Miércoles sentía la respiración del chico en su cuello mientras recibía pequeños besos. El chico poco a poco acariciaba la espalda de ella quien se desprendió pronto de la ropa superior quedando en sostén. La joven respiraba con dificultad, se sentía ahora mismo como una presa herida a punto de ser devorada. Y como algo tan sangriento...le gustaba esa sensación.

—Si le dices esto a alguien te juro que te mataré—le susurró.

—Tranquila, yo siempre guardo todo lo personal—le dio un beso en la oreja antes de morderla provocando que la piel de la chica se erizase.

Tn también estaba algo nervioso, pero poco a poco se dejaba llevar colocando sus manos en los pechos de ella antes de recibir un fuerte bofetón.

—¡Lo siento!—se apresuró a decir el chico antes de notar las manos de su chica en la mejilla.

—Perdona, ha sido...un reflejo...no estoy acostumbrada a esto...

—Ya veo...

El chico fue besando el cuello de nuevo, dando ligeras mordidas mientras bajaba lentamente entre sudores y con cierto miedo de ser golpeado de nuevo. La piel de la joven era fría, pero tan suave que le encantaba. Notaba a la pelinegra moverse un poco debido a la situación.

Besó sus pechos por encima de la fina tela provocando un ruido tierno por parte de ella antes de continuar bajando despacio hasta sentir su ombligo. Pero continuó con el viaje hasta colocarse entre las piernas. El joven se preguntó si lo haría bien o acabaría muerto.

—¿A qué esperas?—escuchó en voz baja a la chica cuyo rostro se veía en la oscuridad debido a la luz que entraba por la ventana.

Tn asintió y comenzó a devorar lentamente tras haberle quitado despacio la falda. Lo hizo primero por encima de la tela oscura antes de retirarla a un lado. 

El cuerpo de la pelinegra se arqueó y dobló en varias ocasiones mientras sentía que su mente la transportaba a otro lugar. Abría la boca para dejar escapar varios gemidos ahogados. Cuando logró alcanzar ese punto de locura absoluta, pudo respirar de nuevo.

—¡Alguien viene!—avisó ella en voz baja antes de taparse con las sábanas y hacerse los dormidos.

Al cabo de poco entró su madre con cuidado y dejó unas cuantas prendas de ropa sobre la mesa antes de cerrar la puerta. El chico respiró aliviado, había faltado poco.

—Por poco—dijo el chico.

—Si, no me hubiera gustado verme tan débil—respondió ella antes de acercarse y darle un beso en la mejilla.

El chico se levantó para irse al baño y asearse un poco. A su regreso, sintió que ella lo abrazaba con dificultad debido a que todavía le costaba hacer esa clase de cosas.

—Supongo que tendré que devolverte el favor—al decir eso, los ojos de éste se abrieron como platos.

—No hace falta—le respondió.

—Pero no haré exactamente eso

—¿Entonces qué harás?—preguntó confuso y extrañado por las palabras de la joven.

Ella quitó la sábana y le bajó lentamente la ropa interior al chico antes de agarrarle el miembro haciendo que pudiera notar sus frías manos. Miércoles comenzó a sacudirla lentamente.

—No es tan diferente a un bote de ketchup—comentó tranquila mientras hacia lo suyo.

Tn sintió todo el placer recorrer su cuerpo, las piernas le temblaban, nunca imaginó a esa joven fría hacer algo como eso.

—En caso de no salir...¿debo golpearlo para que salga?—preguntó.

—¡No, claro que no!—contestó temoroso.

—Ya lo sé, solamente quería gastar una broma...tonto...

La gótica iba cambiando de mano, daba igual, era igual de experta con la derecha que con la izquierda. Tn tuvo que apretar los dientes cuando alcanzó el máximo placer dejando salir todo.

—¿Lo he hecho bien?—preguntó ella mientras agarraba un pañuelo—no soy buena en esto.

—Ha sido...genial...—el chico apenas podía respirar.

—¿Cuántas veces puedes hacer esto?

—No...no...lo sé...—estaba exhausto.

—Bueno, eso es fácil de comprobar—agarró de nuevo el miembro.

—Espera...todavía...no...—pero fue inútil.

