Historia 3
Su cuerpo temblaba, sus lágrimas caían sin piedad, se sentía mal, atormentado, sucio, cansado, en la cama permanecía acostado echo bolita, mientras miraba de reojo como aquel hombre se terminaba de acomodar la ropa para marcharse diciéndole que tomara un baño antes de salir y cerrar la puerta con llave, cuantas veces había pasado ya, había perdido la cuenta, seis meses llevaba en ese lugar, encerrado, su cuerpo solo era usado por aquel Alfa, su ser desaparecía cada vez más y las lágrimas no cesaban, se odio, por no ser competente, por ser débil y no poder escapar.
En su vida solo una vez fue feliz, tenía una familia linda y amaba a sus padres y a sus dos hermanas, eran tan felices jugando en el patio de su casa y un día todo cambio.
Su padre era un hechicero que sirvió a un vampiro, cuando notó la maldad de éste, se alejó y luego de vagar un tiempo encontró a su persona destinada, una humana con quién se casó y se estableció en un pueblito, fueron felices aún más con la llegada de sus trillizos, sí, a pesar de las notorias diferencias entre sus hermanas y él, eran trillizos, siendo Yuuri el hermano mayor, su cabello oscuro como la noche mientras el de sus hermanas era azulado y mientras ellas tenían sus ojos en un color azul, el los tenia de un hermoso ámbar dorado, claramente los rasgos de su padre, mientras las chicas tenían los rasgos de su madre.
Yuuri, Bridgette y Marinette eran felices, muy felices pero a la corta edad de seis años sus vidas cambiaron.
El vampiro al cual servía su padre, tenía planes para los hechiceros, quería que lo ayudaron a denominarse como el rey de mundo, hubo guerras y masacres, pueblos enteros desaparecieron, solo las manadas más fuertes aun permanecían en pie, muchos humanos murieron, decayó drásticamente la civilización y ese vampiro necesitaba del mejor hechicero que estuvo a sus órdenes, pero este se negó, así que el vampiro puso sus ojos en sus hijos, al ser hijos de una humana, sus genes de hechiceros serían más fuertes y prevalecerían, atacaron a sus padres, al pueblo entero, la madre corrió con ropa de sus hijos, atrayéndolos en una dirección diferente, mientras el padre les hacia un hechizo para sellar su poderes y ocultar su aroma, pareciendo ante todos como simples humanos, su padre les dijo que huyeran, que escaparan, él daría su vida para que escaparan y buscaran una nueva vida, eran demasiado jóvenes y no sabían de magia, y menos si su padre les sellaba los poderes, pensó que así los protegería.
Qué equivocado estaba.
Su padre regresó a donde su esposa, encontrándola muerta, luchó contra algunos, pero los superaron en número y murió solo esperaba que sus hijos se salvaran de ese destino.
Yuuri tuvo que llevarse a sus hermanas lejos, se ocultaron en una cueva, viendo desde lejos su pueblo envuelto en llamas.
Yuuri prometió a sus hermanas que estarían juntos siempre, viajaron con cuidado, su padre les había dado una bolsa con dinero para que subsistieran, eran tiempos difíciles y los pueblos eran muy cerrados, viajaban constantemente ya que a pesar de los intentos de su padre aun eran buscados, trillizos, era siempre eso por lo que los descubrían, porque siempre estaban juntos.
Descubrieron que aún podían formar una especie de neblina que nublaba la visibilidad de otros, eso lo hacían desde muy pequeños, era así como ellos jugaban a las escondidas, aun si sus poderes estaban sellados esa habilidad les ayudó a escapar durante cuatro años.
Tuvieron que trabajar, tuvieron que robar y saquear en pueblos ya desiertos, todo para sobrevivir.
Yuuri amaba a sus hermanas pero un día cuando los rodearon, y no sabía cómo escaparían, entendió que era por que buscaban a tres chicos, eso le dio la más grande y loca idea, para salvar a sus hermanas él debía alejarse, era peligroso y arriesgado, pero estaban rodeados, decidió decirles a sus hermanas que se fueran y que reunirían mas tarde, en otro lugar, su vínculo de hermanos los haría encontrarse nuevamente y aun con llanto entendieron, Bridgette, siendo mayor que Marinette prometió cuidaría y buscarlo luego, fue difícil, pero las dos lograron escapar, Yuuri tuvo mucha suerte, también logro despistar a todos con esa neblina, escapo, y tomo la más difícil decisión de su vida, ir por otro camino, así se aseguraba que no las encontraran tan fácil.
