Cap 14. Me gusta.

Narra Ross:

Tengo mi cara hacia la pared. Nick está durmiendo plácidamente en la cama de al lado mientras que yo no puedo pegar ojo. Son las 6 de la mañana y no he dormido ni un minuto. No paro de pensar en el beso con Lau. En el SEGUNDO beso con Lau.

El primer beso fue un impulso por la cercanía y la intensidad de la discusión. Pero este, este no ha habido discusión ni nada para que nos diera un impulso. Entonces ¿por qué nos hemos besado?

Será que te gusta- dice mi conciencia.

Ya te he dicho mil veces que no me gusta.

Entonces ¿por qué coño os habéis besado?

No lo sé... puede... a lo mejor...

¿Qué?

Bffff... nada.

Nada no, ha sido algo si no no le darías tantas vueltas.

No es nada, ¿vale?

Cree lo que quieras, acabarás dándome la razón.

Ya, ya, lo que tú digas- digo irónicamente.

Me pongo boca arriba mirado hacia el techo. Necesito dormir o por mañana se me notará el cansancio. Cierro los ojos intentando dormir y la imagen del beso se posa sobre mis pupilas. Al instante abro los ojos y muevo la cabeza para sacudir la imagen de mi mente. Vuelvo a cerrar los ojos y me obligo a pensar en otra cosa. Después de horas intentando dormir por fin lo consigo.

Me despierto por el ruido del timbre de la puerta principal. Me giro y veo que Nick sigue dormido. No me muevo supongo que Raquel abrirá. El timbre vuelve a sonar lo que me da entender que nadie va a abrir. Me levanto perezosamente y salgo de mi habitación. Cuando estoy por la mitad de las escaleras el timbre vuelve a sonar.

-Voy- grito para que me escuchen.

Llego a la puerta principal y estiro mi pijama para quitar las arrugas y me arreglo el pelo un poco con los dedos. Al menos hay que estar presentables para abrir la puerta. Al abrir veo a Luke sonriéndome ampliamente.

-Ah, eres tú. Si lo hubiese sabido no me hubiese molestado en arreglarme el pijama y el pelo- digo y reímos un poco.

-Buenos días a ti también- me dice con una burla graciosa.

-Buenos días- digo riendo un poco y me aparto de la puerta para que pase.- Nick está durmiendo, pero si quieres podemos ju...

-En realidad solo tengo una hora y vengo a hablar con Lau- me interrumpe.

-Ahh.

-¿Está despierta?- me pregunta.

-No lo sé, me acabo de levantar. Bueno TÚ me acabas de levantar- digo resaltando la palabra tú. Él solo se ríe y yo a los segundos también.

-Bueno voy a ver si está despierta- dice refiriéndose a Lau.

-Vale- digo y cierro la puerta principal la cual lleva todo este rato abierta.

Veo como desaparece escaleras arriba y me adentro a la cocina. Saco una taza del armarito y me sirvo un poco de café que hay en la cafetera. Como lo suponía está frío así que lo pongo en el microondas y dejo que se caliente durante 30 segundos. Cuando pita saco el vaso y apoyo la parte baja de la espalda en la encimera. Bebo sorbos largos pero poco a poco. Mi mirada está fija en un punto cualquiera del suelo.

Me acabo el café y dejo la taza en el fregadero. Miro mi teléfono y veo que son las 12. Necesito una ducha. Salgo de la cocina y camino escaleras arriba. Entro a mi habitación sin hacer ruido, ya que Nick sigue dormido. ¿Pero cuánto duerme este tío? Mucho, eso seguro. Cojo un pijama limpio, ropa interior y mi neceser y salgo de la habitación.

Entro al baño y cierro con pestillo. Enciendo el agua y mientras se calienta me quito el pijama que llevo puesto y la ropa interior. Me meto en la ducha cuando noto que el agua ya está caliente. El agua recorre cada parte de mi cuerpo eliminando cualquier rastro de suciedad y estrés que hay en ella.

Al salir de la ducha me pongo una toalla en la cintura y cojo el peine para peinarme el pelo. No tardo ni dos minutos y mi pelo queda totalmente desenredado. Seco mi cuerpo y me pongo la ropa interior seguida del pijama. Salgo del baño siendo las 12:45.

-Hey, Ross- dice Luke delante de la puerta de Lau. Giro mi cabeza a la derecha y lo veo sonriendo.

-Hey, Luke. ¿Ya te vas?- le pregunto.

