Cap 6. Aclarado.
Me está besando. Me sorprendo, pero a los pocos segundos le correspondo y pongo mis brazos alrededor de su cuello. No sé por qué le he correspondido, pero no me arrepiento.
No sé cuanto tiempo hemos estado besándonos, pero nos separamos por la falta de aire. Al separarnos, aún con los ojos cerrados, juntamos nuestras frentes. Nuestras respiraciones están aceleradas. Abro los ojos y se encuentran con los suyos. En menos de un segundo se separa de mí tomando algo de distancia.
-Yo... em... yo...- y pasa por mi lado corriendo dirección a casa.
Yo me quedo aquí, de espaldas a la puerta, aún estoy en shock.
¿Qué acaba de pasar?
Que te has besado con Ross- dice mi conciencia.
No fastidies no me había dado cuenta- le digo a mi conciencia.
¿Si ya lo sabes para qué preguntas?
Déjame en paz, intento procesar lo que acaba de pasar.
Vale, me estoy volviendo loca, ya hablo conmigo misma. Es momento de procesar lo que acaba de pasar. Ross me ha besado y él tiene novia que encima es mi mejor amiga. Y lo peor no es eso, sino que yo le he correspondido. ¿Qué voy a hacer? ¿Debería decírselo a Abby? No, primero tengo que hablar con Ross. ¿Hablar con Ross? Sí, eso. ¿Soy capaz? No lo creo.
No sé cuanto tiempo llevo aquí parada, pero no me he movido ni un milímetro. Es hora de entrar en casa. Doy media vuelta y camino por el caminito hasta llegar a la puerta. La abro y entro. Por mi mente solo pasa el beso de hace unos minutos. Cierro la puerta detrás de mí. Mira la pantalla de mi móvil. Son las 19:40. Cuando Ross y yo llegamos eran las 19:20. Entre el beso y el rato que me he quedado en shock han pasado 20 minutos.
-¿Estás bien?- me pregunta alguien. Dirijo la mira a esa persona y veo a Nick delante con el ceño fruncido, está confundido.
-Eh... sí, estoy bien- digo e intento sonar segura, pero creo que no lo he conseguido.
-¿Seguro?
-Sí, bueno me voy a mi habitación- digo y subo las escaleras.
Entro en mi habitación y cierro con pestillo, no quiero que nadie me moleste. Me quito la ropa y me vuelvo a poner el pijama de Mickey Mouse. Me siento en mi sofá y me pongo a mirar por la ventana. Veo el atardecer mientras viajo al momento del beso e intento comprender la TORMENTA DE SENTIMIENTOS que ahora mismo siento.
No sé cuanto tiempo ha pasado, pero no he sido capaz de aclarar nada de lo que siento. No sé qué hora es, pero veo por mi ventana que ya es de noche.
El sonido de la puerta me saca de mis pensamientos. Dudo si abrir o no.
-¿Quién es?- pregunto sin moverme del sitio.
-Soy mamá, es hora de cenar- dice desde detrás de mi puerta.
Cojo mi móvil de encima de la cama y miro la hora. 20:47.- Ahora bajo- llevo aquí más de una hora.
-¿Estás bien, cariño?- vuelve a preguntar mi madre.
-Sí mamá, puedes ir bajando.
-Muy bien- dice no muy convencida.
Me levanto del sofá y me dirijo a la puerta. Le quito el pestillo y salgo. No tengo hambre, pero si no ceno nada mis padres se preocuparán. Según ellos si no comes es que te pasa algo y no siempre es verdad. En este caso sí, el beso con Ross me ha quitado el hambre y no porque no me haya gustado, que sí me ha gust... ¿Me ha gustado? Sí...no...no lo sé... Veis a esto me refiero, no sé ni lo que siento y eso me quita el hambre.
Cuando llego a la cocina veo a todos sentado y con la comida en el plato. Fijo mi mirada en Ross y veo que mira su plato, nervioso. Veo que no voy a ser la única a la que, esta cena, se le haga incómoda. Me dirijo a mi sitio, que desgraciadamente es al lado de Ross. Intento comer algo, pero mi estómago no me deja, no quiero comer. Me dedico a jugar con la comida, la separo con el tenedor y la vuelvo a juntar, así todo el rato.
-¿Lau, cariño, estás bien?- pregunta mi padre.
Levanto la mirada hacia mi padre- Emm...- Siento la mirada de todos sobre mí, incluida la de Ross.- Sí, estoy bien.
-¿Segura?- pregunta mi madre y dirijo la mirada a ella. Sigo sintiendo la mirada de todos.- Cuando has llegado nos has saludado y te has encerrado en tu cuarto por más de una hora. ¿Ha pasado algo con Luke? ¿Os habéis peleado?