Lo que él no supo es que Bridgette se detuvo en unas cuevas y le dijo a Marinette que esperara, regreso en busca de su hermano, pero no lo encontró, ni a los vampiros pero se encontró con desagradables hombres, que buscaban sobrevivientes en pueblos recién destruidos ya que en su mayoría eran niños, para venderlos como esclavos o como objetos sexuales, muchos tenían fetiches bastante extraños, la amarraron y la subieron a una camioneta con, jóvenes, niños y niñas, los llevaron a otro pueblo, en una gran casa, donde hacían negocios turbios con los chicos que tenían presos.
Les daban un baño con agua helada, les ponían ropa bastante sugerente y los vendían al mejor postor, rápidamente Bridgette fue comprada por viejo rico, estaba asustada no sabía qué hacer, el hombre la llevo a su casa y cuando entendió las intención de aquel hombre, decidió que ella no podía ser débil iba a dejar de llorar y defenderse, con su neblina tuvo la oportunidad de golpear al hombre con una lámpara hasta desmallarlo, luego lo ató de manos y pies, buscó en su casa, se puso ropa menos llamativa, robó una maleta llena de dinero, salió de ese lugar regresó a la casa donde la vendieron, nublo la vista de todos y logro desatar a todos los que estaban en ese sitio, les entregó dinero y así les dio una nueva oportunidad, ya no sería débil, no lloraría mas, y regreso a buscar a Marinette, había pasado una semana o más, y efectivamente ella no pudo esperar tanto, Marinette pensó que tal vez había sido apresada y decidió buscarlos, sus caminos se separaron aquel día.
Después de siete años en los que Yuuri escapó, exitosamente, un día no tuvo tanta suerte, lo drogaron y lo apresaron con otros chicos y chicas para venderlos, pero la camioneta donde eran trasladados fue interceptada, por el Alfa de Alfas, el ser con más poder entre todos los lobos, él intentaba poner orden en todas partes enfrentándose a los vampiros, nunca pensó que serían rescatados, pero cuando él Alfa los iba a liberar, lo miro con odio y desprecio, ordenó que se quedaran en la manada todos los rescatados, pero a él lo llevó a rastras del brazo.
Tenía una idea de lo que pasaba, pero se rehusaba a creer que estaba enlazado a ese hombre, nunca había sentido interés en mujeres, pero tampoco en hombres, y al mirada de aquel Alfa que imponía tanto respeto a la vez que miedo, solo se sentía mas intimidado que atraído por él, aunque no negaba que era muy apuesto, su cabello plateado, sus hermosos ojos azules que lo miraban completo, pero con con repulsión.
Víctor Nikiforov el Alfa de Alfas tenía como mate a un simple humano, que no era capaz de cuidarse solo, lo habían capturado, sería vendido como esclavo, no podía ser cierto, no pensaba que la Diosa Luna le fuese a dar a un chico como mate, él esperaba a una mujer lobo competente, que lo sacara de su soledad y le diera felicidad que lo ayudara como Luna de su manada, no que fuese un chico que claramente era débil, estaba enojado, muy enojado, molesto de no poder aceptar a su pareja, pero aun así no lo rechazaría, lo llevo a rastras a su castillo y lo encerró en una habitación en la torre más lejana, donde solo él podría ir a verlo, además de una sola sirvienta, Yuko la más leal en su castillo, una chica con mate, para que no fuera a engañarlo, le dio instrucciones de alimentarlo y vestirlo, lo denominó como prisionero y no como su Luna, pero nadie debía sábelo, la chica obedeció, sintiéndose mal por aquel joven.
Esa noche, empezó su sufrimiento, solo una cama, un pequeño sofá y un cuarto de baño, no tenía mucho en ese lugar y no tenía idea de cómo podía escapar, no había ni una ventana y la puerta era cerrada con llave.
