James 

El frio de la noche era cada vez más intenso, mi cuerpo se sentía pesado cada vez que intentaba dar un paso. El inicio de el bosque se presentaba delante de mis ojos, mostrando las siluetas de arboles sin temor.

Me encontraba en un estado en que mi mente se sentía como la gran carretera que se mostraba a mi espalda.

Me determine para comenzar el camino de regreso a esa dichosa fiesta, una fiesta que me ponía nervioso. Al dar un paso con ese propósito, en las frías sombras de el bosque que se encontraba próximo, el sonido de unas pisadas entre las flores secas se hacia presente alarmando mi perturbada mente.

Intente tomar valor y me acerque a una distancia prudente, la luz de el farol de la carretera próxima alumbraba parte de mi, lo que estuviera allí no llegaba a esa luz que me proporcionaba un poco de calma.

Espere....no obtuve respuesta en un tiempo. Como momentos antes, me decidí continuar con mi camino y nuevamente el sonido entre las flores se distinguía entre todo el silencio que reinaba.

Me sentía como una presa al acecho de cazador, el sonido aunque sobresalía no podría averiguar en que dirección provenía.

En ese momento de incertidumbre, se proyectaba una sombra entre la corteza de un árbol, la sombra se movía en dirección contraria al viento.

-quien anda ahí-

-........-

-responde-

-James- Su voz se asemejaba la de Megan, no podría creerlo.

-¿Megan, eres tú?-

Al hacer la pregunta comenzó a caminar en dirección contraria, se alejaba en silencio camuflando con la oscuridad de el espeso bosque. Aunque su retirada era tan lenta, me era imposible seguirle el paso.

Intentaba alcanzarlo, la resistencia de mis piernas agotadas disminuía considerablemente. Seguía detrás de él, cada vez que me acercaba sentía que se alejaba más.

En un momento se detuvo, mientras a lo lejos me acercaba el me observaba, sentía que era la muerte misma la que se estaba presentando delante de mis ojos, su aspecto así lo demostraba. Su vestimenta era completamente negra y debajo de la gran capucha que portaba sentía unos ojos llenos de odio, algo similar a lo que vivía a diario. 

Unos pasos delante de el tropecé con un gran raíz de un árbol, al caer mi rostro se impacto de una manera alarmante, dirigí mi vista nuevamente a donde él se encontraba aunque no distinguía su rostro en la oscuridad, mi  vista conectaba perfectamente.

En mi rostro se paseaba una fina gota marcando un camino, desconocía lo que era.

Me sostuve de un árbol intentando levantarme del suelo, la sensación de vértigo en mi cuerpo no se iba, una sensación debido a una caída.

Unos pasos detrás de mi me alarmaron, di la vuelta y al hacerlo me encontraba con una silueta parecida a la que le había dado la espalda. Al igual que la susodicha, portaba una vestimenta igual y su rostro estaba perfectamente ocultó tras toda esta oscuridad. Al dar la vuelta, la silueta uno había desaparecido sin hacer el menor sonido tras si huida, regrese la mirada hacía la segunda silueta, pronto la encontré alejándose y perdiéndose entre los árboles.

A mis oídos llegaba el sonido de ramas siendo quebradas bajo el peso de un cuerpo, rápidamente mire a esa dirección y al hacerlo se detuvo. En dirección contraria comenzaba el sonido al igual que anteriormente. Intente captar de donde provenía pero al igual se detuvo. La situación se repitió una y otra vez, continuamente durante 10 veces más. Sentía que me estaba volviendo loco, mi respiración era mas descontrolada y de alguna forma ardía, mi corazón iba a mil. Sin poder evitarlo más devolví el resto de lo que aún permanecía en mi estomago, en una especie de grito.

El sonido de pasos acercándose entre la maleza me alerto sobremanera, trate de seguirlo nuevamente. Los pasos se alejaban a una velocidad temible, era solo un simple conejo intentando cazar al lobo, un simple conejo siendo guiado a una trampa. Al menos así me sentía.

Una de las siluetas se alejaba deprisa que al igual parecía que no tocaba el suelo, no sabía que ocurría, la sensación de vértigo aumentaba y temía desfallecer en cualquier momento, iba detrás de la silueta intentando apartar de mi camino la maleza. 

Me detuve momentáneamente intentando recomponerme, el sonido y el rastro se habían esfumado a mis oídos solo llegaba el sonido de los animales nocturnos. Espere un tiempo intentando encontrar a mis cazadores, la luna avanzaba originando la única luz que me permitía ver.

A unos pasos a mi derecha se escuchaba el leve murmullo de hojas siendo pisadas avance rápidamente, a unos metros de mí se proyectaba una sombra, trate de ir por ella.

Al llegar tan cerca mi vista pudo distinguir el brillo inconfundible de una joya, un pequeño broche de lo que parecía ser esa extraña capa que portaban, el estilo de la joya resultaba tan familiar.

Mi vista se nublo y mi cuerpo se tambaleó, ya no me encontraba en buenas condiciones. Me detuve sosteniendo me de la ayuda de un árbol, descanse unos momentos mientras limpiaba el sudor de mi frente. Por más que quería ir tras ellos, el vértigo de mi cuerpo era cada vez más intenso.

