12; CELOS

CELOS


Ambos se sobresaltaron separándose y ella fue tomada bruscamente del brazo, encontrándose con la mirada de Jimin.

―Carajo ―escucha decir a Jungkook, como si tuviera miedo.

Tironeó del agarre haciendo que la castaña siguiera sus pasos rápidos, llevándose la mirada de todos los que se encontraban allí que reprochaban, porque Jimin hizo que dejaran de bailar. Pero eso era lo que menos les importaba a ambos, pues ella sólo podía pensar en porqué había reaccionado de esa manera, mientras que él sentía su sangre hervir.

Jimin caminó hacia la puerta que estaba abierta y salieron. Goeun lo miraba nerviosa notando como su pecho subía y bajaba por su respiración pesada. Pasó los dedos por su cabello tirándolo hacia atrás, soltando un suspiro de frustración, por lo que ella bajó la mirada hacia la piscina que se encontraba a un costado, sintiendo su una presión en su estómago como si fuese a vomitar en cualquier momento, por lo que rogaba para que no pasara, porque sería humillante.

―¿Qué rayos pasa contigo, Goeun? ―pregunta tratando de sonar tranquilo.

―¿Q-Qué hice?

―¿Qué hiciste? ―ríe cínico.

―No entiendo.

―¡¿Por qué haces un maldito show erótico con Jungkook?! ―alza la voz, tomándola de los brazos sin aplicar mucha fuerza―. ¡Con mi mejor amigo, Goeun!

―S-Sólo bailamos...

―¡No es así! No lo es ―toma aire tratando de volver a calmarse―. ¿Por qué haces eso?

La castaña se atrevió a conectar sus miradas, pero aquellos ojos mieles que parecían desesperados, provocaban que sus latidos se aceleraran. Sentía que tenía la mirada más hermosa y que era capaz de hacer cualquier cosa que le pidiera, pero después como si la realidad la bajara de la nube en la que se sentía cuando veía su hermosa mirada, porque le recordaba que no estaba enamorado de ella.

―¿Intentas ponerme celoso? ―lleva la mano a su mejilla acercándose más―. Dime, Goeun.

La distancia se iba acortando y ella cerró los ojos por un momento, deseando más que nada que la besara, poder volver a probar sus labios que le provocaban miles de sensaciones, pero una punzada se instaló en su pecho al recordar lo que sucedía luego.
Volvió a abrirlos encontrándose con su mirada de confusión, aún notando que tenía la misma intención de besarla.

―¿Y tú por qué me haces ésto? ―ahora quien lo mira desesperada es ella―. Sabes perfectamente lo que siento por ti y si no es recíproco, ¿por qué juegas conmigo? ¿No se te hace cruel?

Jimin abrió los ojos la par por la sorpresa y dio dos pasos hacia atrás, cambiando su mirada a una de culpa, mientras sus labios se mantenían entreabiertos y ella sentía un nudo en su garganta.

―L-Lo siento, Goeun. Yo...no pensé en eso y me dejé llevar ―masajea su nuca y suelta un suspiro―. Soy un imbécil, perdóname...

―Está bien ―sonríe falsamente, sintiendo sus ojos picar por las lágrimas―. Yo soy la imbécil por seguir enamorada de ti e ilusionándome cuando haces ésto.

Jimin se odiaba por haberla ilusionado, sentía como la culpa lo carcomía porque algo dentro de él le gritó muchísimas veces que ella estaba enamorada de él, pero siempre lo negó convenciéndose de que sólo lo veía como mejor amigo, y ahora se encontraba envuelto en esa situación, todo por no haberse querido escuchar.
Quería decir algo al respecto para tratar de solucionar las cosas, pero ella se fue rápidamente, dejándolo solo con sus pensamientos que lo torturaban.

Goeun volvió al salón donde están todos nuevamente bailando y bebiendo, mientras reían, por lo que no podía evitar preguntarse si era por el baile que hizo con Jungkook. Al verlo con su brazo apoyado en la mesada, con su camisa puesta sin abotonar que dejaba ver un poco su pecho y abdominales, llevando una botella de cerveza en la mano, sintió sus mejillas enrojecer.
Una parte de ella quería acercarse a hablar, porque sentía que era con el único que podía hacerlo, pero la mayor parte de ella quería huir y era lo que estaba dispuesta a hacer.

