James

El silencio de la casa me embriagaba, no lograba respirar con normalidad. A pesar de que la gran casa se encontrara repleta de jóvenes y alcohol, no había ningún sonido, nadie se movía de su sitio. Todos se encontraban procesando la noticia y yo estaba...

 congelado en mi propio silencio.

No lograba moverme de mi lugar, no lograba pensar con claridad. Era un hombre de poca paciencia y aún así estaba sentado aquí sin saber que hacer. 

Quién estuviera detrás de todo esto llevaba el juego a su favor una vez más.

Mi corazón bombeaba deprisa, el dolor de la herida despertaba de nuevo con todo aquel alboroto y mi respiración iba en aumento al igual que en una gran caída de un acantilado, me sentía acorralado intentando no caer y a la vez desesperado por arrojarme.

Nuevamente leí  aquel mensaje a pesar de ello me seguía transportando a aquel momento al ser un recuerdo tan reciente. 

"La bella Flor,

Alguna vez tuvo un sueño,

En cambio fue marchitada por el dolor.

Antes de que el asunto se agrave 

Terminemos con el ave".

Y a pesar de que esa declaración de guerra era muy clara, a lado de todo eso se adjuntaba una imagen de un asesino, una imagen que había sido tomada el día de ayer; Yo me encontraba en aquel callejón donde había perdido a una gran amiga. Donde la vi por ultima vez con aquella mirada perdida y con sus pequeñas manos frías. En aquella imagen estaba mi Megan sin vida y en frente de ella me encontraba a su altura, mirando directamente a la cámara.

Mis pulmones se cerraban, mi respiración había sido suprimida.

-No puedo respirar- 

Intentaba tomar todo le aire como mi cuerpo me lo permitía, cada vez mi respiración era más rápida. Abría mi boca intentado agarrar aire y sin embargo me era imposible. Tome parte de mi cabello en desesperación, no lograba controlarme.

Las personas que se encontraban en la habitación me observaban sin saber como actuar ante me reacción y con  toda la fuerza que aún tenía hice lo que nunca creí;

-Ayu..denme, necesito ayuda...-Estire mi brazo por ayuda y mi cuerpo temblaba en señal.

La chica que se encontraba mas cercana, me sostuvo intentando calmarme

 -tranquilo, trata de calmarte- (El tono de su voz se asemejaba a la que usarías con un niño pequeño que acaba de caer de su bicicleta).

Al pasar los minutos mi respiración se calmaba y lograba pensar con algo de claridad. Cuando logre recuperarme de aquel ataque, me puse en pie y aún con el celular en mano salí de aquella habitación. Mi cuerpo no sentía la ausencia de ropa pero al igual no le daba importancia en ese momento. Me apresure a la sala donde todos aquellos yacían reunidos hablando del mensaje y grite aún con mi respiración débil...

 -Largo ¡¡¡todos fuera de mi casa!!!-

 Las personas salían y en su rostro se dibuja una sonrisa de burla, yo era la broma en su mundo. Buscaba a Alex con la mirada, intentando buscar a alguien que se quedara conmigo, no necesitaba palabras que me reconfortaran, solo alguien que se quedara luego de todo pero al parecer se había ido con aquella multitud. 

Me tire en aquel sofá que sirvió de mucho para aquellos que se encontraban antes, me abrazaba a mi piernas intentando no sentir frío pero solo me hacía sentir más abandonado que nunca. El timbre de aquella casa hacia eco en la habitación y al mirar en esa dirección me encontraba a Verónica con más malas noticias. En el semanario que llevaba logre ver la misma foto de mí arrodillado delante de el cuerpo sin vida de Megan y sin poder de evitarlo, una lagrima rodo por mi rostro, recordando que yo era un asesino oficialmente para todos...El asesino de Megan.

El encabezado de aquella noticia me acorralaba al igual que todo, no era la muerte de aquella bella chica lo que le importaba a los consumidores, aquello solo pintaba mi imagen una vez más.

"¿Asesino será absuelto nuevamente?"

