TYC - Cosas de Familias Disfuncionales.

No ps.

¿Qué iba a pensar yo que TYC iba a gustarles tanto?

No me lo imaginaba de pana.

Xd.

. . . .

Oficina de Makima, Base Central de la SP, 10:11am.

- ¿Y cómo te está tratando la maternidad?

-... No me hables Kishibe.

Kishibe Perro Loco ha visto en todos sus años de Devil Hunter un sinfín de cosas bizarras, oscuras e incluso inhumanas, al punto de que, para olvidar todo, ahogaba sus penas en alcohol y sufrimiento.

Desde ver a miles de compañeros jóvenes y experimentados por igual ser destruidos por los putos demonios.

Perder la cordura y por ende, su humanidad en el pasar de los años.

Un amor no correspondido y perseguir dicho amor por más de una década solo para fallar de todas maneras por más que lo intentase.

Incluso haber perdido a-

-No lo entiendo. – Murmuró Makima y chocó de nuevas cuentas su frente contra el escritorio y alzó la vista mostrando sus ojos que por lo general siempre estaban sin emociones, aquí reflejaba ansiedad. - ¿Acaso no inspiro respeto entre nuestros pares?

-... - Kishibe negó varias veces, entonces él miró a Makima AKA El Demonio Control... con la cara contra su escritorio. - ¿Por qué lo preguntas?

BAM.

- ¡¿Por qué?! ¡No entiendo porque Nayuta nunca me hace caso! – Exclamaba Makima en una muestra no muy característica de emociones. - ¡Intente hacer que se levantara de la cama! ¿Sabes lo que hizo?

- ¿Qué cosa hizo? – Preguntó Kishibe sacando su cantina de su saco.

- ¡Me pateó en la entrepierna para alejarme! – Exclamaba Makima con una vena en la frente queriendo jalarse los cabellos. - ¡Y siempre le hace caso a Denji! ¡A DENJI DE TODAS LAS PERSONAS!

"De tal palo a tal astilla" Pensó Kishibe recordando en cierto punto que Makima le contó que cuando Denji conoció a Hayakawa, el rubio cenizo le dio una ronda de patadas en las bolas jamás vistas por el hombre.

Kishibe solo sonrió de forma fantasma ante aquello, no podía creer ver a una Makima de esa forma, pero él podía ver que desde la llegada de Denji, la pelirroja ha cambiado en muchos aspectos interesantes, por eso, no sabía si sentirse orgulloso o no de que el pibe haya logrado captar la atención de una marioneta como lo es la pelirroja.

Ambas sería la mejor.

-Los niños no son fáciles. – Gruñó Kishibe tomando un sorbo de su cantina. – Jamás lo han sido, siempre desafiarán a la autoridad y de buenas a primeras, tendrán un padre favorito por encima de otro.

- ¡Ella lo está llevando a otro extremo! ¿Sabe lo que es ver a Denji cargarla como una princesa cuando conmigo se porta como un tornado? – Decía Makima pasando una mano por su rostro.

-Eres una de las devil hunters más temidas y respetadas del mundo ¿y me dices que no sabes como controlar a una niña? – Dijo Kishibe con un rostro blanco, a pesar de que estaba aguantando unas ganas criminales de reír. – Ahora si lo he visto todo.

-Cállate, ¿por qué te sigo dando empleo si tratas así a tus superiores? – Dijo Makima con una sonrisa tensa.

-Primero; no eres mi jefa, segundo; soy de una división distinta a la tuya. – Apuntó Kishibe a la mujer a lo cual ella chasqueó la lengua fastidiada.

-El alcohol y los cigarros te están matando las neuronas. - Dijo Makima con una sonrisa tensa.

-Ya estaban muertas en el momento que acepté trabajar en esta mierda. – Gruñó Kishibe sacando su cantina que tenía del más fino whiskey. – Hablando de neuronas muertas, ¿dónde está tu esposo?

-Denji no es mi esposo. – Siseó Makima con un extraño calor en sus mejillas al escuchar el apodo del perro viejo de guerra a Denji.

Digamos que antes de la aparición de Nayuta, Makima ha estado experimentando un resurgir en sus emociones humanas que creyó haber perdido con el tiempo, todo eso debido a la aparición de Denji. El pibe motosierra no solo ha demostrado su gran lealtad a la causa, sino que también portaba el corazón de su más grande héroe.

El Corazón del Motosierra.

El Héroe del Infierno.

Su máximo plan era el de erradicar todos los demonios y males del mundo para crear un mundo perfecto.

Perfecto.

