※ ※ 6 ※ ※
-Jin...-SoRa, quien antes se encontraba en la cocina, se dirigió a la sala, donde estaba SeokJin viendo la televisión.
-Dime-dice el nombrado, apagando el televisor y poniéndose de pie del sofá.
-¿Crees que puedas ir a buscar a NaHee a la escuela? YoonGi hoy no fue a trabajar y lo mandé al supermercado, y yo estoy haciéndole un dulce a NaHee para cuando llegue de la escuela.
-¡Claro! No hay problema-asiente-. Sólo tengo que cambiarme.
Habían pasado un par de meses desde el reencuentro entre los chicos, y convivían con normalidad y armonía desde entonces.
De hecho, YoonGi cada vez que podía, llevaba flores a la casa; Margaritas para NaHee, y lirios para SoRa.
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-¡Tío!¡Tío!-exclamó NaHee.
SeokJin sonrió y apresuró sus pasos para llegar a la niña y abrazarla.
-¡Oh! ¿Es usted su tío?-preguntó la profesora.
SeokJin alzó la vista, y encontró, por primera vez, algo más hermoso que él.
Y lo mejor de todo, era que él mismo lo admitía.
-Ehm...Sí. Soy su tío. Kim SeokJin, para servirle-toma su mano y la besa-.¿Con quién tengo el gusto de hablar?
La chica se sonrojó y sonrió tímidamente.
-Mi nombre es Park HyeRi. Es un placer conocerlo...
-El placer es mío, señorita.
Y mientras una guerra de miradas en sus ojos se armaba, NaHee los miraba risueña.
Por desgracia para ambos chicos, debían despedirse.
SeokJin debía llevarse a NaHee, y HyeRi debía cuidar del resto de los niños los cuales sus padres no iban a buscarlos aún.
NaHee no dijo nada en todo el camino, cosa que le extrañó a SeokJin.
Ella era una niña demasiado habladora como para permanecer tan callada...al contrario de su padre.
Sin embargo, no esperó que NaHee hiciera lo que hizo al llegar a casa.
-¡Al tío SeokJin le gusta mi nueva maestra!
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Pasó nuevamente el tiempo.
Como era de suponerse, SeokJin había invitado a salir a HyeRi.
Y en su última cita, había sido muy sincero al confesarle lo que realmente era.
Y sí. Fue sus última cita, porque HyeRi desapareció...
Bueno, no tan así.
Simplemente necesitaba digerir toda la información.
Y como dato extra, NaHee le decía a su tío todos los días, que su nueva profesora, HyeRi, ya no iba a la escuela porque lo extrañaba.
-No mientas, NaHee-dijo SeokJin, aún dándole la espalda a su sobrina.
Desde que HyeRi le había pedido un tiempo para digerir todo, no tenía ánimos para nada.
Ni para cocinar...
Ni para jugar con NaHee...
Ni para salir de la cama...
Se pasaba todo el día acostado en su cama.
Esto preocupaba mucho a NaHee, YoonGi y SoRa...pero sus intentos por animarlo eran en vano.
-La profesora HyeRi no ha ido a la escuela desde que la llevaste a salir por última vez-confesó, y SeokJin se dio media vuelta, encarando a su sobrina.
-¿Hablas en serio?
NaHee asintió y al ver la media sonrisa de SeokJin, supo que era momento de animarlo...A pesar de haberle dicho lo mismo unas treinta veces más.
-¡Vamos, tío!¡Vamos a jugar a los espías!-sacudió su cuerpo-¡Vamos a hacerles bromas a mamá y papá!
Por primera vez en largo rato, SeokJin volvía a reír y a tener ganas de hacer travesuras con su sobrina.
-¡Vamos allá, NaHee!
⚜ ⚜ ⚜ ⚜ ⚜ ⚜ ⚜
-¡Ahh!-gritó SoRa, asustada, y SeokJin y NaHee se echaron a reír. Su objetivo había sido cumplido.
YoonGi sólo negaba con la cabeza risueño, pero orgulloso del esfuerzo de su amigo.
-¡Miren!¡Somos agentes espías!-exclamó NaHee.
