Jungkook.

Es exquisito, su piel lechosa húmeda es simplemente perfecta, ni mis más intensas fantasías podrían haberlo imaginado de esta manera tan nítida, el cabello mojado se le pegaba a la frente y su mirada de asombro no tenía desperdicio.

—¿Me está invitando a salir? —me encogí de hombros —no me van las citas.

—Bien.

Di la media vuelta dispuesto a salir del baño, pero me sujeto de la camisa, sentí que maldijo entre dientes, quería conservar la compostura, pero no pude evitar tener una sonrisa de satisfacción.

—¿En verdad te iras solo así? ¿Solo entraste a las duchas para decirme eso?

—Sí, pensaba en agradecerte de buena manera todo el esfuerzo que estás haciendo en el festival, pero creo que tu solo estas interesado en otra cosa.

Sus brazos me rodearon por la cintura, su cabeza pego en mi espalda, sentía como se empapaba por el agua que aún había en su cabello.

—No me hagas suplicarte Jeon, no soy de los que hace eso.

—No estoy pidiendo que lo hagas — sabía que si tocaba sus manos caería —solo vístase, lo veré en el festival.

—Jeon Jungkook, tócame.

Ahí estaba mi punto de quiebre.

Me gire y tome sus manos para arrinconarlo contra la pared, subí sus manos sobre su cabeza, esto hizo que la toalla que enredaba su cintura se cayera al suelo dejándome ver su cuerpo desnudo en totalidad.

—¿Quieres que te toque?

Asintió mientras sus mejillas tomaban un lindo color carmín, con una mano seguí sujetando sus muñecas, para con la otra ir delineando sus clavículas de manera lenta.

—¿Piensas que debo hacerlo? —subí mi mano hasta su cuello apretándolo un poco mientras acercaba mi rostro hasta sus labios —Dame una razón para hacerlo.

—Sé que me deseas, tanto como lo que yo te deseo Jeon, solo que eres un maldito arrogante que no lo admite —se quería acercar a besarme, pero no lo dejaba moverse más allá —¿Por qué veías mis fotos? ¿Te tocabas con ellas?

No debía mostrar debilidad, esa actitud tan altanera que está tomando me pone demasiado, trague saliva, pero él quiere respuestas. Me acerque ahora a su oído, solté su cuello y baje mi mano hasta la línea V para con mis dedos delinear esa pequeña zona.

—¿Quieres saber cómo me tocaba? —hable tan bajo que solo pudiera escucharme con la cercanía de mis labios cercas de su oído — lo que me imaginaba que podía hacerte.

Tomé su miembro y lo comencé a masturbar de manera lenta, parecía que se iba a derretir, su cuerpo se movía de manera lenta con su respiración.

—¿Tu lo pensaste Jimin? —aumente el ritmo de mi mano —tome algunos videos gimiendo tu nombre mientras lo hacía.

Se corrió en mis manos, sin aviso alguno, giro su rostro sin mirarme a la cara, es adorable.

—Veo que te entusiasmo la idea —levante la mano que mirando la pequeña obra de arte que había dejado en mi mano —¿Tendrás el sabor dulce que espero?

Miro mi mano y después sus ojos no dejaron de ver como lamia cada uno de mis dedos, su mirada brillaba con algo de vergüenza y a la vez lujuria.

—Deja de ser tan jodidamente sexy —movió un poco sus manos para que lo soltara — nadie me había hecho acabar tan rápido, déjame tomar un poco más.

Jalo mi camisa para que me acercara hasta su boca, tome sus mejillas y lo bese, lo ansiaba de verdad, necesitaba sentir esos labios gruesos y suaves sobre los míos, el beso se volvía mas pasional, su mano se iba hacia mi entre pierna.

—¡Kookie!

Me separe de Jimin, mirando hacia la puerta.

—No vayas, termina con lo que me provocaste.

Volví a escuchar la voz de Jin, me solté del agarre de sus manos.

—¡Ya salgo!

—No puedes irte, Jeon te juro que si atraviesas esa puerta no me vuelves a tocar.