Aunque todo eso cambió una noche cuando ella en sus planes de manipular a Denji después de su cita al cine. Un cambio tan abrupto en la cual ella ahora tenía que reestructurar todo su plan primario y atrasarlo hasta que descubriese lo que ella estaba sintiendo ahora.

THUNDER.

-Está lloviendo, que mierda. – Dijo Denji mirando el cielo oscuro y la tormenta fuerte, a su lado, Makima portaba su sonrisa plástica.

Viendo la hora y que estaba algo agotada, quería irse a su casa con sus perros, pasó demasiadas horas con el pibe y simplemente quería alejarse de él ya que no tenía ni el más mínimo interés en él que no fuera el motosierra.

- ¿Tienes paraguas?

-No. – Respondió Makima poniendo un mechón tras su oreja y "sonriendo", capaz un par de cumplidos falsos harían que él estuviera más en la palma de su mano. – Aunque no me molesta esperar contigo, Denji.

-Eeeeeeeeeh o-ok. – Murmuró Denji y luego volvió a mirar al cielo. – Hhmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm, Aki me necesita temprano porque quiere que lo ayude con algo, no puedo quedarme aquí mucho tiempo.

-... ¿Estás diciendo que quieres ir más con Aki que estar conmigo? – Dijo Makima ladeando la cabeza esperando la respuesta obvia.

-Pos ¿sí? Digo, Aki me prometió hacer curry si lo ayudaba. – Dijo Denji sonriendo levemente y rascandose el cuello.

Makima abrió levemente los ojos ¿Denji prefería ir con Aki a que quedarse con ella en un ambiente casi romántico como este?

Tal descaro.

Por alguna razón su pecho se contrajo levemente por eso, pero le resto importancia y miró al frente mientras que Denji la miraba.

-¿Estás molesta?

-No ¿qué te hace creer que estoy molesta?

-Ehm, tienes los puños cerrados y una expresión en tú cara que es más que obvio que estás molesta. – Dijo Denji y la señaló a lo cual Makima evitó su mirada.

-Ves cosas, estoy feliz ¿ves? – Dijo la demonio control y le dio una típica sonrisa.

"Es tú misma sonrisa de toda la vida, es dificil ver si estás molesta o no" Pensó el pibe, pero decidió no decir nada.

Denji solo sintió la brisa golpearlo y tembló un poco, agradecía haber traído un saco simple para protegerlo del frío. Ahí notó como Makima se abrazó un poco, a pesar de tener un abrigo, podía ver que no hacía el mejor trabajo para protegerla del frío, él miró de nueva cuentas las calles las cuales eran concurridas por personas quienes corrían para evitar mojarse más.

-Ugh, no tengo tiempo para esto. – Dijo sincero Denji y se quitó el saco.

- ¿Qué haces-

Pero Makima no terminó porque sintió como el pibe motosierra la arropaba con su saco, al ser un poco más grande que ella, este le llegaba a la altura detrás de las rodillas y el olor de colonia barata la golpeó de repente dejandola algo confundida.

- ¿Denji-

-Lo siento Makima, pero no quiero romper mi promesa con Aki. – Dijo Denji reía levemente. - ¡Nos vemos en el trabajo y llegue segura a casa!

-Pero Denji ¿qué pasaría si un ladrón quisiera asaltarme? – Decía Makima y por primera vez, frunció el ceño sintiéndose inconforme con este cambio de planes abrupto. – Es peligroso estar sola por la noche.

-Pero usted es Makima; la devil hunter más fuerte y asombrosa del mundo, sentiría más pena por el pobre diablo que intente atacarla que por usted. – Makima debía darle puntos al rubio cenizo, aunque no por eso debía sentirse feliz de que el pibe motosierra la abandonaba a su suerte.

Ella iba a abrir la boca, pero entonces, Denji la sorprendió con algo que no esperaba y que hizo que sus ojos se abrieran de par en par y se pusiera rigida de la nada.

Denji la jaló hacía él y la abrazó con todas sus fuerzas alzándola un poco del suelo, el pibe portaba una sonrisa tan grande como el tamaño del mundo en donde vivían y cerraba sus ojos mientras que su aura expresaba la felicidad más grande en un mundo tan oscuro.

- ¿D-Denji? ¿Qué haces? – Habló Makima con un cierto titubeo no característico de ella, su rostro estaba hundido en el pecho de Denji y pudo aspirar inconscientemente el olor del pibe motosierra.

El cual no era uno malo.

