37; LA VERDAD
❝LA VERDAD❞
Goeun abrió los ojos con dificultad, bostezando, encontrándose con el cabello rizado y oscuro de su novio, sintiendo sus fuertes brazos alrededor de su cuerpo desnudo. Bajó la mirada corriendo los mechones de cabello de su rostro, observando sus pestañas, sus labios rosados fruncidos, el inferior algo esponjoso con un piercing a un costado, y no pudo evitar sonreír por la ternura que le causaba.
Se veía tan indefenso, como si necesitara ser protegido, como si necesitara de ella. Se veía todo lo contrario a cuando estaba despierto y nada adoraba más que tenerlo en sus brazos, aferrado a su cuerpo como si tuviese miedo de que se fuese de su lado.
Al escuchar unas voces frunció el ceño y suspiró. Ya no tenía sueño para nada, al contrario escuchaba su estómago rugir por algo de comida, por lo que quería levantarse de una vez, pero veía a su novio dormir tan plácidamente que se sentía incapaz de despertarlo.
Siguió admirándolo por unos pocos minutos, acariciando su brazo tatuado, hasta que se convenció de que no debía sentir vergüenza de bajar sola porque ya los conocía demasiado, y además, en verdad quería comer algo.
Quizás podría hablar con Hoseok o Seokjin, mientras comía y esperaba que su novio despertara. Eso se le hacía agradable de sólo imaginarlo, por lo que decidió levantarse, tratando de ser lo menos brusca posible para no despertarlo, ya que el tatuado parecía estar demasiado exhausto.
Al pasar al baño se dio una ducha, teniendo algo de esperanza que a los minutos al salir pudiera encontrarse con Jungkook despertándose, pero cuando salió este seguía durmiendo plácidamente, dándole la espalda.
No podía evitar sentir ganas de volver a recostarse a su lado, pero su estómago molesto volvió a rugir, por lo que caminó al armario y tomó uno de los suéteres de su novio, aspirando su aroma que la hizo sonreír.
Cepilló su cabello que aún seguía húmedo y observó por última vez al pelinegro. No podía ocultar que sentía algo de nervios de pensar en bajar y que tuviera todas las oportunidades de ver a Jimin, pues la noche anterior al llegar junto a Jungkook, no lo vio y eso fue un gran alivio para ella.
Siempre evitaba ir allí por más que con los demás tenía una gran amistad, pero es que ver a Jimin seguía provocando que su corazón se encogiera y se rompiera en miles de pedazos, recordándole su decisión.
Al caminar por el largo pasillo miró a sus lados, hasta que bajó las escaleras esperando encontrarse con alguno, pero no sucedió. Se dirigió algo insegura a la cocina, pero al tampoco ver a nadie comenzó a preguntarse dónde podrían estar, ya que al despertar había escuchado por el pasillo la risa de Hoseok.
No se sentía en confianza de tomar nada sin que alguno de ellos estuviese presente, y se detestaba por ser así, hasta que al alzar la mirada pudo divisar a través de las puertas de vidrio, como en el jardín trasero se encontraban Hoseok y Jimin.
Insegura comenzó a caminar hacia la puerta corrediza que estaba abierta, sintiendo como la cálida brisa despeinaba un poco su cabello. Escuchaba sus voces, pero no lograba entender de lo que hablaban y no sabía si lo mejor era interrumpirlos para llamar su atención, hasta que al escuchar a Jimin, sintió como el oxígeno abandonaba sus pulmones por un momento y se quedaba paralizada en su lugar, logrando llamar la atención del más alto.
—Hoseok, estoy hablando en serio. Yo...no podría verla de otra manera, porque aunque no lo quiera y deteste admitirlo, sigo enamorado de Goeun —admite angustiado, mirando a la nada—. ¿Acaso algún día voy a poder superarla? Porque, a veces, me desespera pensar que eso no va a pasar, que siempre voy a sentir algo por la novia de mi mejor amigo, sabiendo que no es correcto.
Hoseok habló, pero ella no logró escuchar lo que dijo, simplemente, lo vio pasar por su lado mientras Jimin la miraba atónito. Ninguno podía apartar la mirada del otro, y Goeun pensaba que quizás lo mejor era marcharse, pero sentía la necesidad de correr hacia él y aferrarse como si no existiese un mañana, a pesar de saber de sus sentimientos.
—J-Jimin...
—Lo que escuchaste...
