Brie:

—Por favor, prende.—Pido mientras observo la pantalla de mi móvil.

Me frustro y lo dejo caer en la taza con arroz 

¿Qué me queda?

—Sera mejor que funciones despues de esto. 

(***)

Observo a Arthur cocinar desde la entrada y elijo no interrumpir, me giro para irme por los pasillos y termino chocándome con Richard.

Retrocedo y el es el primero que se disculpa.

—Disculpe, señorita.

Por alguna razón me giro a observar a Arthur.

—¿La echo de la cocina?

—Hace varios minutos atras, pero si.

—Entonces no le recomiendo regresar.

—¿El dueño siempre es asi de odioso?

—Solo cuando dañan la propiedad, si involucra a August o si  le preguntan temas de los que no desea contestar ¿Cuál de las tres fuiste tu, cariño?

La primera no, pero estoy segura que aun tiene dudas de mi, asi que seria la segunda y...

—¿Por qué sigue conservando el lugar?

—¿Esa fue la pregunta?—Arquea una ceja y luego suspira.—Acompáñame.—Me da el pase hacia el pasillo extendiendo el brazo.—¿Ya conoces toda la propiedad? Te daré un tour.

—No tengo nada más que esperar a que una tormenta se acabe y...

Se ríe y lo sigo.

(***)

—¿Entonces esta atrapado aqui por simple gusto?

—No lo llamo atrapado, pero si.

Sonrio en medio del salón y me quedo observando la estructura del lugar, si es viejo y cálido de alguna manera, tampoco es que se encuentre deshaciendo, solo no es un resort como al que pensaba asistir.

—¿Me dirá por qué reacciono asi?

—Su esposa.

No me sorprende, no mucho.

Tiene un hijo despues de todo.

Trago saliva y escojo bien mis palabras.—¿Ella es la dueña del lugar?

—Si, lo era.

Y ahi esta la pregunta incomoda.

—¿Mur...

—Si, murio.—La tercera voz me hace girar, pero no es Arthur.

Sino su hijo August.