-Heh, es mi ofrenda de agradecimiento por todo lo que usted ha hecho por mí. – Reía Denji postrando su mejilla encima de la cabeza de Makima. – A lo mejor soy una cagada hablando y no tenga la mejor educación... aún así, estoy bastante agradecido Makima, apareciste en el momento que mi vida había sido una mierda, gracias.

Makima solo se hundía más en el abrazo de Denji acaparando tanto calor corporal como pudiese en el abrazo, sus ojos brillaron de cierta emoción y su corazón empezó a latir con bastante fuerza que le dolía.

"No, yo acabaré con todo lo que amas... ¿por qué me agradeces? ¿Qué es este sentimiento?" Pensaba Makima mientras intentaba comprender lo que sentía.

Felicidad.

Ansiedad.

Corazón acelerado.

Sentimientos que creyó haber perdido con el pasar de los años y que estaba segura que había enterrado en algún punto de su vida. Solo para que estos resurgieran con un simple abrazo.

Y eso fue lo que tomó; un abrazo. De un chico que iba a ser su futura víctima.

-Bien, creo que me voy. – Dijo Denji y se separó del abrazo (para la molestia de Makima, quien no lo admitiría en voz alta). – Me iré corriendo y a lo mejor no me moje tanto ¡Nos vemos Srta. Makimaaaaaa~!

Antes de que ella pudiera decir algo, la pelirroja clara vio como Denji riendo como niño empezó a correr bajo la fuerte lluvia en camino a su hogar mientras saltaba y daba piruetas en la lluvia. Solo él podía sacar diversión de algo tan banal como eso.

Un tic se hizo presente en la comisura de sus labios. Una pequeña sonrisa se fue formando en los labios de Makima y se abrazó a si misma el saco de Denji mientras aspiraba el olor del pibe motosierra.

Con que así era su olor.

"Que idiota eres Denji" Pensó Makima sonriendo de forma enorme, siendo la primera sonrisa sincera que ha dado desde su larga existencia.

Y hela aquí; atrasando sus planes un poco más hasta averiguar estos nuevos sentimientos que estaban surgiendo desde aquella cita que tuvieron hace unos meses atrás. Makima no pensaba que el resurgir de esos sentimientos humanos iban a perdurar tanto en el tiempo.

Pero lo hizo, para su gran sorpresa, no sabía que decir de esto y Makima ahora debía lidiar con esto y la cantidad inconmensurable de trabajo y papeleo que Denji le ayudaba hacer siendo una actividad recreativa entre ambos.

Cosa que la invadía de felicidad de solo pasar tiempo con él.

"No entiendo que es esto" Pensó Makima sonriendo de forma leve y poniendo su mano en su pecho intentando calmar el latir fuerte de su corazón.

Aunque debía admitir que no le desagradaba tanto.

Tenía curiosidad de experimentar dichos sentimientos hasta que, en algún punto, volviesen a desaparecer.

Aunque eso todo cambió con la aparición de Nayuta, ahí surgió nuevos sentimientos... pero negativos; molestia, enojo, ansiedad, estrés y cuanta cantidad de sentimientos negativos pudiera uno enumerar. La rebeldía de la pequeña Nayuta estaba siendo demasiado para ella y el propio Denji se lo ha dicho en la cara para su absoluta mortificación.

Tú y Nayuta se parecen más de lo que ambas creen.

Ante aquella declaración, Makima solo pudo negar hasta más no poder que ella y Nayuta más allá del físico, no eran para nada iguales.

-Hablando de maridos ausentes ¿dónde está Denji? – Preguntó Kishibe tomando de su cantimplora.

-Él fue a dejar a Nayuta a la escuela y... - Makima ladeó la cabeza. – Él no me contó que iba a hacer después.

-... Que desarrollo de personaje. – Dijo Kishibe a lo cual al pelirroja lo miró con confusión. – Me refiero que a como es él, pensaría que te diría a donde iba a ir.

-... - Makima se quedó pensando un poco ante eso y negó. – Confío en Denji, sé que no hará nada que lo meterá en problemas.

- ¿Sabes de quien hablas? Ese muchacho es un imán de problemas. – Murmuró Kishibe a lo cual Makima ni se inmutó.

No es como si Denji fuera a hacer algo que la hiciera enojar de buenas a primeras, así de buen perro es él.

...

SE BUSCA EMPLEO.

MESERO.

-Empleo... necesito trabajar. – Dijo Denji con una carpeta bajo su brazo y sudando levemente. – Mi primera chamba- o segunda chamba, mejor dicho.