― ¡Goeun! ―su voz la paraliza―. Hay otra cerveza para ti. Ven.

Tragó en seco y dudosa volteó para acercarse a paso torpe, mientras en su mente se repetía que debía actuar con normalidad para no verse peor.
Al estar frente a él no era capaz de verlo, pero observó como le estiraba otra cerveza que aceptó rápidamente.

―Gracias ―sonríe con nerviosismo y toma un gran sorbo tratando de así desaparecerlos.

―¿Qué pasó con Jimin? ―inquiere frinciendo el ceño―. ¿Está molesto?

Goeun levantó la mirada lentamente deteniéndose por unos segundos en su abdomen y pecho, hasta que notó como él llevó la mano a su camisa, por lo que carraspeó la garganta levantando la mirada hasta llegar a su rostro.

―N-No lo sé.

―¿Pero no te dijo algo sobre mí? ¿No te dijo si está molesto conmigo? ―pregunta preocupado.

―No. No creo que esté enojado contigo.

―Eso espero ―observa a sus costados buscándolo con la mirada, girando la botella de cerveza con sus finos y largos dedos―. ¿Y qué ha pasado entre ustedes? ¿Está todo bien?

―No y con la conversación que tuvimos se ha ido todo el alcohol de mi sistema ―suelta una risa amarga y le da otro gran sorbo.

―No lo creo. Sigues estando ebria. Si te vieras como yo te veo, te darías cuenta, así que no deberías seguir bebiendo así.

―Entonces, ¿para qué me das ésto?

―No lo sé. Supongo que para no ser el único que termine mal esta noche ―ríen.

―Lamento decepcionarte...―se acerca torpemente a él que trata de reprimir una carcajada―, pero no terminaré vomitando esta noche. Ya fue suficiente show con lo que bailamos.

―Eso fue por tú quisiste, ahora tú me acompañaras en ésto de beber.

―Esta será la última cerveza ―asegura y él rueda los ojos con una sonrisa burlona.

―Si tú lo dices, bizcochito ―murmura llevando la botella a sus labios y ella asiente segura.















(...)
















Los minutos pasaron rápidamente, mientras conversaban y reían de sus ocurrencias sin ningún sentido. Bebieron hasta llegar al punto en el que Goeun no podía mantenerse de pie, mientras le contaba todo lo que habló con Jimin. Jungkook casi no era capaz de sostenerla entre sus brazos, sintiendo que él también iba a caerse porque todo le daba vueltas, pero aún así, ambos reían disfrutando del momento.

Hoseok y Jin los llamaban para poder irse, mientras caminaban hacia el coche ambos reían por como Goeun tropezaba con sus propios pies, y Jungkook la tomó de un brazo y de la cintura, tratando de no caerse ante sus pasos torpes.
El pelinegro repetía una y otra vez que deberían llamar a Jin o a Hoseok, para que los ayudaran, ya que ellos los esperaban en el coche porque la castaña quiso ir al baño antes, por lo que Jungkook la esperó terminando la última cerveza.
Ella se negaba a que lo hiciera por más que tardaran mucho en llegar aunque estaban cerca, pero de todas maneras se divertían.

Al llegar le abrió la puerta, por lo que con algo de dificultad le agradeció haciendo una reverencia con torpeza, que le hizo soltar una gran carcajada y luego se subió, llevándose la mirada de sus amigos.

―No puedo creer que Yoongi se haya embriagado y dormido en el asiento del coche que conduce Taehyung, dejándome a mí a cargo ―suspira Hoseok―. No se atrevan a vomitar aquí, porque volverán caminando y luego se encargarán de limpiarlo ―advierte a ambos que se miran divertidos y ríen.

―Prometo que no vomitaré ―habla con seguridad Goeun, mostrando las palmas de sus manos.

―Sabes que yo sé controlarme, hyung.

―Perfecto.

―De todas formas me alegra ver a Jungkook reír ―comenta Jin―. No seas tan duro, Hoseok.

Durante el camino Hoseok y Jin conversaron animadamente, escuchando música, mientras que Jungkook y Goeun volteaban a verse por momentos haciéndose reír, sin necesidad de hablar o algo, sólo con verse era suficiente.

