Once
Tras bajar en el aeropuerto Jorge Chávez, de Lima - Perú, vio a Trix junto a alguien que sostenía un letrero que decía "Amigos con derecho y sin derecho, de tenerte siempre y siempre tengo que esperar paciente el pedazo que me toca de ti" Era la única canción en español que sabía cantar correctamente.
Al llegar a ellos, Bella la saludó con un gran abrazo.
— Él es mi traductor y profesor de español — Trix le hizo señas para que fijara su atención en el hombre moreno, fornido, de cabello negro y ojos marrones.
— Leónidas Valdez a su servicio — Él habló en inglés. — Puede llamarme Leo, si desea.
Le enseñó la correcta pronunciación, debido a que ingles sería //Lio//
La actriz se encontraba fascinada con el pedazo de hombre que tenía delante, pero no se permitió demostrarlo con una sonrisa, solo con la mirada, por supuesto él no notó nada... Pero Bellatrix que le enseñó eso, sonrió.
Cada mes que transcurría Hermione, notó que Leo la trataba con más que cariño, en cuanto él supo que ella se encontrabas gestando en lugar de desanimarse románticamente se tomó la libertad de pedirle a su abuela una receta "para embarazadas" para consentirla.
Ella no comprendía la dedicación de su maestro de español, no está de más decir que trató de ignorar lo bien que se llevaban, le gustaba cuando Leo cocinaba para ella mientras le platicaba sobre si y sus raíces, le contó que su madre era mexicana, su padre estadounidense y sus abuelos peruanos. Por ende, era pluricultural y eso le gustaba ya que con él podía dialogar de temas diversos y no aburrirse. Lo descubrió observando su vientre cuando ya tenía 7 meses de gestación.
— ¿quieres tocar? — le preguntó ella, en realidad se moría por sentirlo más cerca, sus hormonas deseaban el contacto.
Los ojos del moreno se iluminaron — Por supuesto.
Hermione se recostó en el respaldo del sofá, él se acercó lentamente y acarició el vientre, lo mellizos empezaron a moverse. Se advirtieron emocionados, supo que ese momento debería vivirlo con Draco, pero lo odiaba por estarla llamando y a la vez noticias decían que regresó con su ex, Astoria.
Tal vez los celos la hicieron nublar sus sentidos, pero con sus manos hizo que el rostro del joven de 26 años se acercara al suyo. Leo cerró los ojos dejándose seducir por el beso que recibió.
Él sintió cómo ella introdujo sus manos debajo de su suéter acariciando su espalda.
— No quiero que me dejes—murmuró contra su boca— Me gustas mucho.
— A mí también.
Deberían hablar y establecer las condiciones de su relación, pero tanto tiempo resistiendo a embriagarse el aroma masculino, sin sentir el calor de un cuerpo, el sabor de una boca, la hizo perder todo razonamiento.
Él la llevó a la habitación más cercana del departamento, la recostó en las almohadas, se acomodó a su lado. Hermione subió el suéter y la franela que lleva sacándosela por la cabeza. Tocó los músculos definidos de sus pectorales.
—Esto está mal — susurró presa del deseo que resurgió con fuerza.
—Lo sé. — Él iba a apartarse.
Hermione tenía otros planes. Lo atrajo besándolo, mordiendo suavemente el labio inferior sonriendo al escucharlo gemir. Después de todo era una mujer de 30 años con experiencia.
Leo la trató con delicadeza. Descendió por su cuello, besó el valle entre sus senos para luego entretenerse en éstos, bajó besando la curva de su abdomen, riendo al sentir al bebé moverse y Hermione quejarse.
—No le gusta que me acueste boca arriba — Se acomodó de lado. — ¿Qué haces? —Leo reanudó la seducción luego de acomodarse en su espalda y morderle la nuca mientras deslizó la bata por su hombro.
— Intento hacerte el amor. ¿Alguna objeción?
