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19 de febrero de 2023
June Wasawatee se encuentra acostada en una camilla. Ella durmiendo con un respirador puesto e inyecciones que reproducen duda latidos en pantallas grandes. Desde pequeña siempre ha tenido problemas de ansiedad. Pasando por ansiedad a perder pequeñas cosas a temer lo desconocido. A lo largo del tiempo se sumieron muchos más: Miedo a las alturas, miedo a las personas, miedo a la familia, hasta que el miedo principal destronó a todos los demás.
Ayane.
Ahora todo lo relacionado a ese niño era un detonante pues se convirtió en su máximo tesoro y prioridad. Su único bebé desaparecido en este frío y cruel mundo para mejor o peor; sin saber qué criatura es. ¿Una bestia dominante o una bestia inferior?
First ha llegado al hospital desde hacen minutos. Incluso antes que los padres de June, pero ellos lo desprecian así que mejor permanece con un rostro de pocos amigos en el área de máquinas expendedoras sujetando un café en mano. Su única asistencia leal además de útil para el cuerpo.
Mira la pared enfrente. Pensado si le dirá o no a June que Ayane volvió, pues no quiere asustarla más de lo que ya está. Sería, en palabras poco tiernas,
«Un fastidio. » Completa First en sus pensamientos.
Gawin aparece a su lado. De la nada. -Sabía que no todo era color Rosa con tu ex. - Sonríe labial, calladamente disfrutando los secretos del humano. Tal vez se burla en secreto.
First pega un brinco parpadeando hacia la pared, al vampiro, y a la pared otra vez. -¿Qué haces aquí, Gawin?
-Gulf me dijo a quién visitarías. Disculpa la intrusión pero ¿estás seguro que es buena idea contarle? Yo tengo una mejor solución.
-La última vez que oí eso me vi envuelto en una pesadilla. Ah, espera, - Lo mira sarcástico. -aún sigo en ella. - Sorbe del vaso girando nuevamente hacia la pared. Gawin ríe. Cada vez es más ingenioso con las bromas. Parece un meme andante. La verdad es que Gawin siempre ha sido fanático del arte para el cual muy pocos tienen talento: la diversión. Ríe mostrando toda su perfecta dentadura. Incapaz de eludir está emoción que los humanos y demonios comparten.
En pocos segundos guarda silencio para ser tomado en serio al decir: -Borrarle la memoria.
-Gawin.- First lo observa cómo algún insolente.
-Escúchame, - Persuade. -Decirle solo traerá más problemas y, seamos honestos, tú no la amas. No cómo antes.
-Tiene derecho a ver a su hijo.
-¿Para vivir de desmayos constantes una vez se entere de la alimentación del niño?
First traga grueso. Le da la razón, no hay ni una falsedad en la oración.
-Borra su memoria. Pero, deja recuerdos hermosos en ella, por favor.
-Una mariposa es merecedora de toda la belleza en este mundo y pobre de aquel que la perturbe. - Honra Gawin. Demostrándole respeto desde ya. First siente esas palabras calidecer su corazón y resguardarse como caracoles en este. Asiente con una sonrisa triste.
Gawin se aleja estampando cada pie como si fuera dueño del lugar. Mucho no le hace falta para creérselo. Apenas entra a la habitación, los padres de June se ponen en pie.
-¿Quién eres tú? - Pregunta el hombre mayor, creyendo a Gawin un joven insolente cuando bien podría ser su papá. El vampiro caso omiso les hace, alza una palma en dirección a ellos, congelandolos. Permanecen como estatuas recién hechas. Mirando serios a la nada.
Devuelta a su suculenta caminata, toma asiento al lado de June. La observa con detalle. Algo apenado. Toma su mano izquierda, cerrándose como sándwich entre ambas manos. Acaricia tierno esos nudillos femeninos, sin ser consciente del frío que brinda. Se da cuenta al ver a June estromecerse. Ha recibido escalofríos.