El pibe motosierra conocido como Denji se encontraba frente a un café local viendo el signo de se busca empleo desde hace dos minutos y estaba indeciso de entrar o no. Desde hace unas semanas con ayuda de Kishibe (más o menos), pudo hacer una carpeta con su resumen y estaba a punto de conseguir por si mismo, un trabajo de forma normal.

Siendo francos, los trabajos de Denji han sido de todo excepto normales, ya que el pibe no consideraba que trabajar para los yakuzas o obtener un empleo de la nada con la SP fueran del todos normales viendo que él luchaba por su vida en estos anteriormente mencionados.

El aviso lo vio hace varios días y de lo poco que sabía leer, pudo correlacionar solo las palabras "Mesero" y "Empleo". Era algo especial para Denji estar ahí viendo varios factores.

Uno, que no le dijo a Makima que iba a hacer exactamente.

No lo malentiendan, la pelirroja era el producto de su corazón palpitando a mil por hora y realmente se excitó al punto del no retorno cuando empezó a vivir con ella (a pesar de las circunstancias por la cual empezó a vivir con Makima en primer lugar).

Pero dios como podía ser bastante agotador y caotico vivir con ella, más si tenías a una niña igual a Makima en apariencia pero mucho más parecida a él en actitud, y aunado a eso, vivir con 7 canes hacían que las cosas en la casa fueran bastante movidas.

Por ejemplo, hoy en la mañana sucedió un cierto suceso gracioso.

- ¡KYAAAAAAGH!

- ¡BLUEEHG.

Dos golpes en seco despertaron a Denji de su sueño, el pibe se sentó en su cama algo desorientado con baba saliendo de su boca, ojos adormilados y cabellos mañaneros fue lo primero que vio el mundo de Denji en un nuevo día de su increíble y "aburrida" vida como padre adolescente de una niña intensa.

-Ugh ¿qué horas son? – Murmuró Denji y miró el despertador de su mesa de noche; '6:02am'. – Carajos.

A pesar de que ya se acostumbró a pararse temprano por la mañana, nunca se acostumbraría a que la razón de ello, era para preparar a Nayuta para ir a la escuela y afrontar un día más de su miserable vida. Aunque más que eso.

¿Qué fueron esos gritos y golpes? Denji desorientado y bostezando, caminó y abrió su puerta para salir al pasillo, pudo ver a Natilla y Tiramisú sentados viendo con curiosidad la habitación de Nayuta, cuya puerta estaba abierta. El pibe tronándose el cuello caminó hacia donde estaban estos y ver que sucedía.

-Oi canes, ¿qué putas sucede-

Pero Denji no terminó porque la escena enfrente de él fue lo suficientemente perpleja como para despertarlo, ya que frente a él, pasaba lo siguiente; la habitación de Nayuta la cual estaba llena de juguetes y posters de banderas de China (pedido express de la niña), tenía a la niña antes mencionada envuelta en una bola de sabanas mientras temblaba.

Y Makima se encontraba en el suelo agarrándose la entrepierna con el rostro algo pálido y de cara contra el suelo mientras gruñía "La mataré..." o "Esto no puede ser-".

-Ah... ¿Qué carajos sucedió aquí? – No pudo evitar preguntar Denji dando a conocer su presencia, ante aquello, Makima se levantó como pudo y caminó tambaleando hacia el pibe y lo tomó del brazo para intentar pararse recta.

-Tú... tú...

- ¿Eh? – Denji parpadeó y acercó su oído para intentar escuchar lo que decía Makima.

- ¡Me pateó la entrepierna! – Exclamó Makima con los cabellos desordenados y tenía una camisa blanca, con shorts y descalza, Denji se hubiera excitado si tan solo intentara entender lo que sucedía. - ¡Intenté pararla para ir a la escuela y TIENE EL DESCARO DE PATEARME PARA NO SALIR DE LA CAMA!

- ¡Jódete vieja puta! – Chilló Nayuta entre las sabanas y Denji sintió la presión bajarle ante semejantes palabras ya que Makima lo miró con una sonrisa gentil si no fuera porque podía ver a demonios detrás de ella.

-Me pregunto de donde habrá sacado ese vocabularioooooo~. – Decía Makima con absoluta calma que enmascaraba una furia digna de cualquier dios de la guerra.

"Mi vida es una mierda" Pensó el pibe motosierra tragando en seco al verse en tal predicamento.

Fue en ese momento que Denji para hacer su vida más fácil, no diría más malas palabras frente a Nayuta, porque si este es el precio que debía pagar por decirlas, mejor era guardarse estas para otros momentos.