-Sí, pero estar tarde vuelvo- dice dirigiéndose a la escalera.- Tenemos que hablar.

-¿Pero no has hablado ya con ella?- le pregunto confundido.

-¡No me refiero a Lau! ¡Me refiero a ti y a mí!- grita desde la entrada y yo me apoyo en la barandilla para verlo desde arriba.

-¿Tú y...?- le digo, pero sale de casa antes de poder terminar la frase.

¿De qué querrá hablar conmigo?

No sé.

Mmm...- pienso.

Lau- vuelve a decir mi conciencia.

¿Qué pasa con Lau?

¿Y si le ha contado lo del beso?

No creo.

¿Por?

Habrá sido un error para ella, no le tomará importancia como para hablar con alguien de eso.

Ya es el segundo beso y esta vez ha sido con lengua. Lau sabe que sí tiene importancia. Luke es su segundo mejor amigo, tú eres el primero, pero obviamente no va a hablar esto contigo. Tampoco puede hablar con Abby, su mejor amiga, ya que es tu novia. Con Nick no va a hablar, ya que como se entere te decapita y Lau no te haría eso. De confianza solo le queda Luke.

Mierda.

-Buenos días- dice Nick desde la puerta de nuestra habitación.

-Sí, sí, buenos días- le digo sin mirarlo.

-¿Te pasa algo?- me pregunta.

-Nada, solo que...- pienso durante unos segundos para después contestar- tengo que hablar con Luke.

-¿Con Luke? ¿Sobre qué?- pregunta curioso.

-Nada, temas sin importancia- digo intentando acabar con el tema.- Bueno me voy a la habitación.

-Valee- dice no muy convencido y baja las escaleras. Yo me voy a mi habitación. No cierro con pestillo, ya que no sé si Nick volverá, pero la verdad si quiero, quiero cerrar la puerta y que nadie me moleste.

Me tumbo boca arriba, saco los auriculares de la mesita de noche y los enchufo al móvil. Busco algo de música en un app. Como no me decido por cuál, pongo el modo aleatorio. La canción Let Her Go de Passenger empieza a sonar.

-Well you only need the light when it's burning low
Only miss the sun when it starts to snow
Only know you love her when you let her go
Only know you've been high when you're feeling low
Only hate the road when you're missing home
Only know you love her when you let her go
And you let her go- escucho y lo único que pasa por mi cabeza es Lau.

Después de Let Her Go se salta Tu jardín con enanitos de Melendi.

-Hoy le pide a la luna, que me alargue esta noche
Y que alumbre con fuerza este sentimiento
Y bailen los corazones
Y aunque entiendo que tú
Serás siempre ese sueño que quizás nunca podre alcanzar.

Las canciones pasan y con ellas el tiempo. Nick se ha quedado abajo, o al menos eso creo, ya que no ha vuelto a subir. Sigo mirando al techo y con los ojos cerrados hasta que una mano en mi brazo me sobresalta. Al girar la cabeza me encuentro a Raquel. Rápidamente, me quito los auriculares.

-Ross es hora de comer- me dice con una sonrisa.

-Vale, ahora bajo- le respondo.

-Vale, no tardes- dice saliendo de la habitación.

Me siento en la cama y dejo los auriculares en la mesita de noche. Me levanto de la cama y salgo de mi habitación. Bajo las escaleras y entro en la cocina. Me sorprendo al ver a todo menos a Lau.

-¿Y Lau?- pregunto.

-No se encontraba bien- me dice Raquel.

-¿Qué le pasa?- pregunto preocupado.

-Nada grave, tranquilo. Solo que durante la noche no ha dormido mucho y necesita descansar- dice Raquel.

-Ohh- digo soltando un suspiro de alivio.- Vale.

Me siento en mi sitio y me pongo a comer. La verdad, si os soy sincero, no sé ni lo que estoy comiendo estoy tan embobado que no sé ni lo que hago.

-Esta tarde iremos a comprar Diego y yo- me dice Raquel.

-Vale- le digo.

-Te lo dice porque yo he quedado con Marlene- me dice Nick en el oído cuando se levanta a dejar su plato vacío.

-Oh, vale- le digo susurrando.

Cuando Raquel y Diego se van son las 15:30. Nick se va sobre las 16. Luke vendrá a hablar conmigo, no sé de qué, pero no ha dicho hora.

Sobre las 16:30 suena el timbre. Me levanto del sofá y voy a la entrada. Cuando abro me encuentro a un Luke serio frente a mí.