Ella parpadea lento. Arruga el ceño, su respiración se plasma como neblina en el respirador, a un ritmo pacífico.
-¿Quién... Eres? - Pregunta, débil.
Gawin tiran los ojos color carmesí. -Mariposa, - Comienza la hipnosis. Sus propias pupilas se agrandan mientras que las de la humana se encogen. Permanece estática esperando la orden.
-Una vez conociste a un chico llamado First Foccet, se enamoraron, -
Mientras Gawin toma el rol de narrador, June navega en sus recuerdos cuando adolescente. Se topa con una escena dónde ambos usan uniformes escolares y están acostados sobre las raíces enormes de un árbol sakura, mirándose cuáles tórtolos inseparables, pero riendo de alguna broma infantil. Hojas sombreando trazos enormes de sus rostros mientras que algo de sol entre las mismas los iluminaban.
June comienza a sonreír. Disfrutando el recuerdo.
-Pero no pudo funcionar. Tu familia lo alejó de ti, - Ahora la chica derrama dos lágrimas. La sonrisa que iba creando desaparece poco a poco. Entonces como si supiera que sus recuerdos están yendo al vacío, permanece estática con más lágrimas cayendo. Recuerda uno dónde First armó la habitación para Ayane cuando el niño apenas era un feto en el vientre.
Todos los recuerdos son succionados por una oscuridad infinita. Llevándolos al vacío.
-Seguiste el transcurso de la vida. Aún esperas enamorarte y encontrar la felicidad. Esta vez, tus padres no podrán detenerte. Tu amado solía llamarte "mariposa", pero ya no recuerdas ese sobrenombre. Al despertar, nadie aquí sabrá quienes son First Foccet y Ayane.
Chusquea los dedos y el aire se vuelve ligero.
Los padres de June no saben ni por qué están parados. Miran alrededor, al uno al otro, sin saber qué decir, luego la progenitora capta movimiento de parte de June.
-¡June! ¡Hija! - Señala a la hija mientras abre paso hacia ella. El progenitor gira para seguir a la madre. Ambos alegres de ver a su hermosa hija despierta.
-Mamá, papá, - Sonríe June. -lo hice otra vez, ¿no? Me desmaye en el trabajo.
-Ay, June. No nos preocupes así.
-Casi morimos.
Argumentan uno tras el otro mientras June ríe tierna. Sin preocupaciones.
First observa desde la ventana de la habitación. Algo enternecido por la escena. A su vez, aliviado. -Luce feliz. Supongo que debere cuidar a Ayane solo.
-No solo.
Él voltea y Gawin está justo ahí parado. Mirando atento. Cariñoso. -Lo cuidaremos juntos, yo lo alimentaré. - Alza una de las manos del humano para besar entre medio sus nudillos principales. Sellando una promesa tan fría que quema. El chico sonríe labial.
-Ayane está solo en casa quizás tengamos algo de tiempo para nosotros. Si gustas.
Gawin entre cierra los ojos en una sonrisa gatuna. Le parece una invitación exquisita. -Mi casa entonces, ¿Sr. Foccet?
Ayane está jugando PlayStation de lo más centrado. Incluso tiene la lenguita por fuera mientras mueve las palancas y presiona veloz los botones, gloria a Dios no se rompen bajo su tacto. Pero sus cosas fosas nasales captan cierto olor. Un olor bastante distinguido.
Inhala añadiendo arduo esfuerzo para reconocerlo.
Luego mira sobre un hombro atrás como si desde esa distancia bastará con saber quién es.
❃
Afuera está Gulf sentado entre los arbustos rasgando tras una orejita como los perros hacen, pero a diferencia de ellos, lo hace con una mano. "Civilizado y morderno". El pobre no nota a Ayane silenciosamente flotando sobre su cabeza y aterrizando atrás suyo. Divertido.
