Emmett se encontraba confundido por lo que estaba viendo, Carlisle le había explicado el motivo por el cual seguía vivo después de aquel ataque del oso, y quien le había pedido que le salvara la vida. Una encantadora y hermosa mujer, ella le había pedido una segunda oportunidad de vida para él, pero no supo porque parecía que ambos no fueran pareja destinada como Carlisle había dicho.

—Rose, ¿Porqué todo es tan confuso?

—Para ti lo será por un buen tiempo, perdón por decidir por ti.

—No me molesta ser un vampiro, además soy SUPER FUERTE. —hace gestos de pura fortaleza con los brazos, palmando uno de sus brazos.

La rubia hermosa tan solo dejó fluir sus risas ante aquel gesto, la culpabilidad seguiría allí siempre hasta que su pequeño Emmett pudiera encontrar a su pareja destinada; Rosalie, había descubierto que despues de transformarlo este no se había convertido en su compañero, por lo que sus ideas se habían derrumbado, aunque pronto sabría porque no había sido correcta su pensamiento al salvar a Emmett.

—Eres gracioso, Emmett. Espero un día puedas ser mucho más que fuerte, sino que... Feliz, feliz viviendo eternamente.

—Sé que podremos, ¿intentaremos ser algo? , digo quiero tener sexo del bueno con la mujer más bella frente a mis ojos

—Gracias pero no, no todo es sexo, Emmett. Me encantaría corresponderte pero de alguna manera presiento que más adelante mi vida cambiará, o eso espero.

La mueca de tristeza al no haber consigo lo que deseaba, lo hizo sentir avergonzado, pero tan solo se quedaron ambos sumergidos en un silencio cómodo hasta que el atardecer se perdiera.

¿Quién hubiera pensado que en medio de la rebeldía de Edward, la conversión de Emmett y las ganas de ayudar a su padre en el hospital... Llevarían a Rosalie Hale hacia una aventura totalmente distinta pero totalmente gratificante de la que pudiera haber deseado tras quedar convertida?

Porque todo los días mueren personas, pero donde uno muere, uno puede tener una segunda vida y para muchos una tercera oportunidad para ser felices, al menos aquello llegó con la presencia de la pequeña Brunett Scotiabank, la luz en la oscuridad.

〔/  Actualización próximamente 〕