—¿De qué hablas? —arruga levemente el ceño, fingiendo no entenderle, aunque no es capaz de mirarlo al sentir un hormigueo en su estómago de sólo recordar sus palabras.
—No hagas ésto —suspira, dando un paso hacia adelante—. Sabes que te conozco demasiado como para darme cuenta que estás mintiendo, aunque desearía más que nada poder creerte.
—No quiero que te sientas más incómodo conmigo —confiesa observándolo por un momento.
—¿O que te sientas incómoda tú al hablar de mis sentimientos? —inquiere desviando la mirada y muerde el interior de su mejilla.
—No, claro que no. No me sucede lo mismo que a ti cuando supiste de mis sentimientos, Jimin —responde en casi un murmuro, sorprendiéndole y que no pudiera evitar sentir culpa.
—Era sólo un idiota que reprimía lo que sentía, pero ya no importa, porque eso es pasado y ahora estás con Jungkook.
—Cierto.
Ambos se quedaron en completo silencio, mientras los segundos parecían pasar de una manera tan lenta que llegaba a ser torturante para ellos que evitaban sus miradas.
Parecía que el césped, la piscina, lo que sea que estuviese a su alrededor, fuese realmente más interesante. Pero cuando sus miradas volvieron a conectarse, ambos corazones brincaron llenos de emoción, porque en ese preciso momento, ambos podían saber lo que el otro sentía. Las ganas que tenían de fundirse en los brazos del otro, y olvidarse todo, aunque sea sólo por un instante.
El de ojos mieles tomó una bocanada de aire, tratando de ignorar aquello, porque hasta sentía la ilusión de que fuese correspondido de alguna manera, pero luego recordaba como ella dependía de Jungkook, y se daba cuenta que aquellas ilusiones era mejor desaparecerlas.
—Iré con Hoseok —comenta en casi un murmuro inaudible. Al pasar por su lado cerró los ojos con fuerza por un momento, diciéndose que era lo mejor no pasar tiempo con ella a solas.
—¿J-Jimin?
Al escuchar su voz no pudo evitar detenerse rápidamente, volteando a verla un poco preocupado al pensar que podría estar sucediéndole algo porque había podido escuchar el temblor en su voz.
—¿Estás bien? —ella asiente rápidamente, por lo que arruga levemente el ceño por la curiosidad.
—Es sólo que...olvídalo —suspira frustrada, jugando con sus manos.
—Dime.
—No, olvídalo.
—Hey, dime —pide con suavidad, dando un paso hacia adelante, por lo que la castaña lo observa con algo de ilusión.
—E-Es sólo que...que me gustaría que pudieras darme uno de tus abrazos que me hacen bien —responde nerviosa, sonriendo a medias.
Jimin detestaba a su torpe corazón que se había agitado al escucharla, porque también deseaba poder envolverla en sus brazos y aspirar su dulce aroma. De todas maneras, sabía perfectamente que eso no era correcto, ni mucho menos sano para él, ya que también, probablemente, le traería problemas con Jungkook, así que tragó con dificultad antes de hablar.
—Iré con Hoseok.
Su voz había salido algo débil y pudo ver como la desilusión se volvió parte de ella, lo cual detestó, pero aún así volteó para comenzar a caminar, dejándola allí, sola, y decepcionada por su manera de actuar.
Goeun lo vio marcharse, mientras mordía su labio inferior, tratando de soportar el nudo que se había formado en su garganta. No era capaz de tolerar la manera en la que Jimin actuaba con ella, aún sabiendo que lo merecía por haber hecho "fácilmente" su amistad a un lado para seguir manteniendo su relación con Jungkook.
Una vez que estuvo más tranquila, entró olvidando por completo el apetito con el que había despertado. Sólo quería volver al lado de su novio, que la abrazara y poder olvidar lo que había hablado con Jimin, pero al ver al pelinegro entrar a la cocina, abrió sus ojos a la par.
—Hasta que te encuentro.
—Hasta que despiertas —trata de bromear, mientras observa como se acerca a ella, abrazándola por la espalda, para luego apoyar el mentón en su hombro.
—Siento que me he convertido en ti, porque tampoco me está gustando despertar y no verte a mi lado, ni sentirte abrazándome —ríe.
—Lo siento, pero tenía hambre.
—¿Ya comiste?
—No.
—Pues, genial porque siendo así, te prepararé algo —habla separándose y ella voltea a verlo sorprendida.
—¿Lo dices en serio?
—Claro.
—Quiero ver eso —sonríe emocionada, sentándose en el taburete.
