Cap. 7
Hana.
Y por fin el dia de hoy era oficialmente una chica universitaria de tan solo 17 años. Me sentia tan orgullosa de mi misma.
-Te vez contenta pero a la vez nerviosa, ¿Estas cont-iosa?.
Yo mire a mi pequeño hermano y rei ante su intento de inventar una nueva palabra.
-Si estoy bastante cont- iosa, ¿Se nota mucho?.
-¿Que?, no para nada- contesto con sarcasmo mi pequeño hermano.
Yo lo mire y le di un pequeño golpe, el solo rio.
-Demas llegado señorita.
Anuncio el chofer yo asenti y baje del auto.
-Cuídate mucho Hana.
-Tu tambien mi pequeña bolita con patas- le dije mientras le daba un beso en la mejilla.
-Asco, gérmenes de niña.
Yo le arrugue la nariz a mi pequeño hermano, él volvio a reir a carcajadas se despidió de mi por la ventana mientras el auto avanzaba. No pude evitar sonreírle en verdad amaba a ese pequeño pero era algo que no pensaba contarle, seria muy cursi.
Al llegar a la entrada de la escuela respire hondo mientras miraba con atencion a mi alrededor. Esto seria grandioso, seria el dia mas fascinante de toda mi vida o al menos eso pensaba, al dar mi primer paso senti una fuerte golpe, haciéndome tropezar cuando menos lo pensaba mi rostro estaba besando el suelo.
-Me estas enterrando tu rodilla- oí decir a alguien.
Gire mi mirada estaba encima de alguien, al fondo oí la risa de los alumnos, yo me levante y mire a mi alrededor habia un grupo especial de chicos que reían mas carcajadas, gire mi mirada y observe como el chico levantaba sus cosas.
-Ten mas cuidado cuatro ojos- dijo un chico burlón mientras sostenía unos lente con asco.
-Tu deberias de ser el que debería tener mas cuidado- dije mientras le arrebataba los lentes al chico- imbécil.
-No te metas muñeca.
-No te metas muñeca- dije imitando la fea voz del chico- solo cierra la voz de una vez muñeca.
Los chicos rieron a carcajadas yo solo les di la espalda, cuando di unos cuantos pasos uno de ellos me dio una nalgada.
-Me encantan las chicas rudas.
Yo voltee a ver al chico si eso realmente habia sido la gota que derramó el vaso, tome los lentes y los guarde en mi mochila.
-Realmente es muy fascinante que te gusten las chicas rudas, estoy segura que te encantara esto imbécil.
Dije antes de soltar una patada a la entre pierna del chico, el callo al suelo mientras se retorcia de dolor, inmediatamente me di la vuelta para salir huyendo tome la mano del chico con el que habia caído para arrastrarlo conmigo.
-No era necesario que hicieras eso.
-Cierra la boca y corre.
Cuando por fin perdi a los chicos deje de correr mire al chico de reojo, mire con atención su cabello rojo podia notar sus pecas a la perfección, el volteo a verme, sus ojos son azul, no pude evitar sonreírle.
-Creo que los perdimos.
-Eso parece.
Cuando pensaba preguntarle al chico la razón por la que lo molestaban, oí la voz de uno de los imbéciles asome mi cabeza y efectivamente era asi uno de los bravucones me estaban buscando, él chico me vio y comenzo a acercarse religiosamente hacia nosotros.
-¡Oh chispitas!.
Exclame mire al chico y luego hacia la ventana abrí esta, aun seguíamos en el primer piso habia arbustos.
-¿Que esta haci...
No deje que el chico terminara de preguntar ya que lo arroje por la ventana con todas sus cosas cerre nuevamente la ventana y me eche a correr de nuevo.
Mientras corría por los pasillo comencé a pensar un momento necesitaba un plan eso era obvio, es decir apenas era mi primer dia y ya me habia metido en problemas, sera un dulce recuerdo para cuando sea una anciana. Primero lo primero necesitaba desacerbe de una vez y para siempre, por supuesto que tenían un plan mas o menos, gire a mi derecha y abrí la primera puerta, una profesora fijo su mirada en mi junto con sus alumnos, camine como si nada hasta la ventana la abrí y gire mi vista a los alumnos.
-Nunca dejen la escuela niños.
Dije antes de saltar por la ventana, oí un par de risas y a una maestra muy molesta, fase uno completa, pero no bastaba con eso, necesitaba alguna otra atención. Mientras caminaba volvi a encontrarme con los bravucones.
-¡Oh por Dios!- grite mientras señalaba detrás de ellos cuando ellos voltearon a ver yo volvi a correr.
-Alto ahi preciosa- dijo el tipo a quien le habia pateado la entre pierna.
-Vienes por otro recuerdo.
-Te daré una lección que jamas olvidaras- me amenazo mientras me acorralaba.