-Sí segura mamá. Y con Luke todo está bien. Lo hemos pasado muy bien, no hemos peleado- digo recordando la tarde tan buena que hemos pasado, hasta que llegó Ross claro.
-¿Entonces por qué te has encerrado?- genial (ironía), que no me libro del interrogatorio.
-Ha sido una tarde... eh... ¿extraña?- digo y suena más a preguntar que a afirmación.- Bueno, que quería estar un rato a solas. Solo yo... y... mis pensamientos.
-¿Por qué ha sido extraña tu tarde?- pregunta Nick con el ceño fruncido.- ¿Luke no habrá intentado algo, no?
-¿Algo como qué? ¿A qué te refieres?- digo mientras cojo mi vaso de agua me lo llevo a la boca.
-Algo como besarte- suelta sin más y hace que escupa el agua que estaba bebiendo.- Como lo haya hecho lo mato- note a Ross tensarse.
-No, no me ha besado, ni quiero que lo haga. ¿Lo matarías solo por besarme? ¿Por qué?- digo.
-Sí, lo mataría solo por besarte. Es mi amigo no puede besarse con mi hermana, está prohibido. La hermana de un colega es intocable- me pongo nerviosa ante esas palabras. Si supiera que Ross me ha besado no me quiero ni imaginar la guerra que se formaría, sobre todo porque Ross no es solo un amigo, es su mejor amigo. Y sí que un amigo te traicione ya es malo, no me quiero ni imaginar lo malo que es que tu mejor amigo te traicione.
-Pero Ross está saliendo con Abby y es la hermana de vuestro amigo Ryan- dice mi madre.
-Ryan no tiene esa prohibición. Dice que es absurda, que mientras su hermana sea feliz a él le hace feliz. En cambio, a mí no me parece par nada absurda. Con mi hermana no sale nadie de mis amigos- dice Nick.
-¿Y si algún día a mí me interesara alguno de tus amigos, que por cierto también son mis amigos, también me lo prohibirías a mí?- pregunto con curiosidad, pero al instante me doy cuenta de que ha podido parecer una indirecta hacia Ross y no era eso. ¿O sí? Ay, no lo sé, estoy muy confundida.
-Obviamente que sí, no puedes estar interesada en ninguno de mis amigos. Te lo prohíbo- me responde.
¿Me acaba de prohibir algo? ¿Pero quién se cree que es para prohibirme algo a mí? Será mi hermano y todo lo que él quiera, pero no tiene ningún derecho a decirme lo que puedo y lo que no puedo hacer.
-Perdona, pero tú no eres nadie para decirme lo que puedo y lo que no puedo hacer- le digo a mi hermano.
-Sí que soy alguien, soy tu hermano.
-Pero que seas mi hermano no te da el derecho a decirme que puedo o no puedo hacer o en este caso quien puede y quien no puede interesarme- le digo y me levanto de la mesa para irme. Cuando estoy a punto de salir por la puerta me giro y añado.- Ah por cierto que sepas que me gusta uno de tus amigos- me doy media vuelta y salgo de la cocina.
Subo las escaleras corriendo y entro en mi habitación. Al instante cierro con pestillo. Dios mío, ¿qué coño acabo de decir?
Que te gusta un amigo de tu hermano.
Y volviste a aparecer conciencia.
Siempre contigo.
Para molestar porque para ayudar no.
¿Y si te centras en lo que le acabas de decir a tu hermano?
Madre mía, le acabo de decir que me gusta un amigo suyo. Los va a matar a todos.
Eso no es lo peor.
¿Qué es lo peor?
Que lo has dicho delante de Ross.
Oh, mierda. Se va a pensar que quien me gusta es él y no me gusta. ¿O sí? Uff... todavía no lo sé. No me puede gustar es mi mejor amigo.
Y novio de tu mejor amiga, no lo olvides.
No ayudas. Pero tienes razón, también es el novio de mi mejor amiga. No me puede gustar, no. Creo que solo estoy haciendo una montaña de un grano de arena de todo esto.
No. Ross no me gusta, eso lo tengo claro, solo ha sido que no me imaginaba que algo así, me refiero al beso, podría pasar entre Ross y yo. Solo me ha impactado la situación y ya está, ni más ni menos. Ross no me gusta, pero ¿yo le gusto a Ross? Fue él quien me beso. No creo, seguramente solo fue un impulso nada más. A él le gusta Abby. Ahora por culpa de lo que he dicho en la cocina va a pensar que me gusta. Tengo que hablar con él, tanto del beso como de lo de la cocina.
