13; CORAZÓN CÁLIDO

CORAZÓN CÁLIDO

Al día siguiente Jungkook despertó con la ilusión de tener un mensaje o llamada perdida de Heekyung, pero al no ver absolutamente nada, se decepciono. Se convencía sí mismo que quizás no había visto nada aún, a pesar que eran tendencia en Twitter, y que lo más probable era que durante la tarde o noche iba a llamarlo desesperada queriendo volver.
Se negaba a aceptar que podía llegar a estar enamorada de otra persona, que ya lo olvidó y que no significaba nada para ella, por lo que buscaría estar solo para cuando lo llamara pudiera hablar tranquilamente.

Se dirigió al restaurante para desayunar, pero en cuanto vio pasar a Jimin, sonriéndole a la recepcionista no dudó en acercarse sintiéndose algo nervioso, por más que trataba de reprimirlo.

―Hey, Jimin ―se acerca con algo de inseguridad, mientras el más bajo frena al verlo.

―Hey...

―¿Está todo bien? ―rasca su nuca levantando la mirada encontrándose con la suya, dándose cuenta que al igual que él está incómodo.

―Claro.

―¿Seguro?

―¿Por qué lo preguntas?

―Por lo que pasó en la fiesta.

―¿Y qué pasó en la fiesta, Jungkook? ― cuestiona alzando una ceja.

―Goeun y yo...no lo sé―suspira―. ¿Estás molesto conmigo?

El pelinegro sentía una punzada en el pecho al pensar que Jimin podía llegar a estar molesto por como bailó con ella, y ahora por lo de Twitter, que no se atrevía a tocar ese tema porque ya tenía suficiente. Notaba su indiferencia y de cierta manera le dolía.
Si tan sólo él le llegara a decir que no le gustaba su cercanía con Goeun, era capaz de volver a lo de antes, porque su amistad con Jimin estaba primero y no era capaz de perderlo por nadie. Mucho menos por una mujer que no terminaba de comprender si le agradaba o no, a pesar que ella estaba dispuesta a ayudarle para provocarle celos a Heekyung, lo que podría llegar a funcionar, aún así podía hacerla a un lado fácilmente.

―¿En serio estás preocupado porque pueda llegar a estar molesto?

―Eres mi mejor amigo, Jimin.

―Y ella es sólo mi mejor amiga. ¿Cuántas veces debo decírtelo? ―pregunta frustrado.

―Sabes lo que pienso.

―No quiero volver a hablar de ella ―comienza a caminar, restándole importancia―. Vamos a comer algo.

―Está bien ―habla aliviado caminando a su lado.

―Aunque antes quiero saber algo ―gira su cabeza para verlo―. ¿Pasa algo entre ustedes?

Jungkook ante su pregunta abrió sus ojos a la par, pues no podía decirle que , porque era demasiado pronto y no sabía si Goeun quería que lo dijera, pero tampoco podía decirle que no, porque si sentía celos, dejaría de sentirlos antes de tiempo, así que no ayudaría en nada a la castaña. Carraspeó la garganta nervioso y desvió la mirada pensando algo que lo salvara de aquella situación.

―Oye, ¿y cómo está todo con Shirley?

―Nos seguimos viendo, no es nada serio ―responde encogiéndose de hombros―. Lo que realmente quiero saber es si tú...

― Es linda, Jimin ―lo observa con picardía.

―Y no sólo eso.

El rubio necesitaba acabar con su curiosidad respecto a Jungkook y Goeun, pero en ese instante lo olvidó por completo, concentrándose en hablar sobre la recepcionista junto al pelinegro, que al notar como logró zafarse no pudo evitar sonreír triunfante.













(...)














