36; CONFESIÓN
❝CONFESIÓN❞
—¡¿Qué Diablos haces revisando mi celular otra vez?!
Jungkook se lo arrebató completamente alterado, porque anteriormente en el bar había estado enviándose mensajes con Heekyung. Hasta acababa de llamarlo, pero sorpresivamente, algo en él prefirió seguir estando junto a su novia. Eso hizo que decidiera colgar la llamada y que siguiera con lo suyo, pero sabía perfectamente que su exnovia no lo dejaría en paz, y eso provocó que se tensara.
Ahora temía lo que Goeun pudiera haber visto en su celular, y no sabía qué hacer al respecto, porque sentía su corazón latir con fuerza por el temor, ya que ella lo miraba boquiabierta, con sus ojos cristalinos. Estaba dolida, sin poder reaccionar.
Eso lo volvía completamente loco.
—Goeun...—intenta tomar su mano, pero ella la apartó bruscamente, negando con la cabeza.
—N-No me toques.
—¿Qué rayos sucede ahora? —pregunta frustrado, aunque, en realidad, sentía su corazón encogido por el miedo. No era capaz siquiera de revisar qué era lo que había visto.
—N-No vuelvas a tocarme, Jungkook —exige con la voz débil, cambiándose al asiento de al lado.
—¿Qué haces? ¡¿Por qué rayos haces todo ésto?! —inquiere exaltado, aunque temía saber la respuesta—. ¡Estábamos más que bien, pero parece que te empeñas en arruinarnos!
Al escuchar eso, Goeun giró su cabeza a verlo indignada, sintiendo como el nudo en su garganta ardía. De todas maneras, eso no impidió que fuese capaz de soltar lo que tanto había comenzado a atormentarla, porque las preguntas que tanto se había hecho, fueron respondidas, y su corazón se estaba rompiendo.
—¡¿Yo me empeño en arruinarnos?!
—Sí, tú lo haces. Primero te vas con Jimin, quién rayos sabe a dónde, y ahora que estamos finalmente bien, invades nuevamente mi privacidad. Vuelves a ser tan malditamente tóxica como mi ex...
—¡Como tu exnovia con la que no has dejado de hablarte y te invita a su departamento, Jungkook! —grita con un hilo de voz, mientras las lágrimas brotaban, dejando atónito a su novio.
—¿Q-Qué?
—¡Leí los malditos mensajes! ¡No intentes negarmelos, porque...!
—¡Cierra la maldita boca, carajo! —grita enfurecido, golpeando el volante con la palma de su mano.
Aquella reacción del tatuado, la hizo sobresaltar y que no pudiera evitar obedecerle, aunque no lo quisiera para nada. Lo que más deseaba era gritarle, era empujarlo, salir de aquel coche para volver a su casa y llorar a más no poder, sintiendo como su corazón se rompía por completo.
Sentía demasiado dolor, estaba demasiado decepcionada, porque no quería imaginarse que seguía hablándose con ella, y ahora sentía desesperación de pensar que se habían estado viendo. No quería seguir agobiándose con eso, necesitaba que él le dijera algo que le hiciera volver a sentir en calma, que le hiciera sentir que la amaba como le dijo esa madrugada, y desde entonces.
¿Acaso eso no era más que una mentira?
Jungkook empezó a leer los mensajes, mientras ella respiraba con dificultad, tratando de no seguir desmoronándose.
—Me mentiste, Jungkook —su voz sale más aguda de lo normal al tratar de reprimir su llanto.
—¿En qué mentí? —cuestiona entre dientes. Apretaba su celular con algo de fuerza, tratando de mantener la calma, pero maldecía a Heekyung por aquellos mensajes.
—¡Me hiciste alejar de Jimin, mientras tú sigues hablándote con ella!
Jungkook lanzó su celular al asiento trasero, para tomarla con fuerza de las muñecas, provocando que un chillido escapara de labios por el susto. Más al ver sus redondos orbes aún más oscurecidos que se veían amenazantes, y llegaban a atemorizarla de gran manera. Sus facciones estaban endurecidas y su respiración pesada.