Al llegar los mayores bajaron y empezaron a sacarse fotos, dejándolos solos riendo, Jungkook abrió la puerta dispuesto a bajarse, pero ella lo tomó del brazo.

―Ésto...es...tu...culpa ―con la mano golpea su pecho desnudo―. Vaya, eres fuerte ―murmura admirando su cuerpo, mientras acaricia su pecho.

―¿No te fue suficiente con tocarme, mientras bailábamos? ―pregunta divertido observando lo atenta que está a su pecho.

―Quizás no ―ríe sintiendo sus mejillas arder y pasa la mano por su frente―. Mierda, no sé lo que digo. Jungkook, te dije que no iba a tomar así y tú me convenciste.

―Yo no te convencí de nada ―al notar como vuelve a bajar la mirada a su pecho, la toma de la barbilla para que lo mire a los ojos―. Tengo mi rostro aquí, bizcocho ―ríe al notar su sonrojo―. Yo no te convencí de nada. Sólo te pasé las cervezas y aceptaste.

―P-Porque me gusta hablar contigo, y eso me hizo olvidar que no debo beber tanto...

―Vaya, ¿te gusta hablar con este idiota?

―S-Sí. No eres tan idiota como creí.

Jungkook rió y al levantar la mirada notó como ella seguía atenta a él sin reír, lo cual provocó que dejara de hacerlo. Observaba cada centímetro de su rostro, sintiendo un cosquilleo en su estómago cuando su aliento a cerveza, chocó contra sus labios.
No sabía qué le sucedía, pero aquellos labios rosados que humedeció con su lengua como si quisiera provocarlo, comenzaron a llamar su atención.

―¿J-Jungkook...?―jadea por lo que él se acerca más.

―¿Qué sucede? ―pregunta en un murmuro, rozando sus narices mirándola deseoso.

Cerró los ojos al sentir más la cercanía, lo suficiente como para que sus labios estuvieran por rozarse. Anhelaba acercarse más y saborearlos, pero en eso ella bajó la cabeza bruscamente, mientras un arcada escapaba de sus labios.
Al sentir su pantalón humedecerse jadeó por la sorpresa y escuchó los gritos de Hoseok, que abrió más la puerta de Jungkook, encontrándose con esa situación.

Goeun volvió a vomitar provocando que el pelinegro hiciera una mueca de disgusto, al sentir como aquel aroma llegaba a sus fosas nasales y el asco que le provocaba sentir su pantalón húmedo.

―¡No, en el coche no! ―grita histérico, Hoseok.

Jungkook quiso decir algo al respecto, pero sólo sacó su cabeza comenzando también a vomitar.

―¡Ya basta, por favor!

―¡Ésto hay que filmarlo! ―ríe Jin con el celular en sus manos.

―¡Quiero morir!

―Ellos lo limpiarán. No te preocupes ―apoya la mano en su hombro.

―Tú encárgate de llevar a Goeun y yo ayudaré a Jungkook.

―¿Por qué yo a Goeun? No deja de vomitar ―habla molesto―. ¿Y si me vomita la espalda?

―Suerte, Jin ―sonríe.

―¡Si me vomita te juro por Dios que la dejaré tirada!

―Sólo llama a Jimin para que la ayude antes de irte.

Cuando los más jóvenes dejaron de vomitar, Hoseok hizo una mueca de disgusto tratando de contener las arcadas. Pasó uno de los brazos del pelinegro por sus hombros ayudándolo a levantarse, y al observar su pantalón una arcada escapó de sus labios, pero aún así, se reprimió para no terminar también vomitando.

―Ayúdame, Jungkook. Eres muy pesado y no puedo cargar con todo tu peso ―habla con dificultad y lo escucha lloriquear.

―Gracias por ayudarme, a pesar de que me porto como un idiota ―solloza―. Eres un buen amigo y te amo, hyung.

―Ya deja de llorar y trata de caminar.

―Por favor, nunca me dejen solo...

―¡Camina, JK!

Jin no podía evitar reír por la situación, pero al ver a Goeun recostada en el asiento y como al acercarse el olor a vomito inundó sus fosas nasales, reprimió una arcada.

―A mí no me pagan por ésto ―murmura entre dientes tapando su nariz.














(...)
















