Trentaitres

[NARRADOR]

Cuando Derek despertó y salió de su habitación, se encontró con que Stiles no estaba en el departamento. En un primer momento se preocupó, puesto que la última vez que Stiles se había ido había regresado herido y diciendo que había liberado a un sujeto peligroso. Lo único que faltaba ahora era que le hicieran más daño al chico.

— ¿Por qué me preocupo? –Se preguntaba a sí mismo mientras se sujetaba la cabeza.

Había pasado gran parte de la noche pensando en lo que había hecho, y aún sabiendo que lo había hecho a pura conciencia, no tenía idea de por qué.

Ese era el siguiente pensamiento que le provocaba migraña ¿Por qué había besado a Stiles? La respuesta no parecía querer venir a su mente. Había sido un impulso, algo del momento que había hecho sin pensar y porque simplemente quería hacerlo. Pero eso no era una razón suficiente para explicarse a sí mismo el por qué de aquél beso. Del cual no se arrepentía en lo más mínimo.

Se aseó y vistió antes de coger su chaqueta de cuero y salir del departamento. Bajó las escaleras rápidamente, aunque no llegó a terminar de bajar el segundo tramo cuando alguien se le cruzó.

Stiles subía corriendo las escaleras, se le notaba algo agitado, por lo cual se preocupó de que alguien pudiera estarle persiguiendo. Al verle, el humano sonrió ampliamente mientras jadeaba en busca de calmar su agitada respiración.

— Hola Derek –Dijo entre los jadeos.— No sabía que estabas despierto.

— ¿Dónde...?

Antes de que Derek pudiera acabar la pregunta observó como detrás de Stiles aparecía un segundo adolescente. Su mirada se encontró con la de Ethan mientras el chico se colocaba junto a Stiles.

— Hola Derek –Le saludó el gemelo.— Es bueno verte.

El mayor solo le miró y se cruzó de brazos, asintiendo con la cabeza a lo que el adolescente había dicho. Stiles le miró extrañado, habría jurado que cuando le vio bajando las escaleras, Derek se veía nervioso, preocupado por algo, pero ahora era como si todo aquello que reflejaba su rostro hace pocos segundos hubiera desaparecido en cuanto vio a Ethan. Ahora parecía más serio que nunca. Y eso lo notaban ambos.

— Vine porque voy a llevar a Stiles a una carrera de motos –Se explicó Ethan, como si tuviera que hacerlo.— Lo traeré en la tarde.

El humano miró a su amigo sin entender el por qué de que le diera explicaciones a Derek. No es como si al Hale le importara lo que él hiciera o dejara de hacer, eso era algo que ya sospechaba desde hace tiempo. Aunque seguía extrañado por la seriedad del lobo mayor ante las palabras de Ethan.

— Iré a ver que Aiden no me esté haciendo quedar mal con Danny –Dijo Ethan, aunque a Stiles le sonó mucho a excusa.— Ponte guapo, seguro habrá gente que se te quiera tirar encima.

— Claro, porque siempre he sido un chico muy solicitado –Repuso el humano con sarcasmo, mientras rodaba los ojos.— Denme unos minutos.

Ethan asintió y se fue escaleras abajo. Cuando el sonido de la puerta siendo abierta y luego cerrada hizo eco en el edificio, Stiles miró a Derek con el ceño fruncido.

— ¿Te pasa algo? –Le preguntó con extrañeza.

Derek no le respondió, se dio media vuelta y volvió a subir las escaleras. Sin entender qué le pasaba al lobo, Stiles le siguió.

Había pasado un buen rato debatiéndose sobre el beso antes de que Ethan le llamara, y había decidido que si Derek no lo había hecho mientras él estaba despierto era por algo. Supuso que la razón era que había sido el alcohol nublando la razón del lobo y que no era la intensión de Derek el besarle. En pocas palabras, iba a actuar como si aquello hubiera sido un mal entendido e iba a fingir que no había ocurrido. Mucho menos iba a preguntarle a Derek algo sobre aquello, o a siquiera sacar el tema, sería vergonzoso para ambos.

Entró al departamento y fue hacia su habitación, abriendo el armario que allí había y comenzando a elegir ropa.

Derek iba de un lado al otro en la sala del departamento, había estado a punto de salie corriendo del departamento para buscar a Stiles ¿Y dónde estaba el chico? Haciendo idioteces con sus amigos, y ni siquiera había sido capaz de avisarle que iba a salir.

Escuchó la puerta de la habitación volver a abrirse y se quedó quieto antes de que el humano le viera yendo de un lado al otro cual animal enjaulado. Le vio salir con unos vaqueros negros apretados y una camisa gris.

Iba a gritarle algo hasta que le vio con esa ropa y, simplemente, las palabras parecieron no querer salir de su boca. En cambio, su lobo ronroneaba como si viera algo que le atraia increíblemente. No supo qué era, pero estaba seguro de que no era esa colonia tan fuerte que el chico se había puesto. Ese solo aroma lastimaba su sensible olfato.

Arrugó la nariz mientras intentaba oler el aroma del chico por encima de aquél horrible perfume. Le era imposible, la colonia era demasiado fuerte y ya se había impregnado en él.

— Volveré en la tarde –Le dijo Stiles, no dándole importancia a sus muecas.— Si mi padre llama o ocurre algo, avísame y volveré antes.

En respuesta, Derek asintió con la cabeza y Stiles le sonrió antes de ir hacia la puerta y salir del departamento. Derek se dejó caer en el sofá, soltando todo el aire de sus pulmones con un suspiro de frustración. Frustración que tenía una causa desconocida para él.

(...)

Stiles bajó las escaleras y salió del edificio manteniendo la sonrisa. Llegó al estacionamiento y vio a Danny y a los gemelos en la camioneta de los padres del primeramente mencionado, las motos de los dos lobos se encontraban en la parte de atrás de la camioneta.

El ojimiel caminó hasta el vehículo y se subió en la parte de atrás, junto a Aiden, mientras que Danny conducía y Ethan iba en el asiento del acompañante.

— ¿Nos vamos? –Preguntó Stiles, poniéndose el cinturón.

— Si, vámonos de una vez –Pidió Aiden bufando.— Ya no soporto a estos dos tórtolos, al menos con Stiles no tendré que soportarles poniéndose calientes.

La carcajada que soltó Stiles casi hace que se lastime la garganta. Danny se había puesto rojo mientras que Ethan se había dado vuelta para pegarle a su hermano. Stiles dejó de reír para separarles.

— Mejor enciende el auto antes de que estos dos se maten –Le aconsejó a su amigo.— Y ustedes, guardense la sed de sangre para la carrera.

Los gemelos asintieron y, finalmente, se calmaron. Acomodándose en sus asientos.

Stiles sonrió, al menos yendo con ellos podría evitar pensar en lo ocurrido con Derek.

NOTA DE LA AUTORA:

Se está poniendo tensa la cosa ¿Qué pasará ahora? Tendrán que esperar para saber.

En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.

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