Ausencia
Jimin.
Solo era una tonta lesión en la mano, algo mínimo, el dijo que estaba bien. Pero sentí algo de ansiedad cuando lo vi haciendo muecas de dolor mientras el enfermero lo curaba. Me preocupaba demás.
—¿Tiene mucho dando clases aquí? —el profesor Kim me ayudaba a guardar el equipo después del festival — veo que los alumnos se llevan muy bien con usted.
—Este es mi tercer año —suspire de manera involuntaria mientras metíamos las cosas a los almacenes, si el profesor Jeon estuviera aquí ya me tendría contra la pared.
—¿Esta cansado? ¿O solo le molesta mi presencia?
¿Cómo me molestaría su presencia? si el tipo es dolorosamente atractivo, tiene una mandíbula cuadrada de infarto, ojos sexys, sin mencionar esa piel bronceada, su perfume es ligero pero masculino, sin duda es alguien en quien yo me fijaría.
—Solo es cansancio, el profesor Jeon me exige demasiado, me ha tenido ocupado estos días, no estoy acostumbrado a tanta actividad — eso es tan cierto en todos los sentidos —pero tendré todo el fin de semana para descansar.
—El profesor Jeon ¿Es quien imparte matemáticas a los grados superiores?
—Si.
—Se ve que es alguien de carácter difícil.
—En realidad no, es alguien mas amable de lo que parece —sonreí de la nada.
—¿Sale con él?
—¡¿Qué?! —Casi me voy de bruces al piso —no, no, solo somos compañeros de trabajo.
Me miro entrecerrando los ojos y después se sacudió la ropa.
—Eso es fabuloso, pues me parece usted una persona sumamente hermosa, y me tomare mi tiempo para coquetearle —solté una risita —lo digo muy enserio, iré a por usted profesor Park.
Se me acerco peligrosamente, hasta que su rostro quedo muy cerca del mío mire sus labios un segundo y después volví a sus ojos que me analizaban con intensidad, me aleje dos pasos para atrás.
—Primero debería de conocerme mas Profesor Kim.
—Lo hare descuide.
Jungkook
Miraba mi mano levantada mientras estaba tumbado en la cama, me había perdido del resto del festival solo por esta tonta torcedura, el medico dijo que debía de mantener la mano con la férula al menos una semana, Seokjin estaba echando furia cuando se lo dije, me sermoneo porque el me había advertido que era una lesión un poco mas grave de las comunes.
Lo único que lamentaba era que mi tiempo con Jimin se redujo por esto. Sonó mi teléfono conteste sin mirar la pantalla.
—Ya te dije que estoy bien, ya me tome los medicamentos, ya deja de llamar, no tengo cinco años.
Una risa que no era la que esperaba sonó al fondo.
—Se que no tienes cinco años, pero si deseaba saber el como te encuentras.
—Solo muy sedado por los analgésicos —cerré los ojos para poder disfrutar más de su voz —pero el lunes regresaré normal a mis clases.
—Eres demasiado responsable.
—Puede decirse que si —escuche una breve pausa, como si dudará de decirme algo —me perdí del cierre del festival.
—Todo quedó perfecto, con tu organización no tuvimos que hacer nada más, aunque los chicos extrañamente te extrañaron, creí que te tenían miedo pero en realidad te aprecian bastante.
—Yo quería verte un poco más.
El silencio otra vez reino, me arrepentí al momento de decirlo, se que él ya puso la línea clara de lo que desea, supongo que son los analgésicos que me hacen decir esta clase de estupideces.
—Estoy a dos cuadras de tu departamento, dame dos minutos solamente.
Colgó y sentí el corazón lastime a mil por hora, nadie además de Jin había venido a mi casa, me sentí como un niño queriendo limpiar a toda velocidad antes de que lleguen sus padres, aunque en realidad solo tenía dos platos sucios en la cocina, pero para mí ya era un desorden en su esplendor.
Escuché el timbre y camine abrir para que no se escuchará mi ansiedad al verlo. Cuando abrí venía con un lindo suéter blanco algo amplio y unos vaqueros azules pegado a sus perfectas piernas, traía lentes oscuros como queriendo pasar desapercibido y no se dieran cuenta de quién es.
—Lindo atuendo —me miro de arriba abajo, yo solo traía un jogger olivo y una camisa de tirantes —me gusta verte tan informal.
—No esperaba visitas disculpa —me hice aún lado para que pasará —adelante.
El entro con cuidado mirando todo a su alrededor, traía una pequeña mochila al hombro la cual dejo encima de la mesa ratona de mi sala se paseo por mi librero mirando los diferentes tomos que tenía así como los recuadros de mis logros académicos.
—Pense que el enfermero estaría aquí— se giro hacia mi quitándose los lentes.
—No es como si viviera en mi casa, además el ya está acostumbrado a verme vestido de esta manera.
—Supongo —golpeo su mejilla con la lengua en un gesto algo molesto — ¿Qué te dijeron de tu mano?
—Es una torcedura solamente, no es nada del que preocuparse —me acerque hasta quedar frente a él —¿Estabas preocupado?
Hizo una trompetilla con los labios y negó con la cabeza, sus preciosos dedos de pasearon por mi pecho.
—Es solo que se que no te hubieras ido del festival de no ser por algo grave, quería ver si no te escapaste del trabajo solamente.
—Solo me fui de ahí porque el director insistió —sus manos subieron hasta mi cuello rodeándolo — lamento haberte dejado con todo el trabajo.
—Vine para que me compensaras por ello.
Me jalo hasta quedar cercas de sus labios, su piel olía a fresas con crema, su pongo que es su loción corporal, sus labios lucían tan apetitosos. Lo alce con una mano para que sus piernas se enredaran en mi cintura.
—Te compensare —mordí su labio inferior haciéndolo soltar un gemido —tengo ganas de ser algo rudo contigo.
—Destrózame Jeon.
Decidí dejar el capítulo hasta aquí porque soy un ser malvado muajaja.
Ya vimos que nuestro pollito flecho al nuevo maestro, pero aún así se nos fue a consolar a Jungkook, tengo tantas ganas de ser algo cruel con este fic, solo quiero que se preparen para lo que mi mente pueda llegar a desarrollar.
Besitos en la cola.
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