Goeun sentía un punzante dolor de cabeza que no sabía cómo quitar de una vez, por más que Yeji le hubiera dado una pastilla. Luego de haberse dado una ducha porque olía a vomito y que le subieran algo de comer, volvió a dormirse hasta que unos toques la hicieron despertar.

Al abrir se encontró nuevamente con su mejor amiga, la cual seguía preocupada por ella porque en el almuerzo Hoseok y Jin contaron lo sucedido, sorprendiendo a los demás, que no dudaron en molestarlos en el grupo de WhatsApp. Principalmente Seokjin, que mandó los videos donde de fondo podía escucharse su risa tan contagiosa y los reproches de Hoseok. Goeun al ver lo que decían deseó más que nunca desaparecer por lo que no fue capaz de contestar, envidiando a Jungkook que suponía que seguía durmiendo porque no le llegaban los mensajes.

Pasó las manos por su rostro sintiéndose realmente frustrada y avergonzada, porque sabía que debía controlarse y no entendía porqué no lo hizo, porqué le pareció tan buena idea beber y pasar vergüenza junto a Jungkook.

―Necesito irme muy lejos para no verles el rostro nunca más...

―Ya cálmate. Ahora a todos se les hace gracioso, así que no debes preocuparte ―apoya la mano en su hombro―. Jin y yo limpiamos el coche, así que nos deben una. Piensen que pueden hacer por nosotros y más que nada por mí que logré convencerlo de que me ayudara. Tuve que soportar las arcadas que hacía cada minuto. Pobre, Jin.

―No volveré a bajar nunca ―asegura cubriéndose con la manta hasta la cabeza.

―Sabes que sólo lograrás preocuparlos y no dudarán en subir a verte.

―Me siento tan humillada...

―Ya pasará ―quita las mantas de la cabeza de su mejor amiga―. Tengo que contarte algo.

―¿Ahora qué más hice? ―la mira angustiada, como si ya no pudiera soportar otra situación más.

―Tú nada. Yo hice algo ―murmura tímida.

―¿Pasó algo con Hoseok? ―se sienta rápidamente, mirándola ilusionada.

―Ayer luego de que Jungkook y tú bailaran, me pidió salir porque quería tomar aire ―desvía la mirada jugando con sus dedos―. Estábamos hablando normal y me dijo que cuando está conmigo su corazón se emociona ―ríe sintiendo sus mejillas arder.

―¡Es muy tierno!

―Luego...luego me besó, ¡y yo le correspondí!

Goeun no pudo evitar gritar al igual que su amiga por la emoción y se abrazaron, dando pequeños saltos sobre la cama.

―¿Y qué sentiste? ¿Te gustó? ¿Besa bien?

―Sentí que iba desvanecerme allí mismo ―asegura haciendo reír a su mejor amiga―. ¡Me encantó! Diablos, Goeun, no sabes lo maravilloso que besa, sentí que me incendiaba...

―¡Demasiada información! ―la interrumpe y ambas comienzan a reír.

―Él me encanta, Goeun ―hace un mohín con sus labios.

―Hey, ¿qué sucede? ―pregunta preocupada―. ¿Por qué pareces triste?

―Tengo miedo que no lo sienta como yo...

―Estoy segura que sí. Mírate, Yeji ―suspira―. Eres hermosa, inteligente, graciosa. Eres maravillosa y si sólo juega contigo te prometo que le patearé el trasero.

Yeji rió y miró enternecida a su amiga, para luego darle un abrazo, sintiéndose agradecida con ella.

―Gracias. Ahora levántate que te has pasado todo el día en la cama y ya es hora de cenar ―se levanta suspirando―. Creo que luego iremos al bar...

―¡No quiero saber más nada de alcohol!

―Está bien ―ríe―. Pero levántate al menos a cenar con nosotros.

―No quiero verlos por hoy.

―Voy a entenderte, pero promete que cenarás.

―Lo haré ―le regala una sonrisa tranquilizadora.

―Me quedaría aquí contigo, pero quiero ver a Hoseok...

―¡Ve!

Ambas ríen y la más alta salió emocionada, mientras que Goeun sólo pensaba en darse otra ducha porque sentía aún impregnado el olor a vomito.