A la hora del almuerzo se encontraban todos conversando animadamente, disfrutando de sus comidas en el restaurante. Se sentían realmente cómodos, al punto que Goeun olvidaba la vergüenza que sentía respecto a lo que pasó en la fiesta, como también luego. Ni siquiera se concentraba en Jimin, que por momentos la observaba y ella no lo notaba, ya que estaba concentrada en hablar con Yeji, como también con Namjoon.
Por momentos sentía la penetrante mirada de su mejor amiga que estaba frente a ella, lo cual detestaba, porque quería que se sentara a su lado, pero Jungkook ocupó su lugar, y ahora tenía que entender lo que quería por medio de señas y miradas.

Al voltear notó como Hoseok observaba algo que Sohyun le mostraba en el celular. Sonreían y hablaban por lo bajo, demostrando cuan cómodos se sentían ante la cercanía, por lo que rápidamente supo que estaba celosa.

―¿Ya no te duele la cabeza? ―pregunta Namjoon, para luego darle un sorbo a su jugo.

―No, por suerte me ha dejado de doler anoche.

―Eso es bueno. Entonces, ¿te sientes completamente bien?

―Perfectamente. Estoy como nueva ―levanta el pulgar sonriendo, provocando la suya.

―Fue realmente sorprendente ver bailar así con tanta confianza a Goeun ―comenta riendo, Hoseok.

―Te lo tenías bien escondido, bizcochito ―voltea a verla dándole un pequeño empujón con el hombro, Jungkook.

―Cállate ―murmura sintiendo sus mejillas arder al escuchar como están de acuerdo.

―Se sintió el calor ―comenta Yoongi, haciéndolos reír.

―Exacto y ahora quiero saber algo ―Jin toma una bocanada de aire, apoyando sus manos en la mesa e inclinándose hacia adelante, llamando la atención de todos―. ¿Acaso ustedes están saliendo? ¿Qué es eso de Twitter?

¿Twitter? ¿De qué hablas? ―interviene con el ceño fruncido, Jimin.

―Actualízate, Jimin ―rueda los ojos―. Son tendencia. Eunkook.

En ese momento el más bajo sacó su celular sin dudar para entrar y saber de qué estaban hablando sus amigos, pues últimamente, no le había estado prestando demasiada atención a las redes sociales.
Al ver los tweets y que eran tendencia porque habían empezado a shippearlos, rodó los ojos volviendo a guardar el celular, mientras apretaba la mandíbula, llevándose la mirada de Goeun y Jungkook. Decidió concentrarse en la comida, tratando de ignorar, como también a la molestia que sentía sin entender porqué, como sucedió al verlos bailar tan apegados y pareciendo deseosos el uno por el otro.

―¡Ya confirmen si pasa algo entre ustedes o no! ―habla molesto señalándolos acusatoriamente, Jin.

―De todas maneras, Hoseok ayudó a que los shippeen aún más ―comenta Namjoon.

―Sé que antes era el primer fan de Goemin, pero ahora lo soy de Eunkook.

―La verdad es que no...―Jungkook habla nervioso sin dejar de mirar a Jimin, pero siente como Goeun toma su mano por debajo de la mesa, por lo que la observa sorprendido.

―¿Cómo la pasaron anoche en el bar? Vi las fotos y parece que alguien se embriagó —pregunta la fémina, para así lograr que dejaran de hablar sobre ellos.

―No estaba ebrio, sólo estaba cansado ―aclara Namjoon, provocando que Jin suelte una carcajada―. Cállate tú...

―Vomitó en un cesto de basura ―apunta riendo.

―Y tú no dudaste en filmarlo ―comenta Jimin.

―Tienes que dejar de hacer eso ―lo mira molesto el más alto.

―No, porque me sube el ánimo ver sus humillaciones ―ríe.

Jimin volvió a observar a Goeun y a Jungkook, como este le murmuraba algo por lo bajo haciéndola reír. Rápidamente notó como ella sacó la mano de su pierna donde este tenía la mano, por lo que no pudo evitar sorprenderse. No entendía qué rayos pasaba entre ambos, lo que comenzaba desesperarlo, pero aún así trataba de convencerse que quizás su amigo notó que la castaña era realmente agradable, y ahora eran amigos.
Quería pensar así para tratar de hacer sus pensamientos y escenarios imaginarios a un lado, y volver a sentirse normal.

