CUADRO II


https://youtu.be/VN-XMcnEswY



Me encontraba delate de la mujer que me crio prácticamente toda la vida, la mujer en que mi madre Jane confió ciegamente, entregando su bien más preciado en caso de que ella alguna vez faltara.

La mirada que recordaba, llena de amor y dulzura, me miraba como si de un experimento se tratase; no la reconocía...

A su lado estaba Adrien, el gemelo de Peter y una mujer rubia que no había visto nunca.

-Cuanto tiempo ha pasado, querida...

-Eres una desgraciada...pensaba que habías muerto...te había llorado tanto tiempo y ahora me entero de esto...-Le dije con el corazón desgarrado.

Ella se levantó de la silla y comenzó a caminar a mi alrededor.

-Yo no quería que todo esto pasara, de verdad que te quise y te sigo queriendo; siempre serás mi pequeña, pero hay algo que tengo que hacer, debo de descubrir lo que provoca que un humano deje de serlo. Debo de erradicar todas las bestias del mundo, la raza humana es la única y verdadera.

No podía creer como la mujer que me crio era capaz de hacer semejante cosa, ¿Y si ella estaba detrás de la muerte de mis padres?

-Tu padre no fue difícil de matar. Mi querida Mía se encargó de que él mismo tuviera un accidente con el coche. Una simple llamada de teléfono, meterle un poquito de miedo con una patraña y simplemente toparse en su camino para que él mismo se encuentre con la muerte.

El problema es que tuvimos que rematarlo; nada como una pastilla de cianuro y en 10 minutos, mano de santo...

Comencé a gritar de la rabia, azotando mis lagrimas con violencia. Estaba desesperada, hundida en la más profunda de las desesperaciones...

-Pero tu madre...tu madre fue mas difícil; por ello mandé a mi hijo Jonan para que se encargase de ella.

No...él no....

Jonan apareció ante nosotros con una sonrisa demoníaca y un cuchillo entre sus manos; estaba aún más aterrada.

-Verás, hay algo que no sabes de tu querido hermano. Él estaba presente en uno de los experimentos y digamos que una poderosa alma se introdujo en él; un alma poderosa y malvada que nos ha servido desde entonces. Hemos descubierto como usar las almas en nuestro beneficio para acabar con todas las criaturas no humanas como vosotros.

Aquello no podía ser verdad...

- ¿Nunca te has preguntado que pasaron con todas las médiums?-Me preguntó aproximando un cuchillo a mi mejilla.

Entre la chica rubia y Adrien me levantaron de la silla y comenzamos a caminar por aquellos pasillos de color blanco. La luz me dañaba los ojos y la debilidad me dificultaba caminar.

Paramos en una puerta que decía "sala de la médium 1" y comenzaron a teclear un código para abrir la puerta.

En medio de la sala, una cápsula gigante tenía el cuerpo de una mujer pelirroja sumergida; era mi madre Jane.

Mi madre...mi madre estaba allí...

- ¡QUE MIERDA LE HABEÍS HECHO!

Jonan me golpeó con la culata de una pistola, haciéndome una brecha. Rebeca se enfadó profundamente.

- ¡NO DAÑES AL EXPERIMENTO MÁS IMPORTANTE QUE TENEMOS!

Jonan bajó su mirada en señal de arrepentimiento mientras que Rebeca revisaba mi herida.

-Es hora de que hagas el papel por el que te mantuve viva. Yo sabía que había algo distinto en ti, algunas evidencias se me presentaron durante todos estos años que te crié. El ataque de Jonan fue totalmente planeado, aquella bombilla no se rompió sola y eso lo sabemos. Te tragaste todas nuestras trampas con enorme facilidad. Me hice la muerta porque sabía que irías a Mistery Spell a por la casa de tu difunta madre; pero simplemente te llevé a la boca del lobo.

Todo era una mentira; mi vida había sido una mentira; lo único real que conocía era los Bartholy.