—Ninguna. — Se incorporó ligeramente para despojarse completamente del vestido de maternidad que llevaba puesto, al girarse descubrió que él estaba ya desnudo.
El calor de Leo en su espalda le produjo una sensación de placer, se está revelando su feminidad sepultada meses atrás.
Él acarició sus hombros, siguiendo la ruta de sus manos con su boca. Bloquea sus pensamientos, no quiere saber de la vida de Hermione junto a otro hombre, solo quiere atesorar ese momento en que ella se entrega a él sin reservas.
Hermione giró la cabeza para recibir su boca. Tomó la mano de él llevándola al lugar palpitante y húmedo que lo necesita.
Leo no se hizo rogar, enredó sus piernas con las de ella obligándola a separarlas. Apretándola suavemente contra él, la penetró de espaldas mientras su mano jugaba por el frente con la delicada piel escondida entre pliegues.
Hermione se excitó más con la experiencia. Gimió fuertemente, enterró sus uñas en el antebrazo masculino cuando el éxtasis se aproxima. Leo imprimió velocidad en el momento en que ella gritó su nombre y se tensó.
—Ahora — Chilló Hermione fuera de sí con voz que no reconoció.
Apretando a su trasero, Leo gruñó alcanzando la culminación del encuentro. Besó la nuca femenina, manteniendo su boca pegada a la piel tersa mientras su respiración se normaliza.
—Perdona que me haya apresurado –expresó apesadumbrado retirando el cabello castaño de la oreja No quise que fuera así. –La respiración pausada y un ronquido suave es lo que recibe por respuesta. — ¿Hermione? —Ella rezonga somnolienta. –Duerme –Tomando las cobijas, la arropa. —Hablaremos en cuanto despiertes. —Pasando su brazo por la cintura, acaricia el vientre de ella preguntándose qué sucederá en el futuro
Bellatrix regresó con sus compras cuando vio a Leo salir de la habitación de invitados con solo los pantalones puestos y con un suéter en la mano.
— ¿Lo hicieron? — Preguntó con normalidad. Busco la mesa con los tragos, se sirvió algo de vodka — Te hice una pregunta.
— No importa que digas que está mal, ella me gusta y mucho. — Leo respondió ya vestido.
— No me opongo, pero tienes que saber que una vez que ella regrese a EE.UU... Es decir, en cuanto se sepa que ella estuvo embrazada, el patán de Draco Malfoy la ha de acosar... creerá que los niños de él. — Bellatrix tomó su teléfono y se apresuró a subir una foto antigua a Instagram y a los minutos destacaba el comentario del rubio. — Mira, es este idiota. — Le mostró el perfil.
— Si he leído alguna de sus novelas, es muy toxico. Aunque él trata de mostrar lo toxico que hay en una relación y ha terminado consumido por ello. — Leo se sentó junto a ella. — Hermione me gusta mucho, no quiero que se vaya sola y quede a merced del escritor.
— Es tu rival, así el haya vuelto con su ex, cuando Hermione reaparezca con sus dos hijos todos van a tratar de meterse en su vida. — Bella sonó enojada. — Desde luego va a regresar, aunque sea para recoger algunas de sus pertenencias o deshacerse de ellas.
— Me interesa estar en la vida de Hermione.
— No seas toxico y acéptala como es, ella no va a cambiar, ya lo hizo cuando Cedric murió. Ha recibido muchas pedradas en su vida y créeme que no le cuesta nada empezar de cero una y otra vez con tal de liberarse. Yo le enseñé eso — La gran actriz bebió todo el licor que quedaba en su copa.
Leo se quedó pensativo, deseaba estar mucho tiempo junto a Hermione, entendía por lo que pasó, no deseaba presionarla. Iba a esperar pacientemente a que ella decida incluirlo en su vida de manera romántica, de todas maneras, era un hombre de tan solo 26 años, que apenas puede ofrecerle un modesto hogar.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top