Su baño duró varios minutos, logrando así relajarse y quitar aunque sea por ese momento los recuerdos de lo que hizo en la madrugada. Se puso una camiseta blanca simple y un short negro, para luego cepillar su cabello que no tardó en ondularse.
Al escuchar su celular vibrar lo tomó algo temerosa, viendo que se trataba del grupo donde hablaban sobre ir al bar que había en el hotel.

Jimin

Quiénes irán?

Yeji

Todos a excepción de Goeun, que aún se siente mal

Jin

Y cómo no?
Vomitó todo lo que comió durante la semana

Hoseok

Eres un asco, Jin

Jin

Vas a negar que no fue así?
Yo que limpié su vomito lo confirmo

Hoseok

Bueno, tienes razón

Namjoon

Y Jungkook?
Alguien lo ha visto?

Jin

Ya está listo para una segunda ronda
Listo para vomitar de nuevo, Jungkookie?

Jungkook

Vete a la mierda

Namjoon

Respeta a tus mayores, Jungkook

Jin

Acabas de despertarte?
Debes sentirte en la mierda

Hoseok

Si decides venir no vomites, JK

Jungkook

Por qué Diablos sigo oliendo a vomito si ya me he bañado cuatro veces?

Jin

Pregúntale a Goeun
O mira los videos
Te compadezco, Jungkookie

Goeun en ese momento bloqueó el celular tirándolo a un lado, para luego cubrir su rostro y gritar. Creyó que no podía sentirse aún más avergonzada, pero se dio cuenta que sí podía, y ahora, además de no poder ver a los demás, tampoco podía ver a Jungkook.

Se acercó al balcón donde tenía las puertas abiertas y al sentir la brisa fresca, tomó una bocanada de aire admirando la vista. Quería quedarse allí por un buen rato porque lograba que los recuerdos desaparecieran, a excepción a los que eran acerca de Jimin.
No sabía si ahora su relación empeoró, pero se sentía liberada porque sabía que él no volvería a jugar con ella. No volvería a ilusionarla.

Los minutos pasaban sin que ella se diera cuenta y escuchó unos toques en la puerta, por lo que frunció el ceño confundida mientras se acercaba.
Al abrir y encontrarse con Jungkook, quiso cerrar la puerta, pero él lo impidió con su mano abriendo más la puerta.

―¿Traje para cenar y así me recibes? ―pregunta indignado.

La castaña asomó la cabeza por el umbral de la puerta, y al ver un carrito que tenía una charola con comida encima, no pudo evitar sorprenderse.

―¿Me vas a dejar pasar o me llevo la comida?

―Pasa ―murmura bajando la mirada.

Jungkook sonrió satisfecho y tomó la charola, para luego caminar hacia la cama donde la dejó apoyada, sentándose a un lado.

―Dijeron que las hamburguesas de conch son deliciosas, así que las pedí ―comenta observando como se acerca con inseguridad.

―Está bien ―se sienta, bajando la cabeza al sentirse aún avergonzada.

―Te hubiera dicho de bajar a comer, pero supongo que como yo, no quieres encontrarte con los demás ―le da un mordisco a la hamburguesa―. Pruébalas. Son deliciosas ―asegura limpiando sus labios con una servilleta.

―Supones bien.

Goeun le dio un mordisco a la hamburguesa confirmando lo que dijo Jungkook, y al limpiar sus labios con la servilleta, notó que no había dejado de observarla por lo que sentía sus mejillas arder.

―¿Tengo algo? ―murmura pasando la mano por sus labios, pensando si le ha quedado resto de comida.

―No ―niega con la cabeza, riendo―. Sólo estaba recordando lo que sucedió en la madrugada.

―¿Viste el vídeo? ―pregunta nerviosa y desvía la mirada.

―No me hizo falta verlo, Goeun.

―¿Recordaste?

―Desde que desperté hace unas tres horas que recuerdo lo que pasó ―admite provocando que se sorprenda.

―¿Y por qué hiciste cómo que no?

―Sólo quería que tu rostro se tiña de rojo como ahora ―confiesa riendo.

―¡Eres malvado, Jungkook!

―Me lo debes después de haber vomitado más de seis veces mis piernas.

―Diablos, lo siento ―se cubre el rostro con las manos.

―Está bien ―sonríe―. ¿Sabes? Estuve pensando...

―¿Piensas? ―finge sorprenderse―. Vaya, no me lo esperaba de ti, Jungkookie.