A Goeun le encantaba que Jungkook hiciera cosas por ella, y por primera vez verlo cocinarle provocaba que sintiese su corazón brincar de emoción.
Lo observaba con atención sintiendo como volvía el apetito a ella y se olvidaba de lo sucedido, más al recibir algunas miradas, como sonrisas de parte de su novio, mientras por momentos conversaban animadamente y este cortaba las verduras.
Su celular sonó haciendo que dejara de prestarle algo de atención a lo que Jungkook le comentaba, y al ver que era un mensaje de su amigo Woojin, no pudo evitar sonreír.
—¿Quién es? —inquiere curioso, arrugando levemente el ceño.
—Es Woojin. Estuve hablando con él a la mañana —responde con tranquilidad—. Quiere que volvamos a vernos.
—Me parece bien. Es agradable, al igual que Dinah.
—Son una pareja muy tierna.
—Es cierto —concuerda con una sonrisa, volviendo su concentración a la verdura para seguirla cortando, hasta que se dio cuenta de cómo con el silencio comenzaba a formarse una tensión—. ¿Qué sucede, Goeun?
—No...no es nada.
—Dime de una vez así evitamos problemas, ¿está bien? —la mira por un momento y ella suspira dándose por vencida.
—Es sólo que...pensaba que te he presentado a todos mis amigos, pero tú...tú no lo haces —comenta nerviosa, sintiendo como su estómago se revuelve por los nervios.
—¿Vas a empezar con eso otra vez? —pregunta soltando el cuchillo, para apoyar las manos sobre la isla de la cocina, observándola con las facciones endurecidas.
—Entiéndeme, Jungkook, siento que busco que formes parte de todo en mi vida, pero tú...no lo haces. No me incluyes en tu vida como yo a ti —explica angustiada bajando la voz.
—¿Por qué tienes que seguir con esa mierda? No quiero discutir. Estamos pasando un buen momento.
—Yo tampoco lo quiero, sólo necesito que comprendas que eso hace que me sienta insegura, como ahora. Estoy pidiéndote algo tan simple como conocer a tus demás amigos, Jungkook. ¿Por qué no puedes hacerlo?
Este suspiró frustrado bajando la cabeza, mientras la fémina comenzaba a pensar si realmente había hecho mal en haberle confesado lo que le provocaba, hasta que este tomó una bocanada de aire y se acercó a ella dejando que notara sus facciones relajadas.
—Está bien —asiente presionando los labios por un momento—. Hablaré con ellos para saber cuándo puedes conocerlos.
—¿En serio? —pregunta ilusionada.
—Si eso hace que te sientas feliz, lo haré.
Esta no pudo evitar chillar emocionada y abrazarlo, provocando que soltara una risilla con algo de desconcierto por su manera de actuar, pero es que no podía comprender lo que ella sentía.
—Gracias, Jungkook.
—Sólo quiero que estemos bien y que veas que intento mejorar por ti —explica con suavidad, para luego juntar sus labios.
(...)
Goeun al principio se sintió emocionada porque su novio le presentara a sus amigos, ya que nada deseó más que este pudiese incluirla como ella lo hacía con él.
Pero cuando estos llegaron que tomaron asiento en los sofás y empezaron a comer mientras conversaban, lo que permitió que pudiera ir conociendo cómo eran, comenzó a sentirse realmente incómoda. Se decía que debía disfrutar el momento y hablar más porque Jungkook le había cumplido lo que tanto le había pedido, pero también se reprochaba por eso, ya que no la estaba pasando nada bien aunque lo intentara.
Chungho era quien principalmente lograba incomodarla con su actitud. Al parecer era el más extrovertido del grupo, porque parecía no importarle hasta hacer comentarios que lograban provocar que su corazón de encogiera y que quisiera marcharse. Por momentos se preguntaba si eran intencionales o no, pero a medida que los minutos pasaban, este sólo lograba desagradarle mucho más y que anhelara que algo sucediera para que este se marchara.
Luego estaba Donghyun, era más tranquilo que Chungho, y al principio había creído que le agradaría demasiado, pero a medida que fueron pasando los minutos y que pareció unirse a Chungho a hacer comentarios que lograban incomodarla, terminó frustrándola. Hasta que empezó a hablar de su relación que había acabado hacía unos dos meses, lo que hizo que la tensión desapareciera.
