4. Filo
Despiertas con todo el sol en la cara, para ser otoño hay demaciados dias sin nubes.
Te levantas y ves que tu compañero no está, la habitación sigue cálida gracias al radiador del techo.
Sales de ahí, el sol te da de lleno en el rostro, recuperas la visión de lo que tienes en frente.
- Ya despertaste, era hora, ven aqui un momento, pero no mires abajo.
Miras desde una distacia segura al borde, ves las edificaciones vecinas.
Te sorprende ver a varias criaturas de esas saltando de piso en piso.
Colandose entre los balcones de los apartamentos.
Subiendo a lo más alto, y saliendo y entrando de la ciudad amurallada.
- Sorprendente, ¿verdad? Aqui arriba nadie nos molesta, de ves en cuando pasamos por las calles en busca de comida, pero los ciudadanos de aqui siempre nos ayudan dejando suministros en sus techos, lugares a los que muy de ves en cuando suben las personas.
Decides dejar el miedo de lado, ves hacia abajo del borde, sientes unos brazos sosteniendote con delicadeza.
Desde ahi arriba, todo el mundo parecen hormigas, llendo a trabajar, estudiar, divertirse, quedar, etc.
- Espero que hayas disfrutado de la vista, pero debemos seguir, ir por aqui arriba es más rápido que rodear la ciudad, será pan comido.
- Y hablando de pan, toma un pan.
Caminas a lado de él, mirando a tus pies con cuidado en donde pisas, ves como las azoteas están unidas con puentes improvisados de tablas de madera.
- Aqui habrá que saltar, ¿estás lista?
Niegas con la cabeza, él solo rie levemente.
- Sube a mi espalda, no temas, puedo cargar con más de lo que aparento.
Haces caso, te sujetas bien de tu compañero, no sabes por que aún confias en él.
- Vamos.
Salta hacia delante, caen en la seguridad del techo.
Miras abajo.
Esa caida podría doler.
Ves de reojo a alguien.
Un pokemon.
Entrando en uno de las ventanas de un apartamento.
- A pesar de que estámos prohibidos aquí, algunos humanos nos cuidan bien...demasiado bien.
- Solo ignora ciertos ruidos, algunos vecinos son molestos.
Ambos siguen con dirección a la salida, aun quedaba lejos, pero avanzar de azotea a azotea era como una atracción única.
- ¿Que es la vida sin un poco de riesgo?
A medida que el sol seguía su curso, ustedes tambien seguian el suyo.
Es divertido a veces solo ser el espectador.
- Uf... esto si es algo divertido, pero paremos a descansar...digo, a descansar yo, pero, ¿a que estás cansada de ver solo cielo?
Ves tomar una dirección diferente.
El suelo.
Te preguntas si no os estará siguiendo por debajo.
- Descuida, aqui nadie nos verá.
Entran por un centro comercial en construcción, casualmente no hay nadie ahí.
- ¿Te imaginas vivir en una ciudad asi de grande? Yo no, prefiero algo tranquilo.
Bajas de su espalda, finalmente te sientes como nunca al pisar suelo firme.
- ¡Esto es como un patio de juegos!
Lo ves sonreír, para luego trepar de uno de los muros en construcción y saltar para el otro lado.
- ¡¿Por que no lo intentas?!
No te destacas en lo atlético, pero haces tu mejor esfuerzo.
...
...
Logras alcanzar lo alto del muro, saltas hacia el otro lado.
Caes mal.
Suerte, tienes una pata amiga para atraparte.
- Ten mas cuidado al caer, no siempre voy a estar aqui para ti, aunque es lo que mas quisiera.
Ves por la ventana del centro comercial, hay un parque lleno de gente, nunguna criatura como tu compañero.
- Puedes ir a explorar este lugar si quieres, ¿ves esa entrada subterranea? Es la estación de trenes de esta ciudad, te veré ahi cuando estés satisfecha, solo procura no llamar la atención, te estaré vigilando pero no te metas en problemas.