Al conectar su mirada con Jungkook que le sonreía a medias como si notara que estaba molesto, intentó devolverle la sonrisa. Bebió un sorbo de jugo volteando a ver los demás, para así concentrarse en la conversación y dejar a un lado sus dudas que sabía que no debía interesarle.














(...)












Era de noche y Jimin se encontraba en el estacionamiento. Estaba dentro del coche devorando los labios de Shirley, la cual estaba sobre él tirando de su cabello, mientras buscaba la fricción y mordió su labio inferior, provocando un gruñido de su parte, mientras apretaba su trasero. Rió sobre sus labios y volvió a besarla, sintiendo como intentaba quitarle la camisa.
A pesar que antes de volver al hotel tuvieron relaciones en el departamento de ella, parecía ser que ninguno había logrado saciarse por completo.

La apretó contra él haciéndola gemir y cuando iba a terminar de desabotonar su camisa, escucharon unos toques en la ventanilla que los hizo sobresaltar.

―¿Qué carajos? ―pregunta molesto y Shirley se pasa al asiento de al lado, cubriéndose.

Jimin se bajó molesto y al encontrarse con Yeji y Jin, suspiró aliviado.

―Límpiate, payaso ―habla Jin, señalando sus labios.

Este pasó las manos por sus labios y barbilla notando como se manchaban de labial rojo.

―¿Por qué carajos haces eso en el coche?

―Oh, vamos, Jin.

―¿Encima quieres que ahora Yeji y yo nos subamos allí?

―¿Sabes qué? Mejor otro día salimos ―habla Yeji, observando a Shirley bajarse del coche acomodándose la camisa, mientras sus mejillas están sonrojadas.

―Yeji...

―Lo siento, Jin ―hace una mueca, para luego comenzar a caminar.

―En este momento te odio, Park.

―Nos vemos luego, Jimin ―escuchan la voz de Shirley―. Lo siento.

Ella bajó la cabeza haciendo una reverencia, para luego comenzar a correr, mientras que Jin volvió a mirar molesto a Jimin, que le sonreía inocentemente. Pero lo ignoró caminando hacia el hotel nuevamente, por lo que no dudó en seguirlo con arrepentimiento.

El más alto apresuraba el paso escuchando los llamados de Jimin, que decidió ignorar por su enfado, aunque no era realmente por lo que estaba haciendo, sino porque gracias a que Yeji también lo vio, le canceló la salida a comer.
Se dirigió al patio del hotel donde había una gran piscina y se encontraron con Hoseok y Jungkook, qur conversaban animadamente, por lo que decidió acercarse, para así tratar de olvidar lo sucedido.

―¡Hyung!

―Ya olvídalo, Jimin ―voltea a verlo por un momento.

―¿Está todo bien? ―pregunta preocupado, Hoseok.

―Oh, vamos, ¿nunca has tenido tantas ganas que no te importó el lugar?

―Claro que sí, pero nunca lo hice en un coche que ustedes también usan. Sabes que lo adoro.

―¿De qué hablan? ―interviene con curiosidad, Jungkook.

―Acabo de ver a Jimin a punto de tener relaciones en el coche que yo alquilé.

―¿Con la recepcionista? ―lo observa con picardía, Hoseok.

―Sí, con ella ―responde Jin―. ¿No te preocupa que puedan atraparlos y la despidan?

―Los convenceré de que no lo hagan si llega a suceder ―responde restándole importancia.

―Claro, porque eres el gran Park Jimin ―rueda los ojos.

―Ya cálmate, hyung ―Jungkook apoya la mano en su hombro―. Tienes que mantenerte joven, así que quita esa expresión de tu rostro antes que te salgan arrugas.

Hoseok rió divertido por la situación, al igual que Jungkook, mientras que Jin tomó una bocanada de aire, para luego voltear a ver a Jimin, que le sonreía a medias, por lo que apoyó la mano en su hombro.