Y por último estaba Yugyeom, el cual parecía ser el único agradable con ella allí y lo agradeció demasiado, porque sino estaba segura que hubiera terminado dirigiéndose al baño buscando alguna excusa para así poder llorar. Pues, comenzaba a creer que Chungho y Donghyun no superaban que Jungkook haya terminado con Heekyung, lo cual comprendía de Chungho siendo el primo, pero no comprendía porqué no les agradaba que estuviese con ella.
—Oh, sí, he visto que están filmando un drama —dice Yugyeom, antes de tomar un sorbo de soju—. La verdad que he visto varios, así que estoy seguro que también lo veré.
—Oh, ¿en verdad? —pregunta ilusionada.
—Claro, aunque debo admitir que soy algo sensible, así que espero que no sea de esos que terminan provocando que derrame alguna que otra lágrima —bromea causando su risa.
Goeun al sentir el brazo de su novio rodearla, acercándola más a él, giró su cabeza a verlo volviendo a escuchar la conversación que tenía con sus amigos, pero al sentir como este depositaba un beso en su cabeza antes de hablar, no pudo evitar sonreír sintiendo sus mejillas arder.
Pues, al principio este no se mostraba muy cariñoso con ella, lo cual debía estar acostumbrada como también a las discusiones que luego tenían, pero sentirlo cariñoso con ella hacía que su corazón brincara de emoción y sintiese que realmente estaba cambiando como decía.
—El viaje fue realmente divertido. Lo disfruté demasiado, así que lo recomiendo para que vayan juntos —comenta Donghyun.
—Podríamos —le murmura Goeun a Jungkook, a pesar de no haber escuchado más por hablar con Yugyeom.
—Me gusta la idea —sonríe provocando la suya.
—¿Y con quién hiciste ese viaje, Donghyun? —pregunta Chungho, llamando la atención de todos allí.
—¿Por qué la pregunta?
—¿Tiene algo de malo?
—No, claro que no.
—Ya, dinos con quién fuiste —interviene Jungkook, y cuando este lo miró, sonrió con picardía—. ¿O nos estás escondiendo algo?
—Oh, si fuese así sería como tú, Jungkook —apunta Chungho.
—¿De qué habla? —inquiere Goeun, para que escuche sólo su novio que borró la sonrisa.
—¿Acaso no te acuerdas cuando hace un tiempo, Yugyeom, Heekyung y yo te insistíamos en saber si estabas con alguien y no nos querías responder? —pregunta con una sonrisa y le da un sorbo al soju, ignorando la mirada asesina de su amigo—. Sospechábamos que era Goeun por los rumores, y hasta que finalmente nos la presentas.
Jungkook no había podido evitar tensarse como también sentir como su respiración se volvía pesada, mientras Goeun lo observaba entre sorprendida y dolida.
—Ya, cállate, es distinto —habla tratando de que su voz saliese con normalidad.
—No lo es. Así que ya, no pueden obligarme.
—Deberías, Donghyun —dice Chungho, y al ver a Jungkook levantarse, frunce el ceño—. ¿Qué haces?
—Llevaré estas botellas vacías y traeré nuevas —responde tomando tres botellas vacías.
El tatuado lo observó con las facciones endurecidas, lo que hizo que este juntara los labios en una fina línea al darse cuenta que no le había gustado para nada su comentario, y que muy probablemente, tendrían una discusión por esa razón.
Jungkook se dirigió a la cocina, mientras Goeun miraba a la nada, sintiendo como su corazón se encogía.
—¿Estás bien? —al escuchar la suave voz de Yugyeom, volvió a la realidad.
Levantó la mirada notando como Chungho y Donghyun no dejaban de mirarse con tensión, lo que hizo que agradeciera que no se dieran cuenta de su reacción.
—Ya vuelvo —dice sin más, levantándose, llamando también por un momento la atención de los demás.
Sentía que temblaba de impotencia, de nervios, mientras se dirigía también a la cocina, y con cada paso que daba su corazón latía con fuerza como si quisiera salirse de su pecho.
Al estar a un lado del umbral de la puerta, observó como su novio tenía las manos apoyadas en la isla de la cocina, con la cabeza gacha, soltando un suspiro tembloroso.
—Jungkook...
Al escuchar la voz débil de su novia, se reincorporó rápidamente, tragando en seco, mientras la observaba tenso, pero intentó fingir que estaba normal dirigiéndose a la nevera.
—¿Qué haces aquí? No deberíamos dejarlos solos —habla sacando tres botellas de soju.