-Hola- le digo mientras me aparto para que entre.

-Hola- me dice entrando y mirando a todos lados.- Tenemos que hablar, en privado- dice y ya lo noto menos serio.

-Estamos solos- le digo mientras cierro la puerta.- Bueno está Lau, pero está en su habitación, no creo que salga.

-De ella mismo quiero hablar- dice yéndose al comedor, yo le sigo.

Luke me señala el sofá con el dedo índice.- Siéntate.

Yo obedezco y me siento. Él se queda de pie mirándome.

-¿Sobre qué quieres hablar de Lau, conmigo?- le pregunto después de un par de minutos en silencio.

-¿Qué coño te pasa con ella?- me pregunta, no se le ve enfadado, eso me tranquiliza. Pero me pone nervioso el hecho de que sepa que pasa algo con Lau. ¿Significa que sabe lo del beso? Buenos, LOS BESOS.

-Nada- digo tratando de sonar convincente, pero no lo consigo.

-Ya, eso no es cierto- me dice.- Va Ross suéltalo.

Suspiro y aparto la mirada de él. Ya es inútil negárselo, se huele algo. Sé que se ha notado el cambio de mi comportamiento hacia Lau. No sé si ella le habrá dicho algo, pero tampoco es necesario solo con ver nuestra relación esta última semana se nota que pasa algo.

-Nos hemos besado- le digo bajando la mirada a mis pies.

-¿Qué?- dice sorprendido.

-Dos veces- continuo.

-¿Qué?- dice un poco más alto.

-Uno fue el día de vuestra cita...- digo pero me interrumpe.

-No era una cita, fue una quedada de amigos.

-Bueno eso. Y el segundo fue...-hago una pausa- ayer- completo.

Después de unos minutos Luke rompe el silencio.

-Te gusta- me dice, pero no lo dice en pregunta sino en afirmación.

-¿Qué? No- le digo.

-Oh venga ya, se te nota. Primero te comportas como un celoso cuando ella y yo tenemos nuestra "cita"- dice haciendo comillas con los dedos en la palabra cita.- Después esa misma tarde os besáis. Y ahora te vuelves a besar con ella.

-Más lo de Josh- digo muy bajo para solo escucharlo yo.

-¿Qué pasa con Josh?- mierda me ha escuchado.

-No, nada- digo evitando el tema.

-Ross- me dice en forma de regaño.

-Valeee- digo alargando la palabra.- Les espié mientras tenían su cita.

-¡¿Qué?!- dice abriendo mucho los ojos.- ¡¿Por qué?!

-No sé, solo quería ver que hacían. Me daba rabia que estuvieran juntos sin saber qué hacían- digo casi sin pensar.

-Aquí tienes otro motivo por el que te gusta Lau.

-Que no me gusta.

-¿Ah no?

-No.

-Vale. Entonces no te importará decirme que te gusta de Lau, sin ningún sentido amoroso, en general.

Bufo y me pongo a pensar, al instante sé qué decir.

-Pues hay muchas cosas que me gustan de Lau. Es simpática y noble. Siempre intenta estar feliz y hacer feliz a los demás. Me ayuda siempre que lo necesito. Se ve muy mona cuando se queda dormida en el sofá. O el amor que le tiene a la lectura. Y me gusta cuando pone la voz de niña pequeña, se ve muy tierna. Pero lo que más me gusta es cuando me abraza, me produce una corriente que hace que se me erice la piel y me hace sentir mil sensaciones que ni Abby me hace sen...- digo, pero paro al darme cuenta de lo que iba a decir.- Oh, dios- hago una pausa y por fin miro a Luke.- Me gusta Lau.

Me levanto del sofá aún sorprendido por darme cuenta de lo que siento. Luke está sonriendo ampliamente sin quitarme la vista de encima. Yo miro un punto lejano del suelo, tengo los ojos un poco más abiertos de lo normal y los labios entreabiertos.

-Lo ves- dice Luke.

-¿Qué?

-Que te gusta Lau, lo que yo te decía- dice y sonríe aún más.

-Pero yo estoy con Abby, yo la quiero- le digo mirándolo fijamente.

-Creo que no de la misma manera. Con Lau te has puesto celoso en cuanto Josh y yo nos hemos acercado a ella. En cambio, a Abby se le han acercado algún que otro chico del equipo de fútbol y tú ni te has inmutado.

-¿En serio se le han acercado chicos a Abby?- pregunto sorprendido.