La mañana llegó y el chico estaba pálido, seco y agotado. Por su lado, Miércoles dormía de manera tranquila y plácida a su lado. 

—Buenos días—le dijo éste.

—Horribles días—respondió mientras se levantaba y cambiaba—vamos a desayunar.

—Dame cinco minutos más y bajo.

Ella lo miró desde la puerta, asintió y se marchó.

Tn bajó al cabo de un rato y allí vio a sus padres hablando relajados con ella.

—Te ha costado levantarte—comentó su chica mientras tomaba café.

—No pensé que le fueras a dejar tan seco—dijo su madre.

Ese comentario le hizo abrir los ojos y mirar a ambas.

—Le falta entrenamiento—hablaba sin tapujos la pelinegra.

—No te preocupes hijo, con está chica de tu lado, seguramente aumentarás tu resistencia—guiñó el ojo su madre y sin pudor alguno.

Se sentó a desayunar y por suerte, no se volvió a hablar del tema. Tn estaba nervioso pero sobretodo, sentía cansancio, nunca pensó que Miércoles haría eso y tantas veces. Se sentía incapaz de levantarla por una semana.

—¿Llevas tú a Miércoles?—preguntó su padre.

—Claro, sin problema—respondió Tn.

Se cambiaron y entraron al coche para tomar el camino a la academia.

—Fue una cita agradable—comentó éste tratando de romper el hielo pues ella estaba leyendo un libro extraño—¿puedo preguntar sobre tu lectura?.

—Es una de pociones sobre relaciones sexuales—respondió ella pasando una página—aquí está la que yo buscaba. Está poción permite tener hasta quince relaciones sin problemas para el cuerpo...vaya...es difícil de elaborar...los ingredientes no son sencillos de encontrar. Pero me gusta este reto, y siempre puedo pedirlos a mi familia.

—Oye...¿no es demasiado?

—Tranquilo, tus testículos no sufrirán daño alguno

—¿Por qué quieres hacerlo tantas veces?

—Pone que hasta quince veces, no que yo quiera hacerlo tantas veces...seguiré mirando otras...vaya...está aumenta el tamaño de los pechos femeninos o de los miembros masculinos...por suerte...—volteó a mirarle—a ti no te hace falta—esbozó una sonrisa.

—Pensé que eras más torpe en el amor

—Si, pero cuando me tomo las cosas como experimentos no tengo esa clase de torpeza.

Llegaron a la academia, el viaje se le hizo algo eterno a Tn por el tema de conversación que había tenido con ella.

—Ya hemos llegado—dijo mirándola—suerte en tus clases.

—No necesito suerte, saco excelentes notas—se acercó y le dio un beso en los labios—ten cuidado con esos idiotas o los mataré.

—Gracias—la besó un poco antes de separarse—te quiero.

Ella solamente se quedó callada ante tales palabras.

—Supongo que yo también siento esa clase de sentimiento hacia ti—salió algo rápido y nerviosa. Se alejó y el chico esperó a que entrase del todo.

Tn regresó al pueblo de Jerichó mientras que Miércoles tuvo que soportar el resto del día las preguntas de su roomie. Tuvo que contarle algunas cosas porque necesitaba consejo y de paso, agradecerle porque gracias a ella supo como empezar la relación con él.

—En fin, veremos que me depara el futuro—pensó en lo que podría ocurrir ahora que estaba en una relación.

—¡Miércoles mira el calendario!—captó su atención la roomie—¡pronto vendrán nuestros padres!.

—Antes lo pienso antes ocurre—dijo—este año llega antes que la Copa Poe.

—Si y tendremos dos visitas, una ahora a comienzos y otra en la recta final—explicó la loba.

—Genial...

Durante los siguientes días, ya que no podía quedar con Tn debido a las fuertes lluvias que se produjeron, estuvo investigando sobre las diferentes pociones y pidiendo a sus padres si le podrían llevar algunos de los ingredientes durante su asistencia a Nevermore.

El chico por su parte no recibió nada de amenazas ni nada debido a que las clases se suspendieron. Eso si, tuvo que aguantar el tener que hablar con sus padres sobre Miércoles ya que les cayó de maravilla, especialmente a su madre.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo  :)