-¡¿A quién espías?! - Grita a todo pulmón y Gulf cae fuera de los arbustos dando un graznido con ojos amarillos a su dirección. Ayane ilumina los ojos en color carmesí, imitando el sonido con colmillos fuera. Se mantienen así por segundos.
Varios segundos.
Hasta que Ayane endereza la espalda dejando atrás las amenazas en lenguaje animal. -¿Quieres jugar al PlayStation? - Ofrece tras carraspear. Suena en serio. Muy en serio. Gulf endereza la espalda regresando los ojos a su color natural.
-Oh. Sí. - Acepta.
-Genial.- El otro lo ayuda a ponerse en pie y ambos caminan a la casa hombro-a-hombro como hermanos.
-Genial.- Repite Gulf, ambos entrando.
❃
La stripper con la que Gawin estuvo hacen cinco días atrás llega a su casa tras una larga jornada vistiendo botas cuerro largas hasta las rodillas, mahones color aceituna, blusa blanca, chaqueta marrón de la misma textura que las botas y por si fuera suficiente, una bufanda blanca cuelga de su cuello. Pone las llaves del auto en el llavero a la pared derecha.
Su abuela cuyos ojos casi ni se ven abiertos por lo arrugadita que está, la espera como siempre en la cocina. Su abuela es muy a la antigua era, siempre viste trajes traditionales de tailandia y se la pasa diciendo que algún día Song será heredera del gran Reinado Tanuki, seres animales de aspecto perros mapaches cuyo deber es ayudar a las personas.
-Hola, Yaya. - Saluda amable la chica mientras rodea la mesa para abrir el refrigerador. Ya sabiendo lo que se viene.
-Song, debes estar lista. Algún día serás la heredera al trono del Reinado Tanuki.
-Eso dijiste el año pasado, abuela. - Recalca Song lo más calmada posible. Paciencia a pesar de todo, paciencia, es decir, por alguna razón existe esa cualidad, ¿no?
-Y el año antepasado. - Añade el hermano menor que ya tiene unos dieciocho años y pasa despreocupado justo frente la abuela. Viste cortos, sandalias y una camiseta blanca, aparte habla con la boca llena.
-Te lo digo en serio, Song, es verdad. Ya tienes cuarenta años, va a suceder tarde o temprano.
-Abuela, en serio, no creo que--- Apenas coloca un envase agua sobre la mesa, pierde balance. Sus ojos ruedan para atrás y la cabeza queda erguida hacia atrás. Como si hubiera perdido toda la azúcar del cuerpo. Alarga lo último que decía sin fuerzas a terminar. La abuela se preocupa.
-¡Hermana! - Corre el hermano menor desde la sala, cuando, Song cae de costado golpeando el suelo fuertemente. Enviada al paraíso de los sueños.
De repente, despierta. Parpadeando lento. Ve en primera persona a su abuela y hermano, ambos arrodillados a distancia frente a ella. -¿Abuela Yaya? ¿Hermano Perdedor?
-¡MÁS RESPETO, OSA! - Discute el hermano recibiendo una rápida golpiza en el costado por la abuela. Tiene técnicas kung-fu.
-De ahora en adelante tú deberás respetarla a ella y ser su protector, Sing. Pues ella ahora es la reina de los Tanuki, ¡Espiritus de los milagros!
La abuela hace reverencia y Sing se digna a hacerlo.
-No entiendo nada. ¿Por qué hacen...? - Mira abajo a sus manos pero estas ya son patas enormes de garras pequeñas. -¡¿EH?! - Pega un grito, ahora dándose cuenta que están en un templo a las afueras de un bosque y ella flota justo en el centro. Se ha transformado en una enorme mapache marrón de cola frondosa y antifaz bonito. Sus ojos brillan en color anaranjado pero tiene pestañas femeninas y un kimono color oro. En una mano sujeta un bastón de pandereta cuyo brazalete es rojo con un par de cascabeles.
