Cap 8. Josh.

-Yo... emm...- digo nerviosamente. No sé qué decir. No sé qué hacer.

-Fuimos a por un helado y luego dimos un paseo por el bosque del parque hay al lado. Su madre la llamó y se tuvo que ir- dice alguien detrás mío. Me giro y me encuentro con Luke.

-Qué aguafiestas tu madre- dice Abby, pero yo no aparto la vista de Luke quien me guiña un ojo y me sonríe. Yo le devuelvo la sonrisa un poco confusa.

Luke acababa de contar la mentira que le explique a Oli y no era la misma que le conté a él. Las dos mentiras se parecían, pero no eran las mismas, en la de Luke aparecía Ross y en la de Oli no. ¿Por qué no ha mencionado a Ross?

-¿Nos vamos?- dice Nick cuando llega a nuestro lado.

-Claro- dice Abby.

Nick comienza a caminar mientras habla con Ryan y Jacob, ellos van delante. Ross y Abby van detrás hablando de sus cosas, que la verdad podría escuchar por lo alto que están hablando, pero tengo la cabeza en otra parte. Por último voy yo y a mi lado Luke.

-¿Me lo vas a contar?- dice Luke en forma de susurro en mi oído. Salgo de mi estado de trance y le miro a los ojos.

-¿De qué hablas?- le digo con el ceño fruncido por la confusión.

-Oh vamos, ¿no creerías que me he tragado lo de tu madre, no?

-Emm...- es lo único que sale de mi boca.

-De verdad has pensado que me lo he creído- dice con los ojos abiertos como platos y con una sonrisa divertida.- Laurita, no te veré tanto como ellos- dice señalando hacia delante- pero sé cuándo estás mintiendo. Creo que soy el único, aparte de Ross, que sabe que cuando mientes no paras de tocarte el pendiente derecho- dice aún con una sonrisa divertida.

-¿De verdad hago eso?- digo sorprendida.

-Sí- dice y suelta una risista.- He visto como le has mentido a Oli, en clase y te has puesto a jugar con el pendiente, mismo gesto que has hecho a mí cuando me has explicado por qué Ross te llevo a rastras a casa. Y estabas a punto de hacer lo mismo cuando ibas a contárselo a Abby, le ibas a mentir. Lo que no sé es el porqué lo de mentirnos a todos- dice y yo lo escucho atentamente.

-Bueno... yo...- digo pero me interrumpe.

-Supongo que tiene que ver con Ross. Primero porque fue él quien te sacó de nuestra quedada. Segundo por cómo te has comportado con Abby, si no tuviese que ver ella o Ross no le mentirías y estabas a punto de hacerlo. Y también supongo que le toca muy de cerca el tema, ya que has dudado de si decirle la verdad o no- dice y yo bajo la mirada.

Le voy a contestar, pero llegamos a dónde estaban los demás parados. Estamos medio camino de casa y aquí nos separamos de Ryan y Abby. Me despido de Ryan mientras los chicos se despiden de Abby. Cuando llega mi turno de despedirme de Abby lo hago con un abrazo fuerte, quiero de alguna manera pedirle perdón por no decirle la verdad, técnicamente yo no le he mentido, ya que yo no le he dicho nada, ha sido Luke, pero tampoco se lo he negado ni le he dicho la verdad. Después de mi abrazo Ross se despide de ella dándole un beso, beso que me hace recordar el que me di yo con él el día anterior. Aparto la mirada y veo que Luke me mira con una mirada extraña, como analizándome.

Volvemos a caminar y ahora van Nick, Ross y Jacob delante de nosotros hablando. Nosotros nos quedamos a bastante distancia, la suficiente como para que no nos escuchen.

-¿Me vas a contar qué pasó de verdad?- dice Luke.

Bufo y ruedo los ojos.

-Es una larga y ridícula historia, no merece la pena contarla- le digo sin mirarle a la cara.

-Va Lau- dice y niego con la cabeza.- Va, va, va, va...-dice todo el rato.

-Puedes callarte, me estresas- le digo.