Se alarmo de ver entrar a Victor en la noche, no lo dejó hablar para preguntar que hacía en ese lugar, cuando Victor ya estaba sobre él, arrancándole la ropa, era muy clara la diferencia de fuerza, porque por más que Yuuri tratara de alejarlo, no lo movía ni un poco, Victor lo lanzó a la cama y se excitó de verlo de ese modo, tenía una linda piel, un color rojo en sus mejillas, sus ojos eran muy bellos, nunca le había pasado que un chico le excitará ya que había tenido muchas mujeres antes, pero él era diferente y si su instinto le decía que debía protegerlo pero su otra parte deseaba hacerlo suyo, marcarlo y eso hizo, beso su cuerpo, dejando pequeñas mordidas y chupetones en sus brazos, pecho, piernas para marcarlo como suyo era muy posesivo, lo deseaba como nunca deseo nada más en su vida, a pesar de su llanto y que pedía que parar no lo hizo, lo obligó a ponerse a cuatro, en el piso y sin preparación ni nada, lo penetró, sangró y lloró aún más fuerte y Victor lo ignoró, quería necesitaba más de él y comenzó a dar lentas estocadas, lo aprisionó con sus manos en la cadera, para que no se moviera, ya que intentaba irse, pero Víctor no midió su fuerza y dejó muy marcados sus dedos en la piel de Yuuri, aumentó las envestidas y mordía su espalda, quería remarcar que era suyo, lo soltó solo para masturbar su pene, mientras aumentaba el ritmo de sus envestidas, cada vez más fuertes, cada vez más intensas, hasta que término llenando de semen todo el interior de Yuuri, salió de él, y lo giró quería ver su rostro, verlo tirado en el piso, lleno de semen, con lágrimas, sin poder respirar, completamente sonrojado, le hizo excitarse de nuevo, ese chico era muy sexi y su completa perdición.
Lo penetró una vez más, se acercó a su oído, sin dejar de penetrarlo violentamente.
— Gime mi nombre —dijo en voz ronca— di que eres mío —ordenó— y tal vez pueda ser menos rudo —pero no recibía contestación alguna a parte del llanto, lo cual lo enfureció y continuo penetrándolo, muy duro.
Yuuri no podía evitar gemir, pero su poca cordura le prohibió obedecerlo y gemir su nombre, no se rebajaría a ser su puta, no lo elogiaría ni pediría por mas, su orgullo se negaba a ceder ante él, a pesar de ser su pareja destinada no tenía derecho alguno de violarlo, no tenía derecho alguno de tratarlo de ese modo.
Víctor siguió penetrándolo con fuerza sin delicadeza alguna, masajeo el pene de su amante y sintiendo que terminaría primero él, apretó la punta de su pene evitando así que se corriera primero, dio varias estocadas más y cada una más fuerte que la anterior, termino de nuevo dentro de Yuuri, se acercó a su cuello y clavo sus colmillos, marcándolo como suyo, lo que provocó que Yuuri terminar corriéndose nuevamente mientras gritaba de dolor, Víctor salió de su interior, acomodo su ropa, mientas veía a su Luna llorar y retorcerse por el dolor ahora provocada por la marca.
Victor salió dejándose caer al otro lado de la puerta, la reciente marca le trasmitía el dolor de su Luna, suyo, ahora era completamente suyo, buscó a Yuko y le exigió que debía de ser discreta, la dejo a cargo de Yuuri, por primera vez, sintió asco y repulsión por su Alfa al ver estado en que dejo a su pareja, porque lo reconoció y la marca que tenía en el hombro lo comprobaba ese chico era el mate de su Alfa, curó su cuerpo, le dio pastillas para el dolor antes que el cansancio y la mordida lo hicieran estar inconsciente unas horas.
Se convirtió en su amiga, su apoyo, siempre cuidó de él, cuando podía ya que no podía enfrentarse a su Alfa.
Víctor visitaba a Yuuri con la barata excusa de que la manada necesitaba fuerza y así, era como de nuevo, volvía a abusar de él, por más que lo intentara, por más que lo exigiera, Víctor no lograba que Yuuri gimiera su nombre, que pidiera más y mucho menos que aceptara que lo disfrutaba, lo cual llevó a Victor a golpearlo, se volvió agresivo, y lo maltrataba constantemente, hasta dejarlo inconsciente y aun así no se detenía y lo violaba, dos hasta tres veces al día lo visitaba para hacerlo suyo, Yuko sufría por ver a su amigo de ese modo, pero no podía hace nada.
