6-Los Addams y el último paso...

El día de padres había llegado y Miércoles obligó a su manera a que el chico acudiese a Nevermore a pesar de ser un normie para conocer a sus progenitores. Él tenía cierto miedo porque pensarían de que su hija saliera con alguien que no es un excluido.

El chico llegó algo más pronto y vio a algunos ya en el patio, unos pocos con gafas de sol y pequeños colmillos lo miraban. Enid le había comentado que podían llegar a saber si era un normie o no por el olor. La loba con una sonrisa y encantada de hacerle un pequeño tour por la academia hasta finalmente llegar a la habitación.

—Gracias Enid—dijo sonriente.

—No es nada, siempre me gusta ayudar—abrió la puerta y ambos entraron a la habitación cuando vieron a Miércoles en ropa interior después de haberse dado una ducha.

—¡Perdón!—el chico volteó enseguida.

—Lo normal es llamar a la puerta o avisar Enid—comentó haciendo que Enid asintiera y pidiera perdón—de todas formas no hay nada que no hayas visto ya así que puedes mirar Tn.

El joven volteó y se acercó poco a poco mientras ella se terminaba de vestir cuando escucharon un chillido de Enid.

—¡No puedo creer que ya dieran ese paso!—exclamó emocionada—no diré nada, pero...¡es tan atrevido, amor juvenil y hormonas!.

—Enid, ¿quieres que use de nuevo eso?—le preguntó con la mirada fría y seria.

—¡NO!—respondió enseguida y asustada.

Al parecer, había fabricado un silbato que molestaba a los hombres lobo y Enid tuvo dolor de cabeza y oído cuando lo usó, realmente era una tortura.

—Enid, puedes marcharte, necesito hablar con Tn—se colocó bien el pelo.

—Uy...¿acaso...?—la rubia abrió los ojos cuando la pelinegra sacó el silbato—¡ya me voy!.

Al quedarse a solas, se sentaron un poco a hablar en la cama. Miércoles le tomó de la mano con suavidad, aún le costaba un poco abrirse de esa manera, pero poco a poco se acostumbraba. Tn le preguntó sobre sus padres, quería saber un poco de ellos.

—Son contrarios a mí en personalidad, son amables y sociables...pero tenemos todos ese gusto por la muerte, la sangre y torturas...—respondió mientras parecía mirar a la nada.

—Ya veo—se acercó y le dio un beso en la mejilla.

Miércoles volteó un segundo y le dio uno en los labios, corto y rápido.

—Todavía no me puedo creer que tenga pareja—comentó antes de que sonase su teléfono, era Enid, sus padres habían llegado—que puntuales.

Los dos salieron de la habitación hasta llegar al patio.

—¿Son difíciles de reconocer o...?—al mirar a todos los padres, los encontró enseguida—vale, ya los veo.

La joven se acercó a su padre antes de recibir un abrazo por parte de su padre.

—¡Mi pequeño escorpión lleno de veneno letal!—exclamó el hombre—¿ya has matado a alguien?.

—No, todavía no he encontrado a alguien que merezca la pena...—respondió.

—Eso es bueno, debe ser especial cada muerte—Tn abrió los ojos ante tales palabras.

—Mi pequeño chubasco—su madre le acarició el brazo.

—¿Y Pugsley?—preguntó mirando hasta dar con él quien estaba comiendo ya.

Estuvieron unos minutos eternos hablando hasta que Miércoles volteó a verlo, no hizo falta decir nada para que éste se acercase a la familia. Estaba sudando, sobretodo ante tales miradas que parecían atravesar su piel y llegar a su alma.

—Hola—saludó sudando.

—Oh, ¿eres amigo de Miércoles?—preguntó la mujer con esa sonrisa—pero no llevas el uniforme de aquí.

—Es mi pareja—contestó sin rodeos la chica sorprendiendo a los padres.

Hubo un segundo de silencio hasta que ambos mostraron una gran sonrisa.

—¡Oh, Nevermore...nunca defraudas!—exclamó el hombre.

—Soy un normie, por lo cual...sería Jerichó...—corrigió un poco el chico.

—Vaya...esperaba que mi hija saliera con un asesino, pero sentémonos y comamos algo, venga muchacho, queremos saber más sobre ti—el hombre le invitó y Tn se sentó junto a ellos a comer un poco.

