• 6 •

Dos de la tarde.

Apenas salieron de la escuela Jungkook había llamado a su madre, haciéndole saber que llegaría mucho más tarde, y que probablemente no llegaría a cenar. Jimin se había ido en el auto de su papá, y no solo a él se le hizo extraño que lo haya ido a buscar.
Yoongi y Soobin también se habían ido a su casa, quedando así Jungkook y Taehyung caminando a la casa de este último.

Llegaron y lo primero que hizo al entrar fue lanzar su mochila en uno de los sillones de la sala, Jungkook hizo lo mismo.

—Estas en tu casa. —dijo el dueño del lugar sin interés, en un tono cansado. Se dió la vuelta y caminó hasta el inicio de las escaleras. —Puedes subir y esperarme en mi habitación si quieres, de igual modo aquí abajo tal vez te aburras.

El contrario asintió y le siguió escaleras arriba, a la habitación del mayor.

Taehyung se lanzó en su cama de espaldas y murmuró un "No sabes cuanto te extrañe". Jungkook no pudo evitar reír.

Luego se sentó a su lado en el colchón y adaptó la misma posición que el contrario. 
Ahora los dos estaban mirando al techo, ambos muy cerca del otro.

Pasaron unos minutos en los que ninguno dijo ninguna palabra, solo disfrutaron de la compañía del otro.
Y aún sin decir nada, Taehyung giró levemente su cabeza hacía el contrario, Jungkook por reflejo hizo lo mismo.

Ahora se miraban a los ojos. Taehyung aprovechó para mirar sus facciones a su antojo, desde su mentón a los belfos que caían sobre su frente, sin impórtale el descaro con el que lo hacía.

—¿Ya te había dicho que me gusta tu voz? —Susurró el menor, haciendo que ahora sus ojos volviesen a conectarse.

—Si, en nuestra llamada —respondió de la misma forma y sonrió.

—Pues, no es lo único que me gusta de ti. —Y ahora una sonrisa coqueta adornaba su rostro.

Taehyung sintió su rostro tornarse rojo, y avergonzándose de eso volvió su mirada hacia al frente, mirando de nuevo el techo. Jungkook ahora miraba su perfil reprimiendo una risa al notar el sonrojo contrario.

—Eres una gran persona Tae.

—Gracias— dijo casi de inmediato. Mordió su labio y apretó sus párpados.

Y después de responder aquello se dió un golpe mental. ¿Quién le responde "Gracias" a quien te te ha dicho que eres una gran persona? Pudo haberse tomado unos segundos para intentar buscar alguna respuesta digna de una confesión así.

~Eres patético Kim. 

—Quiero decir... —~¿Y piensas empeorarlo?—Tu también eres una buena persona. —Se apresuró a decir, arrepintiéndose después.

Jungkook no lo reprimió más y carcajeó fuerte y alto, haciendo que su risa resonara por toda la habitación. Taehyung se apoyó de sus codos, alzando la mitad de su cuerpo para luego girarse y mirar con el entrecejo hundido como el chico a su lado burlarse.

~Porque para él solo eres un chiste. Y te trata por lástima.

Sacudió la cabeza eliminando esos pensamientos, enfocándose en la dentadura del menor.

—¡No te burles! —Reprochó y tomó una almohada y luego tirársela.

Se levantó aún con su entrecejo bajo, sabiendo que solo se burlaba de su persona, por lo que vió la puerta de baño como escape de aquella "Humillación". Caminó hasta la puerta de su baño, tomando la manija y abriendo de esta.
De pronto ya no escuchó la risa ajena. Cuando iba a entrar, su brazo fué jalado hacia atrás, por lo que se vió obligado a girarse.

Al hacerlo en su campo de visión estaba él, tan cerca que sus narices por poco se tocaban. Cerró sus ojos en cuanto sintió sus mejillas ser tomadas por las manos contrarias y un casto beso llegó a su frente.

Y fue tan rápido que apenas tuvo tiempo de reaccionar.

Abrió sus ojos mirando como Jungkook se alejaba tan solo un poco para luego volver a acercarse, dejando besos esparcidos a los lados su rostro. Por último, y aún sin dejar de apretar sus mejillas, junto ambas narices, ahora, mirándose a los ojos.

Jungkook no quitaba su sonrisa mientras que Taehyung sentía como su corazón quería salirse de su pecho, también su rostro calentarse.