-Lo siento. – Dijo Denji pasandose una mano por su rostro mientras sudaba frío. – No diré más malas palabras delante de ella.

-Tsk, solo ayúdame a levantarla de la cama, necesita ir a la escuela y prepararse. – Murmuró Makima mientras que Denji asintió mientras que fue a la bola de sabanas y dio un abrazo de oso a esta y la cargó fuera de la cama.

-Debes despertar porque llegarás tarde a la escuela. – Reía Denji mientras cargaba a la bola donde se encontraba Nayuta. – Juro que, si te portas bien, te compro una pizza para la noche.

- ¡PIZZAAAAAAAA! – Las sabanas cayeron para mostrar a una feliz Nayuta y abrazar con todo a Denji mientras restregaba su mejilla con la de él. - ¡Eres el mejor papa den-den!

-Ugh, que energía. – Murmuró Denji mientras acomodaba a Nayuta en su agarre ante la mirada estupefacta de Makima quien aún se negaba a creer que la niña le hiciera más caso a Denji que a ella.

¡A Denji!

¡¿Y no le hace caso a ella?!

- ¡No entiendo! ¡¿A él no le das una patada por despertarte de esa forma?! – Exclamó furiosa Makima haciendo que Denji sudase levemente.

-Porque papa den-den no huele feo, tú sí. – Dijo Nayuta sacando la lengua a la pelirroja quien irradiaba furia. – Hueles a mier-

- ¡MEJOR VAYAMOS A PREPARARTE! ¡¿SÍ?! – Gritaba rápidamente Denji llevándose a Nayuta lejos de Makima y salvándose a si mismo de una futura nueva pelea en la cual de seguro estaría en el medio de nuevas cuentas.

Y después de eso, él llevó a Nayuta a la escuela, era demasiado fastidioso, pero prefería eso a que ella y Makima empezaran a pelear de la nada.

Aunque debía haber una solución para que la niña le cayera mejor a Makima, porque estas peleas entre ambas más que entretenidas, eran demasiado agotadoras ya que la mayoría de veces él estaba en medio de dichas peleas ya sean por los lloriqueos de la niña de recibir apoyo de su "papa den-den" contra la bruja mala o por las quejas de Makima quien aún no comprendía porque la niña no le hacía caso y que había que disciplinarla.

En resumen; un dolor de cabezas para un pibe que quería estar alejado un poco de aquello.

-Disculpe ¿usted viene por la señal de trabajo? – Un hombre de cabellos peinados de lado, bigote con delantal y en sus 40s años veía con curiosidad al pibe motosierra.

-Eh, sí. – Dijo Denji parpadeando unas veces hasta que recordó sus pocos buenos modales. – Ehm, mi nombre es-

-Señor ¿qué sucede? ¿un nuevo cliente? – Entonces de la nada, una muchacha joven de ojos verdes, cabellos azules oscuros con cierto acento soviético apareció detrás del señor, al igual que él, usaba un delantal y un uniforme escolar, era bastante linda que Denji se sonrojó ante la hermosura de la muchacha. - ¿Quién eres?

"Oh no ¡Es linda! ¡Que alguien me ayude!" Pensó Denji celebrando mentalmente en su cabeza.

(Aquí, Reze no posee los poderes de la hibrida bomba).

-Ah eh- ehm, mi nombre es Denji y-y vengo por el aviso de empleo. – Dijo Denji señalando al letrero, la chica ladeó la cabeza haciendo un "hmmmmmmmmmmm~" y caminó hacia el letrero de la puerta y lo quitó.

-No creí que nadie fuera a venir a este café de segunda. – Dijo la chica riendo levemente (esa risa era angelical para el pibe motosierra quien tuvo un sonrojo en cambio).

- ¿Acaso te pago para que hables mal de mi café? – Preguntó el dueño con una cara de molestia.

-Solo digo la verdad. – Reía la chica y miró al rubio con una sonrisa angelical. – Mi nombre es Reze y soy una de las empleadas de este lugar, vayamos adentro para hablar.

-Ahm, ok. – Murmuró Denji sudando levemente mientras seguía a Reze con cierto nerviosismo, al entrar notó dos cosas circunstanciales.

Lo acogedor que era el café.

Y lo muy vacío que estaba a pesar del buen diseño. Oh bueno, Denji no tenía ni puta idea de moda o diseños de lugares, pero era acogedor y olía bien, al menos eso importaba para él.

-Bien ¡Empecemos la entrevista! – Exclamó Reze sentándose en una de las mesas con el señor viéndola exasperado.