―Te perdono, pero que no vuelva a repetirse, ¿está bien?

―Perfecto. No volverá a pasar, prometido ―levanta una de sus manos.

―Eso espero.

―Pero es realmente atractiva esa tal Shirley. Así que te entiendo perfectamente, Jimin ―comenta Hoseok, palmeando el hombro del rubio y ríe junto a él.

Este al ver de reojo a Goeun acercándose, sin saber porqué decidió que los escuchara. Quizás una de las razones podría llegar a ser que quería lograr confirmar una de sus dudas.

―No lo sé. Yo no la veo tan atractiva como ustedes, pero si tienes buen gusto
―opina asintiendo el más joven.

―Bien, entonces ¿ya comprenden por qué Jin me atrapó casi teniendo relaciones con ella en el coche recién?

―Claro que sí. Más con una mujer así, te envidio―habla Hoseok.

Jungkook al ver hacia el frente y notar como Goeun salía corriendo hacia el hotel, volvió a mirar a Jimin que hacía una mueca como si se arrepintiera, por lo que rápidamente se dio cuenta que lo había hecho a propósito.

―Pues, yo creo que eres un idiota ―espeta sorprendiéndolos, mientras camina hacia el hotel.

―¿Qué te sucede ahora? ¿Acaso al igual que Jin me envidias, porque llevas tiempo sin sacar tu frustración?

―¡Oye! ―Jin golpea su brazo y ambos ríen―. De eso no se habla. Es un tema sensible.

―¿Es eso, Jungkook?

―No, Jimin. Me pareces un completo imbécil por hablar así de Shirley y también por como buscas lastimar a alguien ―ríe amargo―. Tú no sabes nada sobre mí, sobre si estoy con alguien o no.

―¿Acaso estás con alguien? ―indaga alzando una ceja.

―Quizás, pero al contrario tuyo no lo diré para lastimar a quien es mi amigo.

―¿A qué te refieres, Jungkook? ―pregunta confundido, pero el camina ignorándolo―. ¡Jungkook!

―Ya, déjalo. Sabes que últimamente todo lo hace enojar ―murmura Hoseok, apoyando la mano en su hombro.

―¿A quién buscas lastimar, Jimin?

―Olvídalo. No sabe lo que dice ―explica frustrado―. Está realmente mal.

Jimin no podía creerse que actuó de esa manera por Goeun, por lo que se preguntaba: ¿por qué era capaz de enfrentarlo por ella, cuando hasta hacía unos días, él no dejaba de hacerla sentir mal, y tenía que enfrentarlo para que ya no lo hiciera? ¿Desde cuando los papeles se invirtieron? ¿A qué rayos se refería con que no quería decir con quién estaba, para no lastimar a un amigo como él lastimó a Goeun?
Se sentía realmente mal y necesitaba despejarse antes de sentirse enloquecer.












(...)














Goeun se dirigió hacia su habitación rápidamente por el pasillo, sintiendo como las lágrimas humedecían sus mejillas, y una punzada se había instalado en su pecho. Estaba a punto de entrar a su habitación cuando una voz femenina de la habitación de al frente, la hizo detener.

―Goeun, necesito decirte algo sobre Jimin ―hace una mueca y al ver sus lágrimas se sorprende.

―¿Qué vas a decirme? ¿Que está acostándose con la recepcionista? Pues, ya lo sé, Yeji ―entra a su habitación dando un portazo.

―Goeun, escúchame...―golpea la puerta.

―¡Sólo quiero estar sola!

Un sollozo escapó de sus labios y se recostó en su cama en posición fetal, abrazando sus piernas, reprochándose por seguir permitiendo que la lastimara de esa manera, por no lograr entender que no era correspondida, por seguir aferrada de gran manera a que él pudiera llegar a sentir algo por ella, cuando se había cansado de demostrarle que no era así y esa noche más que nunca. Comenzaba a creer que intentaba lastimarla para que abriera los ojos, porque ya no sabía cómo rechazarla y que comprendiera, por lo que intentaba convencerse que era momento de dejarlo ir, aunque no quería perderlo por completo. Quería mantener la amistad, porque sabía que como mejor amigo era maravilloso y siempre estaba para ella.