—Eres tan tierno. —susurró, haciendo que su aliento caliente chocara con los labios del mayor, cosa que le hizo estremecerse en su sitio, cosa que notó el menor. —Aunque, ya lo sabías ¿No? Mi mamá te lo dijo.

Jungkook ahora besó su mejilla derecha. —Vé, arréglate y ponte hermoso, te esperaré abajo; Y si no te molesta, comeré de ese helado que escondes en tu refrigerador.

Dicho esto, Jungkook soltó a Taehyung, saliendo y cerrando la puerta de la habitación.

Su respiración se había vuelto un desastre, su corazón latía desenfrenado y su rostro seguía caliente. Salió de su trance y se adentró al baño, en el que cuando cerró la puerta, dejó su espalda apoyarse de esta, ahora agachándose hasta quedar sentado en el suelo.

Llevó sus manos a donde Jungkook lo besó por ultima vez, empezando a formarse una sonrisa que juraba no desaparecer en un rato.

Jeon Jungkook le había besado.

Tal vez no como solía fantasear por las noches, pero con eso le bastaba. Su sonrisa se ensanchó sin dejar de reproducir la escena de hace unos segundos.
Aún podía sentir los labios sobre su rostro, plantando besos sobre este, dejándolo pasmado. 

Por su pecho pasó un una corriente de calor, quedándose allí por unos segundos. Todavía en el suelo de su baño, Kim Taehyung sonreía como tonto al no dejar de pensar en aquello. 

Porque la persona que le volvía un desastre de emociones había besado desordenadamente su rostro, para luego irse a comer helado como si eso hubiera sido totalmente normal para él.

~Ahora pareces una adolescente de quince años, Kim.

Recordó ahora que, le estaba esperando. Entonces se levantó del suelo y se miró al espejo. Mordió su labio al intentar sacar esa sonrisa de su rostro.

Al salir del baño entró a su armario, para luego hacer un desastre de ropa por lo que había sido su habitación al buscar algo aceptable que usar, optando por ponerse una camiseta morada.

Tomó un par de zapatos y comenzó a ponérselos, atando los cordones sentado en su cama. le echó un vistazo a su ahora desordenada habitación. 
Estaba seguro de que su madre lo mataría, pero talvez, si le explicaba la razón no le regañaría. O  eso creía.

Se echó un baño de colonia, para luego mirarse en el espejo de cuerpo completo junto a la puerta de su closet, no estaba del todo convencido, aunque tampoco estaba tan mal. Antes de arrepentirse y tardarse mucho más tiempo de lo que ya había hecho, tomó lo necesario y salió de su habitación, y comenzó a bajar las escaleras casi corriendo.

Escuchó movimiento en la cocina y fue hacia allá, encontrándose con un Jungkook sacando más de su helado.

—Se suponía que estaba escondido. —Dijo apoyando su espalda baja del mesón de la cocina, cruzando sus brazos. Su repentina llegada sin avisar hizo sobresaltar al menor, cosa que hizo que se golpeara la cabeza en cuanto iba a cerrar la puerta del refrigerador.

Un "Auch" y Jungkook llevando su manos a la zona golpeada hizo reír a al mayor. 

—Lo siento, enserio. No sabía que guardabas dos sabores diferentes, y quise comer de los dos, pero uno no quería abrirse. —dijo tan rápido como su vocabulario se lo permitía.

Taehyung dejó de reír, pero aún se mantenía una sonrisa en su rostro. —No importa. Puedes comer de los dos. La próxima vez, los dejaré abiertos.

Ahora Jungkook ensanchó sus labios en una sonrisa. —¿Próxima vez? —Alzó una ceja.

~Oh, dios, no otra vez.

Y se seguía burlando.

Cambió su postura inicial y se apoyó con ambas manos a los lados, sobre el mesón detrás de si mismo.

—Q-quiero decir... Si es que volvemos a salir. Aunque no tenemos que salir si no quieres, no quiero molestarte. T-talvez te invite a aquí, o estemos... Ya sabes los dos. Tu y yo. Pero no tenemos que quedar solo nosotros, podemos invitar a los chicos y...—Sus palabras salieron tan rápido que terminaron por  atropelladas, para al final no saber ni que decía.

Jungkook carcajeó y comenzó a acercarse, cosa que Taehyung tomó en alerta, arrinconándose más en su lugar. El menor, en cuanto estuvo tan cerca que las puntas de sus zapatos rozaban las contrarias, le echó una mirada imprudente y descarada de pies a cabeza.