Ella da vueltas de bailarina en un mismo eje justo como hacia como cuando bailaba al tubo, y los cascabeles suenan. Sonríe mientras completa la voltereta. Para cuando finaliza, lo ha hecho con una reverencia donde sus patas están cruzadas y ambas patas delanteras estiradas hacia los laterales sujetando el bastón en horizontal.
Toda la espuma mágica color oro que emana tras ella y a su alrededor (únicamente centrado en ella) la sigue a todos lados mientras esté en ese santuario.
-Todas las criaturas del mundo recibirán tu presencia, Song, - Informa la abuela. -Vendrán enemigos así como amigos. Tengan cuidado tú y tu hermano mientras tanto les enseñaré todo lo que pueda.
Efectivamente, aunque este santuario esté en los bosques más aislados posibles, todos los hombres lobos reciben su presencia al igual los vampiros, obteniendo un pequeño escalofrío tras sus orejas. El aviso de que una criatura ha despertado.
Gawin se toca el área trasera de su oreja derecha y mira hacia atrás arrugando el ceño.
-¿Pasa algo, Gawin? - Pregunta First sentado en la cama del vampiro. Manos en los botones de su pantalón.
-Ha surgido una nueva criatura. Será mejor que revise en cuánto pueda. - Voltea cariñoso hacia él.
First desabrocha el primer botón. -¿Debes irte ahora? - Tienta tardandose en abrir el segundo.
-No. Puede esperar. No te preocupes.
El chico sonríe desabrochando el segundo botón. El pantalón queda con los paneles sueltos y se escucha la cremallera restante ser halada hacia abajo. Gawin sonríe coqueto.
-¿Seguro que quieres esto? - Pregunta Gawin.
-¿Tú no? - Lo agarra de las caderas para cambiarlos de posiciones, azotando al vampiro a quedar sentado sobre el catre, mientras que él clava ambas rodillas en el suelo. Se miran. El más presumido tomado por sorpresa mientras que el psicólogo comete una sonrisa juguetona. Le baja el bóxer revelando un pene bastante largo, ancho y grueso. Lo masturba de arriba a abajo. Escuchándose el explícito sonido de la piel elástica. Su puño golpetea la base una tras otra vez.
Gawin sonríe esperando a ver cómo este psicólogo se las maniobra.
First mantiene el puño en la base para engullir la cabeza del pene. Primero lento. Comenzando a meterlo. Luego lo saca, intentando pensar cómo meterse esa bestia a la boca.
Pero lo vuelve a engullir hasta la mitad al menos y bombea la cabeza. Gawin gime mirando abajo. El chico bombea la cabeza a un ritmo rápido, conciso. Se desvía o se le sale de la boca, pero él se lo vuelve a meter y lo intenta mediante masturbaciones.
Disfruta mamarlo y sentir sus mejillas huecas por él. Abre los ojos por unos minutos mirando al vampiro sin desocupar la cabeza.
-Carajo, me miras así... - Gawin endereza la espalda con una voz gruesa. Le acaricia el cabello rubio a su chico, entonces le mantiene quieta la cabeza para embestirle la boca suave. Viendo como una de sus mejillas se llena y vacía con eso.
First acumula tanto pre-semen en la boca que hilos de este chorrean del labio inferior.
-Carajo.- Maldice el vampiro cuando First vuelve a tomar control y entre intentos de vómitos, lo lleva todo hasta lo profundo de su garganta. Reteniendo el pene ahí. Saca el pene con par de toses y escupe una enorme bola de pre-semen blanco. Respira agitado.
-Ven aquí. - Gawin ruge hambriento por probar su cuerpo, lo alza de la nuca hacia él. First se alza un poco, aún de rodillas, y se besan. Una tras otra vez.
❃
Una vez lo tiene en la cama completamente desnudo, First es un desastre. Gime alto sin vergüenza alguna ni importancia, se aferra a los enormes hombros de Gawin mientras este lo embiste a un ritmo movido. Para nada lento, pero tampoco salvajemente rápido. Es un ritmo disfrutable donde ambos se pueden mirar sin ningún apuro.