Él personalmente te lleva afuera, para luego irse saltando sin ser visto, lo pierdes de vista.
Es la primera ves desde hace mucho que interactuarás con gente "normal"
Aunque eso no te guste mucho.
Caminas por la acera, viendo alrededor.
Tratas de cubrirte, no quires llamar la atención.
Y el sol molesta un poco.
Hueles la comida del lugar.
Ves a la gente paseando por el parque.
También ves la entrada a la estación de trenes.
Sin más rodeos, decides buscar a tu compañero.
Tienes algo de hambre.
Vas a la estación de trenes.
Parece vacia, no hay nadie.
Nadie, excepto tu compañero.
- Hey, pensé que te habias perdido, ten come algo.
Sea la cosa que sea, huele muy bien.
Imagina tu plato favorito.
- Sabía que te gustaría.
Empiezas a comer.
- No preguntes como lo consegí, pero creo que cocinaría algo mejor.
...
- Y...¿te gustó eso de estar rodeado de tu especie? Digo, espero que no hallas llamado mucho la atención.
Te sientas a su lado, sientes que es algo entretenido estar a lado de alguien, sin nadie más alrededor.
- E-esto...¿te sientes cómoda siguiendome? No es que me disguste, si, accedí a dejar que lo hagas, pero...¿por que?
...
- No tienes que contestar, es decir...me agrada mucho...tu compañia...
Ves al zorro algo incomodo.
- Digo, eres...una gran....¿compañera? No no, amiga, eso quise decir....
- ¿Escuchas eso?
No logras escuchar nada.
- Debemos seguir, por aqui hay una salida directa.
Ambos avanzan por el costado de las vias del tren, no parece que pasen trenes por este lugar. Al menos no tan seguido.
- Tranquila, tenemos hasta las tres para el próximo tren.
Logran ver una luz, al final del tunel, ves un paisaje al final.
Pero te distraes con unos ruidos que vienen por detrás de ti.
- ¡Ahí esta! ¡Ella trajo al zoroark! ¡Atrápenla!
-¡Corre!
Empiezas a correr, tu libertad está cerca.
Pero un ruido por en frente te pone en alerta.
- ¡Pero se adelantaron o que!
Un tren venia de tu lado.
- Por ahi, la puerta.
Sales por una puerta de emergencia, oyes unos ruidos de golpes secos a lo lejos, mientras el tren pasa.
- Tal ves debamos volver a las azoteas, pero estamos cerca.
Oyes una explosión, de una u otra manera, te han encontrado.
Sigues corriendo, no sabes de donde tienes fuerzas.
- Tengo una idea, por aqui.
Lo sigues.
Sientes que están mas cerca .
Subes a lo alto del tunel.
- Tengo una idea pero tienes que confiar en mi.
Asientes, con todo lo que a pasado, puedes hacerlo.
Te han rodeado, se acercan a ustedes dos por ambos lados.
-¡No se muevan!
- ¿Lista? Acercate un poco más.
...
- Bien, ahora...
...
...
- Cierra los ojos.
Haces caso, esperas otra indicación.
Pero no.
Sientes un poco de vértigo.
Están cayendo.
...
Oyes un golpe en seco.
Abres los ojos.
Y ves que estás en uno de los vagones.
Ves a tus perseguidores alejarse rápidamente mientras lanzan insultos al aire.
- ¡Ja! Espero que no te sientas mal ahora.
Ambos están en el vagón de carga, deciden entrar, sacando la mirada por la gran puerta.
- Estaremos fuera de la ciudad para la tarde, por ahora disfrutemos de la libertad.
El oscuro tunel rapidamente es sustituido por una bella vista de una pradera.
A lo lejos, ves una montaña.
Y otra.
Y otra.
- Llegaremos al anochecer, descansemos un poco por ahora.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top