-¡Shhh!-regañó SeokJin-¡Se supone que eso no se debe decir!¡Somos agentes secretos!
-¡Ah! Ya-asintió la niña-. Entonces olviden lo que dije-señala a sus padres, quienes, aguantando la risa, asienten.
Los cuatro estaban en el jardín, SeokJin y NaHee jugando a los espías, y YoonGi y SoRa riendo de sus ocurrencias, aunque de vez en vez, también se unían al juego.
Todo parecía ir muy bien aquella tarde, pero la sonrisa que con tanto esfuerzo NaHee colocó en el rostro de su tío, se desvaneció al ver la figura que se encontraba de pie, en la entrada de la casa.
HyeRi estaba riendo por las ocurrencias de SeokJin y su sobrina, pero al calmar sus risas y reparar en los ojos de SeokJin, se quedó estática, y no quedó ni un ápice de diversión en su rostro.
-¡NaHee!-llamó SoRa, extendiendo su mano.
La niña obedeció, y tomó la mano de su madre.
-¡YoonGi!-lo llamó a él también, ya que, al parecer, pretendía quedarse observando.
YoonGi viró los ojos, y tomó impulso para que, al llegar junto a su mujer e hija, poder cargarlas, una a cada lado de su cuerpo.
Esto provocó risas por parte de NaHee y SoRa. Risas que no pasaron desapercibidas para HyeRi...mucho menos la escena.
-Tienes una familia muy bonita-fue la primera en hablar.
SeokJin asintió y sonrió de medio lado, caminando hacia HyeRi, quien había pasado la reja, y se encontraba dentro del jardín.
-Él es mi amigo YoonGi, del que te hablé...y ellas son su esposa e hija.
-¿YoonGi? El otro...
-Sí-la interrumpió asintiendo y bajando su cabeza-. El otro demonio.
-De veras los quieres-su comentario hizo al chico alzar la cabeza y fruncir su ceño-. Digo, pasaron tanto, y te arriesgaste tanto para que él volviera a ver a su familia...
-Es mi único amigo...Qué más hubiese querido yo, que nacer en el mundo humano y haber podido encontrar más-rió sin gracia-. Pero no me arrepiento de lo que he hecho...Y aunque sabemos que estamos en peligro de que nos encuentren...y nos maten-a HyeRi se le erizó la piel ante tal frase-, estoy dispuesto a hacer todo por seguir siendo feliz. Y estar aquí, con ellos, me hace feliz.
-¿Y no te gustaría tener tú también una familia?
SeokJin sonrió con tristeza y asintió, volviendo a bajar la cabeza.
-YoonGi tuvo suerte de que SoRa lo aceptara...Yo...no creo-admitió-. Nadie quiere un demonio como pareja, menos cuando este demonio tiene una gran posibilidad de morir.
HyeRi se mantuvo en silencio por un par de segundos.
-No...digas eso-dijo, retirando las gafas que ocultaban los ojos de SeokJin, aquellas con las que estaba jugando junto a NaHee.
El chico se tensó ante tanta cercanía, pero no dijo nada, y tampoco mostró su nerviosismo.
-La única persona en la que me he interesado...no creo que me acepte...
-¿Dónde está el SeokJin tan optimista y seguro de sí mismo que conozco?-rió HyeRi-. Vamos, saca ya al chico del que me enamoré-le dio un golpecito en el pecho, y los ojos de SeokJin se abrieron de par en par.
Eso había sido una gran confesión por parte de HyeRi.
La chica volvió a reír al ver que SeokJin no se movía ni cambiaba su expresión de asombro, y decidió pasar sus brazos alrededor del cuello contrario.
-¡Ya bésense!-gritó YoonGi desde el interior de la casa.
-¡Cállate, papá!-chilló NaHee.
-¡Denles privacidad, por favor!-regañó SoRa, jalando tanto a YoonGi como a NaHee hacia la cocina.
Pendientes a todo, SeokJin y HyeRi rieron.
-¿Esto...significa que me aceptas?-murmuró SeokJin cerca del rostro de su chica.
-Esto significa que soy capaz de irme hasta el mismísimo Infierno si es contigo.
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