Gawin se distancia para verlo. Su cabello rebotando con él mientras First intenta no abrir la boca pero le es imposible. Está sudado por completo, el vampiro no. Ellos no sudan. Las hebras mojadas de su cabello son por las manos de First.
Su cuerpo rebota de arriba a abajo como columpio. Tiene las rodillas alzadas a los laterales de esos glúteos curvos bronceados.
Sus muslos trabajados se sienten como latigazos contra los suyos y la manera en que da justo en su punto dulce, conduce a First a la locura.
-¡Agh! ¡Gh! ¡Ah! - Gime al tejado arqueando la espalda con la cabeza echada para atrás. Gawin ve sus hermosas clavículas alzarse al nivel de su trabajado tórax y se agacha para besarlas. Traza toda una línea de besos húmedos.
First mira abajo mordiendo su labio inferior. Escuchando el chapoteo íntimo bajo sus aplausos.
-Gawin, ¡por favor! - Gime aferrándose a sus mejillas. Tensa los dedos de los pies.
-¿Qué, First? - Le da un pico a los labios. -Dime. - Pide rodeandolo en un semi-abrazo, sin quitarle la mirada.
-Me voy a correr, ¡no me sueltes!
-No te soltaré, aquí estoy. Vengamos juntos.
Entrelaza los dedos de sus dos manos y las azota a los laterales de su cabeza, hundiendo ambas en la cama. Traza besos húmedos por todo su cuello hasta la mejilla derecha.
First pega un grito placentero al igual Gawin suelta un gruñido quejumbroso. Deteniendo sus partes íntimas.
First respira agitado agarrando fuerte las enormes manos del mayor.
-Lo hiciste bien. - Brinda confianza Gawin, besándole una cien como conforte. -Lo hiciste muy bien.
First cierra los ojos intentando recuperarse. Está saciado por completo. Jamás había tenido una noche tan exhaustiva pero placentera como esta.
❃
Gulf vuelve a la casa móvil de Nanon. Entra saludando, -Ya volví--- Pero Nanon viene corriendo a tomarlo de una muñeca entonces los corre hacia el dormitorio. Sienta a Gulf en el suelo para sentarse él en la cama. Serio, pero el miedo apenas es visible.
-¿Qué pasa, Nanon? ¿Cocinaste?
-La herida en tu cuello. Ya sé por qué no se va. - Gruñe Nanon.
-¿Por qué es?
-Te he marcado, - Le acaricia el cabello hasta agarrarlo en un puñado en la nuca. -ahora deberemos tener sexo para que se vaya.
-Espera, ¡¿Qué--?!
Alguien toca en la puerta de la casa de First. -¡¿Quién es?! - Ayane pregunta, inocente, sin abrir.
-Queremos dar las palabras de Dios. Somos buenos vecinos. ¿No quiere oír las palabras?
-Lo siento, pero no, ¡no le abro a extraños!
-Ah, y eso está muy bien. Sí. - Oscurece la voz quién sea que está tras la puerta.
A Ayane le parece extraño.
Alguien brinca desde las ventanas de la sala de estar quebrando estas. Es un tipo vestido en túnica carmesí con capucha. Ayane gira hacia él lanzando un grasnido pero los de la puerta tienen una hacha con la cual rompen el mástil. El chico no sabe a cuál priorizar entonces para cuando mira al intruso, ese le mete con un martillo en la cabeza.
Tumbandolo al suelo.
*N/A: ¡¿Y ESAS PERSONAS QUIÉNES SON?! GawinFirst tuvieron su primera vez 🔥🔥 ¿Qué les pareció? ¿Correran nuestros lobitos la misma suerte? Song, la stripper, ¡¿podría ser nuestra cura?! *Pega gritito* Espero les haya gustado el capítulo 🤭🤭💖 Solo falta un capítulo, NOOOOOOO*
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