-Reze, quien lo contratará o no soy yo, no tú.

-Al menos agradece que trabaje en este lugar y te ayude, parece un pueblo fantasma. – Dijo Reze sacando la lengua.

-Mocosa malagradecida. – Bufó el señor y se sentó a lado de Reze y puso sus manos enfrente de él para ofrecer una sonrisa gentil al pibe. – Sientate hijo, tengamos una charla amena.

-... Claro. – Murmuró Denji y se sentó para dejar su carpeta en la mesa frente al señor quien tomó la carpeta y la abrió con Reze mirando por encima de su hombro.

-Hmmm, devil- ¿? – El señor alzó ambas cejas y Reze abrió los ojos de par en par. - ¿Cuántos años tienes?

-18 años... - Dijo Denji sudando levemente ante las miradas de sorpresa de la rusa y del señor.

- ¿No eres demasiado joven para ser un devil hunter? – Preguntó entrecerrando los ojos Reze a lo cual el pibe solo se encogió de hombros.

-No entiendo, ser devil hunter es uno de los trabajos más cotizados del mercado. – Dijo el señor parpadeando y miró la carpeta de nuevas cuentas. – Denji Hayakawa, 18 años, profesión devil hunter y no has tenido otro trabajo que no sea ese.

"Espero que Aki no se moleste porque usé su apellido" Pensó el pibe motosierra sudando levemente, cuando Kishibe le preguntó su apellido para el ID legal, el muchacho le dijo de forma sincera que no tenía (o si tenía uno, no se acordaba de este).

Por lo que Kishibe le recomendó que usara el apellido de Aki para ahorrarse problemas y helo aquí, solo esperaba que el pelinegro no se diera cuenta de ello.

-Solo llámeme Denji. – Dijo Denji tosiendo un poco y se rascaba el cuello. – Y ehm, la razón por la que quiero el trabajo es porque bueno... quisiera tener un sueldo propio más que todo y una fuente de dinero extra para el bolsillo.

Viendo que no tenía derechos humanos, algo tan importante como una cuenta de banco propia le era imposible de abrir para el pibe, por lo que esperaba que este trabajo le diesen dinero en efectivo y no solo depender de la mesada que le da Aki de forma mensual.

Además de tener un dinero extra nunca era malo.

- ¿Solo eso? – Reze preguntó ladeando la cabeza. – Es la razón más simplona para buscar un trabajo.

-¿Eh? – Denji parpadeó unas veces ante aquello que dijo la pelimorada.

- ¡Reze! – Exclamó el señor angustiado. – No hay nada de malo en tener una fuente de dinero extra-

- ¿Seguro que no es por algo más que trabajas? – Preguntó la soviética señalando al rostro de Denji. – Debe haber algo más que te motiva a tener otro trabajo además del de Devil Hunter.

Denji parpadeó lentamente y bajó la mirada a sus manos para cerrar levemente los ojos-

-¡ERES UNA DESGRACIA! – Rugía aquel hombre que tuvo por padre sin cara ni nombre. - ¡TUVIMOS QUE HABERTE ABORTADO O DEJADO MORIR EN UN CALLEJÓN!

-Sobrevive Denji... - Sollozaba una mujer abrazando al niño con lagrimas en los ojos. – Prometeme que sobrevivirás, por favor, n-no mueras...

-Muéstrame tus sueños Denji...

- ¡Papa den-den! – Reía una cierta niña mostrando un dibujo de un monstruo con motosierras saliendo de sus extremidades.

-Supongo que si hay algo más... - Dijo Denji abriendo los ojos tras dos segundos de haberlos tenido cerrados.

- ¿Ah sí? ¿Y qué es? De seguro es algo super pervertido como comprar revistas porno. – Daba risillas Reze ante la mirada de alarma del señor.

Denji sintió su neurona medio detenerse, eso era una buena razón para invertir su dinero, pero viendo que ahora vivía con 7 perros, una mujer con tendencias controladoras y una niña con actitud extrema, no podía correr el riesgo que alguna de las dos encontrasen sus revistas sagradas (esto era más por Nayuta que Makima, aunque tampoco sabría como reaccionaría esta última si encontrase su porno).

"¡NECESITO A MÁS PERSONAL! ¡¿Y ELLA VA Y DICE ESO?!" Pensó el señor sudando demasiado y esperando que el pibe no le molestase estos ataques un poco precipitados de la soviética.

Él no sabía que planeaba Reze, pero el señor sabía que, de alguna forma rara, Denji captó la atención de Reze sin intentarlo demasiado.