~Ahora mira lo mal que te vez. Debiste haberte cambiado. —Regañó su mente, haciendo que su ánimo comenzara a esfumarse.

—Estas hermoso. —Aseguró sin deshacer la sonrisa plasmada en su rostro. —Y claro que te seguiré invitando a salir. No me molestas, y me gusta estar contigo. No hace falta a que me invites, porque tu has dicho que, "Estoy en mi casa," por lo que vendré cuando quiera, y claro que te avisaré antes. —Comenzó a responder al desorden de palabras que había soltado el mayor anteriormente, inclinándose lentamente hacia adelante, hasta sentir la respiración contraria. —Y claro que podemos invitar a los chicos, a menos que solo quieras que seamos... Tu y yo.—Enfatizó eso último, relamiendo sus labios, cosa que Taehyung no pasó por desapercibido.

~Él enserio quiere que me muera de ataque a corazón.

Tontamente, y sin saber que responder o decir, Taehyung asintió lentamente con la cabeza.
Estaba alerta a cualquier movimiento, ya que estaban tan cerca como hace un rato, en la habitación de Taehyung.

Ahora sentía aquel impulso. Ese que le decía e insistía con que lo besara.

Quería besarlo.

Pero...

-¿Y si nos rechaza?
+Podríamos perder su amistad.
-¿Y si tal vez no?
+Es poco probable, pero no descartemos la idea de que nos golpeé luego de eso.
-Pero mira sus labios, se ven tan bonitos y carnosos.
+¡No! ¿Acaso quieres perder su amistad solo por un impulso?

Una pelea mental se había hecho presente entre él y su mente, y tan sumergido estaba en ella que, no notó a Jungkook mirándole sus ojos, mientras el mayor solo le miraba los labios e inconscientemente relamiendo los suyos.

Y tampoco era consiente de que Jungkook solo esperaba ansiosamente a que él diera el primer paso. Que fuera Taehyung quien dejara sus inseguridades a un lado por tan solo un momento y le besara.

—¿Nos vamos ya? —Dijo Jungkook, alejándose de Taehyung, al notar que no haría nada que no quisiera. Sabía que aún no estaba listo y que necesitaba hacerle saber muchas cosas antes y como principal estaba el hacerle entender que sus inseguridades son solo eso.

Taehyung por otro lado, había quedado pasmado.

Cuando regresó a la tierra, asintió y salió de la cocina, tomando sus llaves y saliendo de su casa.


No podía creer que había aceptado hacer esto...

Para entrar en contexto, Al salir de la casa de Taehyung ninguno sabía a donde rayos pasar el resto de la tarde, por lo que Jungkook sugirió ir a un Arcade.

Cuando llegaron jugaron en las aquellas maquinas casi por tres horas, salieron de allí y fueron a una cafetería a cenar, ya que eran cerca de las siete. Allí Jungkook no dejaba de ser coqueto, tampoco de soltar chistes malos.

Taehyung, aunque no entendía algunos de sus chistes reía como si fuese la cosa más divertida del mundo, ambos estaban encerrados en una burbuja en la que dejaron de preocuparse de sus problemas, dejando que al menos un buen rato entre amigos les fuera grato.

Ahora, cuando habían terminado de comer, pagaron y salieron de allí. Aún ninguno quería volver a sus casas, por lo que comenzaron a caminar por las calles iluminadas de Seúl.

Caminaron hablando de cualquier tema que naciera de otro, tanto que no se dieron cuenta de cuando llegaron a la entrada de un cementerio.

Jungkook tuvo la idea de entrar.
Y Taehyung sin razones aceptó.

Treparon la alta  cerca de hierro, cruzaron un par de mausoleos, tumbas y arbustos viejos, hasta que llegaron a una zona que parecía privada, y donde se hallaba un enorme escrito tallado en una placa "Aquí yace la familia Kang."

Y esas personas tuvieron que haber sido muy importantes, porque todo estaba muy impecable en esa zona del lugar, arbustos y estructuras le rodeaban en decoración, también se veía muy bien cuidado.

Y también había otro cartel con las enormes letras "Cuidado con los perros", pero claro, ese no lo habían visto.
Quisieron ver más de cerca, por lo que se acercaron lo más que pudieron. Pero dos perros con aparente rabia habían aparecido con las intenciones de morderlos hasta dejarlos inválidos.

Y esos dos perros atrajeron a cuatro más con sus ladridos, y ahora estaban corriendo por la extensión del lugar, en busca de alguna salida.