-Sí.

La verdad no sé ni que decir. Por eso prefiero volverme a sentar y quedarme callado.

-Bueno yo mejor me voy, así te dejo pensar, que lo necesitas- dice y sale del comedor. A los segundos escucho la puerta principal cerrarse.

Saco mi teléfono del bolsillo y lo desbloqueo para ver la hora, 17:50. Decido ponerme algo de música. Le doy al modo aleatorio de la app. Comienza a sonar No Hay Nadie Más de Sebastián Yatra.

-Recuerdo aquel día como si fuera un hoy
No hay nada como ella, ni siquiera me encontró
Recuerdo todavía la vez que la besé
Fue mi primer amor y ahora escribo su canción
Hay algo más inexplicable como su mirada
Inigualable como la manera en que me cela
Y trata de disimular que no está mal
Voy a cuidarte por las noches
Voy a amarte sin reproches
Te voy a extrañar en la tempestad
Y aunque existan mil razones para renunciar
No hay nadie más
No hay nadie más
Se llevó todo, se llevó tristeza
Ya no existe espacio en la melancolía
Porque a su lado todo tiene más razón
Me llevé sus lágrimas, llegaron risas
Cuando estamos juntos la tierra se paraliza
Se paraliza
Hay algo más inexplicable como su mirada
Inigualable como la manera en que me cela
Y trata de disimular que no está mal
Voy a cuidarte por las noches
Voy a amarte sin reproches
Te voy a extrañar en la tempestad
Y aunque existan mil razones para renunciar
Voy a cuidarte por las noches
Voy a amarte sin reproches
Te voy a extrañar en la soledad
Y aunque existan mil razones para terminar
No hay nadie más
No hay nadie más
No quiero a nadie más, oh oh
No hay nadie más
No hay nadie- escucho la canción y no paro de pensar en Lau. Me siento identificado en algunas partes de la canción.

Necesito hablar con ella. Paro la siguiente canción antes de que empiece y me vuelvo guardar el móvil en el bolsillo. Me levanto y salgo del comedor. Subo las escaleras y me paro enfrente de la puerta de Lau. Inhalo y exhalo aire para tranquilizarme.

Pico a la puerta y tardo unos segundo en recibir respuesta.

-Adelante- dice Lau desde dentro de la habitación.

-Hola- digo y rápidamente levanta la mirada hacia mí.

-Ross- dice y se levanta del sofá.- ¿No deberías estar comiendo?

-Lau son las 18- digo, se nota que lleva rato durmiendo, no sabe ni que hora es.

-Oh- es lo único que dice.

-Tenemos que hablar- digo algo nervioso.

-No- dice acercándose a mí.- No hay nada de que hablar- intenta echarme de la habitación, pero no tiene suficiente fuerza por lo que no lo consigue. Entro completamente y cierro con pestillo mientras siento las manos de Lau intentando echarme cosa que es inútil, ya que la puerta está cerrada.- Ross, no tenemos nada de lo que hablar- dice mientras se da la vuelta y camina hacia el sofá.

-¿Y del beso qué?- al decir eso se para en seco antes de llegar al sofá.

-¿Qué beso?- dice haciéndose la loca y de espaldas a mí.

-Oh, venga, ahora no te hagas la loca. Sabes muy bien de lo que te hablo, Laura.

-No me llames así, odio cuando me llamas así, significa que estás enfadado conmigo.

-No estoy enfadado, pero sí un poco molesto por hacerte la loca.

-Ross, no quiero hablar del beso.

-¿Ahora sí sabes de la existencia del beso?- le digo molesto.

-Ross, ese beso...- dice, pero se queda en silencio antes de acabar la frase.

-¿Ese beso qué, Lau?

-Ross vete, no quiero hablar de eso- dice y todavía está parada de espaldas a mí.

-¡No! ¡No me voy a ir de aquí hasta que hablemos del beso!- digo elevando la voz.

-¡Ross ese beso...!- dice elevando la voz igual que yo. Y volviendo a dejar la frase a medias.

-¡¿Ese beso qué, Lau?!- digo todavía con la voz elevada.

-¡ESE BESO FUE UN ERROR!- grita aún más alto y girándose a verme. Nuestras miradas se encuentran.

-¡NO! ¡ESE BESO NO HA SIDO NINGÚN ERROR!- digo al momento y sin ninguna pizca de duda.

-¿Qué?- dice casi en susurro y con nuestras miradas unidas.

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