-Pues... hay una pequeña razón en la ciudad por la cual hago esto. – Murmuró Denji sonriendo levemente recordando a Nayuta. – Es por ella que hago esto, mi vida ha sido una mierda tras otra desde pequeño y quisiera brindarle la mejor vida posible dándole lo que jamás tuve a su edad...

Concluyó Denji dando quizás, una de las sonrisas más sinceras y naturales que pudo haber dado en su corta pero triste vida causando un par de reacciones.

Reze sintió su mandíbula caer al suelo al escuchar la verdadera razón de porque Denji buscaba otro trabajo, sus orejas se sonrojaron a más no poder al ver lo devoto que era el pibe con solo 18 años a esta figura. Parecía un padre buscando una fuente extra de dinero y de repente, la soviética se sintió algo tonta por haber dicho todas las otras cosas para hacer molestar al pibe.

-Heh... a quien sea que estés cuidando, debe de estar feliz de tenerte. – Dijo el señor sonriendo de forma aledaña. – En un mundo tan cruel como este, ver personas así de devotas es refrescante, me caes bien muchacho.

-Claro. – Murmuró Denji mientras se removía inquieto en su asiento y miró con esperanza al señor. - ¿Eso significa que tengo el trabajo?

-Sí-

- ¡ALTOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! – Reze chocó sus manos contra la mesa haciendo temblar a ambos varones, ella miró al señor. - ¡N-No puedes contratarlo así como así! ¡D-Debes entrenarlo para que sepa como usar las cosas aquí!

-Para eso lo entrenarás, chica tonta.

- ¡NO SOY TONTA! ¡SOY INTELIGENTE! – Exclamó con un puchero Reze

-Pues no lo pareciera. – Dijo el señor y miró al pibe motosierra para sonreír. – Un gusto Denji Hayakawa, bienvenido a bordo de mi humilde negocio y espero tratarte bien y que des lo mejor de ti.

- ¡T-TÚ- Esto! ¡Agh! – Reze entonces señaló a Denji al rostro de nuevas cuentas. - ¡Espero que no flojees! ¡¿Entiendes?!

-... Sí. – Reía Denji apartando el dedo de Reze. – Eres demasiado intensa.

- ¡No soy intensa! ¡Solo precavida! – Exclamó la soviética a lo cual el señor.

Tenía el presentimiento que así sería las discusiones/charlas entre esos dos sacos de hormonas andantes. Los adolescentes no servían para nada más que no sea tener dramas innecesarios, ser depresivos, raros o cualquier cosa emocional.

Solo esperaba haber tomado una buena decisión de contratar al pibe motosierra.

-Bien ¿Cuándo empiezo? – Preguntó el pibe motosierra dando una sonrisa de oreja a oreja.

...

Escuela Prescolar de Tokio, 2:45pm.

Makima se encontraba en la entrada de la escuela con las manos detrás de su espalda, llamando la atención de varias personas (hombres y mujeres por igual), a lo mejor era sus cabellos rojizos claros o sus ojos enigmáticos, pero su uniforme de Devil Hunter llamaba la atención así también como su belleza abismal.

"¿Estará soltera?".

"Dios que mujer".

Quiero que me pise!".

Esos eran algunos de los pensamientos de las personas solteras en el área.

-Oh estás aquí. – Denji había llegado y se paró junto a Makima quien lo miró con curiosidad. – No creí que fueras a venir.

-Nayuta es mi hija, ¿por qué no vendría a buscarla? – Dijo Makima con su tono normal.

-Su relación me deja mucho que pensar. – Reía Denji haciendo que Makima tuviera un tic nervioso en la ceja ante aquello.

-No es mi culpa que haya heredado todo lo malo tuyo. – Murmuró la demonio control.

Denji rodó un poco los ojos. – A lo mejor, pero ella heredó tú actitud controladora y maniática, así que tiene lo peor y mejor de ambos mundos.

- ¡No soy controladora! – Exclamó la demonio "control", sintiéndose algo hipócrita de haber dicho eso. - ¡Solo soy estricta! ¡Nada más!

-Seeh, no te creo ni putas. – Dijo Denji y ahí Makima aprovechó para preguntarle algo.

-Quisiera saber que estuviste haciendo en todo el tiempo que tenías desaparecido. – Dijo Makima viendo con curiosidad al pibe quien sudó levemente.

"No puedo decirle que busqué un trabajo a parte de los Devil Hunters" Pensó Denji por lo que antes de que pudiera decir algo, la campana sonó y ahí, los niños empezaron a salir poco a poco dando a entender que era la hora de la salida.