―Cállate, y tú no puedes decirme Jungkookie. Sólo pueden decirme así mis amistades.

―¿Y qué haces aquí si no me consideras tu amiga?

Jungkook en ese momento no sabía qué decir, porque no la consideraba para nada su amiga, ya que por momentos seguía sin agradarle, pero sintió la necesidad de verla y de hablar con ella, por lo que decidió ir a su habitación.
No entendía muy bien su cabeza, si realmente ya le agradaba y era por eso que quiso verla, pero prefirió no darle muchas vueltas al asunto.

―¿Quieres saber lo que pienso respecto a Jimin, o prefieres que me vaya?

―Quédate y dime, Jungkook.

―Perfecto ―sonríe―. Jimin actuó así porque se puso celoso.

―¿Has hablado con él?

―Para nada, pero me puse a recordar como actuó y lo que me contaste. Es demasiado obvio.

―No lo sé...

―Lo conozco mucho más que tú, Goeun.

―¿Así como dijiste que está enamorado?

―Olvida eso. Ya te dije que quizás me excedí con sus sentimientos, pero estoy seguro que le gustas ―se acerca observándola fijamente―. Tienes que darle más celos para que no le quede más que aceptarlo.

―¿Eso no te parece muy inmaduro?

―Lo es, pero si quieres que Jimin reaccione, hazlo.

―¿Y qué más podemos hacer? ―frunce el ceño.

―¿Podemos? Eso suena a multitud ―alza una ceja.

―Estar contigo funcionó para darle celos.

―¡Pero ni siquiera lo hacíamos por esa razón!

―Y ahora deberás ayudarme.

―Ni lo sueñes. No pienso hacer que Jimin se enoje conmigo. Es mi mejor amigo.

―No va a enojarse contigo.

―Olvídalo. Jimin es demasiado importante para mí...

―No quiero tocar este tema de conversación, pero ¿tú no quieres recuperar a tu exnovia?

―No hables de ella ―aprieta la mandíbula.

―¿Quieres o no? ―inquiere alzando una ceja―. Porque si quieres recuperarla estoy segura que dándole celos conmigo, lo lograrás.

Jungkook volteó a verla, y frunció el ceño perdiéndose en sus pensamientos. Ya había intentado comunicarse con ella y con sus amigos más cercanos, pero nada parecía funcionar para que volviera a él, cuando antes ya hubiera pasado porque no soportaban mucho tiempo así.
Sabía perfectamente la forma en la que enloquecía cuando una mujer estaba cerca de él, sólo con Yeji había publicado historias y no pasó nada, de ella nunca le dijo nada, quizás porque no era tan cercana a ellos. Pero luego llegó a su cabeza cómo le prohibía estar con sus amigos cuando Goeun estaba presente, y como también trataba de que la odiara como ella lo hacía, por lo que comenzaba a creer que si se volvía más cercano a la castaña, Heekyung podría enloquecer y así volver a él.

―¿Cómo lo haríamos?

―Interactuando por redes sociales, publicando historias, fotos...

―Pero ni siquiera te sigo y sabes que es probable que empiecen a ya sabes...―señala a ambos― digan que nosotros...eso.

Goeun no pudo evitar reír por su forma de hablar y por lo incómodo que sonaba.

―Eso puede llegar a ponerlos más celosos.

―¿Qué Diablos estoy haciendo? ―lleva las manos a su nuca observando el techo.

―Puedes pensarlo...

―Empecemos ahora mismo.

―Cuanta emoción ―ríe.

―Quiero recuperar a Heekyung más que nada, Goeun.

―Bien. Empecemos por alguna red social.

―¿Twitter? ―pregunta observando las aplicaciones de su celular.

Twitter.

―Perfecto ―se levanta llevándose una mirada de confusión por parte de Goeun―. Me voy porque no puedo hacer ésto, mientras te miro.

―Pero ni siquiera has comido.

―Se me ha quitado el hambre. Nos vemos mañana.

Jungkook salió de la habitación, mientras la castaña se quedaba mirando la puerta sin ser capaz de entenderlo.

(...)

¡Hola!

Bien, no sé qué es ésto que hice, pero espero que les haya gustado JAJSJKSJ

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¡Nos leemos pronto!

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