—Llámame más tarde.

Salí para encontrarme a Jin, que alzo una ceja al verme salir, se cruzó de brazos.

—Dijiste que nos iríamos hace más de diez minutos, ¿Qué hacías?

—Nada, anda vamos.

Se quedó mirando la puerta de las duchas y en eso salió Jimin, mirándolo de manera molesta, su aura se sentía pesada.

—Espero conteste el teléfono, que es su última oportunidad, tenga linda tarde enfermero Kim.

Sentí un jalón de orejas en cuanto Jimin se alejó.

—¿Te estas follando a Park?

—Au, suéltame, no me lo estoy follando.

Me golpea el pecho con molestia.

—No me mientas, tienes todos los labios rojos, y estas húmedo de la ropa, ¡Aaahh! Elige a otro maestro.

—Estás haciendo un drama.

Empezamos a caminar y el venía detrás de mí.

—Claro que estoy haciendo un drama, mi mejor amigo está apunto de meterse con el mas Fuckboy de todo el lugar, parece ser un ángel, pero en realidad no es así, Kookie, lo hago por tu bien.

—Por lo mismo no quería contarte nada, eres demasiado exagerado, tal vez solo quiera meterme con él y ya.

—Y sigues mintiéndome, tu eres un algodón de azúcar con envoltura de chico rudo, te va a comer y no dejara ni las sobras —se me agarro del brazo — te he visto con el corazón roto, nunca me dijiste quien fue, pero fue terrible verte así.

Si tan solo Jin supiera que mi corazón roto fue su causa...

Jimin

—¡Maldito enfermero de cuarta! —pataleaba en el suelo mientras Hoseok comida en la barra de mi cocina —estuve a nada, a ¡NADA!

—Esto esta delicioso, deberías de comer un poco —Hobi comía de su tazón de Udon mirándome sin ninguna otra emoción.

—Escúchame pequeño, hermoso y redondito amigo.

—Te escucho y aun no estoy tan redondito —me miro con esos ojos juzgones —solo que espero a que se pase a tu rabieta de celos.

—Te equivocas no son celos, estoy furioso porque no me dejo por fin de disfrutar de todo lo delicioso que puede darme ese hombre —agite un poco a Hoseok —pude correrme solo un poco de tacto, ¿Puedes imaginar que me haría?

—Por dios Jimin estoy comiendo — me empujo — nunca te había visto tan interesado.

—Claro que lo estoy, si él puede darme un placer mucho más grande de lo que nunca he tenido, lo quiero, es más lo necesito.

—Márcale, y termina con mi tortura.

—El matrimonio con ese amargado te está convirtiendo en él.

—Solo quiero que tengas algo estable, ya deja de andar buscando solo sexo.

—Estoy bien así, no es necesario nada del rollo amoroso —me senté y me serví udon también —mejor comamos, que tengo un pastel de chocolate con tu nombre en mi nevera, antes de que venga el palillo pálido por ti.

—¿Te he dicho que te amo?

—Lógico, somos almas gemelas, si no fuera porque a los dos nos gusta lo mismo y somos donceles, yo me hubiera casado contigo.

—No eres mi tipo.

Ambos nos soltamos riendo, es el único que me ha soportado en todos estos años y es el único que me comprende y nunca me juzga. Después de comer y darle su postre estuvimos un rato mirando unos temarios para las siguientes clases en lo que venían por él.

Mire mi teléfono un par de veces, me resistía hablarle mi orgullo estaba ofendido, prefería irse con el enfermero, que tomar lo que ambos estamos deseando, puede ser que si tenga algo de envidia de cómo trata a Seokjin, el me dejo en claro cuál es su prioridad, es mejor no hacerse nada de ilusiones.

De pronto me di un golpe en el rostro con el teléfono al dejarlo caer cuando sonó de la nada, contesté sin mirar el remitente.

—¿En verdad estas molesto?

—Demasiado —¿Por qué mi corazón late tan intensamente? —tendrás que compensarme muy bien para que piense en meterme contigo de nuevo Jeon.

—Entonces ven y ábreme la puerta.