¿Enamorado?
Jimin
El olor a suavizante de telas, con un shampoo diferente al mío, además de la suavidad de las almohadas, me sentía en el puto paraíso, no quería mover ni un músculo. Sin mencionar que todos me dolían, pues Jungkook estuvo atendiéndome toda la tarde de ayer, además de parte de la madrugada, las marcas del pecho me escocían, al igual que las mordidas en el hombro.
—Jiminnie —dios ese apodo dicho con en susurro es precioso — anda debes de despertarte.
—Planeo quedarme todo el día desnudo en tu cama.
Escuché que rio, su peso me hizo hundir en la cama, después sentí sus labios en mi espalda.
—Puede ser un buen plan, pero dijiste que tienes planes con la editorial, además de que asistirán a una cena con ellos.
—No tengo la suficiente energía para moverme.
—Anda —me ayudo a moverme de la cama —date un baño en lo que termino de preparar el desayuno, te llevo a la editorial.
—¿Tienes planes?
—Acompañare a Jin a elegir unas cosas para su nueva casa, ¿Quieres que te recoja para ir a la cena?
Negue con la cabeza frunciendo el ceño, ese enfermero otra vez estaba en la plática.
—Iré con Hobi a hacerse un ultrasonido, te veo allá.
—Bien.
Después de darme una ducha, salí con algo de su ropa puesta, la mía no estaba en condiciones de ser usada, así que me había prestado algo para ir a la editorial, pero me quedaba algo enorme, no me quejaba pues olía delicioso, esto de ser un novio mimado me estaba gustando demasiado.
El desayuno me la pase observándolo, estaba haciendo algunas cosas de la escuela, traía lentes puestos, y miraba sus anotaciones mientras bebía de su taza de café, tenia unas ganas terribles de bajarme en este momento y comerle toda la...
—¿Listo?
Me observo y yo casi si un brinco por la clase de pensamientos que tenía, pero era su culpa, debería ser delito verse así de bien.
—Ya estoy listo, si, muy listo.
Me levante y lleve mis platos para lavarlos, se me acerco por la espalda dejando un beso en mi coronilla.
—Déjalos ahí, me encargo cuando regrese, debes estar puntual para tu cita.
Solo asentí y nos fuimos en su auto hacia la editorial, yo iba mirando algunos correos en mi teléfono, mientras el conducía concentrado en el camino.
—Ya no tengo ni un solo like tuyo —dije sin despegar los ojos del teléfono — antes me acosabas.
—Mi acoso funciono, estas en mi auto, usando mi ropa, y eres mi novio, así que no le veo la necesidad de seguir mirándote a la distancia cuando te tengo tan palpable para mí.
—Engreído, puede que personas me digan cosas indebidas en las fotos.
—Pero yo puedo decírtelas en la cama.
LO ODIO TANTO.
—No podre bajar del auto por tu culpa —baje la camisa hasta cubrir mi entrepierna.
—Tendremos que solucionar eso.
Se metió al estacionamiento de la editorial, hizo el asiento para atrás y me jalo hacia él.
—¿Qué...que haces?
—Shhh, debes de ser callado.
Metió su mano a mis pantalones, el primer gemido se me escapo, pero el me beso atrapándolo, volvió a sacar la mano para lamerla de una manera tan descarada que hizo que mi respiración aumentara, volvió a donde la tenía, empezando a besarme cada vez mas intenso. Podía sentir su lengua danzar en mi boca, mientras me masturbaba con habilidad, la situación era tan candente, que no tarde nada en correrme.
—Buen chico —saco su manos lamiendo un poco de mi semen —es hora de que vayas a tu cita.
Me ayudo a acomodarme la ropa y después me puso un poco de su colonia, se limpio las manos con unas toallitas húmedas.
—Te veo en la cena —me dio un beso tierno y lo vi marcharse.
Mi mente estuvo la mayor parte del tiempo pensando en Jungkook, estuve atento a los detalles de la junta, pues el lógico que estaba interesado en mi libro, pero la necesidad de ver ese rostro de ojos enormes era muy palpable. Cuando salí, me fui directo a la casa de Hoseok, pedimos un Uber para ir con el médico.