Entre esos niños con su casco amarillo, estaba Nayuta mirando a todas partes con ansiedad buscando a alguien en particular. Denji alzó la mirada y silbó con todas sus fuerzas para llamar la atención de la niña quien miró a su dirección.

Los ojos de la niña brillaron al ver al pibe motosierra y corrió tan rápido como sus cortas piernas pudieron y entonces saltó a la sección media del rubio cenizo y lo abrazó con todas sus fuerzas ante la mirada blanca de Makima (quien inconscientemente quería estar en la misma posición que la niña, pero jamás lo admitiría en voz alta).

- ¡PAPA DEN-DEN! ¡PAPA DEN-DEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEN! – Reía con toda la felicidad del mundo Nayuta haciendo que Denji sonriera nervioso ante las miradas que recibía y los murmullos hacia su persona, él puso su mano en la cabeza de la niña.

-Hola Nayuta, espero que te hayas portado bien. – Dijo Denji sonriendo levemente.

- ¡HM HM! ¡Me porté bien! – Nayuta entonces volteó a Makima y su sonrisa se borró, la pelirroja mantuvo su postura con las manos detrás de su espalda. - ¿Qué haces aquí?

-Eres mi hija, es mi deber hacerme cargo de ti. – Explicó Makima a lo cual Nayuta la miró con una mirada blanca y rápidamente fue y-

KICK.

Le dio una patada en toda la espinilla a Makima haciendo que la pelirroja se sorprendiese por aquel repentino, la patada en sí no dolió tanto como la de esta mañana, pero si fue el acto que dejó estupefacta a Makima quien no supo cómo reaccionar.

- ¡¿Por qué me pateas?! ¡¿Qué te pasa jovencita?! – Exclamó Makima tomando a Nayuta y alzándola del suelo de los hombros y agitándola.

- ¡T-Te lo m-mereces por-por brujaaaaaaaaaaaaaaaaa! – Decía como podía Nayuta mientras era sacudida como una muñeca por la demonio control y entonces tomó las mejillas de Makima y las jaló. - ¡Toma esto!

- ¡UELTA I ESJILLAS! – Exclamaba la pelirroja y en una muestra rara e intensa, una nube de gritos, insultos y cadenas rodeó a ambas féminas haciendo que los que los rodeaban viesen perplejos aquella escena.

Denji podía sentir los murmullos sorprendidos de los demás adultos ante la escena en sí, el pibe motosierra solo podía agarrarse los cabellos y jalárselos con todo, ¡¿por qué siempre pasaba esta mierda?! ¡¿Acaso era difícil para ellas llevarse bien?!

Entonces el pibe vio que un par de profesoras salieron para ver que sucedía, incluso alguien dijo "llamen a la policía para reportarlos por maltrato infantil".

- ¡VAMONOS DE AQUÍ! ¡NAYUTA, MAKIMA! ¡ESTÁN CAUSANDO UNA ESCENA! – Rugió Denji metiéndose a la nube y tomó a Nayuta del cuello de la camisa para alzarla y tomó a Makima del rostro para apartarla como si se tratara de una niña pequeña.

- ¡LA MATARÉ! ¡SUELTAME QUE LA MATO! – Rugía Makima con venas rodeando su rostro a través de la mano de Denji.

- ¡PUEDES INTENTARLO! ¡ZORRA! – Chillaba Nayuta y varias madres gritaron sorprendidas por el vocabulario de la niña haciendo que Denji tuviera varios pensamientos ante estos eventos.

¿Acaso sería tarde para ir a comprar leche y cigarros y volver en 25 años?

Eso parecía más una opción a medida que cada pelea pasaba.

. . . .

FIN~.

DEJEN SU VOTO Y OPINIÓN~.

Pd: Como dije, esto es una especie de universo alterno, por lo que habrá varios cambios y uno de esos, es que Reze es una chica normal de la Unión Soviética que vino de intercambio de dicho país a Japón, en otras palabras no es una hibrida, por lo que será interesante para mi trabajarla de esta manera.

Pd2: Solo es un capitulo como Denji y Makima se acoplan a ser "padres primerizos" de una niña intensa y como Nayuta convive con ambos personajes. En el próximo capitulo será uno de interacción entre estos si es que no me surge otra idea de la nada.

Pd3: Chicos, a ustedes de pana les gustó esta idea. No medí las consecuencias de publicar el primer capitulo de esta vaina, pero hey, al menos sé que les gustó xd.

Imagen del día:

Sin más que decir, nos vemos~.

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