—¡Yo jamás te mentí, porque jamás me pediste que dejara de hablar con ella, así que deja de decir estupideces sin sentido alguno! Lo único que quieres es estar cerca de Jimin, ¿o acaso crees que soy tan estúpido para no darme cuenta?
—inquiere alzando una ceja y suelta una risa amarga—. Te conozco perfectamente y sé que me mientes. Sé que aún sientes algo por él.
—¡Ni siquiera fuiste capaz de decirme que te hablabas con ella!
—¡Sí, quizás hice mal en no decirte! Pero porque tú invadiste mi privacidad una vez...
—Y me disculpé por eso...
—¡¿Qué carajos quieres de mí?! ¡Cambié por ti, maldición! —grita enfurecido, sacudiéndola, provocando que chillara aterrada, cerrando los ojos con fuerza—. ¡Dime qué quieres! ¡Vamos!
Goeun sólo pudo bajar la cabeza, mientras sollozaba desconsoladamente, deseando poder decirle que ya no lo quería más en su vida, porque estaba agotada de que la lastimara.
Jungkook al verla de esa manera dejó de ejercer fuerza en el agarre, y tragó con dificultad. Pues, su rabia estaba comenzando a desaparecer siendo reemplazada por la preocupación.
Temía ahora perderla por aquellos mensajes, porque se había cegado por la seguridad de que su novia siempre le dejaba pasar todo, pero escucharla llorar de aquella manera, sin ser capaz de verlo al rostro, hacía que su corazón se encogiera y que un nudo se formara en su garganta. Sin darse cuenta que el vicio de ella era aferrarse más a él, a pesar de que estuviese destrozándola por dentro.
—Háblame. Dime qué es lo que quieres, amor —pide con un hilo voz, soltando sus muñecas para tomar su rostro, y así dejar un beso en la coronilla de su cabeza—. ¿Quieres que deje de hablar con ella? ¿Eso es lo que quieres? —Goeun no era capaz de responder, simplemente, seguía sollozando, y eso provocaba que este sintiera más culpa. Aún así, apoyó la mejilla en su cabeza, cerrando los ojos con fuerza, detestándose por ser tan explosivo, como lo fue Heekyung con él en el pasado—. Si eso es lo que quieres, lo haré. Juro que lo haré, amor.
Goeun terminó apoyando la cabeza en su pecho, mientras seguía sollozando y Jungkook la envolvió en sus brazos, rogando que eso significara que lo disculpaba por jamás haberle dicho que hablaba con ella. Aunque, en realidad, no era lo único que le ocultaba, y eso comenzaba a carcomerlo cada vez más, porque si ahora había descubierto los mensajes, quizás podría descubrir lo demás, y con eso sí la perdería. Estaba completamente seguro.
—Haré lo que sea, pero no me dejes, Goeun. No lo hagas —murmura temeroso, estrechándola más en sus brazos, aspirando su dulce aroma—. Te amo, en verdad, lo hago. Prometo demostrartelo más, ¿sí?
(...)
Jungkook pasó la toalla por su cabello húmedo al haber salido de la ducha, y la dejó a un costado pasando los dedos por las hebras que comenzaban a ondularse.
Las gotas de agua caían por su espalda y pecho, pero eso no le molestaba en absoluto. Llevó la mano a la toalla que tenía enrollada en su cadera, y comenzó a caminar hacia su habitación.
Iba a dirigirse hacia el armario para vestirse de una vez, pero al ver a su novia recostada, solamente con una camiseta de él negra y unas bragas del mismo color, no pudo evitar mirarla. Estaba concentrada mirando algo en su celular y dejaba a la vista su trasero al estar boca abajo, por lo que Jungkook la observó detenidamente.
—¿Qué haces, mi amor? —pregunta llamando su atención, haciendo que ella levantara la cabeza y la girara un poco para verlo.