-Acostadla en la camilla; es hora de comenzar.

- ¿Qué vas a hacerme?-Comencé a gritar mientras intentaba defenderme de los forcejeos.

-Abriremos un portal donde las almas vendrán a nosotros y las contendremos en unos depósitos para seleccionar las más poderosas. A partir de ahora, los humanos seremos las criaturas más poderosas a costa de las desgraciadas como tú.

Entre varios me tumbaron en una camilla mientras pataleaba e intentaba morder a todo el mundo, pero eran muy fuertes y yo estaba perdiendo sangre.

Te ataron con fuerza desde el cuello hasta los pies, sin poder mover ni un ápice de mi cuerpo. Estaba perdida, no había salvación para mí. Alrededor de aquella camilla comenzó a cerrarse un cilindro de cristal; poco a poco quedé encerrada dentro tal y como estaba mi madre. Aquella cápsula se colocó en posición vertical y comencé a sentir frío. El nivel de agua comenzó a subir por mis tobillos. Miré a mi madre pensando en que mi destino iba a ser exacto al suyo entonces en lo único que pensé fue en Peter y mi pobre bebé.

SEBASTIÁN

Poco a poco mi cabeza comenzó a reaccionar y mis ojos comenzaron a abrirse; mierda, ¿Dónde estaba?

Estaba atado a un asiento de hierro forzado con multitud de cadenas de acero a mi alrededor. Delante de mí había varios tipos vigilándome para evitar que me escapara.

Recuerdo fragmentos antes del gran golpe. Recuerdo que iba camino a la mansión de los Bartholy pero alguien se me hecho encima; una vampira de cabello rubio. Era realmente poderosa pero no tenía nada que hacer conmigo. Pero aquella pelea era un despiste ya que me atacaron entre varios a traición, haciendo que perdiera el conocimiento.

Recuerdo algunas palabras a mi alrededor, ya que mi consciencia iba y volvía. Ellos buscaban a Alice y estaba seguro que estas eran las instalaciones de la Organización. No sabía si ya habían conseguido encontrarla, pero debía de salvarla a toda costa. Ellos hablaban de algo de la sala de la médium y de un experimento que iban a realizar allí; de haberla cogido era seguro que estuviera allí.

Era hora de pensar en una forma de escapar de allí. Algunas de las cadenas que tenía colocadas podía romperlas, pero los grilletes no, ya que necesitaba una llave. Me fije en el fajo de llaves de todos los que me vigilaban; seguro que una de ellas abría mis grilletes.

Escuché una conversación entre varios de ellos, diciéndole a uno de ellos que iban a tomar un descanso por lo que estaría solo conmigo; comenzaba la acción...

Comencé a fingir un ataque epiléptico y bajé la cabeza como si hubiera caído desmayado.

Poco a poco aquel hombre comenzó a caminar con lentitud a donde yo estaba, levantándome la cabeza. ¡Ahora era el momento!

Le propiné un cabezazo y de un gran tirón solté mis cadenas, aprovechando mis brazos juntos por los grilletes para colocarlos alrededor del cuello de aquel tipo.

-O me desatas o te rompo el cuello con mis brazos-Le dije con amenaza.

Aquel tipo tomé la llave con sus dedos temblorosos y me desató los grilletes, pero yo le golpeé dejándolo inconsciente; no podía correr riesgos.

Rebusqué entre los bolsillos de mi atacante y conseguí el teléfono de su bolsillo; hora de pedir refuerzos.

Tras varios tonos, mi hermana contestó.

- ¿Sí?

- ¡Sarah soy Sebastián, escucha no tengo tiempo para explicar, necesito que traigas todos los refuerzos que puedas!¡Necesito que rastrees esta llamada, voy a dejar el teléfono descolgado y oculto para que sepáis donde estoy, date prisa!

Dejé el teléfono oculto en una de las cajas que encontré y comencé a buscar la sala de la médium; temía haber llegado demasiado tarde.

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