—Estoy muy jodido Hoseok.
Este hojeaba esas revistas que nadie lee en los consultorios.
—¿En qué sentido?
—Con Jungkook, ponme atención.
—¿Qué te hizo el profesor Jeon?
—Nada malo, ese es el maldito problema, trate de arrepentirme al segundo dos de decir que éramos novios, pero es muy complicado —lo sujete del rostro —sonrió como un imbécil al pensar en él, me siento irritado si no contesta mis mensajes rápido, mi corazón late a una velocidad que no debería de ser humana.
—Se le llama estar enamorado, debes de acostumbrarte.
—¿Enamorado? —me quede en shock, como si fuera la revelación del siglo —¿Enamorado?
—Si —me dio un golpecito en la nariz —parece que no te habías dado cuenta, pero eso que experimentas son las claras señales de que estas loquito por Jungkook, créeme es lo mismo que me pasa con Yoon.
—No tenemos nada saliendo, es poco mas del mes, que descubrí que me acosaba, no creo que sea amor, es muy pronto.
—Tu no mandas en el amor, además ¿Quién te dijo que se necesita un tiempo en específico?
—Señor Min Hoseok, puede pasar.
La enfermera salió, yo ayude a mi ya redondo amigo a levantarse. Entramos los dos al consultorio, me senté aun lado de la camilla después de ayudarlo a subir.
—Maldito Jeon Jungkook, debería dejar de ser tan jodidamente increíble.
Hoseok solo sonrió, en lo que el doctor llegaba, le descubrió la barriga a Hobi y ambos miramos de manera estúpida al ser que crecía en su interior, ya estaba totalmente formado, sus manitas se veían con claridad y su rostro se alcanzó a ver.
—¿Quieren saber qué es?
—No, esperare hasta la siguiente ecografía, quiero que mi esposo este aquí.
—Daria mi brazo izquierdo por ver como se retuerce si le digo que yo me entere primero.
—No molestes a Yoongi, debería de empezar a llevarse mejor, es demasiado tiempo.
—Nunca —suspire —aunque debo decir que prefiero mil veces a tu esposo que al enfermero de cuarta.
Y era cierto, de solo pensar que Jungkook estaba con el en este momento, me hizo enfadar, me la pase con el ceño fruncido lo que resto de la tarde, me vestí para la cena que haría la editorial con sus nuevos escritores. Jungkook me había mandado un mensaje que también iba para allá.
Llegue un poco antes, empezando mi tour social, sonriendo a gente nueva, tratando con mis colegas y sintiendo un poco de estrés al estar solo. Pero en eso lo vi llegar, venia con una camisa roja de satín, pegada al cuerpo de manera tan perfecta que cada musculo de su pecho se marcaba, el pantalón de vestir negro se ceñía en su cintura, yo casi babee al verlo.
—Por dios, que delicia de hombre.
Mire hacia esa voz, era mi editora principal, se mordió el labio mientras veía a Jungkook caminar hacia nosotros.
—Se lo que voy a cenar esta noche.
—Se va quedar con hambre —dije sin pensarlo, Jungkook llego besando mi mejilla —Hola amor, ¿Fue difícil llegar?
—Para nada Jiminnie, espero no haberte dejado solo mucho tiempo.
—Esta bien, mira te presento ella es Lee Nayeon mi editora, Nayeon él es Jeon Jungkook mi novio.
Su cara estaba roja, no podía sentirme más satisfecho, Jungkook sonrió de manera Cortez y después nos fuimos a elegir una copa y unos aperitivos. La noche estaba siendo mágica, yo lo presente con todos, el hacia platicas cortes y después nos despedíamos.
Bailamos incluso juntos, estaba en el paraíso, ya quería llegar a su departamento para poder comérmelo completo cerrando con broche de oro. Lastima que no se iba a poder como yo quería. Cuando entramos a su departamento Seokjin estaba dormido en su sofá, pero por la cara de Jungkook tampoco lo esperaba.
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