EP 05

Sus piernas duelen horrores. Han estado doliendo desde que Beomgyu tomó la decisión más estúpida de caminar de regreso a casa en lugar de esperar a que el mecánico viniera a ayudarlos, solamente por salvar su orgullo y ganar una batalla tácita y tonta entre él y Taehyun.

Todavía le duelen incluso ahora, un par de días después, cuando está acostado en el sofá viendo su propia cara en la pantalla del televisor. El Beomgyu en la pantalla está tan feliz y relajado mientras toma la mano de su coprotagonista (y ex novio no tan secreto) y le confiesa su amor apasionado y puro.

A la mierda los hombres. Odia a los hombres, de todo tipo. Odia a GuWon, por engañarlo. Odia a su manager por sugerirle que se tomara un descanso y por enviarlo aquí. Odia a Taehyun, por hacerlo sentir inútil y estúpido y tan... infantil. Incluso se odia a sí mismo por todas las malas y estúpidas decisiones que ha tomado a lo largo de su vida que lo llevaron a donde está ahora.

Beomgyu sabe que no debe compadecerse tanto de sí mismo, su vida es mucho mejor que la de los demás. Ha tenido tanta suerte de que se le hayan presentado oportunidades increíbles y tiene más que suficiente, más de lo que alguien podría desear, pero... le falta algo y lo frustra no saber qué es lo que falta. Es como una pequeña piedra dentro de su zapato que lo molesta con cada paso que da.

Y al contrario de lo que pensaba su manager, volver a este viejo y diminuto pueblo donde creció no ha ayudado en absoluto hasta ahora. En realidad, ha empeorado todo. Beomgyu está lejos de redescubrir su esencia, en cambio lo único que ha estado haciendo es actuar como un niño tonto que no deja de humillarse frente a su nuevo mayor enemigo declarado: Kang Taehyun.

Taehyun, el sujeto que una vez fue su mejor amigo y (según su abuela) su máximo amor de la infancia, ahora es la persona que vuelve loco a Beomgyu. Taehyun con sus grandes ojos brillantes que nunca lo dejan en paz, sus comentarios inteligentes y su sonrisa fanfarrona... No debería molestarlo tanto, pero lo hace. Como adulto, Beomgyu sabe que lo más maduro que puede hacer ante eso es ignorar la presencia del hombre, pero es difícil cuando está en todas partes a su alrededor y todo lo que hace su abuela es hablar de él.

Taehyun esto, Taehyun aquello...

— Beomi, ¿por qué estás tan enojado con la televisión? —AeRi pregunta con curiosidad. Beomgyu no la escuchó entrar a la sala de estar, por lo que su voz lo toma por sorpresa y lo hacen saltar en su asiento, sacándolo de sopetón de su tren de pensamientos— ¡Mírate! Estás frunciendo tanto el ceño, es malo para la piel ¿lo sabías?

— ¡Halmeoni, me asustaste! —Beomgyu chilla, tratando de recomponerse— No te escuché venir, estaba pensando —explica.

— ¿Y qué ocupaba esa cabecita tuya, cariño? —su abuela ama los chismes más que nada en el mundo y hace reír a Beomgyu cuando mueve las cejas hacia arriba y hacia abajo de una manera divertida— ¿Un chico tal vez?

— ¡Halmeoni! —hace una mueca pero no lo niega ni lo confirma. Aunque seguramente su abuela lee a través de la expresión en su rostro y sus mejillas sonrojadas. Beomgyu ya no quiere ponerse más en evidencia, por lo que opta por cambiar de tema— ¿Me necesitabas para algo?

— ¡Oh sí! —recuerda la mujer— Acabo de terminar de lavar las sábanas y necesito ayuda para escurrirlas y tenderlas para que se sequen ¿Puedes venir? —pide dulcemente.

Las piernas de Beomgyu todavía duelen, pero asiente de todos modos. No le dirá a su abuela que tiene dolor porque ella no le pedirá que lo ayude de nuevo y, en cambio, intentará enviarlo a la cama para que descanse y él ya está aburrido de descansar. Así que se levanta de un salto y sonríe, aunque sienta que una de sus piernas está por acalambrarse.