-No hasta que me lo cuentes, sabes que me puedo pasar así todo el día- y era cierto, no sería la primera vez que lo hace.

-Valeee- digo arrastrando la e.- Te lo contaré, pero no se lo puedes contar a nadie, ¿prometido?

-Prometido- dice y levanta una mano abierta.

-Bien, pues lo que pasó ayer fue que después de que Ross me sacara del parque a rastras no me soltó hasta llegar a la entrada del caminito hacia la puerta de mi casa. Pues cuando me bajó...- le cuento, pero una voz me interrumpe.

-Mocosa date prisa te estamos esperando- es Nick desde la entrada del caminito, ya hemos llegado a casa.

-Voy- le digo a Nick y dirijo mi vista a Luke.- Ven a mi casa a las 16:30 y te acabo de contar, ¿vale?- él solo asiente mientras nos acercamos a Ross y Nick.

Nos despedimos de Luke y cruza la calle directo a su casa. Los tres caminamos por el caminito de la entrada y llegamos a la puerta. Cojo la llave de mi bolsillo y abro la puerta. Dejo la mochila al lado del armario como cada día y miro mi móvil para saber que hora es. 15:05. Voy a la cocina y me dirijo a la encimera para saber que nos ha dejado hecho mi madre para comer. Albóndigas, genial, me encantan. Cojo un plato del armarito cuando escucho la puerta de la cocina abrirse y veo que es Ross.

-¿Y Nick?- le pregunto mientras me sirvo unas cuantas albóndigas.- ¿Te sirvo algunas?

-Sí por favor- me contesta a la segunda pregunta.- Está hablando por teléfono.

-¿Con quién?- pregunto mientras saco otro plato y sirvo unas cuantas albóndigas más.

-Ni idea- me dice mientras yo le doy el plato y se dirige a la mesa. Yo le sigo, con mi plato, y me siento en mi sitio que es al lado suyo.- En cuanto ha mirado la pantalla ha subido corriendo las escaleras sin decir nada.

-Bueno ya le preguntaré, aunque sé que no me lo va a decir, pero bueno por intentarlo- digo y comienzo a comer.

-Por cierto, tengo que hablar contigo- me dice y me quedo quita, con el tenedor a punto de entrar en mi boca para dejar un trozo de albóndiga. Tardo unos segundos pero continuo comiendo.

-¿De qué?- digo cuando ya me he tragado el trozo de albóndiga.

-¿Le ibas a contar a Abby lo que pasó ayer?- me pregunta aunque suena más como una afirmación.

-¿Es una pregunta o una afirmación?- me quiero asegurar.

-Una pregunta.

-No, no se lo iba a decir... o sí... no lo sé- digo y me llevo las manos a la cara.

-Eh, tranquila- me dice mientras me quita las manos de la cara.

-Ross no puedo estar tranquila. Si no llega a aparecer Luke no sé qué hubiese pasado. Podría haberle dicho la verdad, pero te hubiese traicionado o podría haberle mentido y eso me dolería, nunca le he mentido a Abby- le digo mirándole fijamente a los ojos mientras noto que los míos comienzan a arder. Estoy a punto de llorar, lo noto.

-Lau, no llores por favor- me dice Ross.- No es para tanto, deja las cosas como están.

-¿Qué no es para tanto, Ross? Le he mentido a mi mejor amiga y encima me he besado con su novio- digo casi gritando.

-Baja la voy, tu hermano te va a escuchar y me matará- me dice y yo suspiro intentando relajarme.- Lau, si le dices la verdad le dolerá mucho más de lo que te puede doler a ti mentirle. Me dejará y se enfadará contigo, la perderás y entonces te dolerá mucho más de lo que te está doliendo mentirle.

Cuando me dice eso es cuando me doy cuenta de que tiene razón. La perdería y me dolería mucho más.

-No le estás mintiendo para hacerle daño, le mientes para protegerla. No estás haciendo nada malo, Lau- me sigue diciendo a lo que yo solo asiento con la cabeza.-¿Entonces? ¿No se lo vas a decir?

-No- le digo.- Es mejor que no se entere- digo y él asiente.