El tiempo seguía pasando y luego de que ella descubriera aquellos mensajes de texto, este realmente estaba esforzándose por intentar que la relación funcionara. Estaba esforzándose para hacer las cosas bien, para que ella confiara en él, pero siempre sucedía algo que desataba una discusión en la que volvían a tocar lo sucedido esa noche. El tatuado le enseñaba sin dudar que ya no sé hablaba con ella, por más que Goeun no quería ver eso, porque sentía que podía ser sólo una vil mentira.
Ambos estaban agotándose de aquellas discusiones, que por más que resolvieran, siempre volvían aunque no lo quisiera.
Estaban agotados de escuchar los gritos del otro, de escuchar el llanto del otro, pero aún así sentían que no podían darle un final, porque cuando estaban bien, cuando estaban en los brazos del otro, se olvidaban por completo de todo lo malo. Sentían su corazón cálido, como seguridad de que alguien sí los quería como siempre desearon.
Al ver como ella recorrió con su mirada su torso desnudo, no pudo evitar sonreír arrogante, mientras se acercaba a la cama, notando como se tensaba.
—Sólo...estaba aburrida, esperándote.
—Pues, ya estoy aquí otra vez.
—No me gusta que me dejes durmiendo sola —murmura gateando hacia él, lo que hizo que este observara cada uno de sus movimientos.
—Lo siento, no podía dormir y decidí darme un baño.
—Está bien —sonríe.
Jungkook se acercó más a ella, llevando la mano a su mejilla, acariciándole con delicadeza, observando como su sonrisa se ensanchaba, hasta que sus respiraciones comenzaron a mezclarse y su mano bajó a su barbilla, tomándola con firmeza, para así juntar sus labios de una vez.
Goeun no dudó en corresponderle, sus labios se movían sobre los de él con hambre, mientras pasaba sus delgados brazos alrededor de sus anchos hombros desnudos, empuñando su cabello largo y aún húmedo entre sus manos. Al sentir como sus lenguas luchaban por el dominio, tiró de su cabello, apegando más sus cuerpos, escuchando como este gruñía, bajando las manos a su trasero, apretándolo con fuerza haciéndola jadear y desear más.
No querían romper aquel beso intenso, mientras las caricias iban volviéndose más obscenas disfrutándose, sacándose jadeos y gemidos, pero Jungkook se separó mordiendo su labio inferior y jalándolo, escuchándola gemir.
El pecho de Goeun subía y bajaba, sintiéndose acalorada y como su feminidad palpitaba por sentirlo, pero quería disfrutarlo aún más.
El pelinegro la soltó, por lo que ella apoyó rápidamente las manos sobre el colchón para mantenerse, y este llevó una de las manos a la toalla que tenía enrollada a la cadera, para luego quitarla, permitiendo que vea su prominente erección.
—Complaceme, cariño.
La fémina al escucharlo, tragó con dificultad, observando con detenimiento su cuerpo completamente desnudo, como si fuese la primera vez que lo veía, pero es que siempre la dejaba igual de maravillada. Observó su prominente erección, con algunas venas sobresalientes y su punta rosada, lo que provocó que sintiese como el cosquilleo bajaba por su vientre hasta llegar a su feminidad. Aún así se levantó, dispuesta a hacerlo, porque en ese momento deseaba tenerlo en su boca y escucharlo gemir su nombre.
Este se acomodó sentándose en la cama, observando como ella se arrodillaba frente a él, tragando saliva, mientras tomaba su miembro entre las manos.
Empezó a pasar lentamente la lengua por su longitud, sintiendo como se tensaba. Quería más que nada provocarlo, podía escuchar su respiración entrecortada, y como intentaba soportar las ganas de pedirle que lo metiera de una vez en su boca, mientras ella esparcía la saliva por todo su miembro para lubricarlo, observando como tenía el impulso de apretar la manta.
—Goeun...
Al escucharlo de manera débil como también rogante, una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios por un momento, hasta que decidió introducir el miembro en su boca. Empezó succionando la parte superior, escuchándolo jadear, como si hubiera estado esperando eso por demasiado tiempo, lo que provocó que un escalofrío recorriera su espina dorsal.