Él sigue a su abuela fuera de la casa, se pone las sandalias arruinadas y cruza el patio trasero junto a ella. AwRi habla del clima últimamente y lo feliz que está de tenerlo de vuelta después de tanto tiempo, habla de la cosecha de la temporada cuando pasan junto al invernadero donde están las fresas, y comenta cómo Taehyun cuida tan bien sus cultivos de tabaco, ahí es cuando comienza a divagar sobre la vida del pelinegro y Beomgyu deja de escuchar antes de que comience a irritarse nuevamente. En cambio, se enfoca en el paisaje que lo rodea, o bueno, al menos lo intenta.

Observa los cultivos de tabaco que Taehyun plantó por sí solo según su abuela, y mira los manzanos detrás de la casa, esos son nuevos; recuerda haber plantado esas semillas con sus abuelos y Taehyun la primavera del año en que cumplió siete años. Ve que se están acercando al lago donde Taehyun y él solían pasar casi todos los días del verano nadando en ropa interior (una vez más, según lo que le dice AeRi mientras caminan). Y como dijo antes, Taehyun está en todas partes. Incluso está parado allí cuando Beomgyu y su abuela llegan a la orilla del pequeño lago a unos metros de los cultivos y los árboles. Él esta en todos lados.

De alguna manera, Beomgyu logra contener el resoplido de decepción y molestia que quiere dejar salir cada vez que se cruza con el azabache. Su abuela lo ha vuelto a engañar.

Sin embargo, Taehyun no parece notarlos. Está demasiado ocupado pisoteando en un gran balde lleno de ropa y agua jabonosa, aparentemente lavando su ropa con los pies descalzos como lo hacían sus abuelos antes de que existieran las lavadoras... Qué hombre tan cavernícola, piensa Beomgyu.

— Halmeoni, ¿no tienes la lavadora que te envié en Navidad hace dos años? —Beomgyu le pregunta en un susurro bajo sólo para que ella escuche y no Taehyun.

— Sí, pero a Taehyun le gusta lavar su ropa de esta manera cuando hace buen tiempo —murmura su abuela, con una cálida sonrisa floreciendo en su rostro como si estuviera hablando de su propio nieto— ¡Pero solamente su ropa! —medio susurra alarmada— ¡Me ayuda a usar la lavadora para lavar mi ropa y todo lo demás!  —AeRi se apresura a aclarar.

Beomgyu suelta una risa ahogada, ni siquiera estaba preocupado por eso.

— Está bien, eso es bueno —le sonríe con calma después de un suave asentimiento.

— Taehyun-ah —llama al pelinegro y él se detiene de inmediato, mirando hacia donde está parado Beomgyu y luego rápidamente le da toda su atención a la mujer— ¿Puedes ayudar a Beomi a escurrir y colgar las sábanas que acabo de lavar?

Tan pronto como Beomgyu escucha la petición de su abuela, abre la boca e intenta decir que no necesita ayuda y que puede hacerlo solo, pero antes de que pueda pronunciar una palabra, Taehyun asiente.

— Claro, lo ayudaré —dice sin demasiado entusiasmo pero tampoco parece molesto.

Beomgyu decide no armar un escándalo y se queda callado, aceptando que tiene que pasar más tiempo con Taehyun gracias a su abuela. Está bien, puede ser un adulto e ignorar su odio aparentemente unilateral por Taehyun.

— ¡Muchas gracias! —AeRi se anima— Iré a darle de comer a Toto y ustedes dos hagan eso y vuelvan adentro cuando terminen de almorzar juntos. Haré fideos fríos y arroz frito con kimchi —dice y luego se va para volver a la casa.

El pequeño Toto se encuentra con ella a mitad de camino, sus esponjosas orejas color caramelo rebotan lindamente mientras corre alrededor de los pies de AeRi y ladra, Beomgyu sonríe ante la escena y observa a su abuela entrar a la casa. Cuando se da la vuelta, encuentra a Taehyun sonriendo dulcemente también, pero luego sus ojos se encuentran y las sonrisas de ambos desaparecen cuando sus miradas se apartan del otro.

