su inseguridad, dándole la calma y ganas de seguir que necesitaba.
Ese abrazo la estaba renovando, porque aunque no fuese correcto, en los brazos de quien la lastimaba lograba volver a sanarse.
La puerta se abrió permitiendo ver a Namjoon, pero este al verlos observó preocupado a Jungkook, que negó con la cabeza dándole a entender que no debía preocuparse. Suspiró estrechándola más en sus brazos y apoyó la cabeza en la suya, sintiendo como lo aliviaba saber que iba a seguir a su lado, mientras que Namjoon decidió dejarlos solos.
(...)
Jungkook y Goeun estaban viendo una película en el living sentados en el sofá, mientras conversaban animadamente olvidando lo sucedido horas atrás, aprovechando las últimas horas juntos.
Ella al pensar que nuevamente estarían ocupados, sentía que su corazón se encogía, pero tenían que ocuparse de sus proyectos.
—¿Eunwoo? —sonríe sin notar como Jungkook se pierde en sus pensamientos—. Creo que me gustaría poder actuar con él. Sería agradable, supongo —frunce el ceño mirando hacia el techo mientras piensa—. Oh, Seo Yeji, ella me encanta. Es demasiado buena —habla emocionada—. Song Kang, también, aunque eso ya te he lo dicho demasiadas veces, al igual que el querer actuar con Woo Dohwan. Quizás algún día pueda...
Al voltear a ver a su novio y darse cuenta que tenía la mirada hacia el frente, pasando la lengua por el interior de su mejilla, mientras movía su pierna, pudo notar que no estaba prestándole atención para nada. Era demasiado obvio que estaba perdido en sus pensamientos y que estos parecían estar provocando una gran ansiedad en él, por lo que se acercó preocupada.
—¿Estás bien? —pregunta tomándolo del brazo, provocando que este se sobresalte.
—¿Qué?
—Estaba hablándote.
—Oh, lo siento. ¿Qué decías? —frunce el ceño acomodándose mejor para poder verla.
—Ya no importa —niega con la cabeza.
—Está bien —vuelve a mirar hacia el frente, por lo que Goeun suspira apoyando la mano en su pierna que no deja de mover y este gira la cabeza para mirarla.
—Ya, dime qué sucede.
—No es nada.
—Jungkook, dime.
—¡Que no es nada!
La fémina no pudo evitar sobresaltarse por su grito y alejarse, volviéndose más pequeña, pensando en que lo mejor sería irse antes de volver a tener una discusión, para la que ella no estaba nada preparada. Se sentía realmente agotada y sólo necesitaba tranquilidad, calmar su cabeza que parecía querer torturarla con sus inseguridades.
—Mierda, no quería gritarte —habla arrepentido tomándola del brazo para acercarla a él, pero ella no es capaz de mirarlo—. En verdad no quería. Soy un idiota.
—Está bien. Olvidémonos de eso.
Jungkook tomó su mano para dejar un beso en el dorso y luego envolverla en sus brazos, permitiendo que apoye la cabeza en su pecho, mientras suspiraba reprochándose por actuar de esa manera, pero es que se sentía incapaz de controlarlo.
—Gracias por entenderme —murmura llevando la mano a su barbilla para hacer que lo mire.
—No tienes que agradecer —sonríe a medias.
Jungkook juntó sus labios sorprendiéndola por la manera hambrienta en que la besaba, más cuando sus lenguas chocaron y este la hizo acomodarse sobre él. El beso parecía descontrolarse con cada segundo que pasaba, pues este necesitaba más de ella para lograr quitar los pensamientos que llevaban atacándolo, pero Goeun se separó colocando la mano en su pecho.
—¿Qué sucede? —pregunta con la respiración pesada. Observa su cabello algo revuelto, las mejillas sonrosadas, los labios húmedos, enrojecidos e hinchados por el intenso beso, y como su pecho subía y bajaba porque estaba igual que él.
—Puede entrar alguien.
Este al escucharla asintió dándole la razón, sintiéndose algo frustrado, pero al ver su sonrisa intentó devolvérsela, mientras le acariciaba la mejilla.
—¿Por qué siento que quieres decirme algo, pero no te atreves?
—Bien, si hay algo que no me deja tranquilo.
—Puedes decirme lo que sea que te pase, Jungkook —murmura tomando su rostro entre sus manos—. Quiero que hables conmigo, que me tengas confianza.
—Lo sé, es sólo que...ya háblamos de ésto y no nos gustó.
Goeun estaba nuevamente nerviosa, sintiendo como sus inseguridades querían volver a invadirla porque temía que volvieran a hablar sobre Heekyung, y le dijera algo más que pudiera lastimarla, aunque sabía que era necesario hablar sobre eso.
—Dime.
—Cada día me cuesta más aunque trato de soportarlo por ti, pero necesito una respuesta sobre lo de Jimin —explica provocando que ella se tense—. Hoy cuando los vi en la cocina quise enloquecer, porque es demasiado notable que aún pasa algo...
—Jungkook...
—Déjame hablar. No voy a ser nuevamente un idiota al que pueden verle la cara porque deja pasar todo, así que necesito una respuesta —alza una ceja y ella desvía la mirada nerviosa—. Si vamos a seguir juntos, necesito estar tranquilo, saber que realmente me quieres como yo a ti.
—Y lo hago —asegura acariciando su mejilla.
—¿Vas a alejarte de Jimin?
Goeun bajó las manos sintiéndose desesperada por no saber qué decisión tomar, ya que recordaba cada momento compartido con el rubio. Las sonrisas, los abrazos, la manera en la que molestaban al otro, las risas, lo felices que eran estando juntos y la complicidad.
Pero luego estaba su relación con Jungkook, lo feliz que venía sintiéndose el mes que llevaban juntos. Sentía que había atravesado su alma como un cometa la oscuridad, conoció el desasosiego que se quedaba en sus manos cada vez que este las soltaba.
Jamás había sentido tanto la ausencia de alguien hasta que él llegó a su vida y no quería, ni sentía que era capaz de estar sin él.
—Lo haré —asegura para luego tragar con dificultad, mientras que el pelinegro no puede evitar sorprenderse, pero aún así junta sus labios sintiéndose aliviado. Por primera vez, se siente realmente seguro de los sentimientos que tienen por él.
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