—N-No sólo me ocultaste que te mensajeabas con ella, también que la veías —dice con voz débil y temblorosa, al sentir un nudo en su garganta.
—Goeun...
—¿Por qué?
Este dejó rápidamente las botellas en la isla para así acercarse a ella, pero cuando quiso tomar sus manos, la castaña se apartó rápidamente observándolo con seriedad, mientras en los orbes oscuros de este podía reflejarse el dolor.
—¡¿Por qué lo hiciste?! —pregunta exaltada.
—Cállate que pueden escucharnos —ordena nervioso.
—¿Cómo pudiste ocultarme que se veían? ¡Te lo pregunté cientos de veces!
—Sólo somos amigos, carajo —espeta molesto—. Pero tú siempre has estado tan paranoica que decidí ocultártelo para así evitarnos problemas.
—¡No me mientas! —exige levantando la voz, sintiendo como las lágrimas brotan.
Jungkook se sentía temblar por los nervios de que pudiese saber la verdad, que sospechara. Cada día se torturaba preguntándose: ¿Qué pasaría si descubriera la verdad? Si al saber lo que había hecho antes de buscarla, ella decidiría acabar con lo que tenían, preferiría retroceder que seguir con su historia.
El miedo se volvía parte de él, por lo que prefería seguir mintiendo e intentando cambiar por ella. Estaba negado a perder la tranquilidad que su novia le brindaba al estar en sus brazos, pues estaba realmente arrepentido de todo lo sucedido, porque sabía que si la perdía, era completamente su culpa, y algo que merecía por no haberla valorado antes.
—¡Estoy siendo sincero! ¡Por esta razón jamás te lo dije, porque sabía que explotarías y comenzarías a delirar! —explica exaltado—. Es la prima de Chungho, siempre perteneció a ese grupo, ¿qué rayos querías que hiciera? Todo este tiempo no hemos sido más que amigos, casi ni hablábamos.
—Dime cómo podría creerte luego de todas tus mentiras.
Jungkook al escucharla sollozar, al ver la desesperación en sus orbes cafés, sintió una presión en su pecho.
—Estoy contigo, estoy tratando de cambiar para ser mejor para ti, pero siempre vuelves a Heekyung. Si, lo oculté e hice mal, pero sólo fue porque no quería que se formara esta maldita discusión —suspira pasando la mano por su frente—. No puedes seguir con ésto.
—Estoy cansada de tus mentiras.
—Y yo estoy cansado de tus delirios, de que siempre desconfíes de mí. Haces un maldito show cuando te presento a mis amigos como tanto me has pedido —escupe molesto—. ¿Por qué no puedes confiar en mí por una maldita vez?
Goeun se cubrió el rostro, sollozando desconsoladamente, mientras Jungkook se dirigió a la isla para tomar las botellas de soj y así volver a donde estaban sus amigos, pero al llegar al umbral de la puerta, volteó a verla sintiendo como la culpa lo golpeaba con fuerza.
—Ve a lavarte el rostro o lo que sea, pero que no noten que has llorado —exige antes de salir.
Este decidió ignorar su llanto porque no podía seguir allí, fingiendo que no había hecho nada y que no era válida su desconfianza. Se sentía capaz de explotar en cualquier momento, para así liberarse de la carga que cada día le pesaba un poco más y era peor cuando la hacía llorar.
Se dirigió al living tratando de verse tranquilo, pero una discusión entre sus amigos llamó por completo su atención.
—¡Cierra la maldita boca, Chungho! —exige en voz baja, Donghyun.
—¿Qué Diablos? —pregunta en casi un murmuro, Yugyeom—. ¿Cómo has podido ser capaz de estar con Heekyung cuando es la exnovia de nuestro amigo?
Jungkook al escucharlo sintió como si le cayera un balde de agua fría, y cuando sus pasos llamaron la atención de sus amigos, notó rápidamente la sorpresa y miedo en ellos.
—¿Qué carajos acabo de escuchar? —pregunta dejando las botellas en la pequeña mesa frente a ellos.
—J-Jungkook, hablemos con tranquilidad —pide Donghyun con voz débil—. Te explicaré...
Sólo una vez se había enamorado verdaderamente y había sido muy duro ver que esa persona no era lo que creía, pero ahora saber que uno de sus amigos se había atrevido a traicionarlo estando con esa persona, era como si le clavara un maldito puñal en el pecho.
A causa de eso siguió su impulso, tomándolo de la chaqueta, provocando que los demás se levantarán rápidamente, temiendo lo que pudiera hacer.