Taehyun se aclara la garganta y sale del balde, lleva puestos unos raídos pantalones cortos de mezclilla y Beomgyu trata de no mirar sus piernas.

— Traeré las sábanas —anuncia y no espera a que Beomgyu responda, de todos modos el castaño asiente.

Taehyun regresa en menos de un minuto, con una canasta que parece pesada entre sus manos y no parece estar teniendo alguna dificultad en cargarla por si solo en absoluto, por lo que Beomgyu no se ofrece a ayudarlo. En cambio, deja que sus ojos vaguen alrededor de esas manos venosas y esos músculos tensos de sus brazos solo por un segundo o dos. Pero se detiene una vez que Taehyun está lo suficientemente cerca como para notar su atención en él.

Empiezan a trabajar en silencio y de forma metódica. Beomgyu toma una sábana y la aprieta para drenarla, luego se la pasa a Taehyun para que la tuerza con la fuerza necesaria como para escurrir el agua restante y luego Beomgyu toma los bordes de la sábana en sus manos mientras Taehyun sostiene el otro lado también, y sacuden con fuerza la tela como si quisieran recrear las olas del mar en movimiento.

— Lo siento —pronuncia repentinamente Taehyun, llenando el silencio. Su voz y disculpa toma a Beomgyu con la guardia baja y hace que casi deje caer su lado de la sábana, afortunadamente no lo hace o se habría ensuciado con el lodo.

— ¿Que es lo que sientes exactamente? —Beomgyu le pregunta, levantando las cejas y mirando expectante al moreno.

— Por no impedirte caminar de regreso a casa. Y por dudar de tus motivos para venir aquí. Y... por ser grosero contigo la primera vez que nos conocimos —dice Taehyun algo tímido y eso hace que Beomgyu se sienta aún más... ¿molesto? Dios, ni siquiera puede sentirse enojado con él porque Taehyun en realidad suena como si se estuviera disculpando sinceramente.

Un adulto serio y maduro diría "Está bien. No te preocupes por eso. Todo está en el pasado. Empecemos de nuevo" o alguna mierda de adultos por el estilo. Pero Beomgyu no puede obligarse a ser un adulto serio y maduro en este momento. Su niño interior quiere permanecer enojado con Taehyun más tiempo.

— Está bien —termina diciendo y es una repuesta demasiada vaga que hace a Taehyun ceñir el entrecejo.

Está bien —repite en un tono dudoso— ¿Acabas de aceptar mis disculpas o de ignorarlas?

— Ambos —Beomgyu se encoge de hombros.

Taehyun lo mira incrédulo, sus grandes ojos se fijan en él mientras Beomgyu sigue agitando la sábana solo, haciendo todo lo posible por ignorar la reacción de Taehyun hasta que siente que la mirada de Taehyun finalmente está lejos de él.

— Entonces... —el peli negro vuelve a romper el silencio, después de unos largos minutos de escurrir y tender otro par de sábanas— Fuiste muy popular en el mercado del pueblo —comenta causalmente.

— ¿Lo fui?  —Beomgyu duda.

— Lo fuiste —Taehyun afirma, asintiendo animadamente— Vi a mucha gente acercándose al puesto sólo para hablar contigo, e incluso escuché a algunos pobladores hablando de ti en las tiendas al rededor del mercado —eso hace que Beomgyu sonría inevitablemente. Estaría mintiendo si lo dijera que no le gusta la atención que atrae— Además, algunos de mis amigos se acercaron a mí para preguntarme directamente sobre ti. Tienen curiosidad por la superestrella del pueblo, ¿sabes?

— ¿En serio? ¿Sobre qué sienten curiosidad tus amigos?  —pregunta Beomgyu actuando desinteresado, sin levantar la vista.  Simplemente continúa con su trabajo sin mostrar en realidad, lo curioso que él está también.