En los alrededores de el club de el ave fue descubierto a un presunto "asesino" más reconocido por su posición en la corporación Carricero después de que aquel fuera visto con la víctima que aún no ha sido identificada hasta el momento.  Testigos afirmaron haberlo visto momentos antes en busca de la víctima para después desaparecer.

Sin esperanzas me tire al suelo, me sentía cansado luego de regresar al mismo bucle de hace tiempo, quería que este extraño loop de realidad terminara pronto. Sin otra opción terminé de leer aquel juicio que comenzaba para mí, atrapando aquellas respuestas que había conseguido.

Se desconoce el paradero de la víctima y la causa que lo llevo a esto. En el lugar solo permanecen testigos y pruebas forense que podrían dar información clave.

Mi cabeza se llenaba de nuevas interrogantes que solo la persona que movía los hilos podía responder. 

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Observándome  una vez más en aquel espejo que remplazaba el anterior intentando pulir un poco mi imagen, aquella corbata me asfixiaba como todo esto. Arranque la corbata en desesperación descosiendo sin intención un botón en el acto y al buscarlo di con algo más. El claxon del auto que aguardaba por mi no se hizo esperar, me apresure y guarde aquello en una de las bolsas de el pantalón.

  El trayecto duro poco y cuando estuve delante de gran despacho detuve mis pasos en la puerta, respire tres veces dudando si era buena idea salir corriendo del lugar o debería fingir una enfermedad. Había estado evitando llegar a este momento.

No...

Ya estaba decidido a enfrentar las consecuencias, saque de mi chaqueta el celular que portaba y me observe una última vez y le di una mirada a mis zapatos. Mis nervios me impedían quedarme quieto. Suspire y con todo el autocontrol que permanecía en mi cerré mis ojos en respuesta y di dos golpes en la puerta.

La persona que se encontraba de el otro lado me respondió.

-Adelante...James-

Al pasar pude notar que nada había cambiado en tantos años, todo estaba perfectamente limpio y ordenado. Cerré la puerta con mucho cuidado y al dar la vuelta ella se encontraba con la mirada en mí, estaba al asecho de cualquier movimiento que hacía detrás de aquel escritorio repleto de papeles perfectamente alineados, trate de no lucir nervioso ante su mirada. El ambiente era tan denso y al intentar hablar las palabras no salían de mi...

-...-

-cierra la boca, sino tienes nada que aportar-

-lo siento...madre-

-James, ¿Cuántas veces te he dicho que en mi trabajo, no me llames mamá o madre?

-Lo siento ¿Quería usted hablar conmigo?-

-Toma asiento, tenemos mucho de que hablar- su expresión demostraba molestia y cansancio ante mí. Sin demorarme me coloque en aquel sofá incomodo.-Comencemos por esto-

Y al llamar mi atención ante su comentario saco de un portafolio uno de los semanarios que hablaban sobre la tragedia que estaba viviendo. Trague saliva con dificultad ante aquella vil noticia.

Estaba viviendo todo lo que le temía, a todo lo le huía pero trataba de mantener positivo ante aquello. Mi realidad tenía un parecido a una caza de brujas, el problema era que ya me encontraba ante una multitud que exigía justicia y Juez que encendía una hoguera. sabía que esto pasaría pero nunca estaba listo para lo que me esperaba, por que esto era un castigo por mis acciones pasadas. Y sin embargo traté de no demostrar miedo ante aquellos que me señalaban, ya que no me arrepentía de la mayoría de mis acciones en verdad, todo aquello me transformo en el monstruo que ardía ante ellos. Aún con todo esta situación trate de mantenerme en calma y con una sonrisa en mi rostro al igual que siempre, escuche las palabras de la única persona a la que le temía ante todo

Ya era tiempo que enfrentara las cosas con seriedad, demostraría una sonrisa ante todas la personas que encenderían aquello en donde yacía, yo sería la tormenta para aquel que me llamo. 

Manteniendo ese pensamiento me erguí en mi asiento y respondí como aquel sujeto que pensaban que era..................................................

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