Fue recibiendo toda clase de preguntas ante la sonriente mirada de sus padres mientras que Miércoles comía en silencio, contestando de manera seca y fría. No le gustaba todo ese ambiente y prefería estar en el bosque cazando animales, despellejando a estos y empapándose las manos de sangre, pero no le quedaba otra.

—Hermana, se ve buen chico—le susurró su hermano.

—Si, no sé como he caído tan bajo

—A mi me cae bien, me alegro por ti

—Tenemos a alguien nuevo a quien torturar—ambos esbozaron una sonrisa.

Los minutos fueron transcurriendo cuando Morticia llamó a su hija para hablar en un lugar apartado sobre sus poderes. Aunque esa era la excusa que usaron pues la realidad era otra.

Ahora, ambas estaban alejadas del bullicio de la gente y Miércoles se cruzó de brazos, conocía demasiado bien a su madre así que le pidió que fuese directa sobre el asunto a tratar.

—Toma—dijo sacando algo del bolsillo y entregándoselo, era una cajita.

—¿Qué es?—preguntó ella antes de abrirla y ver unos pequeños gemelos que utilizaban los novios en el día de su boda—¿por qué me das esto?.

—Mi pequeña tormenta...he tenido visiones y sé que acabarás junto a ese muchacho...cuando te he tocado antes lo he podido apreciar...—volteó a ver a Tn quien charlaba alegremente con su marido e hijo—es para cuando le pidas matrimonio.

—No sé si durará mucho está relación y solamente es una fase

—Oh, mi querida Miércoles...el amor es algo maravilloso

—El amor te hace débil.

La mujer esbozó una pequeña sonrisa.

—¿Cómo te sientes cuando estás tomada de la mano con él?

—Como...si...estuviera a salvo y nadie...pudiera tocarme...—agachó la mirada

—Eso Miércoles es la fuerza del amor—parecía muy feliz de ver a su hija de esa manera.

—Será mejor regresar—dijo de manera algo nerviosa y apresurada.

Morticia se limitó a sonreír y caminar detrás de ella hasta alcanzar la mesa donde siguieron charlando. Tn se ganó el afecto y cariño de los padres quienes antes de despedirse, se dieron un fuerte abrazo.

—Muchacho, me gustaría que en las vacaciones vinieras a la mansión—Miércoles abrió los ojos.

—Si quieres morir claro—añadió su novia.

—Me...Me encantará pasar un tiempo allí—fue todo lo que respondió.

Cuando se marcharon, Miércoles tomó la mano de Tn ante el asombro de algunos presentes y fue llevado hasta la habitación.

—¿Ocurre algo?—preguntó el chico antes de abrir los ojos y ver el contenido de una gran caja que guardaba Miércoles—esto...¿qué vas a hacer con eso?.

—Nada, pero...debes saber...que me gusta la sangre, el asesinato, la muerte...la tortura...soy fría...—dio unos pasos—calculadora y...si debo romperte el corazón lo haré...

El chico se acercó y la tomó del mentón.

—Lo sé...y me gustas igualmente—le dio un pequeño beso—te...te quiero...—susurró.

Miércoles al escuchar esas palabras dejó caer la caja que tenía muchas cosas terroríficas y que asustaría a cualquiera...a cualquiera salvo a Tn.

—Soy un araña y te envenenaré...—ella no dejaba de mirarlo.

—Y ya caía en tus redes hace tiempo—cerró los ojos y se besaron.

—Mi corazón es frío como el hielo....—susurró tras separarse y no poder dejar de verlo.

—Entonces deja que sea la llama que derrita tu frío corazón...y le de algo de luz a tu oscuridad—le agarró del trasero.

—Sino quitas las manos...yo...yo...—el chico apretó más fuerte sintiendo la fría piel—¿te sientes preparado para dar el último paso?—ella se subió sobre él y lo besó, aguardando su respuesta.

—¿Y cuál es ese?—preguntó con una sonrisa y respiración jadeante.

—Hacerme el amor—respondió antes de ser colocada sobre la mesa y rodear a su chico con sus brazos—si lo haces...ya no habrá vuelta atrás y serás mío hasta que la muerte nos separe.

—¿Y lo malo?—sonreía antes de morderle el cuello a su chica.

—Luego no quiero una maldita queja—jadeaba ella recibiendo el cariño de éste.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo  :)

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