Lo succionaba y recorría con su lengua, mientras se ayudaba con la mano en la parte inferior, haciendo movimientos.
Al liberar la punta de su miembro, observó como el pecho de este subía y bajaba. Su mirada estaba oscurecida y sus labios entreabiertos, a lo que ella humedeció sus labios tímida, por su mirada tan intensa que provocaba que quisiera apretar las piernas para liberarse un poco.
—Vamos, sigue, pero mételo todo, ¿sí? —lleva la mano a su cabeza sin ejercer fuerza, a lo que ella obedeció, volviendo a introducirlo en su boca, sacándole un gruñido—. Mhm...no sabes lo hermosa que te ves con mi pene en tu boca. Mételo todo, amor.
Este empuñó su cabello y ella lo llevó profundo dentro de ella, relajando su garganta para que así pudiera meter toda su longitud, satisfaciéndolo como tanto anhelaba.
Un gemido ahogado escapó de los labios de Jungkook, y sin poder evitarlo, comenzó a mover sus caderas de adelante hacia atrás, empuñando su cabello con más fuerza. Gruñidos seguían escapando de sus labios, y al verla de esa manera, juntando sus piernas, no pudo evitar sonreír.
—¿Por qué no te tocas para mí? Sé que no lo soportas más. Hazlo —ordena escuchándola hacer un sonido involuntario con la garganta.
El escucharlo hablar de esa manera hacía que su excitación aumentara, y ya no pudiera seguir resistiéndose, por lo que al liberal la punta de su miembro, separó sus piernas con inseguridad.
—Tocate como yo lo haría. Quiero verte haciéndolo.
Ella asintió no muy convencida, respirando profundamente. Volvió a tomar el miembro con una de las manos, mientras la otra la bajaba a sus bragas negras, introduciéndola lentamente, bajo la atenta mirada de su novio. Empezó a estimular su clítoris sin poder evitar gemir, mientras se movía con precisión, chupando su miembro con rapidez.
Lo llevaba tan profundo como sabía que le gustaba a pesar de sentirse agotada. La saliva ya corría fuera de su boca, pero siguió haciéndolo, demostrándole cuánto adoraba complacerlo.
Sus dedos se arqueaban en su interior, lo que provocaba que no pudiera evitar gemir, mientras succionaba con fuerza su miembro. Lo escuchaba gruñir, inclinando la cabeza hacia atrás, perdiéndose en el placer que le hacía sentir. Pero no quería dejar de verla, no quería perderse la manera en que se tocaba, mientras lo masturbaba a él, por lo que volvió la vista, observando como intentaba juntar las piernas y un sonido involuntario escapaba de su garganta.
Sin poder evitarlo más al escucharla gemir por lo alto, sacando la mano de sus bragas la llevó a su cadera, clavando sus dedos allí al llevar profundo su miembro, rozando su nariz con su pelvis, este comenzó a follarle la boca, escuchando una arcada de su parte.
—Oh...sigue ahogándote con el. Estoy tan cerca —gruñe cerrando los ojos.
Jungkook siguió con los movimientos, escuchando algunas arcadas de su parte, provocándole mas placer, mientras las lágrimas escapaban de los orbes de Goeun, hasta que la llenó de su esencia que ella no dudó en tragar con algo de dificultad.
(...)
Jimin se encontraba en el jardín a un lado de la piscina, junto a Hoseok, mientras bebía un jugo y conversaban animadamente.
Sentía que desde que había sucedido lo del bar, donde pudo hablar con Goeun, y aclararle que no se sentía preparado para perdonarles, estaba mejor. De todad maneras, verle provocaba que su corazón se ablandara de gran manera, y que quisiera olvidarse de todo por completo, pero Jungkook estaba ahí.