Estaba oscuro, algunos poses de luz casi ni encendían, Jungkook corría como jamás en su vida lo había hecho, dejando a tras a Taehyung, que sentía como sus piernas le traicionarían en cualquier momento. Apenas respiraba, su pecho estaba caliente y no lograba alcanzar a Jungkook, sentía que cada vez se quedaba mucho más atrás.

Miraba desde atrás la espalda Jungkook, luego este aun corriendo volteó, dándose cuenta de la gran distancia que había entre ellos. Taehyung se detuvo, cayendo al suelo del cansancio. Ya no podía seguir.

Y los perros se acercaban.

Jungkook se devolvió al darse cuenta, tomó del brazo a Taehyung y jaló de él para que siguieran corriendo por sus vidas, pero las piernas del mayor no resistían más.

Por más que intentaba jalarlo el seguía tropezando y cayendo.

—Por favor, necesitamos salir de aquí. —Suplicó Jungkook, girando a ver la manada de perros ladrando que se acercaba hacia ellos.

Taehyung no podía hablar, por lo que negó con insistencia, con su respiración pesada y casi inconstante, tratando de encontrar el aire.

Jungkook desesperado giró a todos lados, en su campo de visión apareció un mausoleo suficientemente alto como para que los perros no los alcanzaran, era grande y cabrían arriba perfectamente si no se movían.

Jungkook jaló de Taehyung, arrastrándolo hasta el inicio de una tumba, en donde podrían intentar subirse.

Jungkook como pudo, trepó y subió primero, ya que sabía que Taehyung no podría con él si lo dejaba subir antes.

Los perros les estaban pisando literalmente los talones, y una vez que logró subirse y estar arriba le extendió su brazo a Taehyung que le miraba con desespero desde abajo. Tomó su brazo, y como si no pesara nada, lo subió con solo jalarle, justo en el momento en el que todos esos desgraciados habían llegado, brincando intentando alcanzarles.

Taehyung había caído sobre Jungkook, por lo que intentó removerse hacia un lado, pero el mausoleo aunque era grande en altura también era estrecho, por lo que cabían solo como estaban. Y también porque sorpresivamente, Jungkook posó sus manos en la parte baja de su espalda.

—No te muevas —murmuró muy cerca de su oído, cosa que lo hizo estremecerse.

Jungkook si estaba cansado, pero no tanto como Taehyung, y era obvio, el chico no hacía ni lo más mínimo por su cuerpo, no llevaba una buena alimentación, ya que desvelarse hacía que sus horarios de comidas no fuera organizados, y claro que Jungkook sabía que siempre hablaba con el profesor y lo dejara sentarse en las gradas en la clase de deporte. 

Taehyung respiraba pesado, agitado e intentando darle el suficiente aire a sus pulmones. Sabía que los músculos de sus piernas dolerían para mañana en la mañana, o tal vez antes.

Jungkook ya comenzaba a respirar con naturalidad aún con Taehyung sobre él, y ya que le ayudaba a sostenerlo con sus manos sentía perfectamente su descontrolada respiración.

Taehyung había llevado su rostro al pecho del menor, evitando la cercanía de sus rostros, desde allí podía escuchar como el corazón ajeno quería salirse, supuso que era por haber corrido hace unos minutos.

Y aún seguían los insoportables ladridos desde abajo, esos animales procuraban no irse en un rato.

—Taehyung, —Llamó Jungkook. Su voz se escuchó muy gruesa, tal vez porque tenía literalmente tenía el oído sobre su pecho.

—¿Mmh?

—Perdóname por hacerte correr. Sé que lo odias. —Y ahora Jungkook comenzó a acariciar la espalda contraria, tomándolo a Taehyung por sorpresa, haciendo que se removiera un poco.

Taehyung ahora comenzaba a bajar la intensidad de su respiración, pero ahora con Jungkook haciendo eso se le haría difícil, mucho más difícil.

—N-no importa, esto fue estrictamente necesario. —Y era verdad, no iba a quedarse parado a ver como esos demonios les mordían.

—Si, pero fue mi idea entrar aquí.

Taehyung elevó su rostro, conectando sus miradas. Ahora el mayor estaba apreciando los ojos ajenos bajo la luz de la luna, estos brillaban dándole mucho más encanto. —Y yo acepté. No te eches la culpa. No debimos entrar en un principio, pero la he pasado muy bien contigo, y no me arrepiento de nada, ¿Bien.? 

