Cuarentaicinco

[NARRADOR]

Derek estaba nervioso, preocupado si quieren exagerar un poco. Un sentimiento de incomodidad se apoderaba de su pecho mientras intentaba razonar como un adulto emocionalmente estable.

Se había imaginado, por no decir que estaba ilusionado con ello, que cuando Stiles regresara al departamento iba a ocurrir algo entre ellos. Ya fueran besos, algo de manoseo, se hubiera conformado con que el menor al menos le tocara. Pero no, Stiles actuaba como si lo que había ocurrido en la madrugada no hubiera pasado nunca hubiera pasado. No hablaba de eso, no actuaba como si le molestara o excitara. Mientras que Derek apenas podía quitar la vista del menor.

Stiles estaba sentado en el sofá leyendo, sin prestarle atención ni a él ni a nada de lo que ocurría a su alrededor. Por lo que no había notado que Derek no dejaba de mirarle.

El lobo observaba casi con anhelo como el menor se humedecía los labios cada tanto, como su mandíbula se movía involuntariamente en algunas ocasiones y como parpadeaba despacio, viéndose completamente relajado.

En algún momento, Stiles bajó el libro y le miró, sonriendo de medio lado. Derek desvió la vista, fingiendo estar viendo el programa que estaba en la televisión.

— ¿Qué pasó, Sourwolf? –Le preguntó divertido.— ¿Tengo algo en la cara?

Derek negó con la cabeza, mirándole de reojo por unos segundos antes de volver a centrarse en el televisor.

El ojimiel se notaba divertido mientras dejó el libro encima de la mesita de café. Pasó caminando despacio frente Derek, al cual vio abrir mucho los ojos y tragar saliva al tener en frente, pero no se detuvo. No quería forzar nada, la próxima vez que algo ocurriera sería a causa de Derek, puesto que sabía lo mucho que le costaba al mayor analizar sus propios sentimientos y acciones. El Hale era alguien que actuaba mucho por instinto, por lo que sabía que las cosas tan humanas como comenzar algo con un adolescente le costaban tiempo.

— Mi padre y Chris van a ir a vigilar en el bosque –Contó desde la cocina.— Les dije que se llevaran a Isaac, como protección.

Un sonido de asentimiento vino por parte de Derek, y Stiles tuvo que admitir que era decepcionante. Habían pasado la noche anterior besándose y ahora vivían a comunicarse con sonidos y monosílabos. Pero estaba seguro de que era parte del proceso por el que estaban pasando. Un proceso que podía durar minutos o semanas, nada era seguro cuando se trata de Derek Hale.

El ruido de un teléfono le hizo hacer una mueca de extrañeza. No era su móvil, ni el de Derek, ni el teléfono de línea. Había otro teléfono sonando en la casa.

Se asomó hacia la sala para ver al mayor, el cual se veía igualmente sorprendido.

Derek se puso de pie y fue hacia su habitación, regresando con un teléfono que Stiles nunca antes había visto. El mayor respondió a la llamada con el ceño fruncido.

— ¿Qué quieren? –Fue la pregunta que hizo de malas formas, atrayendo la atención de Stiles.

Le escuchó discutir un poco más para luego colgar la llamada y acabar lanzando el móvil hacia el sofá con enojo.

— ¿Qué ocurrió? –Le preguntó al verle comenzar a ir de un lado al otro en la sala.

— Los calaveras me llamaron –Gruñó el Hale.— Quieren permiso para cazar a alguien aquí. Chris se los negó y vienen a preguntarme a mí, son unos doble cara.

Stiles asintió ante lo dicho, definitivamente odiaba a esos cazadores. Aunque ahora sentía curiosidad por saber a quién o a qué estaban intentando cazar.

Iba a preguntar algo más, pero al parecer esa era la noche para que todos los móviles sonaran. Esta vez, fue el móvil del humano.

Stiles ya se sospechaba que algo andaba mal al ver el número de Chris Argent en la pantalla. Pero quiso creer que solo le llamaba para decirle que todo había salido bien.

No fue así.

— Chris –Nombró al hombre en forma de saludo.

Del otro lado escuchó a Isaac hablando muy rápido. No era Chris el que le llamaba, eso ya era algo obvio. Escuchó como el rubio al otro lado de la línea comenzaba a repetir que lo sentía mucho una muy otra vez. Aquello atrajo la atención de Derek, quien se acercó para escuchar mejor.

— Isaac, cálmate –Le pidió.— Respira y dime qué ocurrió.

— Lastimaron a tu papá.

Derek estaba frente a Stiles, por lo que pudo ver claramente como la expresión del chico se desfiguraba en una de horror.

Algo andaba muy mal.

NOTA DE LA AUTORA:

No tengo perdón de Dios después de no haber actualizado la semana pasada. Perdónenme la vida, pero tengo muchas cosas que hacer.

En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top