—¡¿Cómo carajos pudiste hacerme algo así?! ¡¿Cómo te has atrevido a seguir fingiendo ser mi amigo, maldito imbécil?! —pregunta enfurecido, sintiendo sus ojos arder por las lágrimas retenidas, mientras observaba como Donghyun parecía asustado.
—¡Jungkook, suéltalo! —interviene Chungho, intentando separarlos.
—¡Tú cállate, maldito infeliz! —escupe soltando bruscamente a Donghyun, provocando que casi cayera si no fuese porque Yugyeom lo ayudó—. ¡Tú lo sabías todo y también me lo ocultaste!
—N-No sabía cómo decirte que estaba con Heekyung, sin lastimarte...—explica con voz temblorosa.
—¡Cierra la puta boca, idiota!
Jungkook quiso volver a acercarse, pero Chungho intervino rápidamente junto a Yugyeom, tomándolo de los brazos.
—¡Quiero que se larguen de aquí! ¡Suéltenme y lárguense de una vez! —grita enfurecido, forcejeando para que lo soltaran—. ¡Déjenme en paz!
Donghyun rápidamente obedeció al verlo así de enfurecido, mientras que Chungho y Yugyeom lo soltaron lentamente con desconfianza, pero el primer mencionado al verlo intentando retener los sollozos, como las lágrimas brotaban, lo miró arrepentido antes de dirigirse a la puerta.
—Lo lamento, yo...no lo sabía —murmura Yugyeom, observando al pelinegro que decidió ignorarlo, pero luego observó a la joven que estaba a unos pocos metros, y decidió marcharse.
Entonces, la verdad llegó a Jungkook, que al imaginarse a su exnovia junto a su amigo, rompió en llanto, cubriéndose la boca intentando que no se escuchase. Se sentía en el mismísimo infierno en ese preciso momento, estaba completamente destrozado, perdiéndose aún más a sí mismo.
La persona que había amado más que a su propia vida, ni siquiera luego de terminar y de ver las barbaridades de cosas que era capaz de hacer, pudo esperarse que decidiera estar con su amigo para así lastimarlo aún más.
Sentía que había vuelto a jugar con él, tal y como en el pasado, estaba volviendo a romperlo, a herirlo. Las fichas encajaron, cayó en la realidad, y se sentía estúpido por todo lo que había sido capaz de hacer.
—La sigues amando, ¿no es así? —escucha como habla con un hilo de voz, Goeun—. Por eso has peleado por ella.
—Cállate, Goeun —pide con la voz más aguda de lo normal, sin sentirse capaz de mirarla.
—Nunca me has amado como decías...
—¡Cállate, maldición! —grita volteando a verla.
—¡No lo haré! ¡Hasta en mi propia cara eres capaz de pelear por ella cuando has dicho amarme! —escupe furiosa, enfrentándolo—. ¡¿Me ocultas algo más?! ¡Dime qué más! —exige empujándolo, mientras las lágrimas brotan—. ¡Dímelo, Jungkook! ¡Vamos!
—¡Sí, lo hago, carajo! —grita enfurecido, tomándola de las muñecas para que así dejase de empujarlo— ¡Estuve con ella antes de buscarte y pedirte que seas mi novia! ¡¿Ya estás contenta?! —Goeun lo observaba boquiabierta, sintiendo como su corazón se destrozaba, pero este la soltó bruscamente—. Ya sabes toda la maldita verdad, ahora déjame en paz.
Goeun sentía que no era capaz de reaccionar, siquiera sentía sus lagrimas brotar como antes. Simplemente, lo observó como sollozaba desconsoladamente tirando de las hebras de su cabello rizado, hasta que decidió dirigirse a la puerta y salir, aún sin saber cómo reaccionar por la verdad que le había ocultado Jungkook por tanto tiempo. Sabía perfectamente que en el tiempo que llevaban juntos había sentido como iba llevándola a la locura, había deseado tanto que este de una vez la rompiera por completo para finalmente poder soltarlo, pero en ese momento sentía que hasta respirar le ardía.
¡Hola!
¿Estaban esperando este momento? ¿Les gustó? ¿Qué creen que pase ahora que Goeun sabe la verdad?
Creo que deben quedar unos 5 capítulos para el final, todo dependerá de mi inspiración jajsjs
Espero que les haya gustado el capítulo, si es así no se olviden de votar y comentar
¡Nos leemos pronto!
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