Ahora Jungkook sonrió, lo miró por unos segundos antes de tomar el rostro del mayor entre sus manos y atraerlo, y dejar un beso en su mejilla. Taehyung sonrió, comenzando a enrojecer.

Jungkook se alejó, aún sin soltar el rostro ajeno. —¿Ya te dicho que estas precioso?

Taehyung carcajeó. —Si, toda la tarde.

—Y no ha sido suficiente. —Ahora hizo una mueca, sin dejar de mirar sus brillosos ojos.

—Si pero... tampoco es para tanto. —Hizo una mueca también.

Ahora ese Taehyung inseguro había vuelto. Jungkook suspiró.

—Lo es, lo eres. Incluso mucho más hermoso que yo, y eso ya es mucho.—Eso hizo que una sonrisa apareciera en el rostro del mayor. 

Ambos estaban incomodos por la posición en la que se encontraban, pero ninguno se quejaba.
En primer lugar porque los perros de abajo ya no ladraban tanto como hace un rato, pero seguían en la espera de que bajasen. Y en segundo porque se sentían bien, nerviosos pero a gusto uno con el otro.

—Y no quiero volver a oírte menospreciándote. ¿Me has oído? Hablo enserio cuando digo que estás muy bonito. —Jungkook apretó las mejillas contrarias, haciendo que formara un "8" en sus labios.

Los labios que ha querido besar desde temprano.

Sin darse cuenta, ahora se encontraba mirándolos por unos largos segundos. Estando así ya no era tan incómodo después de todo.

—¿Quiénes son y que hacen aquí? —Una voz anciana los hizo salir a ambos de su trance.

Giraron la dirección de donde venía aquella voz, encontrándose con un señor como de cincuenta y tantos años, con un uniforme de vigilante.

Era raro encontrar a un hombre de la tercera edad en servicio de trabajo, pero ignoraron todo aquello cuando empezó por espantan a los demonios que no los dejaban bajar. Luego cuando se fueron y se aseguraron de que no volverían bajaron del mausoleo.

—Es muy tarde como para que dos jóvenes vengan a visitar a sus fallecidos, deben irse. Y no vuelvan sino hasta que salga el sol. 

Iban a tratar de responder a las preguntas que hizo en cuanto los encontró, pero ahora los estaba echando de allí.
Aunque tampoco era como si quisieran quedarse después haber corrido por sus vidas.

El anciano los acompañó hasta la salida, en ese camino Taehyung no dijo nada, pero estuvo haciendo sonidos de dolor, y también caminaba muy lento. Al parecer no le dolerían hasta la mañana, era justo ahora.

Ambos seguían desde atrás al señor. Jungkook se dió cuanta de que Taehyung se estaba quedando mucho más atrás, por lo que esperó a que terminara de llegar hasta él, luego se detuvo.

Se giró, dándole la espalda y luego se agachó. —Sube.

—¿Q-qué? No, puedo solo.

—No te estoy pidiendo permiso, terco. Sube, te llevaré.

Y aunque quiso protestar, accedió, ya que sabía que terminarían llegando a sus casas mucho más tarde que lo que ya era. Y también porque en verdad le dolían los músculos de sus muslos.

Taehyung rodeó con sus brazos desde atrás al cuello contrario, luego enredó sus piernas en su cintura. Jungkook lo tomó de los muslos, se levantó y acomodó a Taehyung, para seguir caminando.

—Si soy muy pesado puedes bajarme. —Casi susurró en el oído de Jungkook.

—La verdad eres muy ligero. Podré contigo, no te preocupes.—Aseguró, alcanzando al señor que los llevaba a la salida.

Cuando al fin salieron, agradecieron al hombre por sacarlos de allí, asegurando no volver más.

Y claro que no volverían.

Jungkook caminó con Taehyung sobre su espalda, hablando y riendo en el camino a la casa del mayor. 

Jungkook lo dejó en la puerta de su casa exactamente a las nueve en punto, se despidieron quedando en verse al día siguiente en la escuela, y luego el menor se fue.

Esa noche Taehyung se quedó dormido viendo la televisión con su madre en el salón, después de haberle contado toda su tarde junto a Jungkook.

Pero a deferencia de otras noches, durmió con esa sonrisa que le hacia sentirse idiota, pero también locamente más atraído por el menor.

Había disfrutado cada segundo con él, y aunque sus piernas ahora le duelan, era como le había dicho...

No se arrepentía de nada.

Jktaesbear_


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top