Seguimos comiendo y a los minutos llega Nick con una sonrisa en la cara.

-¿Adivinar quién tiene una cita? Este chico- dice mientras se señala con los pulgares.

-¿Con quién?- pregunta Ross.

-Mejor dicho, ¿qué te ha visto? Oh espera, es ciega ¿verdad?- digo metiéndome con Nick.

-Ja, ja, qué graciosa. A lo mejor la que es fea aquí eres tú. Yo al menos he tenido novia. ¿Tú cuantos novios has tenido? No, espera, no respondas, quiero adivinar. Cero, ¿no?- dice y me dedica una sonrisa de superioridad.

Odio decirlo pero tiene razón. Yo nunca he tenido novio ni me he besado con nadie, bueno no me HABÍA besado con nadie hasta ayer. Sí, Ross ha sido mi primer beso. Me hubiese gustado que fuese con alguien a quien yo quiera y que él me quiera, pero sucedió con Ross y tampoco me voy a lamentar, no lo puedo cambiar así que solo continuo con mi vida y ya está.

No voy a negar que el comentario de mi hermano me ha dolido, pero ni creáis que se va a salir con la suya de meterse conmigo y salir ileso.

-¿Y cuánto te han durado tus relaciones? La misma cantidad de tiempo que cantidad en tu entrepierna, poca. No te duran ni 5 días, ¿por qué será?- le digo mirándole fijamente a los ojos.

-Primero ahí abajo no hay poca cantidad y segundo no me duran porque soy demasiado maduro para ellas.

-¿Tú, madurez?

-Sí.

-Creo que no te duran, no por tu madurez, sino por la falta de ella- dicho esto me voy de la cocina.

Oigo como Nick me llama, pero lo ignoro y subo las escales para ir a mi habitación. Miro mi móvil y veo que son las 15:50. Luke no vendría hasta dentro de 40 minutos. No tengo deberes así que me agacho enfrente de mi sofá y cojo un libro que todavía no había leído. El de "Ladrona de libros" ya me lo había acabado. El libro que me iba a empezar ahora se titula "El día que se perdió la cordura" de Javier Castillo. Me recuesto en el sofá y me sumerjo en la lectura.

El sonido del timbre me saca de mi mundo y cierro el libro no sin antes poner el punto de libro. Lo dejo en mi mesita de noche. Y salgo de mi habitación.

-Es para mí- grito desde la puerta de mi habitación.

-Tampoco tenía intención de levantarme- escucho decir a Nick mientras bajo las escaleras, él estaba en el comedor. Ross estaba a su lado también sin intención de levantarse. Abro la puerta y me encuentro a un Luke sonriéndome.

-Hola- me dice.

-Hola- le saludo mientras me aparto de la puerta para que pueda pasar. Pasa y yo cierro la puerta.

-Hey Luke, ven siéntate- dice Nick cuando ve a Luke desde el sofá.

-Lo siento, pero tengo una charla pendiente con Laura- dice Luke y se gira a verme y me guiña el ojo. Yo solo sonrío nerviosa. De verdad lo estoy, no sé como explicarle lo del beso.

-Bueno luego nos vemos- dice Luke y me coge del brazo para arrastrarme escaleras arriba. Ahora que lo pienso, que manía tienen todos con arrastrarme hasta mi habitación.

Entramos en mi habitación y yo cierro con pestillo.

-Mejor prevenir que curar- le digo y voy al sofá. Doy dos palmadas en el sofá para que se siente cosa que hace.- ¿Por dónde me había quedado?- le pregunto, cuanto antes se lo cuente antes acabo.

-Con que te bajo en la entrada del caminito- dice Luke.

-Oh cierto. Bueno... pues...-digo nerviosa. Tomo aire y lo suelto, eso me relaja.- Le pregunté por qué lo había hecho- continuo.- Él me vaciló y me digo que el que cosa había hecho. Yo le dije que porque me había sacado a rastras del parque. Me dijo que ya era demasiado tarde a lo que yo le conteste que no era tonta y que no me lo creía- Luke escuchaba atentamente sin apartar la mirada de mí.- Me contesto que era la verdad. Yo no puede más y me fui dirección a la puerta, pero antes de que pudiese dar el segundo paso él me agarró del brazo y me giro atrayéndome hacia él y... y...- no puedo, no me salen las palabras.