Víctor dijo a toda su manada que había encontrado a su Luna, pero no dijo quién era, a pesar de que todos querían conócele, Victor no lo presentó, lo dejó en las sombras ni sus más fieles guardias ni su beta, su mejor amigo, no lo sabían, Yuko lo supo, ya que ella cuidaba de Yuuri, de no ser así nadie sabría de su existencia.
Víctor era celoso y en muchas ocasiones lo espiaba cuando Yuko lo curaba, escuchando su llanto, sintiéndose miserable, cada que lo castigaba, así lo llamaba, castigo cada que él lo ignoraba o no seguía sus órdenes, un día Yuuri habló de querer escapar, que debía irse, Yuko negó diciendo que sería peor su tormento, si lo intentaba, Victor sintió la furia contenida al ver como la chica lo abrazaba y lo consolaba, Yuuri era especial y lo tenía a su alcance pero lo sentía tan lejano, esperó a que Yuko bajara por un té para calmar sus nervios.
Víctor aprovechó y entró al cuarto, cerrando para advertir a Yuko que estaba ocupado.
— No, ya no mas —Yuuri lo miraba aterrado su cuerpo temblaba al sólo verlo estaba muy lastimado, y no podía resistir otra ronda de sexo y golpes.
Víctor no dijo nada, se recostó en su cama y lo atrajo a su cuerpo, él temblaba y no dejaba de llorar, pero Víctor no lo soltó, lo mantuvo abrazado, luego llegó Yuko.
— Alfa, ¿está dentro? —pregunto entre preocupada por lo que sucedía y nerviosa de interrumpir algo.
— Lárgate —fue su respuesta, seca y fría llena de molestia ya que estaba disfrutando esos momentos con su Yuuri quien había dejado de temblar.
— perdón que lo moleste, per... —su disculpa fue interrumpida por un grito.
— Largo —gritó mientras acariciaba el cabello de su Luna sintiéndolo muy calmado.
— Lo siento pero Yurio lo busca dice que es urgente —habló rápido para evitar que la interrumpiera con gritos.
— Maldita sea, más les vale que sea urgente o cortaré cabezas —no era broma en serio estaba muy molesto.
Salió de ese lugar mirando que Yuuri se había calmado con su presencia tanto que se había quedado dormido, Yuko inmediatamente entró a ver el estado de Yuuri suspiró de verlo dormido se quedó un rato velando su sueño luego se marchó.
Víctor se reunió con Yurio su beta, su hermano, su amigo de toda la vida a quien quería matar por interrumpir su momento con su Luna, claro que abandonó la idea al notar que en serio era urgente, algunos vampiros se habían infiltrado y los habían capturado, al parecer el vampiro que los había enviado planeaba atacarlos, toda la noche interrogaron a los infiltrados, los torturaron para tener la información correcta, lograron saber que tras todo eso se encontraba el vampiro llamado Jean Jacques Leroy quien quería una guerra contra los hombres-lobo, y estaba reclutando un ejército, estaba reagrupando tropas y atacarían primero a ellos, si el Alfa de Alfas caía lo más seguro es que las demás manadas también caerían o se unirían a él y su nuevo régimen, Víctor estuvo aliviado, nadie sabía de Yuuri y si nadie sabía quién era su pareja no corría peligro, menos si estaba encerrado en esa torre, sintió que todo estaba a su favor y no le importó acabar con esos vampiros se sentía seguro, como si al tener a Yuuri encerrado lo tuviera a salvo y por ende la carta del triunfo, JJ no podría hacerlo débil al matar a su Luna si no sabía quién era.
Yurio le exigió saberlo, conocer a la chica, para poder protegerla, pero Victor se negó, no quiso hablar más de eso.