Los minutos pasaban, mientras los sollozos seguían escapando por lo bajo por más que se decía que debía dejar de llorar, pero no podía evitarlo porque realmente su corazón dolía, hasta que unos toques la hicieron frustrar.

―¡Quiero estar sola! ¡Por favor, Yeji!

―No soy Yeji.

Esa voz masculina provocó que su corazón dejara de latir por un momento, y se levantó limpiando sus lágrimas, acercándose lentamente a la puerta.

―¿Qué quieres, Jungkook?

―Quiero que me abras.

―No puedo. Quiero estar sola.

―¿Acaso quiere que nos volvamos a llevar mal, bizcochito?

―Sigues haciéndome molestar.

―Pero ya no tanto como antes. Vamos, ábreme si no quieres que te haga molestar más que antes.

Limpió sus lágrimas tomando una bocanada de aire para mantener la calma, y decidió abrir la puerta, encontrándose con él que tenía una mano apoyada en la pared a un lado del umbral de la puerta. Al ver sus ojos enrojecidos, acomodó su postura y presionó los labios.

―Lo que acabas de hacer es manipulación.

―Quizás ―hace una mueca―. Te ha lastimado mucho, ¿verdad?

La castaña suspiró dirigiéndose a su cama donde volvió a recostarse, pero esta vez cubriéndose con la manta para que así quizás, Jungkook decidiera irse, porque deseaba más que nada estar sola.
En ese momento no necesitaba al pelinegro molestándola como solía hacer siempre, ya que a pesar que en las últimas horas su relación había mejorado, temía que volviera a hacerlo porque por momentos a él se le escapaba algún que otro comentario.

―Goeun...

―¿Qué importa, Jungkook? ―pregunta molesta―. Ni siquiera me consideras tu amiga como para que estés aquí mostrándote preocupado.

―¿Sabes qué? Tienes toda la razón. No sé qué carajos hago aquí tratando de que nos llevemos mejor, cuando está claro que tú no quieres lo mismo ―espeta molesto, dirigiéndose a la puerta para volver a abrirla.

―¡No! Lo siento. En verdad lo siento, Jungkook ―suspira―. Al parecer estoy tratando de descargarme contigo por lo cruel que ha sido Jimin.

―Está bien. También es mi especialidad descargarme en personas que no tienen la culpa ―bromea sentándose a su lado―. ¿Cómo tienes el corazón?

―Destrozado ―responde volviendo a recostarse.

―A pesar de que es mi mejor amigo, admito que es un idiota.

―No lo sé. Quizás fue necesario porque fui demasiado terca queriendo que sienta lo mismo, cuando ya me ha dicho que no me quiere ni me querrá de esa manera...

―No me digas que te darás por vencida.

―Lo haré.

―¿Y nuestro plan?

―Jungkook, a veces, seguir aferrándose sólo te rompe más y ya no quiero seguir sufriendo ―hace una mueca―. No podemos seguir aferrándonos a personas, que nos han demostrado de todas las formas posibles que no nos quieren. Eso es demasiado masoquista. Debes pensar en ti, en tu bienestar ―suspira―. Estoy segura que pronto conocerás a alguien que te demuestre lo que es que te amen bien, y te dé lo que la otra persona no pudo.

Jungkook ante sus palabras no pudo evitar sorprenderse y repetirlas en su cabeza, mientras observaba a la nada.
Una parte de él comenzaba a pensar que quizás tenía razón, porque era lo que le había demostrado Heekyung, pero la otra parte no quería rendirse. Sentía que no podía estar un día más sin ella.

―Yo realmente creo que sólo está cegado...

―Ya no importa. Sólo quiero su amistad, pero sé que mientras siga notando que estoy enamorada de él...no podremos seguir siendo amigos.