Cuando me decidía a continuar mis piernas se tambaleaba y un dolor de cabeza se presentaba, mis ojos luchaban por no cerrarse. En el fin de el bosque el sonido de pisadas dirigiéndose así mi me avisaban de alguien acercándose. Con la poca fuerza que aún me quedaba, intenté hacerle frente a lo que se me acercaba.

Trataba de relajar mi respiración y en mi mente contaba el tiempo que aún nos separaba antes de poder vernos las caras.

Cinco....el murmullo de las hojas se escucha a unos metros, cuatro....mi corazón latía tan rápido. Dos...temía que el sonido de mis latidos delataran mi estado. Uno... Justo delante de mis ojos pasaba una sombra. Me abalance sobre él o ella, logrando que cayera directo al suelo. Al caer había quedado con el rostro hacia el suelo con las palmas al igual tratando de evitar un golpe en el rostro, me apresure y lo tome del suéter que llevaba consigo para así darle la vuelta.

Retrocedí al sorprenderme de quién se trataba.

-¿Qué....por qué tu?

-¿qué diablos?....- Su rostro demostraba confusión ante mis palabras.

-¿que haces aquí? ¡¡¡¿por que me estas siguiendo?!!!- mi preguntas y mi respiración me hacían parecer un demente y su rosto de preocupación me hacían sentir peor lo que me veía.

-Tranquilo James, ¿que fue lo que te sucedió?, ¿te encuentras bien?- con su mirada trataba de transmitirme calma como si fuera una especie de animal salvaje.

-¿Crees que soy idiota?....¿por que me has estado siguiendo?-

-no... te equivocas Carricero, termine mi discurso y salí un momento a buscarte. Te vi como te alejabas por la carretera. Grite tu nombre un par de veces pero no me escuchabas, ibas muy lejos. En un momento pensé en ir detrás de ti y al hacerlo me decía a mi mismo que tal vez necesitabas tu espacio-

-si eso paso, ¿que es lo que haces aquí?- Su mirada expresaba la verdad, todo era tan confuso.

-Me preocupaba que no regresabas- Aún en la oscuridad pude distinguir el rubor de su rosto.-Espere y no volvías, así fue como llegue aquí. Al llegar al bosque, supuse que te encontrabas aquí, camine lo que me parecieron minutos y cuando creí que no estabas aquí, a lo lejos he oído que gritaban. Te buscaba y en un momento escuchaba tus pasos entre la maleza-

-no creo del todo lo me cuentas pero eso no significa que se verdad- ante mi comentario su rostro se ilumino.

-la verdad es que tenía miedo- nuevamente su rostro se ruborizo y ante su comentario y no mi rostro mostraba confusión, no sabía que era a lo que le temía.

-aunque todavía ahí algunas cosas que no me has dicho y tengo la sospecha que al preguntar, me evadirás con otra respuesta- su rostro había cambiado, ahora demostraba seriedad.

-te aseguro que yo no miento pero tienes razón- ahora que me había calmado de toda esta persecución, sentía a mi cuerpo desfallecer, iba a caer en cualquier momento y lo único que me preocupaba era que Alex me viera en en este estado.-¿Que fue lo que te paso? ¿quién te ha hecho daño-

Al terminar la pregunta se apresuro a sacar algo de su pantalón y sin explicarme nada se acerco a mi rápidamente.

 Tomo mi rostro sin delicadeza y al hacerlo pude notar que sus manos temblaban.

Acerco su mano izquierda y en ella mantenía una especie de servilleta, tocaba mi frente con ella y no sabía que era lo que hacía o pretendía.

-¿qué es...lo que haces?-

Retiro la servilleta y le dio la vuelta tratando que viera en esta abrumadora oscuridad lo que en ella había.

En medio de ella había una mancha, pude notarlo por que la servilleta era blanca.

-Tienes una herida, tienes suerte que tenga muy buena vista en esta oscuridad. Espero que solo sea una herida superficial y no una contusión-

Toque mi frente y al ver mi mano pude notar que lo que creía era simple sudor, era en realidad sangre.

 -¿que te sucedió? ¿es esta la razón por que me has tirado? acaso alguien te ataco-

-¿por que, has visto a alguien?-

-no, solo me he encontrado contigo. No he visto ha nadie más-

-no me mires con lastima, no estoy loco. Solo he preguntado, anteriormente escuche pasos, tal vez solo era un animal al acecho que ha huido-Su mirada se entrecerró tratando de averiguar si decía la verdad.

-Entonces, si dices la verdad por que traes esa herida-

-me he tropezado con una gran raíz, he gritado por la caída- Su rostro se quedo en silencio y después de unos segundos su risa resonaba en medio de esta oscuridad.

-Eso, puedo creerlo. Vamos regresemos, tal vez necesites ver a un medico. Siempre fuiste tan torpe- Sus ojos se abrieron al darse cuenta de el error que había cometido, trato de cubrirse la boca para callar pero había escuchado perfectamente su comentario.

El miedo era diferente en cada individuo pero lo único que podríamos hacer era aprovechar ese instinto de supervivencia que generaba.

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