-Lau, tranquila, puedes confiar en mí- me dice y eso me tranquiliza.

-Me besó- digo finalmente, pero cuando lo digo bajo mi mirada.- Y le correspondí- no podía mirarle a la cara.

-¿Que qué?- dice y lo miro. Está con los ojos abiertos como platos y con la boca en forma de O.

-Que me besó y yo le correspondí- repetí.

Estamos unos minutos en silencio, yo esperando que dijera algo y él, creo que procesando lo que le acababa de decir.

-O sea, que os besasteis, él teniendo novia y tú siendo la mejor amiga de su novia- dice a modo de repaso.

-Sí- le confirmé yo.

-¿Esto significa que sentís algo el uno por el otro?-me pregunto.

-No, él no siente nada por mí, él quiere a Abby- le respondo.

-¿Y tú sientes algo por él?

-No- digo sin dudar.

-¿Entonces por qué os besasteis?

-No lo sé, surgió sin más, creo que fue por la cercanía- le digo intentando restarle importancia. Él solo asiente.

-¿Vas a decirle la verdad a Abby?- me está haciendo un interrogatorio en toda regla.

-No, la perdería y me dolería más que mentirle. Además, a ella también le dolería y no quiero que sufra- digo y fijo mi mirada en los edificios que se ven por mi ventana.

-Eres una buena amiga, Lau- me dice Luke.

-No, no lo soy- le digo sin apartar la mirada de la ventana.- Una buena amiga no se besaría con el novio de su amiga.

-Lau, no te tortures, solo fue un error, un insignificante error que no se va a volver a repetir, ¿verdad?

-Pues claro que no se va a volver a repetir, ya tengo bastante con la culpa que tengo ahora como para añadirme más- digo y le miro.- Gracias- digo y le intento dar mi sonrisa más sincera.

-No hay que darlas- dice y yo le abrazo.

No sé cuanto tiempo llevamos abrazados, pero la verdad extrañaba esta sensación. Me gustaba la idea de volver a hablar con él y poder contarle todo y él a mí. Se siente tan bien tenerlo de vuelta.

Nos separamos por el sonido de la puerta. Me levanto y quito el pestillo.

-Pase- digo mientras vuelvo al sofá.

A los segundos la puerta se abre y deja ver a un Ross en pijama y con los pelos despeinados.

-¿Qué pasa Ross?- le pregunto.

-Han picado a la puerta, es para ti- dice Ross.

-¿Para mí?- pregunto con el ceño fruncido. Él solo asiente.

Me levanto y voy a salir por la puerta, pero antes me giro hacia Luke.- Ya ha terminado nuestra charla, ya puedes ir con Nick si quiere- le digo y él asiente.

Salgo y bajo las escaleras. Detrás mío vienen Ross y Luke. Abro la puerta principal y me encuentro con quien menos pensaba.

-Josh, ¿qué haces aquí?-le digo a mi compañero de clase.

-Venía a devolverte tu libreta- dice Josh.

-¿Mi libreta?- pregunto confundida. Él asiente.- ¿Cómo que tienes mi libreta?

-Me la dejaste para copiar unos apuntes que no me había dado tiempo a copiar y al acabar la clase te la iba a devolver, pero te fuiste antes de que pudiera hacerlo- dice Josh.

-Oh, es verdad. Gracias- digo mientras cojo la libreta.

-¿Cómo sabías donde vivía?- pregunto curiosa.

-Hicimos un trabajo juntos el año pasado y algunas veces quedábamos en tu casa.

-Verdad- es lo único que digo.- Bueno, gracias otra vez. Adiós Josh- voy a cerrar, pero él me lo impide.

-Espera, te quería decir una cosa- dice nervioso.

-Dime- digo con el ceño fruncido por la curiosidad.

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