Después de un rato, o mejor dicho un par horas, pensando en que le diré a Ross para dejar todo aclarado y que no haya malentendidos decido que ya es la hora de ir a hablar con él. Me pongo enfrente de mi puerta, aun cerrada, y respiro hondo. Quito el pestillo y abro la puerta. Me sorprendo al ver a Ross ahí parado y con la mano en un puño a punto de picar mi puerta.
-Hola- digo tímida.
-Hola- dice él.- Tenemos que hablar.
-Sí, creo que sí. Pasa- digo mientras me aparto para que pueda pasar. Cierro la puerta con pestillo, es mejor que nadie se entere.
Nos sentamos en el sofá, uno enfrente del otro. Pasamos unos minutos en silencio hasta que él decide romperlo.
-Lo del beso... yo... emm- dice nervioso, pero como para no estarlo.
-Ya... creo que...- no me salen las palabras.
-Fue un error- dice, pero no me mira a los ojos, creo que está avergonzado.
-Sí, eso iba a decir. Pero...- como no, no me puedo quedar callada.- ¿Por... por qué... lo... hiciste?
Se tensa y se pone un más nervioso. No debí haber preguntado.
-Fue un impulso, por la cercanía. Nada más, no debió ocurrir y punto- dice con frialdad. Me ha dolido, sus palabras me han hecho daño. ¿Por qué? No porque me guste y me duela que yo a él no, obviamente eso no es. Me duele que me hable de ese modo.
-Oh... vale- digo y bajo la mirada hacia mis manos.
-¿Lo que has dicho en la cocina?-dice ya sin frialdad.
-¿Lo de la cocina?- digo sin entender a qué se refería.
-Lo de que te gusta un amigo de tu hermano- dice.
-Oh eso... yo... solo quería molestar a mi hermano- digo sincera, era verdad yo solo quería molestar a Nick- Me ha enfadado que me prohibiese algo cuando no tiene ningún derecho. Y he querido enfadarlo yo a él y sabía que diciendo algo así seguramente lo conseguiría.
-Y lo has conseguido. Después de que te fueras de la cocina, Nick salió de casa más enfadado que nunca- dice sonriéndome.
-¿A dónde se ha ido?- pregunto curiosa.
-No lo ha dicho y no tengo ni idea de dónde podría estar. Y si te soy sincero tampoco quiero saberlo, tu hermano enfadado es un peligro para todos los que lo conozcan- dice y hace que suelte una carcajada.- Eso sí, enfadada eres tú peor que él. Tú enfadada no solo la gente que te conoce, corre peligro, sino que cualquier ser humano corre peligro- nos ponemos a reír los dos.
-Pues ya sabes, no me hagas enfadar- digo riendo.
-Intento no enfadarte nunca- dice y me sonríe. Acto que le devuelvo.
-¿Entonces todo aclarado?- pregunto temerosa.
-Sí- dice para después dirigirse a la puerta.
-Ross- digo cuando está en el marco de la puerta. Se gira para mirarme y me sonríe- ¿Maratón?
Amplía su sonrisa y asiente con la cabeza.
-Voy a hacer palomitas y vuelvo- dice y sale de mi habitación.
Pongo unos cojines en el suelo, a los pies de la cama. Y me siento en uno de ellos mientras apoyo la espalda en mi cama. Cojo el mando y enciendo la televisión que tengo en frente y pongo Netflix. En eso llega Ross con dos boles de palomitas.
-Las saladas para mí y las extra-saladas para ti- dice mientras me extiende uno de los boles con palomitas.
-Gracias- digo y le dedico una sonrisa.
Se sienta mi lado y apoya la espalda en mi cama como yo.
-¿Y qué vamos a ver hoy?- pregunta. Cada vez que hacemos maratón vemos una serie diferente.
-¿Qué te parece Friends?- le digo.
-Genial.
Cojo el mando a distancia y busco Friends. Cuando la encuentro pulso play al primer episodio de la primera temporada.
Son las 12 de la noche cuando se escucha el sonido de la puerta principal cerrarse de un portazo. Ross y yo seguimos viendo la serie como si no hubiésemos escuchado nada. De repente la puerta de mi habitación se abre dejando ver a un Nick muy enfadado.
-¿Cuál de mis ami...?- dice Nick, pero no acaba la frase al verme con la cabeza apoyada en el hombro de Ross. Si os soy sincera no sé en qué momento he acabado así.- Así que es Ross.
-¿Qué?- digo sin entender.
-Mi amigo, el que te gusta, es Ross- dice refiriéndose al supuesto amigo suyo que me gusta.- Ross te vas a enterar- dice dirigiéndose a Ross.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top