╭ ⌂ - Capítulo 4
Charlie se encontraba perdido entre aquellos recuerdos de años atrás, cuando Bella tenía 5 años, se había enterado que su madre una hermanastra paterna que muy lejanamente era su tía, quería conocerlo, solamente que en ese tiempo la había visto ya en su última gira antes de retirarse por un problema de salud.
Esa tía lejana bien podía ser una prima lejana para Bella como también una tía para Charlie. Porque justamente había llegado en un tiempo extraño en donde la familia Swan tuvo un conveniente de un hijo fuera de un matrimonio, y que por el destino de Netturb podría ser una tía para Charlie pero también considerada a la misma vez una prima por llevar una edad en la que podría considerar y quedar mejor como prima que como tía, se suponían que las tías en la familia eran mayor que uno, no menores por lo que durante mucho tiempo hizo conflicto a Charlie el llamar a la pequeña Nett como tía, y no como prima. Pero al final si lo pudo lograr. Pero justo cuando ella desapareció por una enfermedad extraña.
Ella nunca le había dicho su enfermedad pero poco después de que en Forks se escuchó un rumor de una admiradora diciendo que la escritora famosa estaba en el hospital pero poco después el mismo fue a ver si era ella, pero nunca la pudo ver, decían que falleció luego de retirarse pero el quería creer que estaba bien recuperarse y volvería a saber de ella.
Años después, se enteró por medio de su tía abuela, que: «Netturb se ha retirado e ido de viaje por un largo tiempo», el sollozo que se escuchó tras la llamada telefónica en aquella vez, lo quiso ignorar. Quería creer que se había ido de viaje y no fallecido. Por lo que cortó su comunicación poco a poco con esa parte de la familia, por su salud mental. Debido a que se había acostumbrado a tener a esa familiar alegrando su vida lo poco que duró cerca de él.
Pocos recuerdos guardaba de ella, pero sabía que quería un montón a su hija, tanto que le había dejado su herencia a Bella, por lo que mucho ya había hecho Nett tiempo atrás. Era una familiar muy querida, lastimosamente había perdido contacto con ella.
El despertar del desconcierto por aquel reconocimiento y similar muy parecido en una familiar de los Cullen, lo hizo dudar de sí fue realmente real lo que al principio creyó ver, verla parada frente a Bella ya con el vestido de bodas. Sentía que para su tía ese sería su mejor deseo a cumplir, verla como aquel día la estaba viendo, tanto que había logrado verla allí.
Sin embargo, luego de la canción que su ex esposa regaló a su pequeña hija, sintió libertad y felicidad de ver a su pequeña siendo feliz. Sin embargo, cuando se marcharon con destino a su luna de Miel, y se daba la vuelta se quedó sin palabras al verla de nuevo. Tan joven como la recordaba en aquel último tiempo que la pudo ver, aunque Nett estaba muy hermosa.
—Quisiera charlar un rato con usted, por favor, si pudiera acompañarme a la sala. —había dicho la joven de cabello corto, que ya se encontraba con un atuendo más casual.
Charlie se había quedado estático, mirándola pero en cuanto recobró el sentido del tiempo al verla frotarse el codo derecho con preocupación, cedió ante la petición.
Ambos perdiéndose de la vista del resto de invitados restantes, al entrar a la casa. Mientras que algunos de los Cullen se quedaban fuera para dar "privacidad" a Charlie.
Rosalie estaba atenta a cualquier cuestión, sabía que en el momento en que sintiera el cambio voluntario de su mujer a ser vampiro, ese era su señal para entrar e involucrarse.
Pero rebobinemos un poco, como fue que pasó, a que llegarán a este punto gracias a su esposa.
<<...
Rosalie observaba a su atormentada mujer que estaba sentada en uno de los sillones del segundo piso de la casa, con las manos sienes de su cabeza, totalmente blanca como la hoja de papel y como casi todos los invitados, mostrando muy transparente como estaban sus sentimientos, se acerca para refugiarla suavemente entre sus brazos, logrando automáticamente que su mujer se acurrucara a ella.
—Shh, calma soldatina.
Los sollozos se escuchaban y sabía que las lágrimas no caerían en el estado actual de su mujer.
—Lo estropeé...
—No lo hiciste. Al menos no a propósito, y eso lo sabemos, cariño.
La de ojos rojizos medios ambarinos la mira, conectando con esos ojos que la habían completado la vida.
—Me haré responsable del caos que traeré, lo prometo. —su voz sonaba tal cual un susurro entrecortado.
Rosalie la abrazaba y besaba su sien, intentando reconfortarla, Charlie había cobrado el sentido pero parecía que inconscientemente había olvidado lo sucedido por un breve lapso de tiempo. Carlisle había dicho que mientras Brunett no se le cruzará de frente, aún no deberían afrontar la situación, por lo que la fiesta de boda seguía sin cambio alguno.
—Entonces, ¿cuál es el plan, mi pequeño y dulce corazón?
La mujer de tatuajes ocultus tras maquillaje, la observa y con una respiración profunda sintiendo el temblor en su sistema por los sollozos y estado emocional sensible en el que se encontraba, decidió responder la pregunta tras abrazar a su esposa y aspirar el aroma exquisito de su mujer rubia, que la calmaba como si fuera una menta y eucalipto.
—Hablaré con él, le diré la verdad. Dependiendo a cómo resulte su reacción, decidiré cómo intervenir, creo... Creo que si lo convierto yo... Podemos hacer que siga siendo un humano en simulación, C-claro.
—Es un plan bastante inestable, pero me alegra que pienses en otorgarle esa parte que tanto desearía haber tenido en mi. —apoya Rosalie aún algo reticente, era de esperarse que siempre estuviera en contra de quitar la vida de un humano.
—Gracias por... Apoyarme, mi vida.
Tras esas palabras dichas por dulce y ronca voz de la mujer de la rubia, hicieron que por reflejo tomara suavemente su rostro entre sus manos y la besara con gusto. Ambas soltaron un gruñido de posesión al sentir que el beso se volvía intenso, solo que había sonado ahogado.
—Sé que no soy Emmett, pero ambas señoritas deberían aguardarse un poco, aun tenéis algo que hacer.
Rosalie mandó una mirada asesina a su hermano postizo, mientras que por el lado de Nett sólo se permitió ceder a las ganas de reír ante la posesividad y ansias de su mujer.
—Rose~ no mates al s-... A Jasper. Me agrada. —añadió rápidamente para luego proceder a besarla. Esto calma el momento pero no la mirada— Vamos a comer y luego hablaré con Charlie, ya es tiempo.
Rosalie se relajó al sentir la calidez de su esposa, volviendo a ser el corazón literalmente viviente de ella, porque su compañera, era la vida que deseaba tener. Y ambas sabían que juntas lograrían tener la vida que parecía arrebatada por la inmortabilidad.
—Solo por esta vez, estas salvado. -—sentenció Rosalie, antes de llevarse a su mujer—Vámonos, cariño.
Jasper tan solo se mantuvo alerta hasta volver a sentir a su compañera Alice, a su lado. Pará luego mirarla:
—¿Saldrá bien?
—Con Rosalie cerca, si.
Jasper con esa respuesta supo que su compañera y pequeña de su vida, se encontraba con sentimientos de resignación, porque la mujer que pronto sentía que sería como una amiga cercana la repelía con elegancia o bien, era muy de improvisar sobre la marcha, porque sólo así, su encantadora vidente no podría saber que movimientos haría.
—Estará todo bien, mi pequeña.
—Eso espero, Jasie.
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