Cuatro meses después y nada nuevo sucedía, Victor seguía siendo rudo y golpeador, Yuuri no decía lo que Victor quería oír, que le pertenecía, aunque Victor ya no quería escuchar eso, quería saber que lo amaba, pero como si solo le había mostrado su peor lado a la persona que lo hacía más fuerte a quien empezaba a amar, ahora lo veía dormir, se colaba en su cuarto un par de horas para que no lo viera, dolía, pero aún se seguía comportando de ese modo con él.
Cambiar, pensaba cambiar y enamorarlo pero Yuuri le tenía miedo y no le permitía acercarse demasiado a él, por eso solo lo veía dormir desde las sombras.
Un mes después dejó de lastimarlo físicamente pero seguía teniendo relaciones cada que él lo deseaba aun contra la voluntad de Yuuri.
— Ahhh -—intentaba no gemir al morderse fuertemente el labio.
— Dilo —exigía Víctor igual que cada vez.
— Mnpg -—pero él se negaba a doblarse ante ese alfa.
— Di que eres solo mío Yuuri —dijo en su oído para provocarlo, sonrió de lado al sentir su cuerpo temblar.
— ahhh, mmm... — no importaba sentir el sabor de su sangre, no iba a darle ese gusto.
— Quieres que lo haga más rápido —Hablaba en su oído para provocarlo.
— Agg —ni siquiera podía decirle cuanto lo despreciaba no podía formular ninguna palabra.
— Vamos Yuuri dilo, y vamos a corrernos juntos —incluso su nombre lo supo por medio de Yuko, Yuuri no hablaba con él.
— niaaaa —pero él nunca le decía nada en concreto.
— Tan tú —Víctor había cambiado muy poco pero se notaba que lo intentaba hacía dos meses que ya no lo había golpeado, un mes en que se preocupaba porque también él disfrutara de sus encuentros, en ese último mes trataba de hablarle más esperando alguna respuesta, pero está nunca llegaba.
— Yuuri, ahh —Lo volvió a morder en la marca, le gustaba hacer eso ya que Yuuri lo sentía muy bien, arqueaba la espalda inundado de placer y gemía bien fuerte.
— Siií, mpg —respiraba con dificultad, luego de terminar sobre su abdomen y el de Víctor — ahh, ahh.
Víctor salió lentamente de él.
— ¿Quieres darte un baño? —pregunto aún agitado, pero sonriente.
— Ehh —no entendía sus actitudes, en ocasiones parecía un niño caprichoso.
— Vamos —se levantó para cargarlo y llevar a la ducha, era una fantasía que aún no realizaba y que tanto quería concretar.
— No —se removió en sus brazos incómodo, pero Víctor solo rio de su actitud, y lo agarró con más fuerza para llevarlo al baño, abrió las llaves para templar el agua, luego metió a Yuuri bajo la caída del agua, y lo talló con dulzura, limpiando cada parte de su cuerpo, talló también el suyo ya que Yuuri se negó a tallarlo a él, luego de un baño largo salieron enredados en toallas.
Yuko le había llevado ropa y algunas cosas para su aseo personal, además de algunos libros para que sintiera un poco más cálido ese lugar.
Esa noche Victor quería pasarla con él, pero no pudo ya que de nuevo hubo avistamientos de más vampiros rondando la zona.
Yuuri ya no lloraba por las noches y siendo sincero consigo mismo ya no pensaba en huir tanto como antes, aun dolía no conocer a su mate, y que solo lo usará para tener sexo, se sentía mal, a pesar que su fase de maltrato había cesado aún no se sentía completo, estaba triste y extrañaba sus hermanas, demasiado, pensando en que podían encontrar a seres tan despiadados que las lastimaran como a él, nesecitaba verlas, asegurarse que estuvieran bien, pero no podía pedirle eso a Víctor lo más probable es que lo llevase a una cueva subterránea donde no pudiese salir nunca más, aunque prácticamente ya estaba bien encerrado y sin probabilidades de salir.
Yuuri estaba triste y eso lo sentía Víctor pero no hacía nada para cambiarlo, simplemente lo observaba perderse en sus pensamientos y no decir nada, intentó que Yuko investigara pero tampoco tuvo resultados.
Dos semanas después Yuuri estaba enfermo dormía mucho y estaba muy deprimido Yuko no podía animarlo, pero le dijo algo que hizo que Yuuri tuviera miedo, mucho miedo, más del que sintió jamás.
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