— Bueno... —Taehyun comienza pero su voz muere demasiado pronto, antes de que si quiera pueda terminar la oración— En realidad no es nada importante —murmura al final, cambiando de opinión.

— ¡Oh vamos! ¡Dime! ¿Es algo malo? —se pregunta— ¿O algo sucio? ¿Te pidieron mi número? —ahora está jugando con Taehyun con un tono burlón y una sonrisa traviesa creciendo en su rostro.

— No es nada malo ni sucio —responde el menor sacudiendo levemente la cabeza— Pero sí preguntaron sobre tu estado civil...

— ¿Mi estado civil? —Beomgyu está confundido.

— Si estás saliendo con alguien o no —Taehyun elige una mejor redacción, haciendo una mueca ante su primera elección de palabras.

— Oh —el sol y el calor hacen que Beomgyu se sonroje, la punta de sus orejas se ponen rojas y sus mejillas se tiñen de rosa— No lo estoy —responde de inmediato, tal vez demasiado rápido.

— Bien —responde Taehyun igual de rápido que Beomgyu y no se miran—, les diré eso.

— Bien.

¿Qué pasa con él? Está actuando extrañamente amigable hoy. Tal vez su abuela le dijo algo... Si ese es el caso, Beomgyu no se atreve a preguntarle de inmediato, de hecho, simplemente sigue trabajando en silencio, con los pies aún doliendo por las dos largas maratones que ha hecho en la semana, y la cabeza dando vueltas, pensando sobre el extraño cambio de comportamiento de Taehyun de repente.

Cuelgan otra sábana en silencio y luego Taehyun vuelve a aclararse la garganta, captando la atención de Beomgyu una vez más.

— ¿Necesitas pomada para tus ampollas? —pregunta señalando los pies de Beomgyu con la barbilla, que todavía tienen algunas marcas rojas en el empeine y los dedos. Su voz se ha vuelto cada vez más suave durante su conversación incómoda y eso tiene a Beomgyu sintiéndose aún más desconcertado— Si necesitas ungüento o vendajes tengo algunos, podría-

— Está bien, ya no duelen —miente Beomgyu, cortándolo con una sonrisa tranquilizadora que no llega a sus ojos pero que espera que sea lo suficientemente convincente para Taehyun— Gracias de todos modos, Taehyun-ssi.

El azabache asiente bruscamente y no pronuncia ninguna otra palabra por el resto del tiempo que pasan exprimiendo, torciendo y colgando las sábanas, hasta que vuelven a la casa justo a tiempo para la hora del almuerzo.

Su abuela parece extrañada por lo silenciosos que permanecen ambos mientras se sientan en la mesa del comedor y se llenan de comida las bocas. AeRi charla con ambos pero el ambiente es un poco tenso para su gusto, aún así Beomgyu sabe que su abuela puede notarlo, está agradecido con ella por no hacer mención de eso; al menos no en el momento. Está seguro que más tarde, cuando Taehyun no esté frente a ellos, su abuela indagará un poco más en sus asuntos.

Tal vez Beomgyu debería ponerse a pensar en alguna excusa antes de que su abuela pueda preguntarle, o quizá simplemente debería charlar con ella y preguntarle si le ha dicho algo a Taehyun. Puede ser que sólo está tratando de ser amigable, pero Beomgyu simplemente no puede deshacerse de esa extraña sensación en su pecho.

Es simplemente... raro.

Un poco de relleno no le hace daño a nadie jeje

Más que relleno, este capítulo es para entender lo que sucede en la cabeza de Beomgyu y cómo funciona diferente a la de Taehyun.

Digamos que Beomgyu es muy susceptible y emocional, es por eso que sus opiniones cambian muy rápido tanto como sus emociones. Y su cabeza siempre va a mil por hora.

Taehyun es más templado y hasta un poco borde a veces, como se vio en el capítulo anterior.

Peeeeeero el siguiente capítulo habrá algo interesante sobre Tae que Gyu descubre gracias a su abuela >:)

Ese fue el spoiler del día jaja nos leemos pronto~

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