―¿Acaso no es también masoquista ser amiga de quien estás perdidamente enamorada? ―pregunta desconcertado.

―Si acepto de una vez por todas que no me quiere, entonces, supongo que no.

―Entonces, ¿esperarás meses o quizás años, hasta que esos sentimientos desaparezcan, y volverás a pedirle que sean amigos?

―Quiero volver a ser su amiga ahora, porque lo extraño demasiado.

―¿Y cómo lo lograrás?

―Me verá interesada en otra persona.

―¿Eso significa que seguirás utilizándome? ―pregunta divertido.

―Así como tú a mí si sigues con tu idea de recuperar a Heekyung. Si lo haces estaremos a mano.

―¿Te soy sincero? ―ella asiente―. Con lo que acabas de decir ya no sé qué hacer. ¿Sabes qué es lo peor? Que mis amigos se han cansado de decirme lo mismo, quizás con otras palabras, pero estaba tan cegado...

―Cuando uno ama tanto es normal.

―Sí, pero lo mío fue demasiado ―suelta una risa amarga―. Diablos, que imbécil.

Jungkook quería seguir hablando con ella al sentirse tan cómodo, y más al ver su mirada. En su vida había conocido todo tipo de miradas, sin embargo, al ver con tanta atención la suya, lograba darse cuenta lo perdida que estaba y rota que se encontraba igual que él.
En ese momento le sonrió como si estuviera más que bien, pero sus ojos le contaban otra historia completamente diferente que quería conocer.

Estaba dispuesto a volver hablar, pero al verla cubrirse la boca mientras bostezaba, no pudo evitar sonreír.

―Bien. Seguramente te he aburrido, así que es mejor que me vaya.

―No ―toma su brazo impidiéndoselo―. No es eso. Es que llorar me da sueño ―ríen―. Pero quédate, quiero seguir hablando contigo. Hasta te permito que te recuestes allí.

Jungkook la observó algo dudoso y se levantó para rodear la cama, para así volver a sentarse, pero más a su lado apoyando su espalda en el respaldo. Sentía como la tensión crecía y jugaba con sus manos, por lo que ella sonrió, porque por primera vez Jungkook le causaba ternura.

―Oye, por cierto, el tweet de anoche era cierto. Realmente quería ver una película de terror ―ríe―. Iba a twittear otra cosa para que tú me contestaras.

―Oh, ¿en serio? ―la mira sorprendido―. Lo siento, me puse nervioso y sólo contesté sin pensar.

―Está bien. Como lo estás ahora.

―¿Qué? ―al darse cuenta de sus palabras, suspira―. Ya, mejor duerme así me voy.

Jungkook comenzó a acariciar su cabello sin pensar y al notar como se acomodaba mejor cerrando los ojos, mientras sonreía, no pudo evitar soltar una risilla.

―Eres como un cachorro.

―¡Oye! ―lo mira molesta por un momento―. De todas maneras, sigue haciéndolo.

―¿Qué me darás a cambio? ―pregunta divertido.

―¿Puedo subir a tu habitación el desayuno, almuerzo o cena?

―De eso puede encargarse el servicio del hotel ―ríe.

―¿Acaso tienes idea de cuántas personas desearían que Choi Goeun les lleve la comida a su habitación?

―Está bien, acepto.

―Oye, no entiendo porqué te haces el difícil.

―¿De qué hablas?

―Sobre ser amigos. Míranos, nos llevamos más que bien y eres muy tierno cuando quieres.

―Quizás en unos días te tenga la respuesta. Es que no sabes cuántas personas desean también ser mis amigos.

Goeun rió por lo bajo volviendo a cerrar los ojos, mientras él seguía acariciando su cabello, observándola con una sonrisa, sintiendo su corazón cálido luego de tanto tiempo. Al notar como su respiración se volvía tranquila no quiso moverse, estaba dispuesto a quedarse un poco más porque se sentía demasiado cómodo, hasta que sus párpados comenzaron a pesar, y sin quererlo, cayó en un profundo sueño.


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