Aún notaba como el pelinegro seguía teniendo la intención de que todo volviese a ser como antes entre ellos. No podía negar que deseaba lo mismo, pero seguía sintiéndose lastimado, por lo que cada vez que hablaban, que reían juntos por algo, sentía una punzada en su pecho que lo volvía a la realidad y lo hacía distanciarse.
El notar la mirada de decepción de Jungkook, le dolía, pero tenía la esperanza que algún día su mejor amigo volviera a ser el mismo, porque sólo así podrían recuperar la amistad que tuvieron antes.
—Oye, ¿y qué tal todo con la chica que conociste en el bar? —pregunta curioso, Hoseok.
—Cállate.
—Oh, vamos. Te escuché hablando de eso con Taehyung.
—Taehyung no sabe lo que dice. No pasa nada con ella —aclara girando la cabeza a verlo, antes de darle un sorbo al jugo.
—No me mientas a mí, Jiminnie.
—Sólo hablamos a veces. Somos buenos amigos, nada más.
—Sé lo que es ser buenos amigos para ti —ríe.
—Esta vez hablo en serio —aclara tranquilo y sonríe—. Dasom es muy agradable, divertida y tenemos demasiada química, en verdad —lo mira por un momento y le da un sorbo a su jugo—. Pero sólo tenemos química como amigos.
Una noche decidieron salir con él, Taehyung, y Jung , donde conoció a una joven que se le hizo realmente agradable. Era cabello miel, ojos cafés intensos y redondos, largas pestañas, nariz pequeña, labios esponjosos, delgada, de baja estatura y piel blanca como la porcelana.
No iba a negarlo, se le había hecho atractiva, pero no tenía en mente para nada que algo sucediera entre ellos, y se sintió agradecido cuando notó que ella tampoco. Pues, bebieron y bailaron divirtiéndose durante la madrugada, hasta ella le presentó sus amigos, quienes le hicieron sentirse cómodo, sorprendiéndolo de gran manera.
Desde entonces, hablaban algunas veces y estaban formando una amistad. No quería que sus amigos pensaran que había alguna otra intención, aunque entendían el porqué, ya que antes cuando decía que era buen amigo de alguien, se refería a que sólo pasaban buenos momentos de sexo.
Pero ahora con Dasom era distinto, y quería seguir tomándose el tiempo de conocerla, sin pensar en tener otra intención, porque no se sentía capaz.
—Si tú lo dices.
—Hoseok, estoy hablando en serio. Yo...no podría verla de otra manera, porque aunque no lo quiera, y deteste admitirlo, sigo enamorado de Goeun —admite angustiado, mirando a la nada—. ¿Acaso algún día voy a poder superarla? Porque, a veces, me desespera pensar que eso no va a pasar, que siempre voy a sentir algo por la novia de mi mejor amigo, sabiendo que no es correcto.
—C-Creo...creo que mejor me voy.
Al escucharlo hablar nervioso, giró a verlo arrugando la frente, sin entender qué era lo que estaba sucediendo, hasta que volteó encontrándose con Goeun. Llevaba su cabello húmedo, un jean y un suéter oscuro que rápidamente notó que era de Jungkook, hasta era el doble de su tamaño, lo que para él le daba un aspecto más tierno.
Esta al conectar sus miradas, bajó rápidamente la suya, tragando con difcultad, mientras jugaba con las mangas del suéter debido a los nervios.
En ese momento, lo único que quería Jimin era desaparecer al darse cuenta que la fémina había escuchado acerca de sus sentimientos. Y lo peor era que Hoseok los había dejado solos, provocando que la tensión aumentara.
¡Hola!
¿Qué creen que pase entre Jimin y Goeun?
Tenía pensado unir este con el que sigue porque sé que es algo que quieren leer, pero el capítulo hubiera sido como de 8k palabras JAKSKSJS
Lamento haberme tardado tanto en actualizar, estuve con unos problemas familiares, pero ya está todo bien, así que voy a traerles el siguiente capítulo en unos días, porque además ese me emociona
En fin, si les gustó no se olviden de votar y comentar
¡Nos leemos pronto!
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