-Opino lo mismo- dije segura mientras me cruzaba de brazos.
El chico me miro amenzadoramente, tomo mi brazo con fuerza trate de no quejarme por el dolor, note que el muy imbécil estaba tan concentrado en darme mi "merecido" que nisiquiera habia notado que me habia acorralado entre una puerta, abrí la puerta y me deje caer, él chico me atrajo hacia el con fuerza.
-¡Joven Duges! - oí gritar a la profesora- suelte a esa señorita inmediatamente.
El chico me solto de golpe observe como la profesora lo regañaba yo sonríe con burla, note como el me mira, yo tome el cuardeno del alumno que estaba mas cerca de mi y le escribí imbécil en mayúsculas.
-Tu tambien vienes con nosotros jovencita.
Oi decir a alguien sacándome de mis pensamientos yo mire desconcertada hacia la entrada y observe a la profesora quien tenia la vista fija en mi pequeño mini letrero que decía imbécil, yo rei con nerviosismo deje el cuaderno donde lo tome.
-Fue él- dije mientras señalaba al chico.
Oi las risas de los alumnos, la profesora volvio a verme molesta y llevo con ella hasta la dirección al entrar observe a Gina.
-¿Tambien te metiste en problemas?.
Mi prima me fulmino con la mirada, observe a la profesora que estaba con ella. Sabia que la habia visto en algun lado antes.
-¿Quien de ustedes dos fue la que interrumpió mi clase?.
Ahora sabia donde la habia visto.
-Fui yo- dije mientras alzaba la mano.
-Estoy arta que me confundan contigo cuando te metes en problemas.
Dijo mi prima molesta mientras se retiraba.
-Que tengas un lindo dia cariño, te veo en casa.
Oi a mi prima quejarse yo solo rei, entre a la oficina del director para recibir mi castigo.
Quien lo diria a pesar de ser una universidad, aun llamaban a nuestros padres, él padre del chico a quien habia golpeado la entre pierna ya habia llegado, yo solo esperaba que la que la próxima persona que atravesara la puerta fuera mi mamá, eso si que haría las cosas mas interesantes.
Oi la puerta abriese gire la mirada y observe a papá entre o chispitas. Él se sentó a mi lado bastante molesto yo le di una sonrisa nervioso.
-¿Que hizo esta vez?- pregunto papá llendo al grano.
-Provoco una pelea en la entrada, se salto sus clases, corrió por los pasillos como si fuese la reina del lugar y interrumpió clases.
-Con todo respeto director pero yo no empecé la pelea, todo lo demas si fui yo, pero la pelea yo no la empecé.
-Es mentira- oí decir al chico.
Yo voltee a verlo mientras le arrugaba la nariz.
-Tu y tu bola de simios revoltosos fueron los que empezaron, ellos estaban molestando a un chico, lo arrojaron contra mi haciéndome caer en el suelo y luego este deserebrado me dio una nalgada en mi trasero.
Oi el sonido de algo romper, gire la mirada y observe como mi papá tenia la mitad de un lápiz, sonríe ante la idea que se formo en cabeza.
-Y despues de tirarme la nalgada por supuesto que me defendi, no pensaba quedarme de brazos cruzados incluso me llamo muñeca y hablando de muñeca- dije mientras remangaba mi camiseta- me tomo del brazo con fuerza y me amenazo diciéndome que me daría mi merecido.
-Hana cariño, que tal si vas al auto a esperar a papá.
Yo sonrei gustosa mientras me levantaba, el director nisiquiera se negó a que yo me fuera, supongo que lo ahora mismo lo que mas daba en esa habitación era mi padre.
Sali victoriosa mientras me dirigía al auto, al llegar a la entrada observe al chico pelirrojo.
-¿Estas bien?.
-Por supuesto, soy una Parker y nada nos pasa a los Parker- dije orgullosa.
El chico solto una breve sonrisa yo lo mire con atención y observe como tenia hojas en su cabello, no pude evitar reir mientras le quitaba las hojas del cabello.
-Lamento aberte arrojado por la ventana.
-No importa.
-Ah por cierto- dije mientras rebuscaba entre mi mochila tome sus lentes y se los extendí- deberias tener mas cuidado- gire un momento la mirada hacia la escuela- no te molestaban por un rato, pero... Deberias hacer algo para que te dejen de molestar, no estaría mal romperle el rostro a alguien de vez en cuando.
-No creo que la violencia sea la solución.
-Bueno esta vez si funciono- dije mientras sonreia- cuídate chico ron.
Dije mientras me alejaba, oí al chico reir.
-Me llago Tiago.
Voltee la mirada y sonrei.
-Ahora se porque te molestan sabes haría lo mismo.
Tiago volvio a reir yo le devolví al gesto. La verdad es que creía que tenia un bonito nombre.
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